Chapter5:-

-¡Oppa, aquí estoy! .-agitó el brazo llamando la atención del pelinegro y se a cercaron al mismo tiempo. Cuando estuvieron lo suficientemente cerca, ella soltó la maleta y saltó a sus brazos para regalarle un profundo y apasionado besó.

-Dios, como te extrañaba.-dijo al separarse un poco. La castaña sonrió y volvió besarlo largamente.

Esa noche no dormirían nada, y aprovecharían cada segundo juntos.

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Al otro lado de la ciudad...

Hipnotizada tomó un puñado de palomitas y se la echó en la boca aún con la mirada pegada en la televisión.

-No, no entréis ahí, ¡es una trampa!

¡¡Aaaah!!

-¡¡Aaaah!! .-gritó juntó a la protagonista al momento en que su móvil sonó asustando la.-Que miedo, realmente me asuste.-dijo llevándose la palma de su mano hasta su corazón.

Suspiró y tomó el molestó aparato para aceptar la llamada, ni siquiera leyó el remitente y comenzó a reclamarle.

-¡Oiga! Sea quien sea, casi me muero de un infartó, ¿acaso usted pagará los arreglos del funeral?

-Rosé, primero que nada relajarte y respira, hablas demasiado rápido hija. Y en segundo lugar... ¡Soy tu padre, no me faltéis el respetó!

-L-lo siento padre, no vi el contacto.-se disculpó a penada.-Lo lamentó mucho.

-Ya no importa.-le restó importancia con una sonrisa en su rostro.-Te quería pedir un favor.

-¿Un favor, cuál sería?

-Necesitó que vengáis a casa, y le llevéis unos archivos a Park Jimin, ¿puedes hacerlo por mí?

-¿P-park Jimin? .-preguntó ida.

-Sí, por favor, hazlo por tu querido padre.-pidió con voz de niño chiquito.

-¿Y por qué yo?

-Porque eres mi hija y confió en ti.

-¿Tan tardé? Es pasado medianoche.

-¿Daehyun está ahí, tienes que pedirle permisos para salir? No eres una infante para hacerlo, Rosé-ah.

La escuchó inhalar y después suspirar pesadamente.

-Está bien, lo haré por ti.

-Por eso eres mi favorita.-le dijo causando que ella sonriera y carcajeara a la vez.

-Ay, papá. Claro que lo soy, no olvides que soy hija única.

-Así es.

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02:36 am...

Rodó los ojos mientras arrastraba sus pies con flojera y llevaba una jarra con agua en su dietra. Sintió el timbré nuevamente y sin siquiera saber de quién se trataba le tiró agua a la persona frente a él.

-¡Dije que te fueras, hyung! .-abrió los ojos ante el jadeo femenino, lo cual le sorprendió.-R-rosé-ssi.

-H-hola.-habló con dificultad ante el frío liquido.

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-Lo lamentó, creí que eras Yoongi hyung. A estado algo odioso estos días.-se disculpó al darle una taza con café caliente.

-Gracias.-agradeció aceptándola.-Fue mi culpa, debí de haber avisado con anticipación mi visita.

-Tú no tienes porque hacerlo, siempre serás bienvenida.-sonrió escondiendo sus ojos, Rosé bajó la mirada avergonzada.

-Será mejor que me vaya, es muy tardé y mañana tengo que... .-trató de incorporarse para irse, pero él se lo negó abrazándola a pegándola a su cuerpo.-J-jimin-ssi.

-No quiero que te vayas, quedarte por favor. Sólo por está noche, te pido que te quedes a mi lado; por favor.

-N-necesitó una ducha primero.-le dijo en voz baja.-Y secar mi ropa.

-¿Quieres que te la quité?

-Sólo he estado con un hombre en mi vida, y ése es mi esposo.

-No hablemos de él ahora.-negó colocándole un dedo sobre los rosados labios de ella.-Está noche quiero que la recuerdes como yo también lo haré contigo.

Rosé asintió para después esconder se en el pecho masculino del mayor.

Ésa noche haría lo que jamás pensó hacer, romper sus votos matrimoniales y ser infiel.

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¿Qué estoy haciendo? Dormiré con otro hombre, uno que llevó conociendo poco tiempo y además... Soy una mujer casada. ¿Habré perdido la cabeza?

Sin querer mordió su labios inferior y apretó la tela de la camisa masculina que la cubría por ahora.

Suspiró, y cuando levantó la mirada se encontró con Jimin apoyado en el umbral de la puerta. Su cabello húmedo y con solamente una toalla atada a la cintura, le hizo tragar saliva dificultosamente.
El agua le goteaba de la nariz, pasando por su mentón y cuello, perdiéndose en sus fuertes pectorales y abdomen marcado.

Él le sonrió de costado mientras se pasaba una mano el oscuro cabello tirándolo hacía atrás, alisándolo.
Sus miradas se encontraron. Y en un abrir y cerrar de ojos, él ya estaba frente a ella acunando su pequeño restro entre sus masculinas manos.

-J-jimin... .-se quedó sin aliento cuando la rodeó con sus fuertes brazos, causando que unas cuantas gotas le mojarán la piel.

Sus labios fueron presionados por unos segundos. Cálido, lento y dulce.
Trató de alejarse, algo que muy dentro de ella se negaba a hacerlo.
Él sí lo hizo, luego volvió a besarla introduciendo su caliente lengua en su boca formando un candente y apasionado beso.

Rosé levantó las manos acariciando sus anchos hombros, para después rodearle el cuello y profundizar el gestó.
Se alzó de puntillas colocándose a su altura. Su pequeña mano se deslizó por su rostro, acariciándolo, hasta llegar a su nuca. Sus dedos se hundieron en los cortos cabellos oscuros y la otra para encontrar su boca.

Suspiró contra aquéllos abultados labios y se derritió en su pecho cuando la contrajo contra sí. Su beso era lento, caliente y completo.

Jimin bajó sus manos hasta el trasero de la menor y la pegó más a su cuerpo. Allí fue cuando ella lo sintió.

Dios, su miembro era duró, grande y estaba hinchado, lo cual le hacía cuestionarse si eso podría entrar en ella.

-¿Puedes sentir cuanto te deseó en estos momentos? .-murmuró casi rozando sus labios.

No esperó una respuesta por parte de ella. En vez de eso, volvió a besarla; hambriento, esparciendo besos desde su blanquino y fino cuello hasta el nacimiento de los pechos femeninos.

Rosé se arqueó cuando sintió que sin pudor alguno, Jimin apretó su trasero con ambas manos tan deliciosamente bajo la delgada tela de sus bragas, que no pudo retener un gemido de satisfacción. Éste sonrió complacido besándola castamente mientras desabotonaba la camisa y la deslizaba por los delgados brazos de Rosé, dejándola sólo en bragas.

La menor se cubrió la delantera rápidamente ante la penetrante y pesada mirada del chico, éste arrugo el ceño un poco molestó.

-No te cubras.-bajo sus manos haciendo que los montes quedarán expuestos a su merced.-Eres bellísima.-besó su cuello y bajó hasta el seno derecho de la joven.-Tan malditamente provocativa, demonios, sos perfecta.-jadeo contra la piel de la chica haciéndola sonrojarse.

-Por favor... .-jadeo ella con aliento caliente.

-¿Por favor, qué? Dime que es lo quieres, cariño.

-A-acariciame.-su voz era agitada y la vista nubosa por el placer.-Hazme tuya.

-Es lo que más deseó en estos momentos.

Sus miradas se encontraron una vez más.

-Tengo miedo.

-No lo tengáis, yo cuidaré de ti querida.-la besó dulcemente para tranquilizarla.-Quiero hacerte el amor, Roseanne. No, yo te haré el amor ahora.

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A la mañana siguiente ...

Se giró quedando de costado y tiró su brazo haciéndolo caer en el colchón. Acarició y tanteó la superficie tratando de encontrar a otra persona, pero no la encontró. Ella se había marchado.

Rendido se sentó sobre la cama y visualizó la recámara unos segundos, cada escena de sólo unas horas atrás venían a su cabeza rápidamente.
Sonrió como un idiota al recordar su primer orgasmo, el primero de muchos de anoche.

-¿Rosé, por qué no nos conocimos antes y en otras circunstancias?

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Momo 🍑💕