128 |Sufrimiento|
Skylar
Han pasado unos días desde el baile de graduación, Damon y Stefan tienen encerrada a Elena y todo lo que hacen es torturarla por lo que estoy en su casa disfrutando su sufrimiento. Camino por los alrededores de la mansión Salvatore hasta que escucho un ruido tras de mi, sobresaltandome por lo que mi primer instinto es saltar sobre la persona, haciendo brillar mis ojos y que mis colmillos crezcan tal y cómo los de un lobo
—Ey, tranquila, soy yo—Murmura la inconfundible voz de una doppelganger, en un principio pienso que Elena se escapó pero al ver el cabello y el estilo de ropa descubro de quién se trata
—¿Katherine?—Interrogo saliendo de arriba de su cuerpo
—La unica e inigualable—Afirma con una sonrisa mientras le tiendo la mano y la levanto del suelo—Para no ser vampiro tienes fuerza
—Lamento eso, creí que eras alguien más—Me disculpo apenada
—¿Silas?—La miro sorprendida y ella me dedica una de sus sonrisas—Estoy al tanto de su llegada al pueblo
—¿Qué haces aquí? Klaus...
—Sé que Klaus está en el pueblo pero me enteré que recuperaste tus recuerdos y quise pasar a saludar a mi mejor amiga—Responde con simpleza—Me llegó tu amenaza, pero no creo que quieras cumplirla
—Trataste de matar a mi hermana, ¿Qué esperabas? ¿Qué te dijera: Adelante, matala?—Cuestiono molesta
—No sabía que era tu hermana y en cuanto lo supe me detuve, no maté a Hayley por ti—Asegura
—¿Por qué ahora? ¿Por qué detenerte luego de huir 500 años de Klaus?—Pregunto confundida
—Tengo una última oferta para intercambiar mi libertad, a Klaus no le ha importado mada en siglos y se encargaba de clavarles una daga a todos sus hermanos para evitar que los mataran así que pensé, ¿Qué es lo único de lo que estoy segura que Klaus realmente ama? La respuesta es obvia: Tú, eres su debilidad al igual que el es la tuya y no te culpo, siempre te han gustado los chicos malos—Afirma sonriente—Todo eso me llevó a unos rumores que escuché cuándo pasé por New Orleans, me enteré de una bruja en New Orleans llamada Jane Anne Deveraux que trama algo contra ustedes dos, las brujas rumorean que hay otra Trihibrida, pero que esta es diferente, no es pura—Sus palabras me asustan notoriamente y me llevo la mano al estómago, temiendo por esos rumores y que alguien pueda querer llevarse a mi bebé—Tu sangre se entremezcló con la de tu enemigo, creando una abominación a la que quieren eliminar, pero no aun, quieren terminar la tarea que no pudieron lograr que hicieras
—Mi bebé no es ninguna abominación—Aseguro molesta
—No creo que sea una abominación, pero las brujas lo creen y harán lo que sea para que muera, pero antes quieren que tanto tu cómo los tres Mikaelson restantes mueran y para eso necesitan a tu bebé
—¿Viniste a llevarme con ellas? ¿Planeas utilizarme para negociar tu libertad?—Interrogo desconfiada
—Claro que no, vine a advertirte—Asegura—Por favor, Sky, tienes que cuidarte y a tu bebé también, puedes contar conmigo para lo que necesites, se lo que se siente que te quiten a tu hija y no quiero que eso te pase a ti, sin importar si Klaus es el padre
—Lamento la desconfianza, estas arriesgando tu vida para que mi bebé y yo podamos vivir, debería agradecerte
—Puedes agradecerme en unos 8 meses con un trago o esta noche pidiendole a Klaus mi libertad—Sugiere y yo sonrío—Dicen que las mujeres se ponen más bonitas cuándo estan embarazadas pero no lo creí hasta que te ví, te vez iluminada, asombrosa
—Tu no te quedas atras, cada día te vez mas sexi—Halago y a lo que me dedica una de sus sonrisas coquetas que normalmente hacen que todos caigan a sus pies
—¿Me estás coqueteando?—Pregunta fingiendo asombro
—No, tu me coqueteas a mi—Afirmo divertida—Lamento lo de Elijah
—No importa, sin importar que tanto lo quisiera esa relación no iba a funcionar porque su hermano es un psicópata y porque amo a alguien más—Dice frustrada
—¿Stefan, cierto?—Asiente repetidas veces mientras hace una mueca—Elena y el terminaron, pero no creo que funcione porque aún la ama—Suspira frustrada y yo coloco mi mano en su hombro en señal de apoyo—No importa, tienes miles de opciones, ¿Sabes la cantidad de hombres y mujeres que matarían por estar contigo?
—Lo mismo digo, si un día decides que Klaus no te da lo que mereces todos estaremos aquí esperandote, o por lo menos yo, así que si quieres huir del drama de los Mikaelson y no sabes cómo, sabes a quien debes llamar—No creo que eso suceda nunca, pero es lindo saber que a pesar de todo ella me ofrece esto—Hasta pronto, Sky
—Hasta pronto, Kath—Me abraza fuertemente para luego dejar un beso en mi mejilla y desaparecer con su velocidad vampírica
—Sigamos hablando, si no seguimos hablando no puedo evitar escucharla y no soporto escuchar a Elena sufrir—Escucho que dice Caroline mientras me acerco a ella y Matt
—A mi en cambio me fascina, es mi segundo sonido favorito—Digo tocando mi vientre, el primero es el latido del mi bebé, el cual ya no suena cómo un zumbido sinó como un corazón—¿De que quieren hablar?
—No lo sé, de lo que sea—Dice desesperada—Tengo sus togas, supuse que lo olvidarían así que ordené las suyas junto con la mía, también tengo la de Elena
—Va a funcionar, Elena va a volver—Asegura el humano, pero yo opino que si Elena vuelve no va a ser ella misma sinó una bomba de tristeza andante
—¿Qué demonios hace ella aquí?—Pregunta molesta la ojiazul cuándo vemos a Rebekah entrar con unas bolsas
—Yo la invité, no seas grosera—Pido ingresando en la casa—Hola, Bekah
—Hola, no quiero interferir, pero se que en esta casa solo hay sangre y whisky así que vine a asegurarme que tu y mi sobrino o sobrina coman—Explica con una sonrisa para luego voltear a ver al ojiazul—También vine a ofrecer una ofrenda de paz, ¿Hamburguesa?
—Gracias—Dice el rubio tomando la cajita—Espera, ¿Dijiste sobrino?—Pregunta incrédulo para luego voltear a verme cómo el exorcista—¿Estas...? ¿Tu...? ¿Klaus...? ¿Ustedes...? ¿Cómo?
—¿Necesitas que te de la charla?—Me burlo al verlo a punto de sufrir un colapso—Tengo que practicar, en unos años voy a tener que darsela a mi hijo o hija así que si quieres te la doy
—¿Es vampiro?—Pregunta señalando mi vientre cómo si este albergara al anticristo
—Yo soy una Trihibrida así que supongo que es cómo yo—Explico confundida—Así que técnicamente es vampiro, pero a la vez no
—¿Es posible? ¿Tienes que beber sangre ahora?—Interroga introgado
—No tengo antojos de saltarte a la yugular así que tanto mi bebé cómo yo somos humanos por el momento—Parece asustado ante mis palabras por lo que se acerca a Caroline
—Si, gracias por venir, pero no estamos para visitas—Dice con una falsa sonrisa Caroline
—Yo la invité, si se va me voy también y me llevo las hamburguesas—Digo quitandole la hamburguesa de las manos a Matt
—Además, Matt mencionó que reprobará si no tiene con quien estudiar—Dice la Original
—¿Repruebas? ¿Por qué no me pediste ayuda?—Pregunta confundida la rubia
—Tampoco se la pedí a ella—Murmura irritado quitandome su hamburguesa de las manos
—¿Qué vas a reprobar?—Pregunto intrigada mientras le doy un mordisco a mi hamburguesa
—No voy a reprobar, solo tengo un mal promedio—Asegura por lo que lo miro con una ceja alzada—Historia, Italiano y matemática
—¡Matt!—Regaña Care
—He estado ocupado—Se defiende
—Lo ayudaremos entre todas, ese es el lema aquí, ¿No?—Dice Bekah
—No tenemos un lema—Dice molesta la vampira
—Mira, se que no somos lo que se denomina amigos, pero si tienes que estudiar, puedes contar conmigo—Aseguro—Iré a casa a buscar mis tarjetas, guías de estudio y más comida, todo va a estar bien—Salgo de la casa y me dirijo hacia mi auto, pero antes de poder llegar a este las llaves se mecaen, escucho un ruido y cuándo volteo me encuentro a Klaus parado frente a mi, o eso es lo que aparenta ser, ya que solo tardo unos segundos en darme cuenta de que se trata de Silas—Me asustaste
—Hola, preciosa—Para haber estado en la mente de Klaus es un pesimo imitador, el jamás me llamaría de ese modo
—¿Qué haces aquí? Creí que estarías con Elijah decidiendo si matarías a Katherine o no, hablando de eso, creo que no deberías matarla—Trato de disimular lo que sé mientras intento no pensar en nada relacionado a Silas porque, según tengo entendido, lee mentes
—¿Por qué no lo haría?—Pregunta mientras entrelaza su mano con la mía y me lleva en dirección al bosque, cosa que no me gusta en lo absoluto
—Porque te lo estoy pidiendo, ella es mi amiga.
—¿Lo es? No me parece que ese termimo le agrade mucho, tal vez mejor amiga—Se burla—Katherine es solo una perturbación de la naturaleza, no debería haber existido en primer lugar, así que si la mato le haré un favor a la madre naturaleza
—No la vas a tocar—Me sueto de su agarre a la vez que lo miro seria
—¿Qué haras al respecto? ¿Me matarás? Porque ambos sabemos que no puedes, Katherine tenía razón cuándo dijo que soy tu debilidad
—Tu no, Klaus lo es—Decido terminar con esta farsa y eso hace que me estampe contra un arbol, sujetandome de la garganta con tanta fuerza que no puedo respirar—Si vas a matarme, ten las agallas de hacerlo con verdadera forma, cobarde
—Ten más respeto, pequeña Trihibrida, yo no soy uno de tus lindos Originales, soy inmortal y quiero y puedo matarte—Dice serio
—¿Puedes? Tal vez, ¿Lo harás? No, ¿Y sabes por qué? Porque se sobre tu adorada alma gemela Amara—Afirmo maliciosa y su agarre se hace más ligero, aprovecho su momentánea debilidad para entrar en su mente y descubrir cómo lucía exactamente esta para poder jugar a su jueguito de cambiar de forma tal y cómo él. En su mente observo a Silas (Quien por alguna extraña y retorcida razón luce exactamente cómo Stefan) diciéndole a su promerida, Qetsiyah, que la amaba y que no quiere estar separado de ella, ni siquiera por la muerte.
Aunque sus palabras no son nada más que una mentira ya que, aunque Qetsiyah estaba profundamente enamorada de Silas y creía que su declaración de amor era genuina y verdadera, cosa que hizo que creara el hechizo de la inmortalidad, Silas no correspondía su amor ya que el estaba profundamente enamorado de otra chica, la cuál luce exactamente igual a Katherine y Elena, cosa que me deja totalmente confundida ya que si Silas luce igual a Stefan y Amara a Elena eso significaría que son sus doppelgangers
—No sabes nada sobre ella y tampoco lo sabrás, no llegarás a ver a tu bebé si no me dices dónde está tu amiga Bonnie, ¿Dónde está?—Me quedo callada ya que no tengo ni la más mínima idea de donde está, lo que hace que apriete su agarre nuevamente—¡¿Dónde está?!—Grita furioso—No está en casa, ni en ningún lado, Bonnie juega conmigo y no me agrada
—Te gusta tomar la forma de otras personas y jugar a jueguitos pero no te gusta que te lo hagan, no es nada justo—Digo obvia—Tal vez debería darte una prueba de tu propia medicina—Cierro mis ojos y me concentro en los recuerdos de su antigua amante, cuándo los abro noto que su mirada se ha ablandado y que ahora luzco cómo ella, incluso mi ropa es diferente y eso me alegra
—¡Tu no eres ella!—Grita lanzandome al suelo
—¡Y tú no eres Klaus!—Mi voz suena exactamente igual a la de Elena pero más suave y dulce, me irrita—Tienes razón, no soy Amara, soy mejor—Mis palabras lo molestan muchísimo ya que corre hacia mi y me lanza nuevamente al suelo de un golpe, pero la diferencia es que esta vez dejo de aparentar ser su novia y le devuelvo el golpe—Puedes fingir ser inmortal tanto cómo quieras, pero no eres rival para mi y lo sabes, conozco tus debilidades y puedo aprovecharlas
—Tu sabes mis debilidades pero yo se las tuyas, me aburrí de jugar a ser Klaus o torturarlo, pero tienes muchos seres queridos a los que puedo matar, se buena y traeme a Bonnie o tu hermana se muere—Ordena para luego clavarme una rama en el pecho y desaparecer, me quito la quito del pecho y corro hacia mi auto, pero antes de llegar a este me encuentro a "Elise" parada ahí
—Que decepcionante es que seas tan fuerte y a la vez tan debil, con razón tu madre te odiaba.
—¡Dejame en paz!—Corro hacia el muy idiota, pero me toma del cuello y me levanta del suelo
—Trae a Bonnie o mataré a las personas que más amas—Asegura para luego lanzarme al suelo, cosa que aprovecho para subirme al auto y llamar a Hayley
—Sky, creí que nos veríamos más tarde, si llamas para cancelarme luego de que me pase toda la tarde intentando aprender a hacer un pastel, te voy a golpear... Pero aún no, cuándo no estes embarazada—Se corrige rápidamente
—Hayley, necesito que cierres las puertas, no dejes entrar a nadie, ni siquiera a mi—Suplico desesperada mientras pongo en marcha el auto—Tengo las llaves, ¿Entiendes?
—¿Qué sucede? ¿Está todo bien?—Pregunta preocupada
—Solo hazlo, voy en camino—Digo antes de colgar, observo cómo una sombra pasa tras de mi auto y luego a Silas en la ventana, por lo que acelero y me dirigo a mi antigua casa mientras llamo sin cesar a Bonnie y le envío miles de mensajes. Unos minutos después llego a la mansión, al mismo tiempo que recibo un mensaje de Bonnie que dice que viene para acá. Coloco las llaves en la cerradura e ingreso en la casa
—¿Qué está pasando?—Interroga al verme entrar en la casa, la analizo una y otra vez hasta que descubro que es la verdadera Hayley y en ese momento me acerco a abrazarla
—Es Silas, dijo que te lastimaría—Informo preocupada
—¿Qué te pasó en el pecho? ¿Silas te lastimó?—Asiento y ella suspira—Este pueblo es tan extraño al igual que todos los que viven aquí, ¿Acaso queda algún humano normal? ¿O ya los exterminaron a todos?
—Queda Matt Donovan y... Solo el—Digo divertida mientras vamos a la cocina y ella sirve un vaso de agua para cada una—No te preocupes, todo va a estar bien
—Deberíamos irnos, no solo es peligroso para mi sinó que tu y el bebé estan en peligro—Sugiere bebiendo de un sorbo su vaso de agua, escucho que tocan la puerta y me acerco a abrir
—Skylar, escuché tus miles de mensajes, ¿Qué está pasando?—Pregunta confundida la morena
—Es Silas, quiere saber dónde estás, se mete en mi cabeza y me ataca—Explico abriendo la puerta, ya que puedo saber quién es Silas porque también estuve en su cabeza
—Skylar, ¿Qué sucede?—En un principio parece ser Hayley pero cuándo volteo solo puedo ver a Stefan, o mejor dicho, Silas
—¿Qué le hiciste a mi hermana?—Pregunto molesta
—Está donde la dejaste, pero no cómo la dejaste—Sonríe malicioso y yo corro a la cocina, encontrandome a la castaña tirada en el suelo con un pedazo de vidrio clavado en el cuello
—No, no, no, no—Murmuro sin parar cortando mi muñeca para poder darle de beber mi sangre, pero al estar desmayada no bebe—Hayley por favor, tienes que beber mi sangre—Insisto, pero no bebe por lo que comienzo a desesperarme, corro hacia el kit de emergencias que guarda en el baño y tomo una geringa, me saco sangre y luego se la inyecto en el pecho, pero no despierta y sus latidos disminuyen cada vez más—Por favor, Hayley, abre los ojos—Suplico sintiendo una opresión en el pecho y cómo las lágrimas comienzan a deslizarse por mis mejillas—Vamos, despierta, tienes que despertar, te juro que si lo haces nos iremos del pueblo, te conseguiré un novio guapo que en verdad te ame y te merezca, estaremos juntas—Su pulso es prácticamente nulo y eso me aterra—No puedo perderte a ti también, te necesito, seré mejor hermana, por favor—Hayley se levanta de golpe, jadeando por aire y yo la abrazo fuertemente mientras sollozo
—Ya eres una gran hermana—Susurra debil—La mejor
—No, tu lo eres—Aseguro y me sonríe levemente
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