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17 de Abril 2021

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Imola, Emilia-Romaña, Italia.


El día comenzaba bien para la familia Navarro Marshall, estaban listos desde temprano gracias a que Gabi la noche anterior le solicitó a su madre el desayunar hotcakes que eran de sus favoritos, la única solución que encontró Valentina fue desayunar en el restaurante del hotel, que era donde ahora se encontraban.

Nicolás tuvo que salir temprano a atender un par de negocios a Florencia, llevándolo a estar fuera todo el día pero lograría llegar mañana temprano antes de la carrera.

Ahora se encontraban Valentina y Gabriel desayunando dándose mutua compañía, el niño compartía con sus madre todo lo que aprendió el día anterior gracias a los ingenieros de Ferrari que se tomaron el tiempo de entretenerlo.

Estaban envueltos en su platica cuando una tercera persona apareció.

– Creo que el destino insiste en juntarnos. – Valentina le brindó una sonrisa, Gabi al instante que lo vio se puso de pie y lo abrazó.

Charles al instante correspondió el gesto del menor, para nadie era un secreto que el era amante de los niños y con el castaño no sería la excepción pues Gabi se daba a querer gracias a su peculiar forma de ser.

– ¿Que tal va su día?. – cuestiono mientras se separaba de Gabriel.

– Todo normal, para ser sincera aún me siento cansada después de tanta emoción vivida el día de ayer, pero este jovencito y su reloj biológico no pueden esperar. – ambos adultos rieron, Gabi solo atinó a hacer un mohín con su nariz.

– ¿Será que puedo acompañarlos?. Tengo algo de tiempo libre antes de que mi asistente me venga a buscar para llevarme al circuito. – sin dudar ambos Navarro asintieron.

Charles tomó asiento quedando situado a la derecha de Gabi y frente a Valentina.

– Para ser sinceros creo que casi no sabemos nada de ti. – comentó el niño sin pena, Tina lo miro con desaprobación.

– Tranquila no hay problema. – respondió al instante. – ¿Que te gustaría saber Gabi?.

– ¿Que edad tienes?. – Tina tomó el puente de su nariz al escuchar las palabras de su hijo. – Tu rostro se ve como de un adolescente y creo que eres muy pequeño para la fórmula uno. – el monegasco le brindó una sonrisa sintiendo como se derretía su corazón ante la inocencia del niño.

– Tengo veintitrés años, y a pesar de mi edad ya llevo un par de años dentro de la categoría. – soltó con orgullo Leclerc.

– Entonces Google no mentía. – al instante Gabi llevo sus manos hacia su boca viéndose descubierto, Charles lo miro sin entender mientras Valentina reía.

– Ayer en cuánto llegamos al hotel tomó su iPad y decidió investigar un poco acerca de ti con la intención de conocer a su nuevo piloto favorito. – las mejillas del menor se tiñeron de rojo ante las palabras de su madre.

– Pero si el me dijo que ya conocía varias cosas de mi por qué veía las carreras con su papá . – Charles comenzó a confundirse, Tina miró a su hijo quien pasó saliva nervioso.

– Es que llegue a escuchar como mencionaban tu nombre solamente. – el nerviosismo comenzaba a aparecer en la voz de Gabi. – Pero al único piloto que de verdad ubico es a Checo Pérez por que es mexicano y mi papá es fan de el entonces yo también lo era, pero te juro que ahora tu eres mi favorito. ¿Mami puedo ir a hacer pipí?. – Tina lo miro sonriendo.

– No tardes que aún no terminas tu desayuno. – el niño asintió mientras con prisa se ponía de pie y salía con prisa hacia el baño. – Por si te interesa conocerlo más ese es su mecanismo de defensa cuando sus mentiras se ven descubiertas. – Tina y Charles rieron.

– Y yo que me sentí especial por que decía conocer todo sobre mi, en fin. – el rubio alzó los hombros desinteresado. – Entonces recapitulando, Gabriel tiene seis años, le dan miedo las arañas, tiene un perro que se llama Caramelo y es amante de la lectura en conjunto con el Rayo McQueen, ¿Correcto?. – Valentina sonrió complacida.

– Todo correcto, lamento mucho si llega a atosigarte, Gabi es un niño muy curioso y le encanta relacionarse con las personas. – Charles negó.

– No digas eso, yo estoy encantado con el y espero que podamos ser buenos amigos, no solo el y yo, si no también contigo, si es de tu agrado claro.

– Por supuesto, eres la única persona que conozco ahora, ¿Recuerdas mi amiga por la que te comenté estábamos aquí?. – el asintió. – De nuevo no podrá despegarse de los lugares de prensa, así que no podré verla hasta mañana.

– No debes de preocuparte, no estarán solos sabes que en mi box ya tienen su lugar designado. – Charles dejo un leve apretón rápido en la mano de Tina para brindarle confianza. – Entonces, ¿Gabi normalmente ve las carreras con su padre?. – Tina asintió.

– Así es, ambos comparten esa pequeña pasión, en un principio a Gabi no le llamaba tanto la atención pero con paciencia mi padre logró inyectarle ese amor por la fórmula uno, aunque no es tan constante para ver las carreras siempre trata de estar pendiente de los resultados. – Charles la miro confundido.

– ¿Tu padre es el padre de Gabi?. – Tina asintió sin pena. – Entonces en realidad el es tu hermano, dios todo este tiempo estuve pensando que el era tu hijo, una disculpa. – la mexicana rio ante el nerviosismo del monegasco.

– Gabriel si es mi hijo. – la confusión de Charles aumentó y su rostro lo dejaba ver. – Soy madre soltera. – la boca de el hombre formó una gran o por la sorpresa.

– Yo lo siento, no planeaba incomodarte. – se disculpó apenado.

– Si seremos amigos es bueno que lo sepas. – el ojiazul asintió, había algo en el chico que le brindaba total confianza a Valentina, así fue que decidió sincerarse ante el. – Hace varios años tuve una relación en la que creía todo era color de rosa, era un buen hombre o al menos eso aparentaba, después de un par de meses juntos comenzó a ser muy tóxico todo, el no permitía que yo saliera con amigos, ni siquiera podía tener contacto por medio de redes sociales con ellos por qué era un gran problema, me terminó alejando hasta de mi familia por que para el ellos sólo querían separarnos al mismo tiempo me obligo a dejara universidad, de un momento a otro pasamos de las simples prohibiciones a los golpes, tan solo el hecho de decir lo que pensaba era causante de su enojo y desencadenaba peleas donde el terminaba golpeándome.

Charles noto como la expresión de la chica cambiaba de un momento a otro, decidió tomar asiento en donde antes se encontraba Gabriel y posó una de sus manos sobre el hombro de la chica para brindarle su apoyo.

– Si no te sientes bien al contarlo no es necesario. – ella le brindó al chico una media sonrisa y continuó con su relato.

– El método anticonceptivo que utilizábamos fallo de un momento para otro dando como resultado mi embarazo, el día que le di la noticia para el era imposible que algo así sucediera, su escapatoria fue acusarme de serle infiel, después de gritarme en la cara que ese bebé no llevaba su sangre procedió a golpearme con alevosía y ventaja. – Tina suspiró profundamente. – Termine en el hospital con una costilla rota, varias contusiones en el cuerpo y tres puntadas detrás de mi oreja. – la castaña recorrió su cabello y le mostró a Charles el lugar donde reposaba su cicatriz.

– ¿A pesar de todo eso Gabi logró sobrevivir?. – cuestiono Charles sorprendido, Tina solo atinó a asentir orgullosa.

– Fue un embarazo de alto riesgo gracias a lo que sucedió, pero el se aferró a la vida convirtiéndose en mi ángel, por eso decidí llamarlo Gabriel, por que para mi fue enviado por Dios a darme la fuerza que necesitaba para salir adelante y continuar con mi vida. – el monegasco ahora caía en cuenta de el por qué Tina se refería a su hijo con ese apodo tan peculiar. – El primer trimestre de gestación lo pase sola, fue hasta el cuarto mes que tome el valor de buscar a mi padre y a mi hermano quienes al enterarse de mi situación no dudaron ni un momento en apoyarme, mi padre al instante se movilizó y no descanso hasta que el padre de Gabriel estuvo tras las rejas.

– Cuando conozca a tu padre recuérdame el felicitarlo y agradecerle por eso. – Leclerc bromeó con el fin de aligerar el ambiente para la castaña, funcionó por qué ambos terminaron riendo.

– Mi hermano me convenció de que regresara a la universidad para que pudiera retomar mis estudios como profesora de inglés, así fue como logre graduarme y ser mamá al mismo tiempo. – presumió con gran orgullo la morena. – Ni el ni mi padre me dejaron sola en ningún momento, cuando Gabriel nació se convirtió en la luz de sus ojos, siempre están pendientes de él a pesar de que ya logre independizarme y abrirme camino por mi misma.

– Eres una persona admirable Tina, salir adelante de algo tan tormentoso no debe ser fácil pero tuviste el valor de hacerlo. – Charles por inercia abrazo a la chica, al instante ella correspondió el gesto.

Desde el día de ayer al estar cerca de Charles se sentía en confianza y con una extraña paz, ella era fiel creyente de que el destino siempre enviaba a las personas adecuadas cuando eran requeridas en tu camino, y con el monegasco comenzaba a tener esa sensación, no entendía el por qué el chico había aparecido en su vida pero está dispuesta a cuidarlo, quererlo y respetarlo como si de un hermano se tratara, por qué así comenzaba a sentirlo.


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La molestia de Gabriel se podía notar con facilidad en su cara, cuando terminaron de desayunar estaban dispuestos a salir hacia el circuito en el transporte de Charles, pero un corresponsal de Mercedes llegó al hotel donde se hospedaban para avisarles que tenían accesos para el garage de la escudería y ahí era donde ahora se encontraban.

El niño se había opuesto en un principio, el solo quería estar dentro de Ferrari acompañando a su amigo Charles, pero el monegasco le prometió que podría regresar con el en cuanto terminaran el recorrido que les darían en las instalaciones de la escudería alemana.

Gabi no podía negar que había aprendido mucho en ese recorrido, y se emocionó por un momento cuando Lewis Hamilton le permitió subir a su monoplaza, el británico le explicó la función de cada apartado en su volante, también le brindó su casco por un momento logrando así que el menor se sintiera como todo un piloto profesional por un instante.

Su madre ahora se encontraba platicando animadamente con Toto y con Susie, la última había llegado hoy por la mañana y fue directo al paddock cuando su esposo le avisó que los hermanos Navarro se encontraban ahí, Susie comenzó a relatarle a la mexicana la mayoría de aventuras que su madre y ella, desde sus tiempos en el instituto hasta sus constantes visitas cuando ella era pequeña.

Los adultos estaban tan enfrascados en su conversación que dejaron de prestarle atención al niño quien tomó eso como luz verde para salir del lugar, Gabi comenzó a dirigirse hacia la salida que daba al paddock, cuando estaba por llegar fue consiente de que no podría separarse de buenas a primeras de su madre, optó por detener al primer adulto que vio ingresar al garage de Mercedes, este último portaba un mono igual al de Lewis y un casco en su mano, para el menor ya era de confianza.

- Disculpa, ¿Me harías un favor?. – el hombre solo lo miro. – ¿Ves a esa mujer bonita de allá?. – dijo mientras señalaba a su madre, el mayor asintió. – Si pregunta por mi, ¿Podrías decirle que fui con mi amigo Charles?.

– ¿Ella te dio permiso?. – cuestiono el mayor.

– Emm si, solo que no quiero despedirme por no interrumpir las pláticas de adulto. – Gabriel le brindó una sonrisa al rubio, este la correspondió.

– Está bien, yo me aseguraré de decirle, anda. – Gabi agradeció al rubio y salió de ahí a paso veloz.

Miro a ambos lados, según su sentido común el box de Charles quedaba a su izquierda, o al menos eso esperaba, con prisa comenzó a caminar hacia su objetivo, el menor iba tranquilo pensado en que cosas le mostrarían Charles y sus ingenieros el día de hoy, miro el reloj de dinosaurios que decoraba su muñeca y al mirar la hora se apresuró, no tardaba en comenzar la clasificación, debía de llegar antes de que su amigo saliera a la pista.

Corrió tan rápido como le fue posible, para su mala suerte llegó al final del paddock y no encontraba el color rojo o alguna señal del escudo del caballito que le indicara que Charles estaba cerca.

Gabi pudo sentir una pequeña punzada en su pecho, pero decidió tranquilizarse tan solo tendría que dar la vuelta y podría regresar hacia donde se encontraba su mamá, después de dar un par de pasos se encontró con un pasillo que el no recordaba haber visto anteriormente, pero la curiosidad en su cabeza le pedía a gritos que ingresara, hizo caso a su instinto y avanzó, pero fue un error, solo llegó a las instalaciones de otra escudería en la que nunca había estado.

Los ojos del menor comenzaron a llenarse de lágrimas, el solo quería regresar con su mamá o con su amigo Charles, pero comenzaba a verlo imposible, tal vez nunca más los volvería a ver, lo más seguro era que su mamá se olvidaría de él y le compraría otro hijo a la cigüeña tal como lo había hecho con el según su tío Nico.

Este pensamiento fue motivo suficiente para que Gabi se sentará en el piso, doblará sus piernas y enterrará su cabeza entere sus rodillas mientras comenzaba a sollozar llamando la atención de uno que otro transeúnte que pasaba por ahí, pero debido a que la clasificación estaba por empezar ninguno se tomaba el tiempo de detenerse.

No fue hasta que un chico que ya iba tarde a su prueba detuvo su andar cuando vio al niño en el suelo, miro a su alrededor y se percató de que nadie estaba cerca, estuvo a punto de seguir de largo pero no estaría tranquilo si lo dejaba pasar.

El moreno se acercó, se puso de cuclillas a un costado del menor y con cautela posó su mano sobre su pequeño hombro, Gabi se removió asustado y lo miro.

– Tranquilo, no pienso lastimarte, ¿Te hicieron algo?. – el niño negó antes de hablar.

– Me perdí, no se como regresar con mi mamá. – su voz se corto anunciando que el llanto regresaba.

– Dios. – el hombre se desesperó mientras se debatía entre hacer su buena obra del día o abstenerse a una buena multa por llegar tarde. – ¿En donde se encuentra ella?.

– Está con Toto y con Susie. – dijo el niño mientras limpiaba su nariz con su antebrazo.

– Mercedes, ok. – por más que pensaba no sabía que hacer. – ¿Cuál es tu nombre?.

– Gabriel Navarro Marshall. – mencionó con la voz entrecortada.

– No son las mejores circunstancias Gabriel pero me alegra conocerte, mi nombre es Daniel, no se si me conozcas pero soy piloto de McLaren. – el australiano le brindó una sonrisa.

– Nunca había visto una sonrisa tan bonita y brillante como la tuya. – mencionó Gabi más tranquilo.

– Eso es por qué mi mami me la cuida y también por qué nunca dejo de lavarme los dientes. – Gabi guardo dentro de su pensamiento el no renegar cuando su madre le pidiera lavarse los dientes para poder tener una sonrisa como la del hombre frente a él.

– ¿Me puedes ayudar a encontrar a mi mamá?. – dijo el niño con pena.

– Claro que si, pero primero. – Ricciardo quito la gorra de su cabeza y la colocó sobre la de Gabriel que sonrió ante el acto. – Está gorra tiene superpoderes, te da la habilidad de sonreír y de encontrar personas en menos de dos minutos. – el australiano chasqueó los dedos.

– ¿De verdad?. – cuestiono Gabi emocionado.

– Claro, pero como yo ya me la quite tu deberás de guiarnos para poder encontrar a tu mamá, ¿Estas listo?. – ambos se pusieron de pie, Gabi tomó la mano del mayor que sintió una extraña sensación de confort con el tacto del menor.

– ¡Nací listo!. – exclamó el de cabello claro con emoción.

Ambos se enfrascaron en esa pequeña aventura, Daniel trataba de apresurar el paso, debía desocuparse rápido pero tampoco quería que el niño pensara que era una molestia, estaban por llegar a los box de Mercedes cuando una chica envistió al niño.

– ¿Qué haces con el?. – la morena abrazo al niño protegiéndolo y miro a Daniel con desaprobación.

– Ayudándolo a buscar a su mamá. – Daniel trató de tomar al niño de los brazos de la mujer desconocida pero ella dejó un par de manotazos en sus brazos logrando que el australiano retrocediera.

– No mientas, ¿Cuáles son tus verdaderas intenciones?. – la mirada acusatoria de la mujer comenzaba a hacer sentir incómodo al moreno.

– Es cierto Nina, me perdí y mi amigo Dani me estaba ayudando a buscar a mi mamá, mira me prestó su gorra mágica. – Gabi le enseñó la gorra con emoción a la mujer.

– ¿Se conocen?. – cuestiono Daniel.

– Si, ella es mi nina, es la mejor amiga de mi mami. – Ricciardo suspiró tranquilo.

– ¿Puedes encargarte de llevarlo con su madre?. – la morena asintió, Daniel se agachó levemente a la altura de Gabriel. – ¿Ves cómo si funciona?. – dijo el mayor refiriéndose a la gorra.

– Tenias mucha razón. – Gabi quito la gorra de su cabeza e hizo el ademán de regresarse la a Daniel pero este se negó.

– Ahora es tuya Gabriel, ¿Me prometes que la cuidarás?. – el niño asintió emocionado.

– Me caíste muy bien Dani, ¿Te veré pronto?. – preguntó el menor con anhelo.

– Claro, si me necesitas me encuentras en McLaren. – Daniel le brindó un guiño al Niño y se puso de pie.

– Gracias por cuidarlo. – agradeció Gina, el australiano solo asintió y sin más se retiró. – Ahora tu y yo tenemos que hablar seriamente jovencito, y de una vez te digo que no intercederé por ti ante tu madre.

Gabriel sonrió nervioso, sabía que le esperaba un buen regaño pero para el valdría la pena después de la aventura con su nuevo amigo.


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Valentina comenzaba a ponerse nerviosa, después de que Valteri le comentara que su hijo le había pedido como favor le avisara iría con su amigo Charles su radar de madre sobreprotectora se activo, ella trataba de darle más libertad a Gabi para que comenzara a abrir sus alas pero a veces el menor abusaba de tal confianza.

La nula respuesta de Charles al teléfono la preocupó, sabía que podía ser obra de que la clasificación estaba comenzando pero no se quedaría tranquila sin saber si su hijo había logrado llegar a su cometido.

Tina se disculpó con Toto y Susie quienes comprendieron la situación a la perfección y le pidieron los mantuviera informados en cuanto encontrara a Gabriel, la mexicana salió disparada de los boxes de Mercedes hacia el paddock, miro hacia su derecha tratando de ubicar a su hijo cerca pero no había señal de el, tendría que seguir ese camino y llegar hasta el garage de Ferrari para comprobar si se encontraba ahí.

Por inercia volteo hacia su lado izquierdo, al momento que lo hizo su cuerpo se relajó, Gina y Gabi se encontraban hablando con un hombre que vestía un mono naranja, este le daba la espalda impidiéndole ver su rostro.

Cuando estaba por acercarse su teléfono móvil vibró entre sus manos, con rapidez lo tomó y se dio cuenta de que tenía un mensaje de Nicolás ingresó a la conversación y se sorprendió.

"Estas en boca de medio mundo Valentina."

El texto venía acompañado de un link, la morena ingresó al instante topándose con una cuenta en Twitter de lo que parecía información sobre las Wags, no entendía que se referían hasta que comenzó a leer el contenido.

Era una noticia que venía acompañada de fotos de ella del día anterior, en ningún momento se percató cuando habían sido tomadas sintiéndose molesta por tal falta de respeto a su persona así como a su privacidad.

La cuenta la estaba relacionando con Charles pero no de una buena manera, su molestia se vio opacada por la culpabilidad, el monegasco le había ofrecido una hospitalidad sincera y las personas se estaban encargando de enredar las cosas, sólo esperaba que esto no afectara su creciente amistad ni al rubio en su vida personal.




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˗ˏˋ 𝐒𝐎𝐂𝐈𝐀𝐋 𝐌𝐄𝐃𝐈𝐀 ˎˊ˗


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