◇33

Disfrutar de los bellos momentos entre Omega y Alfa era lo único que quería Jimin de ahora en adelante. Y la razón de ello era porque el y su esposo irían al centro comercial para comprar las cosas de los bebés y después irían al médico para saber el sexo de sus bebés.

Su vientre estaba demasiado grande por lo que ya le tocaba ir a revisión para saber que todo esté en orden. Jimin lucía un hermoso chándal negro con su suéter verde, sus zapatillas negras con un broche dorado en medio que lo dejaban ver hermoso y adorable.

Tenía tantas ganas de ver a sus bebés, moría por saber cuántos niños o niñas hay en su pancita. Perfumó su cuerpo tomando su bolso para salir, su alfa lo esperaba en la sala, ya que hablaba con el Alfa Taehyung sobre sus negocios.

Al verlos, ambos alfas no tardaron en prestarle atención al Omega, YoonGi sonrió al ver su hermoso esposo con esa vestimenta, su pancita muy notable y esas marcas en su cuello de lo que hicieron anoche en su oficina y su habitación.

Cosa que hizo sonreír al Alfa Taehyung.

─Alfa Taehyung, ¿cómo está? ─pregunta él Omega.

─Muy bien, gracias Jimin. Mira que grande está tu vientre, mis sobrinos no tardarán en salir de ahí. ─dijo sonriente mirando el vientre de Jimin.

─¿Y por qué no tiene usted algunos cachorros? Digo, mis hijos también querrán jugar con sus primos.

Dijo inocente, pero las mejillas y de Taehyung se tornaron rojas al sólo pensar en su Omega Jungkook con su pancita grande.

Negó y carraspeo.

─Aún es muy pronto para tener cachorros, yo soy más tipo a la antigua. Primero matrimonio y luego los bebés.

Jimin sonrió ante lo dicho, de seguro su mejor amigo no estaría de acuerdo con eso, él era más rápido o nada, aunque con el Alfa Taehyung sería diferente.

─¿Piensas casarte entonces? ─ahora pregunta YoonGi.

─¡Claro! En cuanto todo avance más, le pediré matrimonio. ─dijo seguro.

Jungkook se moriría si escuchara esto.

─Bueno los dejo, tengo que ir por mi Omega a su trabajo. Te mandaré los archivos a tu correo y en cuanto tenga más información de parte de... Ya sabes quién, te la mando, vale.

YoonGi asintió.

─Ve con cuidado.

El alfa asiente y se retira poco después. Jimin mira un poco estresado a su alfa, así que lo abraza dejando salir su aroma a frambuesas y eso pareció funcionar pues se relajó rápidamente.

─No te estreses amor, sea lo que ese tipo planee lo atraparan rápidamente.

─Quiero que eso pase ya, no puedo bajar la guardia porque sé que en cualquier momento puede pasarte algo o incluso a mí. ─lo abraza, dejó impregnado su aroma a menta por todo su cuerpo. El sólo imaginar que algo malo le pase a su Omega, su lobo se ponía como loco.

─Mientras estés tú, nada malo me pasará. ─se aparta un poco y besó sus labios.─ Deja esos malos pensamientos y vamos al médico para saber el sexo de nuestros cachorros, muero por saber que serán.

Dijo dando saltitos muy emocionado por saber de sus cachorros. Eso cambió cualquier ánimo del Alfa, sus hijos hicieron que eso cambiará.

─Muy bien amor, vamos. Primero al médico y después al centro comercial, así sabremos qué comprar.

─Me parece buena idea.

Ambos salieron de la mansión para ir rumbo al médico personal de YoonGi. Al llegar ambos fueron recibidos por reverencias por los omegas y betas, los esposos Min son tan poderosos que causaban envidias, esos betas y omegas les miraban extraños, no le dieron importancia. Llegaron a recepción, fueron recibidos por una enfermera.

─Buenos días, Alfa Min y Omega Min ─hizo una reverencia. ─¿Es que puedo ayudarlos?

─Venimos a una cita médica con el médico Kang.

─El médico Kang se ausentó de último minuto, se encuentra su hijo adoptivo el joven Abel Kang. ─les informa a lo que YoonGi se extrañó, ya que el médico no tenía hijos o que él supiera.

─Bueno, ¿podría atendernos? ─le pregunta.

En eso el médico, hijo del señor Kang salió. Ambos se miraron fijamente y no supo por qué YoonGi se sintió extraño, como si su lobo le advirtiera de algo. No sabía que era en ese presentimiento, pero no le dio buena pinta.

─Por supuesto que puedo atenderlos, soy Abel Kang hijastro del señor Kang, un placer conocer a los señores Min.

Lo dijo mirando fijamente a Jimin el cual lo miró algo extraño.

─Pasen por favor.

Jimin se apegó al brazo de su esposo, a él y su lobo les daba mala espina ese hombre el cual no les quitaba la mirada de encima. Jimin se sentía muy incómodo. YoonGi estaba alerta, algo no le parecía bien, pero aun así lo siguió al consultorio.

─Por favor siéntense.

La pareja tomó asiento y Jimin entrelazó su mano con la del Alfa. Por suerte su alfa dejó impregnado su olor, eso parecía calmarlo.

─Muy bien, Min Jimin. ¿Cuántos meses tienes de embarazo? ─saco un folder con hojas comenzado a notar.

─Tengo 3 meses exactamente. ─responde.

─Muy bien. ¿Ha presentado síntomas extraños que no vayan con su embarazo?. ─negó el rubio─ ¿Sangrado o dolor en el vientre?

─Hace poco tuve sangrado, fue por una impresión que tuve pero nada grave.

Menciona a lo que YoonGi se siente incómodo, ya que prácticamente fue su culpa aunque, por otro lado, no.

─Debe cuidarse muy bien Omega Min, no debería alterarse por nada y descansar, por lo que veo aquí usted lleva en su vientre una camada de cuatro cachorros.

Lo dijo de una forma no muy buena, sus ojos fríos y fijos en él rubio como si quisiera ver más allá de él.

─Lo sé, por eso hemos venido a saber si ellos están bien.

─Entonces procedamos, vamos a hacerle un ultrasonido para ver a los herederos Min.

Se pone de pie y Jimin se levanta junto a su esposo, siguieron por el pasillo al médico, entró aún pequeño cuarto donde tenía todo listo para ver los bebés.

─Acuéstate y levanta un poco tu suéter. ─Jimin lo hizo con ayuda de su esposo. Ya listo el médico prosiguió─. Le pondré este gel a su estómago, lo sentirá frío pero es normal.

Le coloca el gel a su ya abultado vientre y comienza a ver a los cuatro cachorros. Jimin sintió sus ojitos picar, era maravilloso ver a sus hijos en aquel aparato, YoonGi, por otro lado, besaba el dorso de la mano de su esposo, mirando orgulloso a sus hijos mientras los lobos de ambos aullaban felices.

Abel no quitaba de vez en cuando la mirada del rubio, el sólo verlo le provocó querer ir por él cómo un lindo regalo. Solamente tenía que esperar.

─¿Y puede decirnos el sexo de los bebés? ─le pide Jimin a lo que el médico asiente.

─Los gemelos por lo visto son dos hombrecitos, su corazón laten muy bien, ¿pueden oirlos?

Jimin miró a YoonGi y este le robó un beso, oír el corazón de sus hijos era hermoso; cosa que le molestó al médico.

─Son dos niños amor, tendremos dos niños. ─dijo con su voz entrecortada por la emoción.

─Si mi amor, tendremos dos. ─dijo con la misma emoción YoonGi, quien tenía los ojos acuosos.

─Bien, veamos los otros dos bebés. ─interrumpe el médico.

Movió el aparato mirando a los dos mellizos quienes se movían mucho y no se dejaban ver, frunció su entrecejo Abel hasta que al fin miro el sexo de los bebes.

─Bueno pues tendrán otro varón, y una hermosa niña felicidades.

Él Omega no evitó soltar sus lágrimas, al fin tendría una hija, su niña a la que tanto anhelo. YoonGi tomó el rostro de su Omega para besarlo, este era un momento para la pareja.

La emoción los segó, tanto que no sospecharon nada y eso le dio ventaja a Abel.

─Una niña, por un momento creí que tendría muchos niños. ─dijo Jimin.

─Tenía que salir una niña, además ya tengo el nombre perfecto para ella. ─le menciona YoonGi.

Jimin lo mira curioso.

─¿Qué nombre le pondrás?

El médico limpiaba el vientre del rubio, escuchando atento a la pareja.

─Min Ye-ji, como mi madre.

Eso le pareció muy tierno al Omega.

─Es perfecto, es hermoso. ─se volvieron a besar de la emoción.

Se levanta el rubio tapando su vientre.

─Muy bien señores Min, todo está en orden con sus bebés, sus corazones laten bien al tiempo de gestación que tiene. Ahora señor Min le pediré que me deje a solas con su Omega, ya que le haré algunas preguntas y le recetare algunas... Cosas.

Ambos fruncen el ceño algo confundidos, pero al final YoonGi aceptó.

─Estaré fuera amor, te esperaré.

─Está bien Gigi. ─le dijo no muy convencido de estar a solas con ese médico que no le quita la vista de encima.

Le dio un beso en su frente y salió de ahí. En eso su teléfono sonó con la llamada de Taehyung. Contesta caminando por el largo y solitario pasillo, era extraño no ver más personas con lo que se le suele llenar de gente al señor Kang.

Mientras tanto Jimin estaba sentado en la silla mientras el médico le revisaba y preguntaba algunas cosas, decir que no estaba nervioso era mentira, el médico se le quedaba mirando muy, pero muy extraño. Su lobo estaba nervioso, algo no andaba bien o presentía algo malo del alfa frente a él.

─Ya está todo hecho señor Min. Me alegra decirle que sus bebés están sanos y usted en perfecta salud.

─Si es todo mejor me voy, mi alfa espera por mí.

Trato de ponerse de pie muy nervioso, pero el alfa médico no lo dejo, tomó su mano poniendo más nervioso al Omega. Le dio una sonrisa algo siniestra, Jimin trago grueso.

─Aún no se puede ir, le falta su receta médica y también sus pastillas. ─Jimin las tomó y el alfa no parecía querer soltar su mano.

─Me podría soltar, ya-ya me tengo que ir.

─Por su puesto, hermoso. ¿No le molesta que le diga así verdad? Porque déjeme halagarle con mis sutiles encantos para un Omega de cabello rubio y ojos tan... Hermosos. Me preguntó qué fue lo que miro en Min YoonGi, es alguien tan... Horrible.

─¡No le permito que diga esas cosas de mi esposo! ─le grita en reclamo.

─¡No me grites, maldito Omega! ─Usó su voz de mando de alfa, que hizo temblar al rubio. Jimin sintió su mano muy entumecida por la fuerza que ejercía el alfa sobre él, tenía miedo, mucho miedo será que él...

Con YoonGi.

─¿Qué pasa amigo?

─¿Dónde estás?

Se escuchó su voz algo preocupada.

─En el médico, vine con Jimin para saber sobre el sexo de mis hijos ¿Por qué suenas tan alterado? ¿Pasó algo?

Se detiene mirando la puerta abierta de una sala médica.

─Pasa todo. Me acaban de avisar que atraparon a ese tipo que te ha estado siguiendo y no es todo YoonGi, al parecer el investigador dio con alguien más involucrado en todo esto. Necesito que vengas rápido a tu mansión.

─Estaré ahí enseguida.

─Por favor ven rápido.

─Entiendo.

Cuelga.

La noticia de que atraparon a ese infeliz al fin le dio algo de paz, le golpearía por matar a sus padres y después le haría lo mismo al infeliz por hacer que su vida fuese una mierda. Iba a darse la vuelta, pero un ruido dentro de la puerta le impidió dar un paso más. Camino lentamente adónde el ruido, se escuchaban algunos golpes, así que cuando llegó ahí, sus ojos se abrieron de par en par.

─¿Doctor, Kang? ¿Pero qué...?

─¡YOONGI!

Se escuchó el gritó de su Omega y rápido corrió hacia la sala, su alfa supo que algo malo había pasado, abrió la puerta de una sola patada, miró al médico Kang saltar por la ventana sin importarle clavarse algunos vidrios. Jimin se aferró a su alfa, sintiendo ese alivio de protección.

─¿Qué pasó amor? ¿Qué fue lo que te hizo?

Jimin lloraba en su pecho, esto lo asustó mucho.

─Nene, ¿Qué fue lo que pasó? Amor necesitó saber.

Jimin salió de escondite mirando a su esposo, entonces YoonGi se dio cuenta de su mejilla roja y su labio lastimado, decir que la sangre hervía era poco, sus colmillos estaban por salir y su ojo se tornó violeta. El rubio temía que hiciera una locura, estaba por transformarse en lobo así que lo pudo persuadir con su olor a frambuesas, eso ayudó un poco.

─¡Amor no hagas una locura, por-por favor detente Yoonie, por favor!

Suplico aferrado al pecho su esposo, el cual subía y bajaba. YoonGi lo abrazó, al igual que también se escucharon las sirenas de la policía a lo lejos.

Ninguno de los dos supo qué fue lo que pasó, ¿quién era ese tipo? Pero de algo tenía claro YoonGi; era que su rubio corría más peligro de lo que ya de por sí corría, y ese hombre tendría que darle unas buenas explicaciones sobre lo que trama, porque no piensa perder otra vez lo que más ama en la vida y eso era Jimin y sus hijos.


Ambos entraron a la mansión después de aquel caos que se vivió en el consultorio del médico. Jimin se fue a dormir mientras era abrazado por su Alfa. Al parecer ese tal Abel Kang se hizo pasar por el hijo de su médico, el cual estaba encerrado junto con su personal en aquel cuarto que miro abierto.

Su esposo fue golpeado y amenazado por ese hombre, lo segó la furia y gracias a su Omega sus sentidos de matanza se apagaron. Ahora sabía que ese hombre tenía más de un tipo mandado por él para hacerles daño, aún más si tiene una obsesión por su esposo.

Lo que más coraje tenía era que dejo que mirara a sus hijos, tocará a su esposo y que en su cara no miro las señales que su lobo le indico. Se repudia por ello, jamás se perdonaría una tontería por lo que llegue hacerle a su Omega. Ahora ni siquiera sabía si realmente Jimin llevaba tres hombrecitos y una mujer en su vientre.

Toda esa situación le daba dolor de cabeza, sé sentía un Alfa inútil por dejar que su Omega corriera peligro, haciéndolo sentir menos por no hacerle caso a sus instintos.

Jimin no podía dormir, el cómo le habló aquel alfa lo dejo tan atemorizado que el sólo cerrar los ojos y escuchar esas palabras que le dijo. Lo más extraño de todo fue cuando él mismo cambió de "opinión" por qué él fue quien le dijo que gritara por ayuda. Jimin no lo supo o más bien no lo entendió, pero él gritó el nombre de su Alfa como él se lo dijo.

Fue demasiado extraño, era como si tuviera doble personalidad.

El olor amargo llegó a sus fosas nasales, su alfa seguía tan humillado por dejarlo solo y él no quería que eso pasara; él no tenía la culpa de nada.

─Amor, tu olor me hace picar la nariz.

Le dice para luego destapar un poco su cuerpo de las mantas que lo cubrían.

─Perdón cariño.

Se subió sobre su regazo para luego besar esos labios delgados, ahora lo necesitaba, quería quitar esa idea de su cabeza aunque sabía que no podría del todo.

─Amor, no estoy de humor. ─lo aparta.

─Lo sé, pero sé que te sientes culpable de algo que no tienes la culpa, no sabías que era un loco mandado por aquel tipo, no te sientas mal.

─No puedo amor, es que... Ese maldito te golpeó y mi lobo me lo advirtió, pero no hice caso. Me siento como la mierda ahora mismo, te golpeó tu hermoso rostro, miro a nuestros hijos, te toco amor ¡Comprende eso!

Dijo muy molesto. Su lobo se sentía humillado por lo que pasó y dejó pasar, su Omega salió lastimado y todo era su culpa.

─Yo también sentía que algo no estaba bien, mi lobo también me lo dijo, así que no te culpes de todo mi amor. ─le robo un besito─. No pasó nada grave y ahora lo están buscando, así que deja esos malos pensamientos aun lado y relájate, te amo y odiamos verte así.

YoonGi tocó su vientre sonriendo un poco, sus hijos eran su mayor orgullo y su esposo el amor de su vida, estaba tan feliz de tenerlos a su lado y no solo como siempre pensó en estar. Eso pareció calmar sus molestias, suspiro y empezó a besar el rostro de su lindo Omega haciéndolo reír.

─¿Cómo le haces para cambiar mi temperamento mi amor? ─le pregunta mientras acaricia sus piernas desnudas, ya que solamente tiene puesta una camisa grande de su alfa.

─Creo que mi aroma y nuestros bebés funcionan bien. Además, siempre fuiste un alfa enojón, desde que te conocí hasta ahora que estoy aquí contigo, te amo y esa es mi paciencia más grande que tengo.

El Alfa sonríe.

─Ahora entiendo por qué me soportas tanto.

Ambos empezaron a reír, su humor cambió por completo, pero eso no duró con el mensaje de Taehyung.

─Tengo que salir, Taehyung dijo que ya trajeron aquel hombre que está detrás de todo esto.

─No me dejes solo amor, que tal si vuelve algunos de hombres, tengo miedo.

─No pasará amor, estás rodeada la mansión por buenos oficiales, estarás bien además llame a Jungkook para que te haga compañía en lo que regreso.

Le dice apartándose de su cuerpo para poder tomar sus cosas e irse. Jimin arqueo una ceja al ver su vestimenta, unos pantalones negros de cuero, sus botas y camisa negra en V dejando ver su pecho y esa chaqueta de mezclilla, se miraba jodidamente sexy e intimidante.

Concéntrate Jimin, este no es el momento para eso.

─Ten cuidado amor, por favor avísame cuando vengas.

─Lo haré lo prometo.

Beso sus labios y luego le dio otro besito a su vientre.

─Te llamaré cualquier cosa, cuídate y no te preocupes demás, estaré bien.

Tomó sus llaves y salió de ahí dispuesto a romperle la cara a ese infeliz maldito. Tenía tantas ganas de matarlo a golpes, pero se aguantaría hasta que le diera las respuestas que él quería.

Mientras tanto alguien se disfrazaba de mujer para sí poder acercarse al rubio una vez más.

Las cosas para los Min, no serían igual.

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