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9 de Mayo 2021
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Barcelona, Cataluña, España.
Los ánimos se encontraban muy elevados en el circuito, gracias a los resultados en las prácticas del día anterior, donde el piloto principal de Red Bull en conjunto del siete veces campeón del mundo de Mercedes habían dado un gran espectáculo, dejando las expectativas altas sobre la carrera de hoy.
En la zona lounge del paddock club, se encontraba un despreocupado Gabi, que esperaba sentado en una de las mesas a que su madre regresara de conseguirle una bebida, el niño tenía puestos los AirPods de su madre y miraba su iPad donde se reproducía Adventure of a Lifetime de Coldplay, siendo una de sus canciones favoritas gracias al peculiar video musical, mismo que el menor ya se sabía al derecho y al revés, y le encantaba imitar los movimientos de los simios mientras lo veía, Gabriel se encontraba metido en su papel, bailando en su asiento imitando al simio que se suponía era Chris Martin.
— I feel my heart beating. — Gabi llevo su mano en forma de puño hacia su pecho y lo golpeo con cuidado. — Oh, you make me feel. — giro su cabeza hacia ambos lados al ritmo de la música. — Like i'm alive again. — movió sus brazos hacia los lados, holgados, imitando a un simio. — Turururururururu, turururururururu. — el menor tarareo la canción. — Tururururururururu, turururururururu... ¡Alive again!. — esto último lo grito sin importarle que los demás presentes lo observaran, era su momento y su canción, nadie se lo quitaría.
A lo lejos, Valentina y Nina admiraban al menor divertidas, sabían lo ocurrente que era el niño y que nada lo detenía a la hora de hacer las cosas que disfrutaba.
— No entiendo de donde puede sacar tanta energía, yo llevo dos horas en el paddock y ya me quiero ir a dormir. — comento Nina en el lenguaje natal de ambas, Tina rio ante las palabras de su amiga.
— Hace un par de meses cuando seguías tras el escritorio en una oficina, me decías lo contrario. — Nina chasqueo la lengua en desacuerdo.
— Creo que me precipite mucho al aceptar este trabajo, no pensé que perseguir celebridades por el paddock fuera tan tedioso. — Valentina apretó el hombro de su amiga. — Pero tampoco me quejo, los tacos de ojo que me echo*, no cualquiera hermana. — ambas rieron.
— Debo aceptar que en eso tienes razón, no sé por qué la mayoría de los hombres en este deporte tienen gran atractivo. — Tina alzo los hombros con desdén.
— Como el guapo semental que ayer tuvo la caballerosidad de ayudarlos a Gabi y a ti. — la menor de los Montes alzo las cejas divertida mientras una sonrisa socarrona se formaba en sus labios, logrando que Tina rodara los ojos.
— Si te soy sincera, con todo el ajetreo ni siquiera tuve tiempo de verle la cara, solo me centre en que Gabi estuviera bien. — y la morena no mentía.
Después de que su mirada se encontrara con la de aquel hombre, se vieron abruptamente interrumpidos por Camille quien llego acompañada de Charles y el médico de su escudería, el hombre ayudo a Valentina y al niño al mismo tiempo a levantarse, pero en cuanto estuvieron de pie Charles fue directo a interrogar al moreno, por otro lado, Camille y el médico se llevaron a la mexicana y a su hijo directo a la enfermería.
Luego de unos momentos examinándolos, simplemente pusieron un curita sobre la rodilla raspada de Gabriel y una venda en el tobillo lesionado de la morena, indicándole que tenía que tomar antiinflamatorios y portar la venda durante un par de días para evitar que el estado de la lesión empeorara, gracias a esto no pudo entablar conversación con el que Gabi llamaba "su amigo Dani".
— Aja, y los santos reyes existen. — Valentina miró a su amiga reprendiéndola. — Ay por dios Tina Gabriel está a varios metros de distancia y con el show que tiene montado te aseguro que ni siquiera me escuchó. — la anteriormente mencionada negó, en ese momento miró a su hijo de nuevo.
Sus sentidos se pusieron alerta cuando notó que un hombre extraño hablaba de manera animada con el niño, no perdió tiempo y con prisa se dirigió hacia el menor, para Valentina era muy difícil el mantener a Gabi a raya con los extraños al ser un niño tan sociable, era un tema que habían tratado muchas veces, pero al parecer él seguía sin entender los riesgos que podía correr.
— ¿Todo bien Ángel?. — cuestiono Valentina llegando al lado de su hijo, el niño la miro sonriente mientras asentía con su cabecita, Nina llego unos minutos después un poco agitada al lado de los Navarro Marshall.
— Él es Blake. — el niño señalo al mayor. — Y estaba esperándote para poder hablar contigo. — Gabi tomo de las manos de su nina la bebida que llevaba tiempo esperando y la acerco directo a sus labios.
Por su parte, Valentina analizo al hombre de pies a cabeza, su cabello comenzaba a tornarse canoso, pero aún predominaba el castaño claro, sus ojos era de azul casi como el agua, su rostro era decorado por una ligera barba, vestía una camisa a botones color azul rey y unos jeans de mezclilla deslavada en conjunto de unos tenis puma en color gris, las credenciales que colgaban de su cuello le dieron un poco de tranquilidad a la mexicana.
— Permíteme presentarme, soy Blake Friend. — él estiró la mano hacia la morena, quien la estrecho con la suya y después de un leve saludo le sonrió.
— Valentina, ¿Sucede algo malo?. — él negó.
— Tranquila, vengo de parte de uno de los pilotos de McLaren, Daniel Ricciardo, me envió para asegurarme de que ustedes se encuentren bien después del incidente de ayer.
— ¡Debe ser mi amigo Dani mami!. — el niño se puso de pie emocionado.
— Así es campeón, él sabe pasaron una mala experiencia y no quiere que se queden con un mal sabor de boca en este gran premio, por ello. — el mayor saco de su bolsa, dos tarjetas con los colores naranja y negro, así como leves destellos en azul. — Queremos obsequiarles estos pases al box de McLaren, tienen vigencia para lo que resta de la temporada y claro, él estaría encantado de que el día de hoy presenciaran la carrera desde ahí, si no tienen algún inconveniente. — los ojos de Gabi se iluminaron al instante, con prisa miró a su madre.
— Mami, ¿Podemos por favor ir a ver la carrera desde el box de mi amigo Dani?. — el menor junto a sus manos en manera de súplica hacia la mayor, gesto que enterneció al enviado por el piloto.
— Prometiste a tu tío Charles que estarías en su box antes de que subiera a su monoplaza, ¿No lo recuerdas?. — Tina tenía la intención de rechazar la oferta.
No podía confiar en extraños tan fácilmente, o al menos eso era lo que quería hacerse creer así misma cuando en realidad lo que pasaba es que no se sentía lista para ver de nuevo al chico que llego a robarse ciertos pensamientos desde esa noche en Imola, Gabi al instante se tornó serio, él era un niño que cumplía lo que decía entonces no le quedaba más que ir con su tío.
— Es cierto, lo siento señor Blake, será para la próxima. — Nina al ver la sonrisa de Valentina se dio cuenta de lo que planeaba, por ello decidió intervenir.
— Aún falta un rato para la carrera, Gabriel puede ir al box de Charles, y avisarle que por esta ocasión irá con McLaren, te aseguro que a él no le va a molestar. — la sonrisa regreso al rostro de Gabi.
— No pienso que sea pertinente que...— Tina se vio interrumpida por su hijo.
— Si mami, mi nina tiene razón, yo sé que mi tío Charles no se va a molestar conmigo porque no pase esta carrera en su box, ¿Aún está vigente su oferta señor Blake?. — el mayor sonrió.
— Claro que si Gabriel, toma. — extendió los pases al niño que los tomo con confianza. — Disculpa que solo sean dos, ahora consigo un tercero para que puedas acompañarlos. — comento Blake hacia Nina.
— Oh, no se preocupe, yo tengo trabajo que hacer. — la morena exclamo al momento que tomaba los gafetes que la autorizaban como periodista. — ¿Entonces qué esperan?. Mientras más rápido vayan a Ferrari más pronto podrán llegar a McLaren. — Valentina le dio una sonrisa forzada a su amiga.
— Gracias por los pases, agradézcale a su piloto de nuestra parte, lo veremos ahí en unos momentos. — el australiano la miro.
— Discúlpame el atrevimiento, pero Daniel me pidió que yo los llevara formalmente, si me lo permiten puedo esperar a que se desocupen de su actividad y vamos juntos hacia McLaren. — Gabi asintió.
— Si mami, así no nos perdemos como la vez que yo me fui solito hacia allá y Dani me tuvo que rescatar. — Gabriel tomo su iPad con prisa, se puso de pie y miró a su madre.
La mexicana sabía que esa era la señal para retirarse, no le quedo más que tomar su bolso, la bebida de Gabriel y así dirigirse hacia la salida del área donde se encontraban, Nina iba a la par de Tina mientras Gabriel caminaba unos pasos adelante en compañía de Blake, ambos habían congeniado bien y estaban charlando acerca de las actividades que tendría permitidas el niño cuando llegara al box papaya.
— Me di cuenta de lo que estabas dispuesta a hacer. — soltó Nina de la nada. — Y me parece mal que por tus miedos le niegues a tu hijo la oportunidad de conocer una escudería nueva. — la Marshall iba a replicar, pero su amiga se adelantó. — Sabes muy bien que a mí no me puedes engañar, tú misma aseguraste que ni siquiera habías observado al chico que los ayudo, sería un buen gesto de tu parte que acudas para agradecerle un acto como ayudarlos a tu hijo y a ti, no cualquiera lo haría. — el móvil de Nina timbró, indicando su alarma que la citaba al llamado de su televisora. — Tengo que irme, pero por favor Tina, pórtate bien, disfruta que estás aquí y no tengas miedo a relacionarte. — se acercó y dejo un beso sobre la mejilla de su amiga. — Te amo, me despides de Gabi.
Sin más, Regina dio media vuelta y comenzó a caminar hacia el lado contrario del paddock, mientras que vía mensaje de texto se comunicaba con Michael, informándole que su amiga habría aceptado la oferta de Daniel. Nina se había mantenido en contacto con Italiano desde el día de la fiesta en Imola, ambos se habían acercado mutuamente con la intención de algo más, pero al momento que las copas comenzaron a hacer efecto y la chica se sinceró con él confesándole que aún no podía olvidar a su expareja, decidieron que no podrían ser más que amigos.
Luego de lo sucedido el día anterior, Michael reconoció a Valentina como amiga de la morena, se comunicó al instante con Regina para solicitarle los nombres completos tanto del menor como de su madre para así otorgarle los pases con la intención de disipar el mal momento, pero en realidad Daniel había tomado la iniciativa de pedir eso a Blake, pues quería ver de nuevo a Gabriel, ya que eso implicaba descubrir si su madre era en realidad la dueña de los ojos y la figura que aparecía en sus sueños.
El australiano ahora se encontraba dentro de su room, sobre pensando un par de situaciones como solía hacer antes de cada carrera, pero esta vez el hecho de saber si la mujer y su hijo aceptarían o no la invitación lo tenían con los nervios de punta, no quería quedar como un tonto, mucho menos con un acosador, comenzaba a cuestionarse si no parecería todo un stalker al mandar de forma tan repentina a Blake por madre e hijo, pero no había otra forma de contactarlos. Suspiro profundamente, llevo sus manos hacia su cabello despeinando sus rulos, al terminar sacudió sus manos en el aire mientras se ponía de pie, no podía anclarse tanto en la situación, si aceptaban los recibiría con gusto, de lo contrario simplemente se daría una palmada en la espalda y seguiría con su vida, dos toques en la puerta lo sacaron de sus pensamientos.
— Pasa. — exclamo mientras iba directo hacia la mesa donde se encontraba su vestimenta, al ya encontrarse con el pantalón ignífugo, procedió a colocarse la playera reglamentaria de nomex, cuando su cabeza traspaso el orificio del cuello, notó como Michael cerraba la puerta tras de el después de ingresar a la habitación.
— Dos noticias. — menciono Italiano mientras tomaba asiento en el sillón.
— Suéltalas. — contesto Daniel al tomar el mono para comenzar a ponérselo.
— Primera, tu chica y el niño vendrán. — Daniel frunció el ceño al escuchar como su amigo llamaba a la mujer.
— No es mi chica, no digas estupideces. — el australiano comenzó a sentir nervios dentro de él, sus manos temblaban de a poco mientras amarraba las mangas del mono en su cadera.
— Como digas, segunda, tus mecánicos siguen arreglando un par de cosas a tu monoplaza, entonces, tuve que hablar con Charlotte para que permitiera que le mostraran al niño el de Lando.
— ¿Acepto?. — Italiano solo asintió. — Perfecto, encárgate de darles la mejor bienvenida y trato. — Daniel tomo su casco al momento que Michael comenzó a reír. — ¿Qué es lo gracioso?.
— Hermano, tus invitados, tu problema, ya tengo suficiente con soportarte a ti. — Italiano le brindó un guiño, Daniel solo rodó los ojos.
No se sentía preparado para aquel contacto, pero era obvio que si él los había invitado, él tenía que hacerse cargo, después de intercambiar un par de palabras mas, ambos hombres salieron de la habitación del australiano con dirección al box, donde los ánimos de Daniel comenzaron a subir y una sonrisa se colaba por su rostro cada cierto tiempo, aunque lo negara, esperaba con ansias el encuentro con la morena y su hijo.
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Para este momento la adrenalina en el cuerpo de Daniel estaba a tope, cada vez se escuchaba más fuerte el bullicio que el público desataba desde las gradas, eso le indicaba que faltaba menos para el inicio de la carrera, Michael y Daniel se encontraban platicando animadamente con un par de mecánicos que le explicaban al australiano el cómo habían solucionado la posible falla que su coche había tenido el día anterior, logrando que este estuviera listo tiempo antes de lo esperado.
— ¿Están seguros de que con ellos ya no fallara el pedal al momento de frenar?. — ambos hombres asintieron.
— De igual forma haremos una simulación en unos momentos, solo para asegurarnos al cien porciento. — Daniel estaba por responder, pero un grito lo interrumpió.
— ¡Amigo Dani!. — la mayoría de los presentes en el box miraron al responsable.
El moreno sonrió al ver a su pequeño amigo rubio, no sabía si era casualidad de la vida, pero portaba una camisa a botones anaranjada, acompañada de unos jeans azules y unos converse negros, el niño al instante se soltó de la mano de Blake, corrió en dirección de Daniel, quien se puso en cuclillas y estiro sus brazos para recibir al menor en un abrazo fraternal.
— Me alegra mucho verte. — soltó Gabi en el oído del australiano antes de separarse.
— A mí también me alegra verte Gabi, ¿Cómo te encuentras después de lo de ayer?. — ambos se enfrascaron en una conversación.
— Muy bien, solo raspé un poco mi rodilla, pero el doctor me dio varios curitas con animales impresos y esos me ayudan a no tener dolor gracias a la valentía de los animalitos. — Ricciardo iba a responderle, pero Gabi se adelantó. — Perdón por no traer la gorra que me regalaste, no sabía que podría venir aquí a tu trabajo, pero la tengo en casa, en el estante donde pongo todos mis regalos especiales. — la sonrisa de Daniel se ensanchó aún más al escuchar las palabras del niño.
— No te preocupes por ello, lo podemos solucionar. — Daniel tomo de su cabeza la gorra negra que contaba con las letras de McLaren bordadas en color blanco, y su número estampado en color negro encima de un círculo naranja sobre la visera. — Ahora también tendrás que cuidar esta por mí. — sin esperar la coloco sobre la cabeza del menor, quien esbozo una sonrisa emocionado.
— ¿Cómo se dice Ángel?. — la mirada de Daniel fue directo hacia la dueña de esa voz.
Las miradas de ambos adultos se encontraron, por inercia tanto Daniel como Valentina esbozaron una sonrisa, el australiano al instante se coloco de pie, pudo notar como ella estaba sonrojada, como si fuera un flash, a su mente vinieron los recuerdos de la noche cuando coincidieron en Imola, los momentos que compartieron en la pista y como se tuvo que alejar de ella gracias a que su compañero de equipo los interrumpió.
Daniel no pudo evitar admirar de nueva cuenta la belleza de la mujer, sus ojos color avellana coincidían a la perfección con los que rondaban sus sueños hace semanas, esto logro traer una sensación de alivio a su pecho, ya no tendría que atormentarse por descubrir a la dueña de los mismos, sus facciones eran preciosas a la vista de él, su cabello castaño estaba recogido en una media coleta que dejaba ver las ondas naturales que poseía, el vestido amarillo que portaba se adaptaba perfectamente a su figura y podía apostar que la hacía deslumbrar como si de un rayo de sol se tratara, noto como ella portaba unos tenis Alexander McQueen blancos con un detalle en amarillo limón en la parte trasera de su tobillo, percatándose de que el izquierdo se encontraba vendado, seguramente por el accidente del día anterior.
Por su parte, Valentina, comenzó a sentir un par de punzadas sobre su pecho, revelando la emoción por conocer al moreno que la tenía maravillada con el color miel de sus ojos, sus rulos estaban perfectamente peinados a pesar de haber portado la gorra momentos antes, el mono se adecuaba a su cuerpo y a pesar de no ser una vestimenta tan despampanante lograba hacerlo lucir muy atractivo.
— Muchas gracias Dani, la cuidaré como un pirata a su tesoro. — ambos mayores regresaron a la realidad cuando escucharon al niño, Gabi en automático regreso hacia su madre y tomo su mano para acercarla hacia donde se encontraba el moreno. — Ella es mi mami, se llama Valentina. — Gabi tomo las manos de ambos e hizo que las estrecharan.
Michael sonrió con malicia mientras grababa todo el encuentro, había prometido a Nina mantenerla al tanto y este sería buen material para entretener a su amiga.
— Mucho gusto Valentina, soy Ricciardo. — el australiano sacudió su cabeza. — Daniel Ricciardo. — ambos estrecharon sus manos y a los segundos las separaron.
— Valentina Navarro, me alegra por fin conocer al amigo y héroe de mi hijo. — comento ella con sinceridad. — Y te agradecemos que nos invitaras a presenciar la carrera desde aquí.
— No es nada, solo quería disculparme por desaparecer de manera tan abrupta el día de ayer, espero que ambos se encuentren mejor.
— Claro, estamos bien, como Gabi lo menciono él solo sufrió un pequeño raspón y yo una leve torcedura, nada que no se pase en unos días. — el australiano asintió.
— ¿Les parece bien si les doy un tour por el box previo a la carrera?. — intervino uno de los ingenieros de Daniel.
Gabi asintió emocionado y con prisa fue al lado del mayor, este comenzó por explicarle al niño como se manejaban las estadísticas en las pantallas, dato que le pareció fascinante a Gabi, y varias veces le repitió que cuando sea grande quería ser como ellos. Mientras esto sucedía tanto Daniel como Valentina permanecieron detrás sin interrumpir el momento, ambos se sentían nerviosos y no sabían como interactuar entre ellos, en una última instancia el moreno tomo valor y dio pie al inicio de la conversación.
— Así que, ¿Es tu hijo?. — cuestiono el australiano señalando al niño, al tiempo que se daba una bofetada mental por la pregunta tan tonta que había realizado.
— Sí, por lo menos, eso es lo que dijo el doctor que lo trajo al mundo. — Valentina rio levemente contagiando a Daniel.
— Lo siento, soy algo malo para interactuar con las personas cuando recién las conozco, pero verás que la próxima vez nuestra conversación será más fluida. — Ricciardo se sintió descubierto al revelar sus intenciones de frecuentarlos, pero se relajó al escuchar las palabras de la mujer.
— No te preocupes, me pasa lo mismo, seguramente para la próxima ambos hablemos como pericos. — ellos rieron.
— Mi intención no es el atosigarte con preguntas, pero no puedo evitar notar cierto acento en tu hablar. — Daniel y Valentina observaron como uno de los mecánicos del lado contrario acudió hacia el niño, le señalo un par de cosas y Gabriel asintió.
Con prisa se dirigió hacia su madre, una vez frente a ella respiro hondo varias veces, a su parecer había competido un maratón.
— Mami, ese señor me dijo que si quería ver el auto del otro piloto porque en el de Dani no podría subirme y a ellos les gustaría explicarme el funcionamiento del monoplaza. ¿Podemos ir?. — soltó Gabriel en español sorprendiendo al australiano, que recibió una respuesta a lo que planeaba preguntar.
— Claro mi amor, si está permitido podemos ir. — respondió su madre en inglés, el niño al darse cuenta de que había hablado en su idioma natal al instante miro a Daniel.
— El señor que está ahí. — señalo a Will, el ingeniero de Lando que termino por saludar a Daniel con la mano. — Me dijo que le gustaría enseñarme el auto de tu compañero.
— Es correcto, mi monoplaza sigue en reparaciones, entonces te mostraran el de Lando, ¿Vamos?. — Gabi asintió.
Daniel se adelantó para poder guiarlos hacia el box de su amigo, Will se emparejó con el australiano y comenzó a explicarle lo que harían, le mostrarían a Gabi funciones básicas que era lo que se ajustaba al tiempo previo de la carrera, Ricciardo asintió, al ingresar a este Lando se encontraba acompañado de Charlotte, la mujer al verlos se acercó de inmediato.
— Buenas tardes, bienvenidos a McLaren esperemos que tengan una buena experiencia con nosotros. — la rubia miro directamente al niño.
— Tú debes ser Gabi. — Lando se unió a la conversación.
El menor, al sentir todas las miradas sobre él, fue al lado de su madre y se escondió tras su pierna, los mayores lo miraron con gracia, pero entendían que debía sentirse algo atosigado, fue ahí donde Lando decidió intervenir.
— Yo soy Lando, y estaré encantado de mostrarte mi auto, ¿Te gustaría que comenzáramos?. — Gabi lo analizo por un momento, no parecía una mala persona, lo que le daba el consentimiento para acercarse, el menor asintió sin más.
El británico estiró su mano con la intención de que el niño la tomara, Valentina acaricio el cabello de su hijo animándolo a aceptar el gesto, Gabi se acercó a Lando y tomo su mano, ambos le dieron la espalda a los adultos y comenzaron con el recorrido.
— No te preocupes, te lo devolveremos antes de la carrera. — la rubia rio levemente. — Charlotte Sefton, me encargaré de supervisar que tu niño y el mío no causen ningún desastre. — ambas mujeres rieron mientras estrechaban sus manos a forma de saludo.
— Valentina Navarro, y te agradecería bastante que los mantengas a raya. — la rubia asintió mostrándole una sonrisa.
— No te preocupes, me encargaré de jalarles las orejas, nos vemos en unos instantes. — la mujer se dio la vuelta y fue directo hacia donde se encontraban Lando con un entusiasmado Gabi.
Valentina miró a Daniel de nuevo, percatándose de que este observaba a su hijo con una sonrisa en el rostro, y cierto brillo en los ojos.
— Somos de México. — Ricciardo regreso a la realidad al escuchar a la mexicana. — Por ello el extraño acento en mí hablar. — ella rio. — En Gabriel no se aprecia tanto porque desde pequeño comencé a inculcarle el inglés como segundo idioma, y desde que llegamos a Inglaterra supo reforzarlo con facilidad adaptándose a los modismos de los británicos. — el australiano asintió.
— Con eso queda mi duda resuelta. — Daniel medito antes de lanzar las siguientes palabras. — ¿Entonces viven en Inglaterra?. — cuestiono con curiosidad.
— Sí, precisamente en Cambridge. — Valentina no sabía por qué el hombre le inspiraba la confianza para contarle ese tipo de información personal. — Me aceptaron como maestra de inglés en la universidad pública de esa ciudad, por eso tuvimos que mudarnos hacia acá. — el moreno asintió.
— Vaya, debes ser muy buena si estás dentro, de eso no tengo duda. — le brindó una sonrisa a la mexicana. — Yo paso la mayoría de mis días en Woking, por los asuntos de la fábrica. — Daniel señalo a su alrededor haciendo referencia a su escudería. — Pero en realidad provengo de Australia, como Nemo. — Tina soltó una risotada ante el chiste de él, que comenzaba a considerar la risa de ella algo lindo de escuchar.
— Entonces creo que te llamaré así, si no tienes problema claro. — Daniel negó.
— En lo absoluto, al contrario, me alegraría tener otro apodo original, Honey Badger nunca es suficiente. — ella lo miró sorprendida. — Mi reacción fue la misma cuando me entere de que me llamaban así, pero termine por acostumbrarme.
Daniel regresó hacia su box por inercia la mexicana lo siguió, el moreno fue directo a la mesa donde reposaba su casco, lo tomo con prisa y lo extendió hacia la mexicana, Valentina lo recibió para comenzar a examinarlo, destacaban los colores pastel, pero a su vez eran brillantes, en la parte superior del casco relucía la frase "All good, all ways", la cual le pareció interesante, lo rodó para observar las líneas con un degradado en tonos que iban del azul al morado, cuando llego a la parte trasera sonrió por inercia al leer "Honey Badger" pensaba que el chico mentía sobre el peculiar apodo, pero acaricio las letras cuando se dio cuenta de que hablaba con sinceridad.
— Es muy lindo. — dijo ella con franqueza. — No había visto un casco tan colorido y me atrevo a decir que te representa por completo. — Daniel sonrió al escuchar las palabras de ella, iba a responder, pero Michael llego a su lado.
— Es momento de que comiences a prepararte. — Italiano miro a la mujer que le mostró una sonrisa. — Me alegra verte de nuevo Valentina. — ella asintió, en Daniel se sembró la duda de al que se refería su amigo con "verla de nuevo", le preguntaría mas tarde.
— Lo mismo pienso Michael, siempre es bueno ver una cara conocida. — el pelinegro asintió y regreso al lado de Blake que se encontraba preparándose sobre la mesa de invitados para presenciar el espectáculo. — Creo que es momento de que busque a Gabi. — Tina señalo a sus espaldas, por inercia planeaba girarse.
Pero no se percató de que tras de ella pasaba uno de los mecánicos cargando un neumático, antes de que ella lograra su cometido Daniel tomo su mano y la jalo hacia su cuerpo con el fin de que no terminara impactando con el hombre, logrando que sus cuerpos quedaran lo suficientemente cerca como para que sus torsos se tocaran.
Valentina levantó la vista para conectarla con la de Daniel, ambos podrían jurar que pasaron horas observándose entre sí, pero en realidad solo fue cuestión de segundos para que se separaran con las mejillas sonrojadas por lo ocurrido, Ricciardo miró sobre el hombro de la mujer, percatándose de que su hijo se dirigía con prisa hacia ellos.
— No será necesario. — sin más señalo a Gabriel, que se metió entre los dos mientras saltaba de la emoción.
— Mira mami, Lando me obsequio una playera de la escudería. — el niño extendió la pequeña playera color naranja. — ¿Me la puedes poner?.
— Yo te ayudo. — Daniel se ofreció al instante, se colocó en cuclillas y con cautela quito la gorra de la cabeza de Gabi dejándola sobre la mesa donde reposaba su casco.
Tomo la playera de las manos del niño y extendió el cuello para que Gabi introdujera su cabeza, después acomodo las mangas y el niño se encargó de introducir sus brazos, termino extendiéndola por su torso para por último acomodar el cuello de su camisa de botones y así sobresaliera de la playera como si de un suéter se tratase, Daniel peino levemente el cabello del niño para finalizar acomodando la gorra sobre la cabeza del menor.
— Ahora si eres todo un aficionado papaya. — Daniel choco su puño con el de Gabi.
— A mi tío Charles no le va a gustar eso. — comento el niño llevando sus manitas hacia su boca, riendo como si estuviera haciendo una travesura, Daniel lo imitó.
— No importa, él no se dará cuenta, lo que pasa en McLaren se queda en McLaren. — Ricciardo llevo sus dedos hacia su boca simulando que colocaba un cierre sobre los mismos.
Valentina miraba la escena enternecida, le parecía poco creíble la complicidad que su hijo estaba creando con el piloto después de convivir tan poco tiempo, pero al ser Gabriel un niño tan abierto y Daniel alguien tan agradable era de esperarse.
— Mi amor, es momento de que te despidas de Daniel y le desees suerte, tiene que comenzar a prepararse para la carrera. — Gabi asintió con su pequeña cabecita.
— Mucha suerte amigo Dani, espero que ganes muchos lugares y puedas llegar al podio, aunque pase lo que pase sé que tendrás una carrera excelente. — el niño dejo un pequeño beso en la mejilla de Daniel y con prisa lo abrazo.
El australiano se sintió descolocado por ese acto, pero sin duda alguna había sido magnífica motivación, al instante respondió el abrazo del menor y después de unos segundos se separaron.
— Gracias por tus palabras, Gabi, prometo dar lo mejor de mí. — el niño le mostró una sonrisa.
— Te estaremos esperando aquí al final de la carrera, ¿Verdad mami?. — Tina salió de su ensoñación al escuchar que su hijo la llamaba y sentir la mirada de Daniel sobre ella.
— Claro que sí, esperaremos por ti, mucha suerte. — Valentina le brindó una sonrisa que Daniel imitó, el corazón del moreno comenzó a latir con fuerza dejándole un sentimiento inexplicable. — Vamos Ángel. — Gabi tomo la mano de su madre, y con la que tenía libre se despidió de Daniel agitándola.
Ambos mexicanos fueron hacia donde se encontraba Blake para apreciar la carrera en conjunto, Michael aprovecho para regresar a donde su amigo, quien observaba su casco confundido por las sensaciones que estaba experimentando.
— Creo que ya encontraste esa ancla que necesitabas. — sin darle oportunidad de responder, Michael tomo su hombro y lo llevo en dirección así el protocolo pre-carrera, donde se encontró con Lando quien se percato de como el semblante de Daniel había cambiado por completo.
Ambos pilotos se posicionaron en sus sitios correspondientes para escuchar de forma respetuosa el himno de España, donde Carlos Sainz y Fernando Alonso eran los protagonistas, mientras la melodía continuaba sonando en la mente de Daniel solo se reproducían los momentos vividos anteriormente, gracias a esto la sonrisa no salía de su rostro, se enfocó simplemente en disfrutar la creciente felicidad que estaba sintiendo, cuando se percató de que el acto estaba por terminar el australiano cerro los ojos, encomendándose a Dios para tener una buena carrera, al escuchar los aplausos del público gracias al fin de la interpretación, en automático su mente se desconectó por completo del exterior, de aquí al final de la carrera no existía nada más que él, su auto y su talento, era hora de demostrar de lo que estaba hecho.
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˗ˏˋ 𝐒𝐎𝐂𝐈𝐀𝐋 𝐌𝐄𝐃𝐈𝐀 ˎˊ˗
°Los tacos de ojo que me echo: Placentera mirada a la atractiva anatomía de una persona o al aspecto de un objeto.
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