𝘀𝗲𝗶𝘀, 𝖿𝗋𝖾𝗌𝖺𝗌 𝗒 𝗍𝖺𝗒𝗅𝗈𝗋 𝗌𝗐𝗂𝖿𝗍
CAPITULO SEIS
FRESAS Y TAYLOR SWIFT
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A la mañana siguiente me sentía mal, ni siquiera me levanté de la cama.—¡Rory! Vamos, llegaremos tarde—,gritó Lily, sacudiéndome.
Me quejé y me tapé la cara con la manta.—No me siento bien—.
Suspiró.—Bien. Entonces quédate en la cama. Aquí tienes la medicina—.Me dio 4 ibuprofenos y un vaso de agua.
—Gracias, Lily—.
Sonrió y se sentó en la esquina de mi cama antes de mirar su reloj.—De acuerdo, tengo 5 minutos, escúpelo—.
La miré.—¿Escupir qué?—
—¿Tú y Mattheo? ¡Ir a su dormitorio!—
—Oh... no fue nada... solo me estaba poniendo agua fría en el cuello—.
Ella levantó una ceja.—¿Ah sí?—
—Sí—.
—¿Algo más?—
Sacudí la cabeza.—No—.
—Bien—.Me sonrió antes de levantarse.—Nos vemos más tarde—.
La saludé con la mano y sonreí. Salió de la habitación y me quedé mirando el techo.
Parecía que había pasado una eternidad cuando oí que llamaban a mi puerta. Suspiré y me levanté para abrirla. Por suerte, no era un chico, porque llevaba un pijama a juego, unos pantalones cortos y una camiseta de tirantes, sin sujetador.
Abrí la puerta y mis ojos se abrieron de par en par.—M-Mattheo... hola...—.
Me sonrió.—Buenos días, linda—.
—Buenos... días—.
Me miró fijamente un momento antes de hablar.—¿No vas a clase, eh?—
—No me encuentro bien...—
Asintió y me señaló el cuello.—¿Te duele?—
Me encogí de hombros.—Un poco—.
Frunció el ceño.—Lo siento...—
—No lo sientas, no ha sido culpa tuya—.Me quedé parada unos segundos antes de aclararme la garganta.—Bueno, ¿quieres entrar o...?—.
Se rió.—Claro, iba a preguntarte si querías pasar el rato en mi dormitorio—.
Sonreí.—Oh... claro. Sólo déjame... cambiarme—.
Me miró y se cruzó de brazos.—¿Por qué?—
Me miré a mí misma.—Porque...—
Levantó una ceja.—Tu ropa está bien—.
—¿Bien?—
—Te quedan muy bien—.
Siento cómo se me calientan las mejillas antes de cerrar la puerta.—Salgo en un segundo—.
Decidí no cambiarme, pero me puse un sujetador y unos calcetines. Me recogí el pelo desordenado en una coleta y abrí la puerta para ver a Riddle apoyado en el marco de la puerta.
—Por fin, vamos—.Me tomo de la mano y me guío por los pasillos hasta la sala común de Slytherin. Solo he estado en ella unas pocas veces: Pansy y Draco siempre venían a la sala común de Hufflepuff o Ravenclaw. Y, como mínimo, es preciosa.
Echo un vistazo a la sala mientras la recorríamos.—Tu sala común es muy bonita—.
Me sonrío.—Actúas como si nunca hubieras estado aquí—.
Me encogí de hombros.—He estado como dos veces pero nunca la he mirado realmente—.
—Me cuesta creerlo, ¿no se supone que eres la mejor amiga de Pansy?—.
Asentí con la cabeza.—Lo soy. Pero nunca me sentí lo suficientemente cómoda como para caminar por aquí—.
—¿Por qué no?—
—Porque soy Hufflepuff—.
Se burlo.—¿En serio?—
—Sí, a muchos Slytherins no les caigo bien, nunca descubrí por qué, así que asumo que es eso—.
Se movió para estar frente a mí, impidiéndome avanzar.—¿No les caes bien?—
Me encogí de hombros.—Esta bien, no me importó—.
Fruncí el ceño.—¿Cómo puedes no caerle bien a alguien?—.
Sentí que mis mejillas se calentaron y me encogí de hombros.—Vamos a tu dormitorio—.
Él asintió y se apartó de mi camino, caminando a mi lado de nuevo. Subimos las escaleras y giramos a la derecha, hacia los dormitorios de los chicos.
Llegamos a una puerta que tenía 'Riddle' incrustado en la puerta de madera.—¿Tienes tu propio dormitorio?—pregunté, conmocionada.
Se rió.—Sí, ayer estuviste aquí, ¿recuerdas?—.Sacó una llave del bolsillo y abrió la puerta.—Las damas primero—.
Sonreí y entré; él entró detrás de mí y cerró la puerta.—¿Qué quieres que hagamos?—,le pregunté mientras echaba un vistazo a su habitación.
—Bueno, estaba pensando que podríamos relajarnos, comer algo, tal vez escuchar música—.
Una sonrisa se dibujó en mi cara.—¿Puedo elegir una canción?—.
Me sonrió y se encogió de hombros.—Claro, ¿qué querías escuchar?—.
—Taylor Swift—.
Levantó una ceja.—¿Quién era Taylor Swift?—
Jadeé.—¡Taylor Swift! ¡Una de las mejores cantantes muggles de la historia!—.
Se encogió de hombros.—Nunca he oído hablar de ella, pon una canción—.Toma su laptop y me la entrega.
Solté una risita mientras tecleaba una canción. Una vez que encontré su perfil, pulsé aleatorio y Style empezó a llenar la habitación.
—¡Dios mío, me encanta esta canción!—.Me reí mientras bailaba y daba vueltas por su habitación.
—¿Quieres fresas? Theodore siempre las deja aquí—.
Mis ojos se abrieron de par en par.—¡Dios mío, me encantan las fresas!—.
Me sonrió.—Es bueno saberlo—.Se acercó a una pequeña nevera que había en un rincón, la abrió y sacó una bandeja de fresas. Se acercó a mí y me las entrego.—Disfrútalas, encanto—.
Me sonrojé, abrí la bandeja, tomé una fresa y la mordí. Levanté la vista y cerré los ojos.—Mmm—Me tragué el trozo de fresa y empecé a cantar y bailar.—And I got that good girl faith and a tight little skirt...—.
Sentí los ojos de Riddle clavados en mí mientras bailaba. Sonó la canción y me reí mientras caía al suelo.—And you got that James Dean daydream look in your eyes...—,canté señalando a Riddle.
Él sonrió y se sentó en el suelo a mi lado. Apoyó la cabeza en la pared y se quedó mirando al techo antes de girarse hacia mí. Terminó la canción y empezó Delicate.
Me sonrojé.—¿Qué te parece Taylor?—le pregunté con una sonrisa pícara.
Se encogió de hombros.—Es buena—.
Se me cayó la mandíbula.—¿Buena? Es mucho más que buena Riddle—.
Se rió.—¿Por qué haces eso?—
—¿Hacer qué?—
—Decir mi apellido—.
Me encogí de hombros.—No lo sé, Mattheo—.
Él sonrió.—Eso me encanta—.
—¿Tu apellido?—Cuestioné, levantando una ceja.
—Sólo cuando tú lo dices—.Se inclinó más hacia mí.
—Estamos empezando a conocernos, recuerda—,le recordé, sonrojándome intensamente.
Nuestros ojos se cruzaron y nos quedamos mirándonos fijamente durante lo que pareció una eternidad.—Nos estamos conociendo—.
—Entonces, ¿qué has descubierto de mí?—.pregunté.
—Te encantan las fresas y Taylor Swift—.
Sonreí.—Las fresas y Taylor Swift son insuperables—.
Se rió.—¿Cuál es tu color favorito?—
Me encogí de hombros.—No puedo elegir solo uno, así que no contesto—.
Levante una ceja..—¿En serio?—
Asentí con la cabeza.—Sí, ¿y tú?—.
—Negro y rojo—.
Sacudí la cabeza mientras me reía.—Ya veo—.
Me empujó juguetonamente.—¿Qué se supone que significa eso?—.
Me reí y estaba a punto de responder cuando la puerta se abrió y entró una chica que no reconocí.—¿Violet?—murmuró Mattheo suavemente.
¿Violet? ¿Quién carajo es Violet?
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