Sus pasos se hacían presentes de forma sigilosa como si la noche estuviese siempre de su lado (o posiblemente el era dueño de la noche) a pesar de tener unos zapatos de plataforma no hacia el más mínimo ruido. Salto tras salto encima de las casas, más precisos por el techo de estas tomando impulso con facilidad pues llevaba corriendo más de unos 5 minutos en una sola dirección.

«Kitty, ¿Me escuchas?»

Ignoró por completo el llamado de su amigo que se encontraba del otro lado del pequeño audífono de su oreja, no necesitaba distracciones ahora que estaba demasiado cerca de la joyería.
Se detuvo echando su hermoso cabello rosa hacía atrás, si, hermoso, digamos que es demasiado narcisista. Frente a el se encontraba el edificio que lo haría sumamente millonario con quitar una pieza de diamante más caro del jodido planeta. No podía quitar de su rostro su sonrisa victoriosa, pues tenía la ventaja antes de que los secuaces de Jackson llegaran hacía el mismo objetivo que el.

«¡Responde maldita sea!»

Tapó sus oídos con tal grito escandaloso aunque fue un acto demasiado tonto pues el aparato se encajo más en su orificio que creyó que se quedaría sin tímpanos y de paso sin oídos. Sus hermosos oídos.
Cuando todo se calmo dentro de el con sus cejas juntas y su nariz arrugada acomodo el audífono soltando con pesadez quejidos de fastidio.

-¿Que mierda quieres Jungkook?- respondió con cierto tono enojado recibiendo de respuesta un "shhh" indicando de que bajara un poco más la voz pues estaban totalmente expuestos a cualquier cosa.

«No me llames de esa forma mientras estamos en el trabajo idiota, recuerda que mi apodo es kille» Fue interrumpido.

-Killer Bunny, jodido pronombre de mierda, ¿Sabes que ese un apodo de niño de kinder? No me digas que fue en lo único que pensaste mientras te masturbabas viendo los Barney y sus amigos.- todo quedó en silencio por unos segundos hasta que se escuchó una escandalosa risa, reconoció de inmediato de quien era y no retuvo también una chispa de risita que salió de sus gruesos labios rosas.

«Buena esa Kitty, jamás se me hubiese ocurrido pero ahora ya se con que molestar al enano»

Negó varias veces sin quitar su sonrisa, amaba a su equipo de trabajo y estaba seguro que era el mejor grupo de criminales Ganstar de todo Corea del Sur, tal vez solo eran tres pero debía admitir que tenían potencial para éstas cosas.

De ahí ya no se escuchó nada más que un gruñido proveniente del más bajo antes de que apagaran su micrófono dejándolo por fin en paz, así que lo que le quería decir Jungkook se quedó en incógnita.

Relamio sus labios sacando de su cinturón multiusos donde tenía las más geniales armas importadas de Estados Unidos y Japón pero ahora no era el momento de presumir sus preciados niños. Sacó su arpón apuntando hacia el techo del edificio disparando del mismo encajando en una de las orillas la garra, jalo de la cuerda que salía de la pistola asegurándola.

Sin pensarlo no dudo en forzar su agarre en la pistola saltando de donde estaba; descendiendo con velocidad, el aire fresco chocaba en su rostro que a cualquier persona le molestaría pues su cabello se haría un desastres, pero en el era diferente, incluso lo hacia ver más cool que su cabello sedoso se moviera con el viento.
Se soltó en cuanto en cuanto se vio lo más cerca del suelo, dando una voltereta cayendo de cunclillas como si fuese lo más normal, aunque para el si, había practicado tanto para que le saliera a la perfección este truco, además el pelirosa era demasiado habilidoso.

-Chicos, ¿Esta la seguridad desactivada?- susurró mirando a su alrededor sacando de la orilla de su pantalón el arma calibre 24 color rosado con estampillas de la tierna Hellow Kitty, cuando era niño amaba esa caricatura y amaba los gatos, dos pajaros de un tiro.

«Espera, me estoy encargando de eso, recuerda que solo tienes cinco minutos antes de que la alarma anti robos suene y la policía venga»

Chasqueo su lengua quitando el seguro del arma apuntando a la puerta de vidrio frente a el esperando la indicación del mayor para poder entrar y hacer todo esto rápido. No era por subestimarlo, pero Kitty Kang era bueno en esto, es por eso que siempre el lider lo mandaba a el como ladrón.

«Ahora, ahora, ten cuido de no hacer mucho ruido, puede que alguien este cerca y escuche l-»

Demasiado tarde, ya había disparado al blanco, todo el vidrio exploto gracias a la bala haciendo un gran escándalo que no le importó en absoluto, Jungkook se golpeo la frente desdé donde quiera que el estaba.

Como si no fuera poco, ni si quiera entró rápido, estaba sacando de su envoltura una goma de mascar sabor fresa llevandola a su boca masticandola hasta que se suavisara en su paladar soltando aquel liquido exquisito de en medio, se estremeció en su lugar soltando un suspiro a la vez que cerraba sus ojos. Bendito sea el idiota nerd que invento este dulce.

-Que empiece la diversión perras.-
Expandió su sonrisa mostrando sus dientes y parte de aquel chicle rosado.
Moviendo sus caderas de forma exagerada al caminar y sus pasos firmes alarmó a los dos guardias que vigilaban la joyería, lo más extraño era que a pesar de todo el ruido que hizo jamás se dieron cuenta que había llegado.

-Hey, ¡Levanta mas manos!-
Ni si quiera dejó que sacaran sus armas pues ya había aventado ambas bombas al suelo donde un humo color rosa se expandió en el aire cegandolo.

A pesar de que tenía una obsesión con el dicho color rosa (que lo usa hasta en su ropa) algunas de sus armas, que no necesariamente tenía que ser pistolas o cuchillos, también traía pequeñas trampillas como las bombas de humo, cuando era niño solía ver.peliculas de acción y se daba cuenta que solo servía como distracción para el villano, el quería ser diferente, quería ver sufrir a las personas por cualquier movimiento que hiciera por más mínimo que fuera. Oh justo como ahora.

El humo tenía gas pimienta incluido, algo que hacía quedarte ciego por minutos o incluso horas, algo que por suerte no le hacía daño solamente a el, digamos que es completamente diferente a los demás.
Los guardias soltaron sus armas para taparse los ojos mientras gritaban de dolor, tan solo bastaron tres segundos para que ambos cayeran sin vida, Kitty había roto sus cuellos al pasar por detrás de ellos.

«El diamante está justo en el tercer piso, estás libre»

Habló Jungkook como si supiera que ya había terminado con aquellos sujetos, bueno, exactamente estaba viendo todo lo que hacía su compañero por la cámara instalada en su chaleco de cuero negro.

El rosado asintió inflando una pequeña burbuja del chicle explotando en poco segundos dejando pequeños rastros en sus labios que retiró con su propia lengua.

«Sube las escaleras»

Oh no, las escaleras definitivamente no era una opción que debía tomar, puede ser que este entrene todos los días como un loco de gimnasio, pero tenía estilo, y su estilo no era gastar energía en subir tontas escaleras que además lo harían sudar. Mordió su labio inferior mirando a su alrededor buscando otra manera de llegar al tercer piso sin si quiera moverse, sonrió en cuanto las puertas de lo que podría ser un elevador aparecieron frente a sus ojos como si fuera un milagro, incluso podía ver las luces alrededor como la rosa de guadalupe.

Apretó el botón para que las puertas se abrieran y pudiera entrar apretando el siguiente botón que indicaba el numero "3" en el circulito, las puertas se cerraron de nuevo comenzando a escucharse una musica dentro, tenía un buen ritmo que hizo que moviera su cabeza tarareando la musiquita adivinando la parte que seguía. Ah, le recordaba en aquellos días de escuela, las presentaciones de baile para que los padres los vieran como tontos, menos el, el se aprendía toda la coreografía, no como sus demás compañeros inútiles que tenían que mirar a todos para ver que paso seguía porque no se acordaban.

Un "tin" sonó a la vez que se abría el elevador, salió sin mucha prisa pues ahora estaba totalmente solo y las camaras de seguridad estaban apagadas gracias a las manos benditas de hacker de Taehyung, de hecho todo lo a hecho el, Jungkook solo esta para molestar y ver en la camara.
Mientras caminaba podía ver varias vitrinas que contenían joyas preciosas a sus ojos, collares, aretes, brazaletes, relojes; entre otras cosas que moría por llevarse uno de esos, seguramente le quedarían lindos sobre el.

«Kitty, justo frente a ti»

Oh, Dios, mio.

Contuvo sus malditas ganas de gritar en cuanto vio ese diamante gigante brillar entre todas las demás, justo como el brilla más que el mismo sol.
Estrelló sus manos en el vidrio dejándoles cortaduras en sus nudillos, muy poco le importo que estuviese sangrando y tomó la piedra brillante haciendo su boquita en una forme de "o" ovalada, contuvo sus lagrimas de felicidad saltando varias veces extendiendo sus brazos para ver de lejos su preciado tesoro.

-Chicos, lo tengo justo en mis manos, ¡TENGO EL DIAMANTE! ¿Saben que significa? QUE NOS HAREMOS JODIDAMENTE RI- uno, dos, tres balazos al aire hicieron que se aventara al suelo cubriendo la joya como si de su propio hijo fuera.

Los casquillos de las balas para recargar el arma lo pusieron alerta, como pudo se levantó tropezandose en el intento, fruncio su ceño ladeando su cabeza en busca del idiota que se atrevió a espantarlo de esa manera, además de eso, Jungkook había dicho que nadie estaría aquí más que los dos guardias muertos abajo, había posibilidades de que la pandilla de Jackson ya hubiese llegado, pensó mal pues alguien más estaba arruinando su triunfo.

Era algo difícil poder ver adentro, estaba todo oscuro y no tenía ganas de prender las luces, seguramente si lo hacía todos los que viven por aquí se darían cuenta de que algo anda mal. Como típica película de suspenso, un tipo con una mascarilla en el rostro y cabello rubio salió de entre las sombras teniendo una arma apuntando hacía su pecho, el tipo trono su cuello acercandose lentamente al rosadito tratando de intimidarlo.

-Dame eso niño.-

¿Que acaba de decir?

-¿Niño? De todo lo que pudiste decir, ¿en verdad me llamaste niño?- eso aparte de una falta de respeto era algo que ya estaba muy usado en los fanfics, por que si, el leía fics.

Una bala había dado en su brazo derecho rozandole a una velocidad que no pudo decifrar, tal vez si, pero aún se sentía algo ofendido de que lo llamara de esa manera. Miró su caqueta rasgada, pensó que no lo llegó a lastimar hasta que la sangre comenzó a brotar dejandolo herido. El maldito le había disparado en su hermosa chaqueta Channel, eso si que no se quedara así

-Me importa una mierda si te gusta o no, ahora dame eso o no voy a dudar en matarte.- con que viene rudo, eh.

Con mucho cuidado dejó la piedra en una de las vitrinas de a lado dejando confundido al rubio juntando sus cejas, esperando cualquier movimiento infalso de su competencia, digamos que tambien estaba buscando lo mismo que el pelirosa.

-No tengo mucho tiempo asi que dame esa maldi...ta...- Kitty estaba sacudiendo su cabello varias veces, pero lo que le extraño no fue eso, si no que de la nada aparecieron unas pequeñas orejas puntiagudas del mismo color sobre su cabeza.

Todo se puso más raro cuando una cola esponjosa apareció por la parte baja de su cintura moviéndose de arriba abajo con delicadeza dejándolo algo desconcertado, no era de creer en cosas paranormales pero esto seguramente era algo del mismo demonio.

-¡E-ey! ¡Alejate de mi!- retrocedió sin bajar su arma cuando el contrario daba pasos acercándose a el sonriendo de forma escalofriante. -¡Si no te detienes, j-juro que voy a disparar!- su mano estaba temblando por cada paso que daba.

No pudo disparar pues el pelirosa ya estaba rodeándolo paseando su colita sobre el cuerpo del rubio deteniendose detrás de el, tomó sus hombros encajando sus uñas que ahora eran pequeñas garritas puntiagudas, provocándole escalofríos.

-¿Que pasa?- susurró en su oído, de su garganta salían sonidos roncos que cualquiera los conocía como ronroneos de gato, si, de un gato, algo fuera de otro mundo del que todos conocemos. -¿Te comió la lengua el gato?-

En un rápido movimiento el de mascarilla lo tomo del brazo para levantarlo y tirarlo al suelo, poniendose de cuclillas puso la punta de la pistola sobre su cabeza. Kitty soltó un adolorido jadeo, estaba seguro que su colita había sido aplastada por su propio trasero.

-¿Quien rayos eres tú?-

-Eso mismo debería preguntarte, tratar de robar a otro ladrón no es algo muy inteligente que digamos.-

Punto a favor.

Bufó desviando su mirada, los sonidos de las sirenas estaban sonando a lo lejos lo que significa que estarán en graves problemas. Regresó su vista al chico debajo suyo, sus ojos tenían un color avellana brillantes formando una media luna con sus pupilas, sus mejillas gorditas y rosaditas por el reciente golpe, terminó por ver sus labios pomposos, brillosos; por lo que suponía era brillo labial rojo.

«¿Que esperas? Agarra ese maldito diamante y huye de ahí»

-Bueno, fue un gusto hablar contigo, pero necesito irme, no quiero terminar en la cárcel.- lanzó una patada en los bajos del rubio empujandolo hacía atrás, en un movimiento el rosado se impulso sin sus manos hacía adelanta saltando cayendo de pie. Solo rio bajito escuchando como el otro maldecía en los mil idiomas por aquél golpe bajo.

Corrió hacia donde había dejado su tesoro, tomándolo con ambas manos, ahora que el otro estaba distraído ers tiempo de salir huyendo, sin embargo al estar caminando directo al elevador unas manos lo tomaron de la cintura deteniendolo, abrió sus ojos cuando sintió un jalón que lo dejó en una posición inclinada, teniendo una mano del tipo en su cintura y otra en sus manos como un paso de baile se tratase.

-Tú no te vas de aquí.- dio un golpe en su rostro para que lo pudiera soltar, y salir corriendo a sus alrededores tratando de que no lo alcanzara, parecía un juego de niños.

Ambos cansados de esto, sacaron sus armas apuntandose entre si, caminando lentamente en círculos sin dejar de mirarse, parecían estar enojados, más bien asi así estaban ellos. El silencio los carcomía torturandolos pues nadie parecía estar dispuesto a ceder, ni hablar de Kitty, jamás se a echado para atrás en una de sus misiones.

-Por cierto, me llamo Kitty, Kitty Gang.-

-¿Y eso que?-

-Quiero saber el tuyo.- levanto sus hombros.

-Agust D.-

Sonrió débil, claro, ya había escuchado de este bastardo entrometido, resulta que trabaja con otros dos tipos famosos por robar planes de otros embusteros, ahora que sabía que era el quería tomar es cabellera amarilla y arrancarla de su cuero cabelludo.
Sus orejas se sacudieron en el pitido de las patrullas y sus sirenas escandalosas, no estaban concientes que podían despertar a alguien a esta hora de la madrugada.

Relamio sus labios mirando hacia la parte trasera del piso, el edificio era completamente hecho con paredes de cristal, algo tonto ya que han robado esta joyería más veces de las que puede contar. Bien, tenía un plan.

-Agust D, lindo apodo.- disparo dos veces al los dos hombros de Agust dejandolo herido. Era ahora o nunca, esta vez corrió con todas su fuerzas hacía una sola dirección.

-¿QUE MIERDA HACES, ACASO QUIERES MORIR?-

-¿Acaso no sabes que los gatos tenemos 9 vidas?- fue lo último que dijo antes de voltearse a mirar al rubio y estrellarse contra la ventana cayendo del edificio sin quitar una sonrisa victoriosa, ah, siempre le salían las cosas bien para Kitty Kang.

Agust D se acercó a la orilla de ka ventana mirando como aquel chico rosado ya no estaba por ningún lado, estaba seguro que desdé esta altura cualquiera puede morir al caer, pero llega este niño, se convierte en una especie de gato y parece no estar muerto.

Su respiración se aceleró viendo como la policía se deba la vuelta a la calle en dirección a la entrada principal del lugar, maldijo por lo bajo quitandose su cubrebocas dejando expuesto su boca llena de sangre por el puñetazo.

-Hoseok...necesito ayuda para salir.-

...

¡Primer capítulo publicado!
Con 2761 palabras, este capítulo
lo comencé a escribir cuando la
idea paso por mi mente, después
de eso me puse a hacer el video
para tiktok y no pensé que les
interesara tanto D:

En fin, espero les haya gustado,
si tiene apoyo les juro que me
pongo a escribir el otro cap
pollitos.

Recuerden dejar su estrellita y lo
Siento por las faltas de ortografía✨

Yellow2Min
🍡11/12/20💛