Akira Sendoh

¡Hola! Gracias por estar aquí, por favor voten y comenten, es gratis, creo jeje

Química.

Estaban tomados de la mano mientras recitabas los elementos de la tabla periódica que entrarían en el exámen final.

Estabas nerviosa, habías estudiado todo a la perfección, sin embargo, el sentimiento de incertidumbre venía a tu organismo al mirar a Sendoh.

El chico caminaba tranquilamente, con una leve sonrisa por el hecho de que fingía ignorar lo que hablabas. Te preocupaba si él pasaría de curso.
Porque, para ser sincera, no sabías mucho sobre su intelecto. Como los resultados de las pruebas eran entregados personalmente a cada uno de los alumnos no tenías la posibilidad de saber cómo le iba.

Y recordaste la conversación de días atrás.

"Sendoh, ¿Que nota sacaste? preguntaste curiosa al ver como el azabache tenía dada vuelta la hoja con su puntaje.

Tu novio negó, diciendo que era un secreto.

"Oh, vamos. Yo me saqué una B" susurraste, no era mala nota, pero sabías que podías sacarle más jugo a tu mente "Bien, ahora que te dije mi resultado dime el tuyo"

"Me fue bien" dijo Akira. Soltaste un bufido, poniéndote al lado de él. No era que fueras una entrometida, chismosa o del tipo que se burla si el resultado de tu prójimo fue menor que el tuyo. No. Sólo querías saber más sobre tu novio y ayudarle si hacia falta.

Así que, con la confianza que ambos se tenían rápidamente moviste la mano, con finalidad de agarrar la hoja. Sin embargo, tu novio era más rápido, no por nada era el prodigio de Ryonan. Así que como reflejo alzó la hoja, sobre su cabeza.

"Mierda" expresaste. Intentaste saltar con el objetivo de alcanzar el papel, pero ni en tus sueños podrías ganarle a la altura de tu pareja.

Sendoh te miraba divertido, aunque su perezosa cara demostraba sueño. Le entretenía ver tus cortos saltos y tu cara de sufrimiento.

"Si me das un beso tal vez considere decirte mi nota" dejaste tus nulos intentos de lado y le miraste sonrojada. Se agachó para quedar a tu altura, mirándote fijamente.

"¿Seguro?" Preguntaste, un tanto desconfiada. Tu novio solía jugar contigo de esa forma.

Asintió. Así que lentamente te acercaste, haciendo que sus respiraciones se mezclaran. Bajaste la mirada a los labios de Sendoh.
"Bien" y lo besaste. No fue caluroso, solo un roce de apenas segundos.

Y te separaste rápidamente.

Tu novio te miraba con una sonrisa socarrona.

"Ya está, dime tu nota" El joven movió la cabeza de izquierda a derecha. "¿Qué?" Dijiste tontamente. "Me lo prometiste, Sendoh"

El chico volvió a sentarse en su silla, relajándose.

"Yo no prometí nada" cada palabra era un puñal de traición. Antes que pudieras refutar continuó "Dije que iba a considerar decirla, pero me arrepentí. Si hubiese durado más te la habría dicho, pero ya no".

Te sentaste a su lado, mordiendo tu labio al sentirte tonta, tontamente enamorada de Sendoh.

Para tu juicio él había dominado la situación a su antojo, aunque no te molestaba, todo lo contrario. Él era la cima de la felicidad. Su presencia borraba el miedo, dando paso a la plenitud.

Tú no te quedabas atrás en la mente del muchacho. Cada situación compartida era su antídoto contra el mal. Ver tu sonrisa le derretía el corazón, dejando su fachada indiferente. Siendo libre contigo y con él mismo.

Cuando estaban juntos la idea de explorar el exterior para buscar la calma se esfumaba, encontrando la tranquilidad en cada ocasión compartida, cada abrazo, cada beso, cada broma era manifestada desde la parte más suave y delicada de ustedes.


—Metaloides como el Telurio, Polonio y Antimonio. El radio atómico es la mitad entre dos núcleos de... —se rascó la cabeza, intentando recordar —átomos metálicos. Este aumenta de arriba a abajo y de derecha a izquierda.

—¡Bien, ya estamos listos! —toda preocupación se esfumó al escucharlo —¿Qué hora es?

El adolescente miró su reloj.

—Un cuarto para las nueve —. Pronunció.

—¡No jodas, Akira Sendoh! -. Dijiste su nombre completo, eso significaba peligro —Llegaremos tarde y es a la primera hora.

Empezaron a correr, o mejor dicho tú corriste, el aludido solo te seguía. Lo que para él era caminar rápido para ti equivalía a correr una maratón.

Ibas gritando incoherencias, insultando a los que iban delante de ustedes, apurandolos.

"Avanza, vieja floja" Dijiste en voz

"(Nombre), es una abuelita con bastón, no puede ir más rápido" escuchó un quejido de tu parte. Llegar tarde era lo que más odiabas, en cambio, para Sendoh era parte de la rutina.

No obstante, al ver tu cara de desesperación y que las lágrimas amenazaban con salir, te levantó del suelo con uno de sus brazos y te puso en su espalda.

Entendiste lo que pasaría, así que pusiste tus manos al rededor de su cuello, tocando sus hombros.

Empezó a avanzar aceleradamente, esquivando a abuelitas o personas que no tenían ni la menor prisa en llegar a donde sea que tengan que ir.

—¡Vamos, Sendoh! ¡Más rápido! —gritaste, palmeando su pecho. Era divertido, sentías como si estuvieras cabalgando un caballo, pero con el mínimo de esfuerzo.

Y tú lo montabas grr

—Estamos a la hora, (Nombre). —giró levemente la cabeza, mirándote con esos ojos oscuros que te gustaban —. Además, no nos van a matar si llegamos tarde.

Tu expresión iba cambiando al escuchar sus palabras.

—No digas eso. ¡Rápido! —con tu pierna derecha pateaste levemente su trasero, invitándole a que aumente la marcha.

Pero el efecto fue el contrario, el chico disminuyó la velocidad. Empezando, prácticamente, a caminar.

—Hasta que no te tranquilices, iré lo más lento posible. Incluso como la viejita de hace un rato.

Pensaste en como manipularlo para que corra, habían dos opciones. La primera era...

—Oye, Sendoh —. Trajiste la atención del muchacho hacia ti —. Si no empiezas a correr tu abuela va a ser raptada.

Amenazante, ¡ja! Te tengo, maldito.

—Mi abuela está muerta —. Era algo triste, pero en la situación en la que estaban fue cómico, para él —Mira —.Señaló con su dedo índice el edificio educacional —Ya llegamos.

Al tener ansiedad, estrés, pensamientos de catástrofe y más en tu joven, pero tensa mente, no te fijaste en tu alrededor.

Por fin habían llegado, sentiste que todo se alineaba. Volvías a vivir.

Sí, eras dramática.

—¡Por fin! Menos mal llegamos, gracias universo.

—Oye, pero si yo te cargue —. Refutó Sendoh, riendo. Siempre metías tus cosas espirituales y místicas —, no el universo.

—No importa, agradecele que no ocupe mi segundo plan para hacerte avanzar.

Mientras te bajabas acomodabas tu falda, alisandola. Para luego encarar a tu novio.

—¿Cuál era tu segundo plan? —. Preguntó entre risas, no podía creer que un cuerpo tan pequeño pudiera tener tanto enojo y vitalidad.

—Mhh, ahorcarte —. Pronunciaste, mientras caminabas hacia la entrada. Dejando al chico atrás.

—¡(Nombre)! —Gritó Sendoh.

Haciendo que gires para verle.

—¡Puedes ahorcarme, pero en otro tipo de situaciones! —. Exclamó el basquetbolista. Lo que dijo, más sumando a que su tono no fue nada discreto, te hizo enrojecer enormemente.

Eso era lo que quería él.

—¡Idiota! —. Te avergonzó lo que dijo, y sobre todo, porque te habías hecho una imagen mental.

Caminó rápidamente hasta llegar a tu lado, tomándote de la mano.

—Idiota, pero te gusto —te miró con esa sonrisa que solo te dedicaba a ti. Sabía que tenía razón.

Akira Sendoh había jugado con tu corazón, hasta clavarse en él.

"Gracias por existir" susurraste.

Ola, espero que les haya gustado. Creo que fue un poco aburrido, pero es lo que se me ocurrió.

Quise meterle tipo poema jfjd
Akira Sendoh es tan lindo, me da vibras de que te haría reír y sentir cómoda todo el rato. Es una masita <3

Voten y comenten por favor

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top