- ᴠᴇɪɴᴛɪɴᴜᴇᴠᴇ: ¿ϙᴜᴇ́ ᴛᴇ ɢᴜᴀʀᴅᴀs? -

— ¿Qué haces aquí? — preguntó sin abrir del todo la puerta.

— Tenemos un proyecto que no hemos acabado — respondió con tranquilidad.

Rodó los ojos delante suyo quitando el seguro de la puerta de mala gana, para dejarlo pasar. El chico se abrió paso caminando hasta la sala esperando a Jiyu quién se quedó cerrando la puerta, caminó detrás de él con los brazos cruzados, mantenía el entrecejo fruncido, seguía molesta, si no fuera por ese proyecto no lo hubiera dejado pasar, empezó a creer que Jay solo la había arrastrado a ser su pareja en el proyecto para tener una excusa para buscarla, excusa que también ella había usado, y al caer en cuenta de ello solo maldijo entre dientes antes de llegar hasta él.

— ¿Tu madre no está?

— Trabajará doble turno hoy.

Ambos llegaron al comedor en dónde se sentaron frente a frente. Ella suspiró, volvió a cruzar sus brazos por encima de su pecho, Jay observó las fotografías en el mueble de ella siendo una exitosa deportista.

— Pensé que ya no ibas a guardarte cosas — comentó.

Ella de inmediato supo a qué se refería, rodó los ojos, se sentía incómoda por lo que no pudo sostenerle la mirada. Se terminó levantando de su asiento para tomar cada una de las fotografías y meterlas dentro de un cajón, fue entonces que Jay notó del espejo roto del comedor, parecía como si lo hubieran estrellado del centro.

Se levantó para ir a la sala descubriendo el espejo bajo la sábana que había ahí, de igual manera también roto, inclusive había aún pequeños fragmentos en el suelo indicando que ello había sido reciente. Volvió al comedor parándose justo frente a ella y tomó sus manos para captar su atención.

— ¿Quebraste los espejos? — preguntó directamente.

Ella volvió a desviar la mirada, intentando zafarse de su agarre, él lo tomó con firmeza y notó de pequeños cortes en sus manos, raspones confirmando así que ella los había quebrado. Tiró su cabeza atrás para tomar aire y sonar calmado, mientras que ella solo evitaba en contacto visual.

— ¿Por qué?

— Tu reflejo y el mío no han dejado de molestar, golpean una y otra vez los espejos y cuando los descubro solo ríen, me estaban volviendo loca, así que rompí todos los espejos de la casa.

Ahora sí que había le veía a los ojos, estaba sería, nunca antes había visto ese tipo de mirada en ella; el infló una de sus mejillas y luego pasó saliva buscando algo con que responder.

La casa se había sumergido en el silencio, escuchándose de únicamente el tick tack del reloj de la sala, ambos viéndose directamente a los ojos mientras sus respiraciones iban sincronizándose.

— ¿Que carajos te has estado guardando, Jay Park? — preguntó de manera ronca, baja, y con cierta decepción.

Cerró sus ojos con pesadez liberando todo el aire en sus pulmones, el agarre en las muñecas de Jiyu se fue suavizando, sin embargo no las quitó, y ella al notarlo tampoco quiso zafarse, quedando aún unidos.

— No puedo...

— ¡Por Dios! ¿Sigues con eso? Tu maldito reflejo está acechando a mí, junto a mi reflejo, ¿Y aún no puedes decirme que es lo que te guardas? — terminó interrumpiendo — Lo preguntaré una vez más, ¿Qué es lo que te has estado guardando, Jay Park?

Él suspiró con gran pesadez, sintiéndose rendido, acorralado y sobretodo agotado, nunca lo había hablado, con nadie, absolutamente nadie, reconocía que esto solo había hecho que todo se complicará, pero aún así no lo había hablado, y ahora se veía obligado a decirlo.

Liberó finalmente las manos de Jiyu y dejó caer sobre la silla para sentarse, tomando una bocanada de aire pensando en por dónde comenzar, y es que la verdad, aún teniendo un comienzo no quería empezar por ahí, aún quería reservarse ello, aún quería cargar el solo con ello, aún cuando esto solo le da fuerza a su reflejo que finalmente aparecía después de tanto en un espejo.

— Tengo miedo de como llegues a reaccionar — comenzó a hablar — Jiyu, verdaderamente me importas.

Ella se cruzó de brazos soltando una rusa nasal, sin gracia.

— ¿Tanto te importó para no querer decirme o es tanto tu miedo que tus supuestos sentimientos por mi son tu excusa?

Ahora Jay fue quien rió cortamente apoyo su cabeza en el respaldo de la silla y su mirada fue al techo de la habitación mientras su risa se iba apagando.

— Un poco de ambas, para serte sincero — admitió aún con esa sonrisa en rostro — No miento al decir que me gustas, me gustas desde hace bastante tiempo, pero también tengo miedo.

— ¿Me escogiste como tú invitada solo por gustarte?

— Sí.

— ¿Sook te gustaba también al momento de usarla como invitada?

— No, me parecía atractiva, jamás había escogido un invitado por parecerme atractivo o gustarme como ahora contigo — comenzó a decir volviendo su vista al techo, marcándose la manzana de Adán por la posición — No pensaba escogerte como invitada, pero llegaste sola a mí.

— Ni-ki fue quién mi invitó — recordó.

Jay volvió a verle, se enderezó, apoyo sus codos en sus rodillas y una sonrisa ladina apareció en su rostro, estiró uno de sus brazos para tomar el rostro de Jiyu.

La tomó por la mejilla acunando su rostro acercándose más y más a ella, su piel se erizó ante su toque, sintiendo un espasmo, las cosquillas en su estómago volvieron aparecer, sus rostros se acercaban, sintiendo sus respiraciones chocar con el otro.

Entonces la mano de Jay bajó por su cuello, acariciando lentamente hasta bajar del todo dejando al descubierto su clavícula, haciendo que se avergonzara.

— Sí, él te invitó, pero bebiste de mi sangre esa noche y yo tomé de la tuya, eso te vuelve mi invitada.

Susurró haciendo presión sobre la piel descubierto, a lo que ella se quejó, entonces un ardor se extendió por esa área en dónde Jay presionaba.

— ¿Q-qué? — jadeo ante el ardor.

— ¿Quieres saber que es lo que me guardo? — preguntó de manera retórica — Te hice beber de mi sangre una y otra vez. Bebí de tu sangre de, también fui yo quien desencadenó a tu reflejo, también fui yo quien le dijo a Chaeyeon que es lo que éramos...

Se levantó de inmediato haciendo caer la silla en dónde se encontraba sentada, tropezando con esta misma provocando que cayera de bruces contra el suelo, volvió sentir arder su piel por lo que se llevó una mano a ese lugar.

— ¿Q-qué dices? — su voz sonó rota aún desde el suelo.

Él caminó hasta ella, acariciando con gran cariño su rostro, con cuidado, fue quitando la mano de su hombro en dónde ardía, su piel había enrojecido, se sentía quemar. Entonces fue cuando notó dos pequeñas marcas, dos puntos.

— Ya he roto las reglas varias ocasiones, que las rompa una vez más no habrá diferencia — empezó a decir.

— No entiendo — soltó un sollozo.

Jay volvió a sonreír, comenzado a desabrochar los tres primero botones de su camisa descubriendo de esta manera su hombro y clavículas.

— Beber de mi sangre directamente hará que me vuelva tu invitado, ya has bebido antes en aquella fiesta, pero no cerramos el ritual, no de mi lado — comenzó a explicar.

— ¿A esto te referías cuando le dijiste a Sunoo que podría ser uno de ustedes? — preguntó con notorio miedo.

Él parecía haber planeado todo, desde el principio él había movido todo para llegar a esta situación, absolutamente todo había estado siendo movido por él y esto le aterraba.

Él no dijo nada, siguió acariciando su mejilla con gran cuidado, no lo negaba, el tacto de Jay era tan cálido, le agradaba, sin embargo esta misma calidez le causaba escalofríos, y solo terminaba temblando ante cada tacto.

— No lo haré — respondió — Jay, no beberé de tu sangre, recuperaré mi reflejo, no seré como ustedes.

Él no pareció sorprenderle, sonrió cortamente y volvió a abotonar su camisa para después besar su frente con dulzura.

— Jungwon dijo lo mismo — habló bajo — Jiyu, jamás participes en el brindis, no lo hagas nunca.

La jaló hasta él para envolverla entre sus brazos, volviendo a besar su frente, estaba confundida.

¿Todo lo que había dicho era verdad?

Entonces cuando sintió una lágrima caer sobre su rostro esto le confundió aún más de lo que ya. Jay lloraba y no sabía la razón.

『Playlist』

♫︎ Dancing With The Devil - Breaking Benjamín
♫︎ Paranoid - Palaye Royale
♫︎

Me quedé hasta tarde escribiendo esperando la presentación de los Enhypen en los MAMA, me quedé dormida antes de que pasaran ;-;

Ni modo, no sé desvelen y tomen agua.

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