Único

-¿Qué edad tiene? -preguntó mientras jugaba con el bolígrafo.

-25 años.-contesto de mala manera.-Oiga, ¿Es muy necesario que me tengan amarrado a la camilla?

-Si. Lo sabe perfectamente, no se escapará nuevamente de este hospital.-lo apuntó con el lápiz.-Llamamos a sus Padres,pero ellos no contestaron.

-Vivo sólo.-dijo mirando hacia la ventana.

-Ooh. Eso deja mucho que informar, ¿Hay alguien cercano a usted?

-Sabés. Ahorremos estas tontas preguntas,y...;mejor conozcamonos.

-Por favor, soy profesional. No me distraiga de mi trabajo.

-Vamos bonita.-estiró su brazo y la atrajo tirándole de la bata.-Enfermera Park; Jiminnie, quiere jugar a los Doctores contigo.

-Jimin-ssi. Comportarse, no es un niño. Su vida no es un juego, agradezca que el accidente no fue tan gravé.

-Él otro tipo se me tiro encima, así qué él causó que chocará. Ahora mi cuello duele, además tengo que usar un yeso en mi muñeca Izquierda.-se quejaba.-Es injusto. ¿Pagaran el seguro, verdad?

-Eso no me incumbe a mi, sólo soy su enfermera; nada más.

-Creés que sea el destino.-miro el techo blanco de la habitación y luego a ella con una sonrisa en su rostro.

-El qué.

-Que tengamos él mismo apellido.

-Por favor, sólo es coincidencia. Ahora, quedarse quieto.

-Que molesta eres.-bufo.

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Días después...

-Me aburro, me aburro... ¡Me aburro!

-¡¡Callate imbécil!! .-se escuchó desde la habitación contraria donde estaba él.

-Tks. Quien se creé para hacerme callar.-chasqueo la lengua y apretó la mandíbula.
Observó el pasillo y justo en ese instante,vio pasar a su persona favorita en ese apestoso hospital.

-¡Enfermera Park! .-le llamó.

-¿Si, qué necesita Park-ssi?

-Tu presencia.

-De que está hablando. Seguiré haciendo mi trabajo, permiso.

-Espera.-la detuvo.-Tengo hambre.

-Pronto servirán la cena. Por favor, espere unos momentos.

-Yo no dije que tenía hambre de comida, Rosie.

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-No, no, no, no y no.-negaba revolcándose en la camilla.-No quiero un tranquilizante.

-Uhg. Este muchacho tiene fuerza.

-Quedate quieto niño. Se puede romper la aguja.-dijo él doctor.

-¡Esta bien!, pero quiero a la enfermera Park. Quiero que ella me ponga la inyección.

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-Hola, enfermera.-dijo coqueto.

-Molestoso, estaba en mi descansó. Hagamos esto rápido y con profesionalismo.

-Cierra la puerta primero, me gusta cuando estamos los dos solos.

-Eres un bebé.

Una semana más tarde...

-¡Hyung!

-Estúpido, te dije que no manejarás ebrio.-le dijo al momento de golpearle la cabeza.

-Yah,Yoongi-ah. No fue mi culpa, el tipo del auto blanco me chocó a mi. Mira como me dejó.

-Imbécil, debería de dejarte soló. Además, que haces aquí, llevas más de un mes en el hospital.-le decía molesto.-Sólo tienes un cuello ortopédico, tu muñeca ya sano.

-Hyung, estoy sano. Pero no puedo irme sin besarla primero.

-De quien hablas Minnie.

-Me gusta estar con ella. Es perfecta, es la primera rosa que veo sin espinas y cuando tocó su mano suave no me lástima.

-Oye, Jimin-ah. Me asustas, en tus veinticinco años jamas haz hablado de una mujer de esa manera. Con suerte de tu madre.

-Park Chaeyoung, es la chica más bonita de este hospital.

-Pues, deberías olvidarte de ella.

-¿Por qué, Hyung?

-Tus padres me llamaron, dijeron que fueras a Busan lo más pronto posible.

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-Oh, éstas vestido.

-Sí. Mi amigo pagó mi estadía, ya estoy bien. Así que, me iré.

-Cuidate mucho, y ya no manejes en mal estado.

-¿Qué, soy importante para ti?

-Fuiste un paciente complicado, para todos a decir verdad.

-Rosé...

-¿Qué?

-Cierra la boca.-dicho esto la besó apasionadamente. Demostrándole el amor que sentía por ella.

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Tres semanas después...

-Roseanne. Llegó un paciente en malas condiciones.

-Voy.-aviso.-¿En qué Habitación?

-La 602.-aviso su compañera antes de retirarse.

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-Señor Park.-entro leyendo la ficha del hombre.-Que le suce-...dio. ¿Jimin,qué haces aquí? .-preguntó sorprendida.

-Vengo a un chequeó médico.-dijo como si nada.

-P-pero, ¿desde Busan?

-Es importante la mirada de un médico a su paciente lastimado.

-Veté a casa. Tus palabras no me convencen.

-¿No me creés? .-inquirió mientras se acercaba a ella.

-¿Dónde te duele?

-Aquí.-apuntó su lado izquierdo de la cintura.

-¿Aqui?

-¡Aah, si! ¡Duele mujer!, no se supone que eres enfermera.

-Que gallina.

-Lo digo en serio.-le mostró su herida.

-Por dios. ¡Jimin que estuviste haciendo en Busan!

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-¿Cuándo te lastimaste?

-Hace dos días.

-¿Cómo te lastimaste?

-Me he peleado con unos ladrones. Uno de ellos tenia una navaja, por eso tengo este corte.

-Eres un tonto. En Busan te hubieran atendido inmediatamente.

-No quise. Quería verte a ti.

-No digas tonterías. Ya esta suturado, te quitaré los puntos en una semana.-le dijo mientras botaba los algodones con sangre y alcohol.-Debes de descansar, de lo contrario cualquier fuerza mal hecha podrían abrirse nuevamente la herida.

-¿Tanto te preocupas por mi?

-Es mi trabajo. Ya es demasiado tarde, deberías ir a casa.

-¿Y, tú? ¿Dónde dormiras?

-Me iré en media hora. ¿Haz visto a muchachas?

-¿Celosa?

-Para nada. Curiosidad. Tres semanas para un hombre soltero no son en vano.

-Imaginó que no tienes novio, por tu trabajo.

-Los chicos de Busan son complicados. ¿No te parecé?

-Quien debería contestar primero.

Las sonrisas cómplices entre ambos los delató.

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Entraron entre tropezones y botando todo a su camino, apenas cerraron la puerta sus ropas fueron esparcidas por el piso de madera haciendo un camino hasta la habitación principal.

Los besos,caricias y marcas en sus pálidas pieles ya eran notorias. Tenían la respiración agitada y sudaban, sus cuerpos desnudos se conocían por primera vez.

-Simplemente perfecta.

-Jimin, tu herida.

-No pasa nada. Eres muy bonita.

-Supongo que se lo has dicho a muchas más, ¿no?

-No es cierto.-seguido tomo los labios rosas de la menor y degustó su sabor con su lengua.
Su cavidad vocal era tibia y su lengua,era suave y tímida a la vez.

Sonrió para si mismo.

-Eres importante para mi, Roseanne Park.

-Siempre lo supiste, ¿verdad? -él solo guardó silencio. Ella lo comprendió de inmediato.-Sabías, que me quedaría a tu lado.

-Sí~.-aceptó.- Siempre lo supe. Desde que te vi en el fondo del pasillo, no te dejaría ir tan rápido, y no lo haré.

-Eres un dolor de apéndice, Park Jimin.

-Rosie, ¿una enfermera puede tener hijos mientras trabaja?

-¿A que va eso?

-Mi madre quiere nietos, y yo quiero un equipo de fútbol americano. ¿Qué opinas?

¡¡Fin!!

🍃🌺🍃

• Ella era fría
Bastante complicada,
Pero escupía < Te quiero >...
... Sinceros y leales.

~Juan Pablo Silva.