Capítulo X: It's a deal
Jaeden Martell
El concierto de Calpurnia había acabado, pero Finn le había dado a Summer un pase para entrar a ver a la banda, aunque claro que solo íbamos con el propósito de que Danna fuera, había oído que Finn quería invitarla a salir
Las dos amigas venían bromeando de algo, Danna seguía con la cara roja por la canción que Finn le había dedicado, aunque a decir verdad pensé que Danna iba a importarle poco, ya que según Finn, Danna nunca le hacía caso
Cuando llegamos al camerino, Danna miró con la ceja alzada a Finn, que de inmediato dejó lo que estaba haciendo para ver a la chica que le había dedicado la canción, mientras que Summer se acomodó disimuladamente el cabello mientras que miraba a Jack, el cual ni siquiera se dio cuenta de su presencia
—Así que...— Danna miró a Finn con una sonrisa divertida— me dedicaste una canción
—Yo... eh...— no me paso a mi, y me daba vergüenza ver como Finn se trababa para hablar, por lo que me acerque para darle unos ligeros golpes en la espalda
—Habla bien— lo reprendí, Finn me dio una mirada amenazante, mientras que Danna se empezó a reír
—Creo que podrías llegar a agradarme— menciono Danna mientras sonreía
—Danna...— Finn parecía que estaba al borde de un ataque— ¿tienes planes después de esto?
—No— sonrió la castaña— ¿quieres salir conmigo?
—Si— respondió Finn rápidamente
Finn invito a Danna a cenar o algo así, dijo que él la llevaría a su casa, y nadie puso objeción para eso, en mi caso estaba feliz de ver como uno de mis mejores amigos le hablaba a la chica que le gustaba
Ojalá yo tuviera esa valentía
Summer estaba muy entretenida ya que Ayla le estaba enseñando como tocaba su guitarra, mientras que ella le daba algunos consejos acerca del piano eléctrico, incluso bromearon de que la integrarían a la banda, claro que Summer refuto diciendo que le daba pena interactuar con tanta gente como para ser integrante de una banda
Y con el tiempo, el resto de la banda dijo que también se tendría que ir, y el primero en irse fue Jack Anderson, el cual ni siquiera cruzó una palabra con Summer
Y vi la desilusión en el rostro de mi castaña cuando el rubio se despidió en general y ni siquiera levanto la vista para verla. Me sentía tan mal al ver como se arreglo tanto para el chico que ni siquiera la saludo, y la conocía lo suficiente para saber que ese era el causante de su mirada apagada cuando salimos del estadio
—Así que...— me acerque a Summer pasando mi brazo por sus hombros— ¿tienes planes después de esto?
Ella rio al ver como le robaba su frase a Finn, al menos hizo que la mueca de tristeza desapareciera de su cara, luego de negar entre risas y decirme que no, le propuse que fuéramos a cenar hamburguesas
Cuando éramos niños, nuestras mamás siempre nos llevaban a cenar a un pequeño restaurante en el centro, y ahí habíamos probado las mejores hamburguesas, hacía mucho que no veníamos. Aunque pasaban de las 11 de la noche, el restaurante siempre estaba abierto, por lo cual aun había gente cuando llegamos
Nos sentamos en la misma mesa de siempre junto a la ventana, y después de que la mesera dejará la carta, me le quede viendo a mi mejor amiga que estaba frente a mi mirando la carta
—Lamento lo de Jack— le dije en cuanto nos pasaron la carta, aunque siempre pedíamos lo mismo
—No me importa— por su tono de voz, era claro que si— él y yo no somos nada, además ni me gustaba tanto
—Ni él estaba tan guapo— le hizo reír mi comentario— ve el lado bueno, así es menos probable que me cambies
—Yo no te cambiaría nunca
—Eso dices ahora
—Tú no me desplazaste cuando tuviste novia
—Era diferente
Me dio una mirada dudosa, pero no pudimos seguir ya que la mesera volvió para anotar nuestras ordenes, pedimos hamburguesas y unas malteadas, como siempre pedíamos cuando éramos niños
—Me gusta mucho venir aquí— Summer miró a sus alrededores
—A mi también— miré el local con melancolía, teníamos mas de 10 años que veníamos aquí
Y más nos pusimos melancólicos cuando una pareja entro al local con una carriola, se veían felices con el bebé que venia en la carriola
—¿Te imaginas que volvamos en algunos años así?— Summer susurro sin dejar de mirar a la pareja con el bebé
—¿Con un bebé?— la miré con los ojos abiertos
—No— ella me miro cansada— así, crecidos
—Pues vamos a crecer algún día, Su— le reste importancia
—Que aburrido eres— me dio un pellizco por encima de la mesa que me hizo reír
—Bueno, hagamos una promesa— empecé mientras que veíamos de reojo a la pareja con el bebé— en diez años volveremos aquí
—En diez años no se si seguiré viva— rodó los ojos con diversión
—Le quitas lo divertido a esto— rio ante mi comentario— me refiero a volver aquí, sin importar como, si estamos deprimidos, con el cabello teñido, si aun seguimos en la universidad o sin trabajo
—¿Y si ya tengo un hijo?— me miró con la ceja alzada
—Bueno, pues traeremos a tu hijo— le respondí con obviedad— o si tienes dos o tres
—No— ella me cortó de inmediato— solo quiero dos hijos
—Yo ni siquiera quiero hijos— me encogí de hombros sin interés
—Yo sí— ella sonrió inocentemente— pero mientras que no salgan igual que yo
—Yo sería feliz si tus hijos son igual a ti, serían una versión mini de ti que también golpearán a los otros niños con columpios— ella me miró ofendida cuando le recordé eso
—Han pasado años de lo del columpio— me dijo aun ofendida
—Yo tengo un buen recuerdo— le señale la pequeña cortada en la ceja
La manera en que Summer y yo nos conocimos fue muy extraña, siempre decíamos que fue en el kínder, pero la verdadera manera fue mas que eso, si fue en el kínder, pero nuestra amistad surgió porque yo la molestaba en el kínder, un día la moleste en el día equivocado, así que ella empujó un columpio en dirección a mi cara
Y desde ese día somos inseparables
—Bueno, ya— Summer hizo musarañas con las manos— en diez años volveremos aquí, así seamos exitosos o drogadictos
—Es un trato.— extendí mi mano en su dirección
—Es un trato.— tomo mi mano dándole un pequeño apretón
Nuestras hamburguesas llegaron y con eso empezamos a comer, a platicar de las cosas triviales que solo podía hablar con ella con completa confianza, como bromeábamos sin importar que el resto de los clientes nos miraran raro
Y sabia que nadie me haría sentir de la manera en que Summer me hacía sentir
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-Ellis
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