𝘀𝗲𝘃𝗲𝗻.𝗁𝗂𝗌 𝖻𝖾𝖽

siete.

'Su cama'

Si me dejas invadir tu espacio

Tomaré el placer, lo tomaré con el dolor

━━MIRANDA FRENÉTICAMENTE se apresuró a bajar del escritorio y se bajó el vestido mientras los pasos de Veronica se acercaban. 

Esperaba verse normal y no como si hubiera estado jugando con el Sr. Lodge, quien se veía extremadamente nervioso. 

Miranda se apresuró al otro extremo del escritorio para crear distancia entre ellos.

─¡Aquí adentro!─ Dijo Miranda, mirando al Sr. Lodge. 

Se veía bastante bien, eso es hasta que sus ojos se desviaron hasta su evidente erección que no había bajado. Sus ojos se abrieron y lo señaló. 

Él la miró confundido antes de mirar hacia abajo y darse cuenta de a qué se refería.

─¿Que estas haciendo aqui?─ Preguntó Veronica, entrando a la oficina justo cuando el Sr. Lodge se sentó para cubrir la situación debajo de su escritorio.

─Miranda me estaba diciendo que no se sentía bien y que podría necesitar que la llevaran a casa─ Dijo Lodge.

─No─ Jadeó Veronica.

─Lo siento, Veronica, debió haber sido la comida de la cafetería─ Miranda se apretó el
estómago ─No te preocupes, todavía te ayudaré a prepararte─

─Gracias─ Suspiró Veronica ─Supongo que papá puede dejarte en casa después de que me vaya─

─Si, está bien─ Dijo con la mayor indiferencia posible.


Cuando llegó el momento de que Veronica se fuera, apenas se despidió antes de salir corriendo y entrar en el coche de Archie, que partió en segundos. 

Miranda los vio irse antes de cerrar la puerta y trabarla para que no tuvieran más interrupciones.

La tuvo en su cama en cuestión de minutos, sentándose a horcajadas sobre él mientras se besaban hambrientos el uno al otro con necesidad. 

Su vestido estaba en algún lugar del suelo junto con su camisa, no podía recordar cuándo se había caído, solo que todavía tenían demasiadas prendas de ropa que les impedían hacer lo que querían hacer.

Ella solo sabía que necesitaba que él la tocara, que la follara, que se saliera con la suya con ella. 

Ella lo necesitaba ahora.

Admite sus acalorados besos, ella alcanzó su cinturón, sus manos desesperadamente buscando a tientas para abrirlo.

Pero antes de que pudiera, él le agarró las manos.

─No lo hagas─ Dijo, su mano inmovilizándole los brazos detrás de la espalda ─Quiero tomarme mi tiempo contigo─

Su otra mano alcanzó detrás de ella y desabrochó su sujetador.

─Sr. Lodge─ Dijo ella, solo para que sus muñecas se apretaran juntas.

─¿Cómo te dije que me llamaras?─ Él la miró con severidad. 

Todo su lado dominante realmente la estaba excitando, especialmente ahora que finalmente estaba en la cama con él.

─Hiram─ Se corrigió a sí misma, justo cuando el sostén le caía por los pechos ─Por favor, más rápido─

─Ni siquiera estamos cogiendo jodiendo y ya lo estás diciendo─ Se rió entre dientes.

─Me has estado tomando el pelo durante días. Es molesto. Estoy frustrada. Solo fóllame ya─

De repente, se levantó de la cama con sus piernas envueltas firmemente alrededor de él antes de colocarla en la cama. 

Ella retrocedió hasta que su cabeza encontró una almohada y lo miró mientras se desabrochaba el cinturón y se quitaba los pantalones, mirándola necesitada.

─Por favor─ Dijo ella, mientras él se subía a la cama. 

Besó su estómago y alrededor de sus pechos antes de asentarse en un punto en su cuello. Le separó las piernas para descansar sus caderas contra las de ella, pero no fue suficiente. 

Ella no pudo soportarlo más. 

Estaba harta de los besos, necesitaba más. 

Ella lo necesitaba.

Entonces, cuando su mano se deslizó debajo de la tela de su ropa interior, casi gritó de felicidad. 

Frotó círculos contra ella, mordiendo su cuello y absorbiendo cada suspiro placentero que dejaba sus labios. Su dedo se deslizó lentamente dentro de ella, ganándose un suave gemido de Miranda. 

─Tan jodidamente mojada─ Dijo. 

No jodas, quería decir. 

Había estado jugando con ella durante tanto tiempo, su cuerpo se estaba volviendo loco por él. 

─Hiram, por favor─ Gimió, amando la sensación de lo que estaba haciendo, pero ansianda algo más, algo más grande. 

Dejó las manos y el cuerpo y se sentó para bajarle la ropa interior hasta que estuvo completamente desnuda para que la devorara con los ojos.

─Te ves tan jodidamente caliente cuando me miras así─ Dijo, prácticamente gimiendo al verla. 

Volvió sobre ella y la besó mientras se quitaba los bóxers. 

No se dio cuenta de lo grande que era, pero cuando sintió la punta de él presionar contra su entrada, supo que estaba lista para eso. 

Lentamente, se empujó dentro de ella, separándola para adaptarse a su tamaño. 

Le clavó las uñas en los hombros y cerró los ojos con fuerza cuando él gimió contra su piel cuando finalmente la penetró. 

Se sintió enorme dentro de ella.

Ella iba a estar tan adolorida mañana. 

Le abrió las piernas aún más antes de embestirla de nuevo. 

Cada movimiento de sus caderas la hacía girar en espiral de placer. Se sintió tan bien.

La hacía sentir tan jodidamente bien. 

No dudaba que volverían a hacer esto pronto. 

─Hiram─ Gimió, arqueando el cuello hacia atrás.

─¿Te gusta esto?─ Él gimió, forzando sus piernas a rodearlo y hundiéndose más profundamente en ella. 

─Sí─ Gritó. 

Sus embestidas eran tan ásperas y duras y necesarias. Podía sentir que se fortalecía y el placer se volvía más intenso. 

Sus gritos se hicieron más fuertes y sus uñas se clavaron más en su piel. 

Ella estaba cada vez más cerca. 

Sus embestidas ahora descuidadas significaban que él también lo era. 

Quería aguantar por él, pero no podía.

Su cuerpo la envió por el borde y se aferró con fuerza a él mientras se corría, solo para que él la siguiera poco después.

Él se aseguró de retirarse, ella había confiado en que él tenía suficiente experiencia para poder hacer eso ahora, a diferencia de la mayoría de los chicos de secundaria. 

Mientras se acostaba a su lado, los cubrió con el gran edredón.

No pudo evitar notar lo ridículamente cómoda que era su cama con el mar de almohadas mullidas, su suave colchón que te bebía cuando lo tocabas y el pesado edredón que abrazaba sus cuerpos. 

Felizmente se acurrucó en él y sonrió, solo para que él la envolviera con el brazo y su cuerpo al ras contra el de él. 

─Todavía tenemos algunas horas─ Dijo. 

─Podemos meter un par de rondas más─ Dijo, mirándolo. 

─Lo haremos, pero ¿tienes hambre?─

─Si, hambrienta─ Dijo ella.

OPA !

Séptimo capituló finalizado!

Espero les haya gustando.

Gente cachonda, llegó ese momento que anhelaron y sorprendentemente siempre se quedan sin comentar nada en estas partes.

Vota y comenta o tumbó tu casa

Les quieres Dix...


━━━━━━━━━━━━━━━━━

© edición 2023 | dixsway

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top