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AQUELLA MISIÓN

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──¿Niisan? ─llamé al ver el pueblo donde vivíamos desprender un gran color anaranjado, parecía mucho a la llama donde mamá siempre cocina. ──¿Qué es eso? Papá y mamá están ahí.

Miré a Kairi correr tirando la leña que había recogido, ni siquiera me dijo nada, simplemente corrío directo a casa. No sabia que sucedía, tenía apenas tres años, tome algunas leñas para regresar a casa por donde mi hermano se había ido corriendo.

Me era difícil pasar sobre la gran llama, si mal no recuerdo se llamaba fuego, había pasado algunas casas hechas cenizas, lo raro de esto es que no había rastro de ninguna persona, es como si se hubieran ido cuando el fuego comenzó no creo que haya desaparecido.

A lo lejos divisé a mi hermano de rodillas enfrente de las cenizas de una casa, al darme cuanta de que casa era corrí apretando la leña en mis brazos.

──¿Niisan? ─llegué a su lado mirando las cenizas de nuestro hogar. ──¿Dónde esta papá y mamá? ─él no contestó. ──¿Niisan? ─jale de su brazo.

──Vámonos. ─dijo tomando mi brazo haciendo que la leña de mis brazos se cayera.

──Pero... ¿y mamá y papá? ─no me contestó, se limitó a caminar lejos de todo. ──¿Dónde están? ─me zafé de su agarre al cansarme de que no me contestara. ──¡Niisan, contestame! ¡¿Dónde están mamá y papá?!

──¡Muertos! ─gritó. ──¿Contenta? Ya lo sabes. ¡Ellos están muertos y nunca van a volver! ─mis ojos se cristalizaron sintiendo mis mejillas humedecerse por mis lágrimas. ──Ahora, hazme el favor de callarte y caminar.

▻Desde aquel día, cambiaste para siempre. Ya no eras aquel hermano mayor que se preocupaba por mí, que me abrazaba cuando tenía pesadillas, quien me defendía con uñas y dientes de todos los que me molestaban... dejaste de ser todo eso.

Te aléjaste, fuiste frío conmigo, ya ni siquiera te importaba si seguía respirando, la muerte de nuestros padres te afecto peor que a nadie. Te fuiste sumergiendo poco a poco en una oscura capa de hielo y cuando me cuenta ya era demasiado tarde.

Te fuiste un día sin decir nada y cuando te encontré me dejaste muy en claro que no querías verme nunca más, me dejaste a mi suerte con tan solo cuatro años. No sabia nada de nada, estaba sola en un mundo desconocido lleno de peligros.

Pero aquel día, cuando caí en aquel lago deje de estar sola en cuanto miré aquellos ojos. Recuerdo cuando salió de aquel lago imponiendo sus enormes alas, su resplandeciente color celeste con plata, aquellos picos en su larga cola y esos colmillos que sentí a unos centímetros de mi rostro.

Recuerdo tambien que me reí después de tanto tiempo, por una extraña razón no sentí miedo, me sentía viva porqué ella me había visto y no me ignoro como tú lo hacías antes de irte.

──¿Huh? ¿No me tienes miedo, mocosa? ─la escuche hablar y sin tener idea solté una pequeña risa.

──Linda. ─dije abrazando su hocico, debido a mi tamaño solo podía abrazarla de ahí. ──Eres muy linda.

──Demonios. ─soltó un gran suspiro. ──¿Qué clase de humano tan extraño eres? ─preguntó alejando se rostro. ──Tienes agallas, mocosa. Nadie es capaz de ver a la Reina Dragón del Océano y salir vivo.

Ese día deje de estar sola y nunca más te vi, te creí muerto pero algo dentro mío sabía que aquello era imposible. Al paso de los años, me sentía de nuevo feliz con ella a mi lado. Sin embargo, llegó aquel día, cuando desperté y no la encontré por ningún lado... pero, gracias a eso encontré una gran familia que me hace feliz, incluso había olvidado que tenía un hermano de sangre.

Fue entonces que te encontré en aquella misión, mi primera misión de clase S.

Tú habías congelado todo el río por mero aburrimiento, nunca había imaginado que cuando me dejaste aprendiste aquella magia tan extraña como la mía.

God Slayer y para mi desgracia era de hielo, tenias un haz bajo la manga y era que podíamos manejar el estado de ella, cambiando de sólido a liquido y de liquido a sólido.

Aún recuerdo con detalle y en cámara lenta como me cortaste mi piel, dejándome sin ojo, pero te lo agradezco, si no hubieras hecho aquello nunca había sabido que podía elevar mi poder despertando mi Dragon Force.

Y, aún recuerdo con mucho detalle y lo tengo grabado en mi mente, tu mirada de sorpresa y miedo a la vez, y más cuando me comí tu agua convirtiéndose en hielo. Recuerdo haber creado un tridente y al cerrar mi mano izquierda este se convirtió en hielo. Siendo el arma que te dejo aquella cicatriz como tú lo hiciste conmigo.

Nuestra pelea quedó en empate, los dos estábamos tan agotados que caímos de rodillas mal heridos sin darnos cuenta de como habíamos dejado la superficie, sin pensarlo hicimos una brecha por donde comenzó a pasar el agua directo a el pueblo.

Eso ayudo a los aldeanos, el agua puede que no sea de el rio que tendría que haberse descongelado al derrotarté, pero aun con esa agua ellos me agradecieron y entendieron que eras más fuerte que yo. Cuando me fui de aquel pueblo, deje muy en claro que algún día iba a cumplir la misión por completo y hasta entonces no podía cobrar la recompensa.

Los dos habíamos quedado que en un futuro no muy lejano nos volveríamos a encontrar y esa vez solo uno vivirá, hasta entonces, entrenaremos para ser más fuertes.

▻Miré fijamente a el hombre al frente mío, me había sumido en mis pensamientos recordando mi pasado con el Kairi de Edolas.

──Tal vez no seas el verdadero, pero si te derroto me habré hecho más fuerte. ─hablé quitando mi mano de mi ojo izquierdo.

──Oh, me gusta esa mirada. ─sonrió arrogante sujetando con fuerza aquel látigo de hielo. ──No tendré piedad.

──Nadie la pidió. ─nos miramos por unos segundos sintiendo el viento golpear nuestro rostro.

El primero en dar el ataque fue él, gracias a mis reflejos y velocidad esquivaba los latigazos.

──Suiryuu no Kyu. ─de mis manos se crearon dos esferas de agua, junte ambas haciendo una más grande disparandola directo a él.

Usó su látigo pero el hielo cambio de sólido a liquido logrando cortar por la mitad la esfera. Los pedazos pasaron por sus lados provocando dos enormes grietas en el suelo justo donde cayeron.

No me iba a rendir tan fácil, infle mi pecho usando mi rugido. Su látigo cambio a una espada de hielo cortando mi ataque.

──Tsk. ─chasqueé, esto será más difícil de lo que creí.

──Mi turno. ─murmuró.

Para cuando me di cuenta ya estaba a centímetros míos estando por cortar mi rostro. Di una voltereta hacia atrás creando una lanza de agua con la cual le comencé hacerle frente. Retuvé su espada a centímetros de mi rastro, mi lanza no resistiría mucho y eso él lo sabia, sin previo aviso me dio una patada en mi estómago provocando que chocara contra el duro suelo.

──¡Natsumi! ─gritó Sora junto a Happy.

Gajeel me miro de reojo, él también estaba en su pelea e incluso escuche un gritó diciendo "Voy a convertirlo en mi gato", supongo que ya le hecho un ojo a ese.

Me levanté limpiando la sangre que había escupido de mi boca. Era más fuerte de lo que aparenta, eso no lo voy a negar.

Envolví mis puños en agua llegando a su frente con velocidad tirando golpes que retenía o esquivaba, había logrado golpear su rostro provocando que retrocediera. No lo deje reponerse y volví usar mi rugido, cuando este se disperso se dejo ver un escudo de hielo que lo había protegido.

Él tenía la habilidad de cambiar de armas ya sea de hielo o agua a una gran velocidad. Un gran dolor de cabeza. Pensé.

──Es inútil, al igual que tú. ─habló levantándose del suelo. ──No puedes ganarme solo usando tu patética magia de agua. Ya esta decidido quién será el vencedor. ¡Ahora muere inútil!

Cambio de su escudo a su látigo, logrando golpear mi cuerpo al no poder esquivarlo.

Me estaba poniendo de rodillas para levantarme al escuchar los gritos de Sora y Happy, detuve el latigazo tomándolo en mi mano, enrede este en mi muñeca tomándolo con fuerza poniéndome de pie.

──Es cierto, mi Sui no Metsuryuu Mahou no es rival para ti. ─alce mi cabeza mirando sus ojos. ──Pero, no haz probado mi Mōdo Saienryū »modo dragón de océano eléctrico»

Mi cabello se elevó y mis ojos brillaron de un color azul eléctrico, debajo de mí pies unas grietas comenzaron a formarse en la superfiecie por la magia que desprendía mi cuerpo, rayos azules mezclados con agua me envolvían por completó.

──¡Vas a saborear el poder de una inútil! ─la grieta en mis pies se hacía cada vez más grande mientras mi rostro se oscurecía. ──¡Una inútil que acabará contigo, escoria!

──¡¿Qué pasá aquí?! ¡El rostro de Natsumi da más miedo que el de Gajeel! ─escuche el gritó de Happy quien miraba la pelea de el azabache y la mía.

──¿Humh? ─ladié mi cabeza con una sonrisa de medio lado asustando a el hombre. ──Me encanta esa expresión. ─la expresión de miedo y sorpresa en su rostro era algo que me encantaba ver, y más si era de él. ──Cuando tu mirada de esperanza cambia a desesperación... es realmente satisfactorio.─relambí mis labios ante su mirada. ──Terminemos con esta porquería.

Una gran cantidad de agua envolvió mi puño con rayos sobresaliendo emitiendo un sonido, tiré con fuerza del látigo provocando que su cuerpo sea atraído directo a mí.

──¡Saienryū no Gekitetsu! ─sin poder evitarlo mi puño impacto contra su estómago fuertemente.

De su boca escupió una gran cantidad de sangre junto a el sonido de sus huesos crujir mientras su cuerpo impactaba contra el duro suelo traspasando la tierra de la isla, poco me importó si iba a morir. El daño para su cuerpo fue más del que podía soportar, había caído inconsciente o muerto, debido a los rayos su piel parecía quemada y su ropa desgarrada.

Desactive el modo dragón de agua eléctrica y caí de rodillas agotada, necesitaba unos minutos para estar como nueva usar ese modo por primera vez es algo increíble y agotador.

──Demonios... ─solté con una sonrisa. ──Eso se sintió tan bien. ─llevé inconscientemente mi mano a el collar. ──Sin saberlo me proteges, Laxus.

Observé a el pelinegro pelear con puño cerrado con el Exceed, al parecer Gajeel iba enserio con eso de que lo convertirá en su gato.

De pronto sentí un pequeño impacto para comenzar a sentir a la isla flotante moverse.

──¿Q-qué mierda sucede? ─pregunté poniéndome de pie pero caí por el mareo, justo ahora parecía de la mierda con golpes y llena de tierra mezclado con sangre.

──¡¿Nos estamos moviendo?! ─preguntó Gajeel mientras yo estaba en el suelo muerta del mareo.

──Es nuestro plan militar. ─miramos a el Exceed. ──Vamos a hacer chocar la lacrima contra Exalia y destruir ambos.

──Cómo... ¿cómo pueden hacer algo tan horrible? ─Happy sin poder soportarlo, lloró.

──¡M-maldito...! ─tome fuerzas para poder levantarme tirándole un golpe en su cara. ──¿Q-qué... mierda piens-san...?─sin poder evitarlo caí de nuevo al suelo. ──N-no... voy a... ─apreté mis puños en la tierra tratando de calmar mis mareos. ──¡¡N-no voy a permitir que usen a mis compañeros!! ─logré expresar.

Mis mareos se intensificaron cuando de pronto la isla aceleró su velocidad.

──¡¿Aceleró?! ─escuché a el azabache.

Podía ver cada vez más cerca la isla donde vivían los Exceed y si la isla seguia a este paso se iba a extrellar. De pronto algo choco su cabeza contra está intentando detenerla, podía ver a los chicos encima de ella junto a una pequeña chica.

Natsu sin pensarlo fue a la punta empujando y claro pidió la ayuda de su compañero Happy, quien fue volando a su lado.

──¡S-sora...! ─grité mientras me lograba tirar de la isla sintiendo el mareo desvanecerse, no tarde en sentir su presencia a mi lado.

Y al igual que Natsu lo ayude a empujar, no iba a permitir que le hagan algo a las personas importantes en mi vida. A mi lado llego el azabache ayudando al igual que todos.

──¡Gajeel, Natsumi! ¡¿Por qué no los regresaron a la normalidad como hicieron con nosotros?! ─preguntó Erza también empujando.

──¡Porque el gato negro se interpuso en mi camino! ─gritó el azabache.

──¡Mi hermano de esta tierra también intento matarme! ─expliqué.

──¡¿Qué?! ─gritaron sorprendidos de mis palabras.

──¡Ahora no interesa eso! ─dije para que olvidaran aquello.

Intentábamos detenerlos a tan solo unos centímetros de Exalia, literalmente estábamos en la isla de los gatos empujando la isla donde se encuentra la lacrima para que nadie muera.

──¡No nos queda más que detenerlo! ¡Digo, vamos a detenerlo cueste lo que cueste! ─exclamó Lucy.

──¡¿Qué... estas haciendo aquí?! ─gritó el neko de Gajeel mirando a la chica.

──¡Lily! ─lo miró. ──¡Así es, lo notaste! No necesito magia infinita. ¡¡Lo que quiero es una sonrisa infinita!!

──¡¿Qué demonios dices?! ¡¡Apresúrate y sal de aquí!! ¡No podemos detener esta isla sin importa lo que hagamos!!

──¡¡¡Lo detendré!!! ─gritó Natsu. ──¡¡Aún si mi cuerpo se rompe lo detendré con mi alma!

Las palabras del pelirrosa asombraron a el gato del azabache.

──Demonios... ─solté. ──Tu gato es un maldito inútil. ─miré de reojo a Gajeel.

──¡Cállate!

Por más fuerza que hacía la isla no se detenía y iba haciendo pedazos la isla de Exalia.

──Aún no... ¡Maldición! ─me puse más firme tratando de evitar que mis piernas retrocedan. ──¡Ni una mierda! Aun tengo fuerzas... ¡Mientras este de pie no permitiré que mi familia muera! ─la pelea que anteriormente tuve me habían quitado fuerzas peor eso no me detendrá.

──¡¡Permanezcan firmes!! ─gritó Gray.

──¡¡Vamos a detener esta cosa no importa que!! ─ante el gritó de la pelirroja todos empujamos más fuerte.

──¡No servirá! ─gritó el neko grande. ──Les dije que no es algo que pueden detener con fuerza humana.

Sentimos a Charles llegar ayudando a empujar.

──¡No me daré por vencida! ─gritó. ──¡Fairy Tail, Extalia los protegeré a ambos!

Sora me miró y con ello lo entendí, uso su magia transformándose para ejercer más fuerza, por la situación nadie le presto atención. A los segundos un gato llegó ayudando a detener la isla.

──Tú...

──También quiero protegerlo. ─dijo mirando a Happy. ──Estoy seguro que todos los demás también lo harán.

Al mirar al cielo, podíamos ver a todos los Exceed volando a nuestra dirección ayudando a detener la isla. Lo que llamó mi atención fue a una que solo tenía una ala y aún así volaba sin estar dispuesta de recibir ayuda, fue entonces que ya no lo soporto y cayó, antes de que cayera al duro suelo el neko de Gajeel la salvo.

──¡Ese es mi gato! ─lo mire de reojo. ──Tu gato que hace, ¿eh? ─al mirar a Sora se sorprendió de verla en forma humana. ──¿Qué?

──Sora le patea el trasero a tu patético gato. ─dije. ──Si dices lo contrario... ¡Lo arreglaremos cuando salvemos a todos!

──Gi-hee~ ─sonrió. ──Ya dijiste.

Con la ayuda de todos los Exceed podíamos sentir a la isla retroceder poco a poco, pero de pronto esta despareció antes de caer Sora me tomo de la espalda.

──¿Qué demonios...? ─balbuceé al no verla.

──¿La lacrima ha desparecido? ─escuche a Gray.

──¿Qué fue lo que pasó?

──Ha regresado a la tierra. ─escuche la voz de Mystogan. ──Mis disculpas por al demora, estuve buscando vestigos de un Anima gigante, para poder regresar todo a la normalidad. Y no lo podríamos haber logrado sin la fuerza de todos, gracias.

──¿Regresaste todo a la normalidad? ─preguntó Natsu.

──Así es... usando el Anima una vez más, la lacrima ha regresado a la tierra en su forma original. Todo ha terminando.

Sonreí a más no poder, todos lo hicimos.

──Lily... esta es la vida que salvaste. ─Mystogan descubrió su rostro. ──Me siento feliz de proteger tu tierra natal.

──Si, gracias... su Alteza. ─alce una ceja ante eso.

──El príncipe ha regresado. ─lloró la chica que se llama Coco.

──¿Príncipe? ─pregunté ocasionando que ella me mirara.

──¿P-princesa? ─alce una ceja. ──No, eres de Earthland.

Cruce mis brazos mirando a otro lado, en un segundo una luz traspaso a el gato negro por la espalda.

──¡¡Gato negro/Lily!! ─gritaron Gajeel y Mystogan.

──Aun no... ¡¡Esto aún no termina!! ─gritó la Erza de Edolas llegando con un ejercito a su espalda.

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