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"TÚ" DE NUEVO

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Habíamos llegado a la ciudad real, encontrar la lacrima no fue difícil todos los habitantes del pueblo estaban eufórico por ello y claro que Edo-Gajeel ayudo.

Tanto Gajeel como yo nos encontrábamos cubiertos por la capucha escondidos entre las sombras observando aquella enorme lacrima, lo malo es que solo es un pedazo y no es toda completa.

Estaba custodiada por muchos guardias, cuando apareció un anciano todos guardaron silencio, probablemente él era el Rey.  

──¡Hijos de Edolas! ─habló. ──¡Nuestra tierra bendita de Edolas, usó Anima para producir diez años de poder mágico!

──¿Producir? Vaya manera de decir que la robaron de nuestro mundo. ─dije en susurro sintiendo la mano de Gajeel sujetar mi muñeca impidiendo ir a darle una golpiza.

──¡Canten con sus amigos! ¡Rían con sus amigos! ¡Eleven sus voces de alegría! ─no se tardo en escuchar los gritos de felicidad de todos las personas, festejando ante las palabras del anciano.

──Tsk. ─sentí los brazos de Gajeel tomarme por mi cintura al aumentar mis ganas de destrozarle el rostro. 

──¡Este poder mágico permanece junto a los ciudadanos de Edolas! ¡Ademas, sólo los ciudadanos de Edolas son la raza bendecida con heredar el futuro! ¡Nadie robará el poder mágico de nuestro reino! ─gritaron más felices al seguir escuchando a ese anciano. ──¡Y prometo obtener un poder mágico aún mayor! ─enterró su bastón en la lagrima causando una grita, eso me hizo enfurecer. ──¡Suficiente como para hacer ver a esta miseria de magia como vil basura!

De la lacríma cayó pedacitos de ello, las personas no tardaron que grita eufóricos. Mi enojo incrementaba, ahí dentro se encontraban mis compañeros o mejor dicho mi familia.

──Vaya, que estúpido. ─murmuró el pelinegro tratando de tranquilizarme. ──¿Se puede manipular tanta gente con un discurso tan vació? ─preguntó para si mismo, me jalo caminado lejos de ellos. ──¿Qué hacemos ahora? ─apreté los brazos de Gajeel al escuchar la risa del tipo. ──Tienes que relajarte y controlarte.

──No puedo... es mi familia. Posiblemente unas diez personas estén en esa lacrima y él solo... ─me di vuelta escondiendo mi rostro en su pecho.

──Te aseguro que todos nos sentimos así. ─solté un suspiro separandome de él.

──Lo mejor es irnos de aquí o de lo contrario regresaré y le romperé su patético cuello. 

──Gi-hee~ ─sentí como me arrastro cuando mis piernas caminaba hacia el viejo bastardo.

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──Bien, repasemos todo lo que sabemos. ─hablé cruzando mis brazos mirando a el azabache. ──Edolas uso Anima absorbiendo a el gremio a la vez que lo convertía en lacrima. Al ser DS, el Anima no funciono en nosotros quedando en la tierra donde Mystogan nos explicó algunas cosas y nos dio las pastillas.

Hable con mis brazos cruzados caminando por la habitación siendo seguida por la mirada de hierritos.

──¿Vamos bien?

──Sí.

──Y al parecer, nosotros los DS servimos para varios propósitos en este mundo de mierda. ─cerré mis ojos.

──Uno de ellos y más importante, es regresar aquellos que fueron convertidos en lacrimas. ─comentó. ──Y hasta ahora solo hemos encontrado una pequeña parte gracias a mi "yo" de Edolas.

──Tenemos que buscar la grande. ─mordí mi uña. ──Se me ocurre una pequeña idea. ─lo miré de reojo. ──Es momento de patear el culo a esos bastardos.

──Gi-hee~. ─sonrió. ──Con el alboroto podemos encontrar esa lacrima.

──Y a Sora, que es lo más importante. ─miré por la ventana de la posada, sabía que aquí la raza de ella eran tratados por encima de los humanos. ──Espero y pronto encontrarla.

──Lo harás. ─habló. ──Y yo también.

──Sigues con eso. ─lo miré de reojo.

──¡Claro, como tú si tienes un neko no tienes porqué quejarte! ─rodé mis ojos.

──Hai, hai, hai. ─moví mi mano desinteresada.

━🍃

Habíamos caminado de regreso aquella lacríma listos para regresar a nuestros compañeros. No nos importó los guardias ni las personas, nos detuvimos observado de cerca la lacríma.

──Estando cerca se mira más grande. ─comenté mirando aquel pedazo de lacrima. ──Pero, veo que no hay tantos guardias como antes.

──¡Bien! ¡Ahora podre hacerlo más fácil! Gi-hee~. ─lo miré de reojo.

──¡Oigan! ¿Qué están haciendo? ¡Retrocedan! ─gritó uno de los guardias que custodiada la lacrima.

──¿Huh? ─lo miré de reojo deshaciéndome de la capa que me cubría. ──¡Es hora de patear traseros! ─exclamé corriendo a un grupo de guardias que se pusieron en guardia.

──¡Ese tal Mystogan era alguien sospechoso para mí, pero por ahora tendré que confiar en el! ─lo escuche mientras golpeaba algunos guardias.

Termine por noquear a los tipos que nos impedían el paso a la lacrima, tanto el pelinegro como yo, nos impulsamos para destrozar la lacrima, según Mystogan, los DS somos los únicos que podemos regresarlos a la normalidad.

──¡Tetsuryuu no Ken/Suiryuu no Yari!

Tanto mi lanza de agua como la espada de el pelinegro, chocaron contra la lacrima.

──¡Todavía falta/Esto no es nada! ─expresé seguida de él, al mismo tiempo alejándonos para dar otro atraque con más fuerza.

Una enorme luz comenzó a desprender de la lacrima, llegamos a el suelo mirando con una sonrisa a dos cabelleras, pero la cosa fue que solo eran dos y no más.

──¡¿Qué?!

──¡I-imposible...! ─balbuceé. ──Creí que había cinco o como máximo diez.
 
La luz se disperso dejando ver a Erza y a Gray levantandose de el suelo.

──¡¿Qué significa esto?! ¿Solo ustedes dos? ─preguntó el hombre a mi lado.

──¡Oi, despierten! ¡Pónganse de pie! ─grité antes de que los guardias comenzaran a moverse.

Ambos terminaron por levantarse abriendo sus ojos confundidos de no saber en donde se encontraban.

──Oh, ya recobraron la consciencia.

──Ya era hora. ─murmuré mirando a los dos.

──¿Natsumi? ¿Gajeel? ─Erza nos miraba sin entender nada.

──¿Qué pasó? ─preguntó el chico mirando alrededor.

──Después hablamos de eso. ─contestó el azabache.

──No tenemos tiempo para explicar. ¡Tenemos que salir de aquí! ─comenté mirando a las personas con armas que nos quieren linchar.

──¡Bastardos! ─exclamó un guardia viniendo hacia nosotros. ──¡¿Qué hicieron?! ¡No los dejaremos escapar!

──Tsk. ─miré a todos venir.

──¡No puedo usar magia! ─exclamó Gray al intentar usarla.

──¿Qué? ─preguntó sin cree la pelirroja.

──Después hablaremos de eso. ─comentó Gajeel comiendo un trozo de hierro.

──¡Suiryuu no Houkou! ─de mi boca deje salir un rugido de agua acabando con los primeros. ──Se amontonan como cucarachas. ─limpie con mi dedo el resto de agua que resbalan por mi labio inferior.

Unos golpes de parte de ambos bastó para acabar con ellos y poder irnos para decirles todo con detalle.

──¿Por qué pudieron usar magia? ─preguntó Gray.

──Primero, tomen esto. ─les tendí las pastillas que nos dio Mystogan.

──¿Qué pasó? ─preguntó la pelirroja. ──Díganos los detalles.

──Ustedes dos fueron convertidos en lacrimas. ─se escuchó la voz de Edo-Gajeel llegar junto a nosotros.

──Oh, ya llegaste. ─rodé mis ojos al ver la sonrisa de el azabache de cabello largo.

──Gi-hee~ ─soltó sin dejar ver su rostro por el sombrero. ──Tal y como esperaba de mi yo de Earthland. ─dejo ver su rostro.

──¡Los rescataron estupendamente! ─solté un suspiró pesado al ver a Edo-Tsumi llegar con una canasta de pasteles. ──Y me alivia que estén sanos.

──¡¿Hay dos... Gajeel?! ─gritó Erza sin creerlo.

──¡Peor aún...! ¡¿Hay dos Natsumi?! ─miré mal a Gray por su miedo.

──Soy el Gajeel de este mundo. ─se presentó mientras ambos se abrazaban.

──Este sujeto es bastante útil. ─comentó el pelinegro de cabello largo. ──¿No les parece que tiene cara de "puedo trabajar"? Gi-hee~.

──Y yo soy Natsumi de este lugar. Es un placer conocerlos. ─hizo una reverencia acompañado de una enorme sonrisa. ──Les traje pastel de fresa, seguramente tiene ham...

No termino de hablar porqué la peliroja se lo quito comiendo el pastel.

──¡Delicioso! ─exclamó feliz.

──Natsumi... amable y sonriente... ─murmuró Gray sin creerlo.

──Bueno, al grano. ─exclamó Erza sería una vez que termino el pastel. ──¿Qué quieren decir que fuimos convertidos en lacrima?

──"Al grano"... y si le intereso el pastel de ella. ─murmuró el pelinegro al ser ignorado.

──Eso quiere decir que tu cara le importa una mierda a comparación de un pastel de fresa. ─le dijo Gray, a ambos les invadió un aura negativa. 

Una vez que las cosas se clamaron, Edo-Gajeel comenzó hablar.

──Todos los magos de Fairy Tail, fueron convertidos en lacrima. Ellos iban tras su poder mágico. Creí que esa era la lacrima, pero...

──En aquel enorme trozo, estaban sólo ustedes dos. ─dije cruzando mis brazos.

──¿Qué tan grande será la verdadera? ─preguntó el azabache de Earthland.

──¡Había un corte en una cara de la lacrima! ─comentó mi "yo" de Edolas.

──¡Ahora que lo pienso, eso quiere decir que este era solo un trozo! ─habló Edo-Gajeel.

──Me gustaría preguntar más cosas, pero, ¿qué son esas extrañas cosas? ─preguntó señalando las pastillas.

──Se llaman "exballs", ─informé. ──, y parecen ser una medicina para poder usar poder mágico.

──Hablaremos del resto después de que se los tomen. ─habló el azabache.

──¿"Dicen"? ─preguntó la pelirroja.

──Mystogan nos la dio. ─contesté.

Hablamos un poco más llegando a la conclusión de que el azabache y yo hagamos un alboroto en la plaza para saber en donde se encuentra la verdadera lacrima. Ellos se fueron hacían al reino donde tiene a Natsu, Wendy y Lucy prisioneros, una información que Edo-Gajeel nos proporciono.

Ahora pegaba mi espalda con la del azabache sonriendo con mi puño envuelto en agua mientras miraba a los guardias rodearnos.

──¡Gajeel/Sumi! ─escuchamos dos voces llamarnos.

──¡¡Sora!! ─grité feliz al verla volar junto a Happy. ──Sabia que estabas bien.

──¿Neko? ¿Estás bien? ─preguntó el azabache a Happy.

──¡Los llevaremos adonde esta la lacrima para que puedan devolver a todos a la normalidad! ─nos sorprendimos de las palabras de Happy.

Sin previo aviso, sentí a Sora tomarme comenzando a elevarme, a un lado venia Happy sujetando a Gajeel.

──¡Oye! ¡No me sujetes! ─gritó al ser la primera vez que un gato lo sujeta.

──Y así quieres un gato, ¿eh? ─lo mire de reojo.

──¡Cállate!

──¿Cómo se hace para volver a todos a la normalidad? ─preguntó Sora preocupada por eso.

──Gi-hee~ ─soltó su risita. ──Destrozandolos con Metsuryuu Mahou. ─dijo simple.

──¿Y eso funciona? ─preguntó Happy.

──Hicimos lo que nos dijo Mystogan. ─comenté mirando a lo lejos la gran lacrima.

──¡Sí! ¡Así que no se quejen!

──A propósito, ¿Mystogan no vino? ─preguntó la gatita a mi espalda.

──¡Cómo si lo supiera! ─gritó el azabache.

Habíamos llegado a la isla flotante donde se encontraba la lacrima, nos dimos cuenta de que era más grande en persona que de lejos.

──¡Es enorme! ─comentó el azabache.

──Es más grande de lo que esperaba. ─dije cruzando mis brazos una vez en tierra.

──Demonios. Este gremio es un verdadero problema. ─solté una risa ante las palabras del hombre. ─el sonido de nuestros estómagos se escucho. ──Cuando vuelva me llenaré comiendo hierro.

──Prefiero el agua. ─dije tronando mis nudillos para terminar de una buena vez todo esto.

──¡Ustedes pueden, Gajeel, Natsumi! ─animo Happy.

──¡Buena suerte, Sumi! ─gritó Sora a un lado de Happy.

Antes de hacer algo, un fuerte golpe en el suelo nos hizo caer al frente. Me repusé mirando una sombra entre el polvo.

──¡¿Quién mierda eres?! ─gritó Gajeel enojado.

Entre le humo se dejo ver a un gato alto con el pelaje negro, logre divisar una cicatriz en su ojo izquierdo.

──Ese tipo... ─murmuró Sora.

──El Capitán del Primer Regimiento Mágico de la Armada Real... Panther Lily. ─siendo honesta me encantaría ver a Sora intimidando así. ──Esa lacrima es vital para la actual operación. ¡No se las entregaré!

──¡Vital mi culo! ─grité. ──¡En esa lacrima están mi familia! ¡No permitiré que la toques! ─de su espalda se vio unas alas, las misma que los Exceed.

──¡¿Alas?! ¿Acaso este tipo es un Exceed? ─preguntó sorprendido Happy, al parecer no se habían dado cuenta de ello.

──Apártate, neko. ─pidió el azabache.

El azabache uso su espada de hierro, no contamos que el gato pudiera hacer crecer su espada cortando un gran pedazo de la isla flotante.

──¿Qué diablos es esa inmensa espada? ─preguntó Happy en un estado de trance al verse casi muerto sino fuera por Sora que lo salvo.

──Este sujeto... ─miré a el gato con un semblante serio.

──¿Creen poder derrotarme? ─nos miró.

Gracias a mis reflejos logré esquivar un latigazo de hielo que venia directo a mí. Me reincorpore mirando a el culpable.

──Oh, creí que eras mi patética hermana... ─abrí mis ojos al escuchar esa voz. ──Pero tú si pudiste esquivar el lazo.

Alce mi cabeza observando aquél hombre de cabellera azul, sus ojos eran de un color azul hielo pasando una gran cicatriz por su ojo derecho, sobrevolaba encima de una águila.

──Tú... ─apreté mis puños. ──¡Eres el Kairi de Edolas! ─me llevé mi mano a mi cicatriz. ──¡Bastardo!

──Oh, así que mi "yo" de Earthland también te dejo un recordatorio. ─se refirió a mi cicatriz. ──Me encantaría conocer que tan inútil es la Tsumi de Earthland.

──Malnacido. ─lo miré fríamente. ──Voy a darte una paliza.

Mi mirada, azul océano llena de irá y frialdad, choco contra la suya, azul hielo llena de arrogancia y superioridad.

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