XIV
Chapter14:-
Residencia Park...
-Hace días que no venías a verme, querida.
-Lo lamentó, madre. El trabajó y lo sucedió en la boda de Jisoo unnie me afectó demasiado, esperó que éste disfrutándolo.
-Me imaginó que sí, después de todo está con su marido él guapo.
-Ay~, mamá.-río juntó a la mayor para rápidamente cambiar su expresión y cubrir su boca.
-¿Estás bien?
-S-sí, tranquila. Es una intoxicación estomacal, nada serió.
-¿Haz ido al médico?
-Hoy fui, me hicieron unos exámenes. En una semana tendré los resultados.
-Me cuentas como salen, me preocupa tu salud hija.
-Sí, mamá.
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-Ya me debo ir, Daehyun me está esperando afuera.
-¿Y por qué no entra? Ni que lo fuera a morder.
-Es algo... Quisquilloso.
-¿Haz pensado en vuestro matrimonió?
-No empecemos con eso.-se incorporó del sofá dándole la espalda.-Voy a estar con Daehyun, él es mi esposo.
-¿Y Jimin-ssi?
-Él... Él es el amor de mi vida. Lo amo como no tienes idea.
-¿Entonces... ?
-Comenzaré con los trámites de divorció.
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-Mañana es el cumpleaños de Zelo.-comentó mientras conducía y mantenía la mirada en la carretera.
-Oh~, ¿asistierais?, sí lo haces no toméis en exceso; por favor.
-Esperaba que me acompañarás, los chicos quieren verte.
-¿Ahora? Desde nuestra boda que no nos vemos.
-Sí, mucho tiempo.-sonrío suavemente.-¿Y qué opináis? ¿Irás conmigo?
-Claro.
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A la mañana siguiente...
08:45 am.
-¿Rosé, estáis bien? .-golpeó la puerta tres veces y esperó impaciente una respuesta.-¿Roseanne?
-Lo lamentó, no podré ir a trabajar.-se disculpó abriendo la puerta. Se notaba en su mirada que realmente nada estaba bien.-No me siento bien, ¿podrías contactar a Joy y decirle, por favor? .-dijo con voz cansadora.
-Claro, nena.-le besó la coronilla y le ayudó a recostarse en la cama.-Descansa, te haré una infusión para que puedas dormir tranquila.
-Gracias, cariño.-sonrió débilmente y cerró sus ojos para volver a dormir.
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Despertó desorientada. Observó a su alrededor y pestañeo paulatinamente al encontrarse sola en la habitación.
Miró la hora del despertador, éste marcaba las doce del mediodía.
-Dormí mucho.
La melodía de su móvil la asustó colocándola alerta. Lo tomó y aceptó la llamada sin siquiera leer el remitente.
-¿Sí, quién es?
-Bah, estás tan enferma que ni siquiera reconocéis la voz de tu mejor amiga.
¡Oye!, yo también soy su amiga, hazte a un lado Lisa-yah. Jennie unnie está aquí para cuidarte, Rosita.
-Chicas...
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-Daehyun me contactó diciendo que estabas en cama. ¿Qué tienes? .-la mayor le tocó la frente intentando tomarle la temperatura, pero no tenía.-No, no estás ardiendo.
-Es una infección estomacal. Daehyun exagera, no es nada, tranquilas.
-Que mal, nosotras te íbamos a invitar a comer. Pero como estás enferma... .-comenzó a decir la Tailandesa.
-¡Sí, voy! ¡Ya estoy mejor!
-Esa es mi guerrera.
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-Tengo ganas de comer carne asada con patatas. ¿Y tú Rosie?
-Yo... .-se sostuvo la frente con una mano y la otra la apoyó en la pared del pasillo.
Jennie arrugo el ceño ante la acción.
-Lo siento, fue un mareó.-se disculpó con las féminas y abrió la puerta principal encontrándose frente a frente con el hombre que le hacia temblar las piernas.-Ji-... Jimin-ssi.
El castaño no alcanzó ni ha decir una vocal o consonante cuando la menor se le había desplomado en sus brazos.
-¡Rosé!, ¡Chaeng!, ¡Rosie!
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-Dios, al fin despiertas.-habló Jennie acercándose a la pelirroja.
-¿Q-qué sucedió? .-trató de levantarse, pero Jimin se lo negó.
-No, no te levantéis.-colocó sus manos sobre los delgados hombros femeninos y la recostó una vez más en el sofá.-Estás débil, puedes caer nuevamente.-la miró con preocupación.-Lisa, traerle un vaso con agua y azúcar, Jennie traerme el maletero de primeros auxilios.
-Sí.-dijeron al unísono.
Ambas chicas abandonaron la sala dejándolos a solas. Rosé bajó la cabeza evitando no mirarlo.
-Pequeña... .-le acarició la mejilla dulcemente haciendo que lo mirará.-Rosie, mi amor.
-Estoy bien.-le restó importancia.
-Tu madre me dijo que estabas enferma, por eso he venido a verte.
-Eish, mamá.-resopló con molestia.-Estoy perfecta, mamá está exagerando. Es cansancio.
-Chaeyoung, me preocupas. Desde ese día de la boda que actuas enferma, ¿has ido a hacerte algún examen o chequeó médico?
-Ayer fui.
-¿Y?
-No es nada de porque preocuparse.-dijo mientras se colocaba de pie y arreglaba sus ropas.-Es estrés y cansancio, nada más.
-¿Segura? ¿No me escondéis nada? .-acuno su rostro entre sus manos acercándolo al suyo. Rosé negó suavemente para después regalarle un dulce besó.
Jimin le rodeó con un brazo la pequeña cintura al momento en que su otra mano la tenía en la nuca de ella. La menor se encontraba de puntillas ante la diferencia de alturas abrazándolo con ambos brazos alrededor del masculino cuello.
Pronto toda la atmosfera rosada, tierna y tranquila; se sintió pesada, negra y tormentosa.
Se separaron al sentirse observados, y no se equivocaron en ello.
Daehyun la miraba con ojos blancos, su mandíbula se encontraba prensada y, sus manos y nudillos estaban blancos.
-Da-dae... .-tartamudeó con terror.
-Jimin-ssi, aquí está el... Boquitin. ¿Daehyun, qué hacéis aquí?
-¿Hay alguien más en casa? .-se dirigió a la castaña quién lo miraba con sorpresa.
-Lisa también está aquí.
-Vayaos, necesitó hablar con éste señor y mi mujer a solas.
Les dio una mirada rápida a los dos. La sorpresa cayó en ella cuando los vio tomados de las manos, y no sólo eso, sus dedos se encontraban entrelazados como toda pareja enamorada.
-Sí, ya nos vamos.
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-Roseanne, dejarnos a solas.-sus ojos frios y furiosos solamente miraban al castaño frente a él.-Es una orden.
-No, no me iré.-dijo firme.-Lo que le digas o hagáis también me compete a mí.
-Rosie... .-le llamó Jimin con voz suave.-Estaré bien, sube tranquila.
-Pero, y si...
-Ve.
-Lo haré.
Pasó por el lado de Daehyun sintiéndose tan pequeña, miserable y mala mujer, que lo único que pudo hacer fue subir corriendo a la planta alta sin mirar atrás.
-No quiero pelear a golpes. Si queréis hacerlo, ponernos a de acuerdo para eso, no quiero que Roseanne se sienta peor de lo ya está.
-¿Desdé cuándo mi esposa y tú... Estáis juntos?
-Quizás, dos meses o un poco más.
-Oh~, dos o tres meses. Vaya, que estupendo.
-Jung, nosotros no quisimos que esto sucediera. De hecho, la culpa es totalmente mía, yo la busqué. Ella no es culpable de nada, sólo quería que alguien la consolará, escuchará y que se sintiera bien consigo misma.
-¿Haz follado con ella?
Jimin desvío la mirada mordiéndose el labio. Esa fue una señal para el pelinegro.
-Se siente rico, ¿verdad?. Poseerla y verla estremecerse bajó tuyo, ha de ser estupendo que gima y grite tu nombre cuando llega al orgasmo, ¿no?
-¡No te permito qué... !
-¡¡Qué me vas a prohibir tú, bastardo de mierda!! ¡Yo le digo como quiera a esa zorra!
Park ágilmente se aproximó hasta él y lo tomó del cuello de la camisa. Ambos se miraban con odió, rencor y rabia.
-Escucharme bien, Jung. Si le llegáis a tocar un cabello, no responderé por mis actos, ¿entendido?
-¿Y qué harás, eh? ¿Matarme? .-cuestionó con una sonrisa burlona en su rostro.
-Sí, lo haré. No tengáis dudas de ello.
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-¡¿Y Jimin, qué le hicisteis?!
-Tranquila, sirenita. Tu querido príncipe azul todavía respira, no le he hecho nada porque di mi palabra; de que estando tú presente podría hacerte mal.
-Daehyun.
-Esa vez cuándo te pregunté de qué si habías estado con él, ¿lo hicieron, verdad?
-Sí.
-¿Hacéis el amor a menudo o sólo cuándo se la chupais? Porque al niño no se le para, ¿verdad?
-¡Cierra la boca! ¡No tienes derecho de decir eso!
-Wow, veo que habéis sacado las garras Roseanne. ¿Ése imbécil te enseñó, a caso?
-Eso no viene al casó.-gruñó molesta.-Si tenéis algo que decirme, desahogarte, decirme lo que me merezco. Te escucharé.
-Voy a decirte una sola cosa, escucha atentamente, porque de esto depende lo nuestro.-ella asintió resignada.-¿Te desmayasteis allá a bajó?
-Sí.
-¿Haz tenido más mareos?
-Sí.-volvió a decir.
-¿Desdé cuándo estáis así?
-Hace unos días.
-Hace unos días.-repitió rodando los ojos mirando a su alrededor.-¿Tú te acordáis perfectamente de la última vez que tuvisteis esos malestares? ¿Estás consciente de la probabilidad... ? Dios, Rosé, tendría que ser un idiota como para no darme cuenta y no colocarme en ese escenario.
La pelirroja bajó la mirada con miedo. Murmuró algo, pero el mayor no alcanzó a escucharla, por ello se acercó a ella y la tomó por los hombros obligándola q mirarlo de frente.
-Repetirlo. Quiero oírlo de tus labios. ¡Dímelo!
-N-no sé, no sé si estoy embarazada.
🍃🌺🍃
Momo 🍑💞
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