- ᴏɴᴄᴇ: ᴅᴇsᴄᴏɴғɪᴀɴᴢᴀ -

Sabía bien que era muy baja la posibilidad, pero se aferró a ello hasta la última clase en que Jay volvería a la escuela y se sentaría en el puesto octavo de la segunda fila, como usualmente hacía, pero no fue así; todo el día el lugar se mantuvo solo, varios de sus compañeros habían estado especulando de que pudo haber sucedido para que Jay saliera de la escuela de tal manera, faltaba a clases con regularidad, pero no era alguien que estando en clases se las saltará, y ello lo volvía inusual, sumando eso el hecho de que la chica con el tercer mejor promedio en la clase había salido corriendo detrás de él, daba para hablar.

Se recostó sobre la paleta de la butaca esperando a que ingresara el profesor de la última clase, solo eran cincuenta minutos más para irse a casa, o más bien ir a buscar a Jay y poder disculparse, incluso cuando había corrido tras el chico aún la culpa no era tan fuerte, pero con el paso de las horas esa escena de ella reprochando y tirando en cara la desaparición de su familia se repetía una y otra y otra vez haciendo que ahora sí se sintiera completamente abatida por la culpa.

— ¿Y qué? — alzó la cabeza para encontrar a Chaeyeon delante suyo comiendo una paleta.

Le sonreía falsamente mientras mantenía la paleta en la boca, su largo cabello anaranjado caía por sus hombros como cascadas, en verdad creía que lucía muy bien, siempre se había sentido algo opacada cuando era amiga de ella, Chaeyeon siempre destacó por ser muy linda, y ahora que la pubertad había hecho su trabajo se había convertido en una chica muy guapa.

— ¿De qué? — no fingía, no entendía a qué se refería.

Chaeyeon sacó la paleta de su boca viendo el dulce con seriedad y luego sonrió. No entendía que le parecía alegre o qué le divertía.

— ¿Qué sucedió entre Jay Park y tú? — preguntó directamente, apoyo ahora ella su cabeza en el butaca de la chica.

Jiyu se sentó de manera recta en su butaca buscando tener distancia entre ambas.

— No es algo que debas saber — dijo.

La joven soltó una risa.

— No es si debo o no, te di información, ahora paga — volvió a meter el dulce en su boca — Además, a nadie le importa lo que tenga que ver contigo o Park, así que miedo por el que se divulgue no hay.

— ¿Cómo sabías tu que Jay es el niño del incidente ese?

Chaeyeon le sonrió de manera juguetona alzando ambas cejas. Sabía más que eso o por lo menos sabía quién podía saber más de ello.

— Te lo diré, pero tú me dirás lo que hay entre ambos, es más, por el aprecio que te tengo por haber sido amigas no te pediré nada más fuera de eso, ofertón ¿No?

A decir verdad, sí, era muy tentadora su propuesta, podría saber más de Jay solo si decía lo que había entre ellos, podía mentirle, y ella no se daría cuenta, era algo por lo que valía la pena. Entonces asintió para que contará lo que sabía.

— Soo me lo dijo, si quieres saber más detalles ella es la indicada.

— Pero Soo ni siquiera lo conoce — comenzó a dudar.

Chaeyeon volvió a sonreír como si estuviera disfrutando de la situación, sabía lo que acaba de hacer, había sembrado la desconfianza en la única amiga que Jiyu tenía y confiaba plenamente. Chaeyeon no estaba mintiendo, pero eso no quería decir que fuera buena persona, había hecho eso con claras intenciones y ello le divertía.

—  De cortesía, Soo me dio esa información a cambio de información tuya, pero esto si no te lo diré — sonrió como si fuera las mejores amigas — Ahora, ¿Qué hay entre tu y Park?

Jiyu estaba completamente consternada por lo que le acaba de decir, ¿Soo había pedido información de ella? ¿Para qué? Había comenzado a sentir desconfianza de aquella chica, no estaba prestando mucha atención a lo que pasaba, por lo que la pelinaranja volvió a preguntar para sacarla de su trance.

— Me gusta Park — mintió, pero su voz no había sonado segura.

No podía sonar segura cuando estaba dudando de su única amiga y mayor confidente, había muchas cosas en las que estaba pensando en ese momento.

— Cuando quieras decirme la verdad, sabes dónde encontrarme —  le guiñó el ojo y se despidió dando dos toques en su cabeza levantándose para volver a su lugar.

El que supiera que le mentía pasó a segundo o quizás hasta tercer plano, en su mente solo estaba la desconfianza que había empezado a sentir respecto a Soo, ¿de verdad ella sabía de Park? Esa era la principal pregunta en su cabeza respecto a ello, la comenzó a doler de tanto pensar, se sintió enjaquecada, era mejor no darle tanta vuelta al asunto, debía prestar atención en clase y ver la forma en disculparse con Jay, luego buscaría a Soo para pedir explicaciones, después de todo, pensarlo no le ayudaría en nada en este momento, estaba atrapada en clase y si escapaba solo haría que se metiera en más problemas con su madre. 

Llegó a casa dándose cuenta que su madre aún no volvía del trabajo, dejó su mochila en la habitación y bajo rápido para ir a casa de Jay a buscarlo. Aún pensaba en las palabras de Chaeyeon respecto a Soo, pero ello ahorita no era importante. Cruzó la calle.

— Jay no está — volteó a dónde provino la voz.

Apenas había cruzado la calle, todavía no se acercaba a la casa del chico, cuando le habían parado. Estaba uno de los chicos de la fiesta sentado en la banqueta con un sudadera y gorra cubriendo su rostro, por lo que no podía saber exactamente quién era, y aunque viera su rostro dudaba en recordar el nombre.

— ¿Disculpa? — se fue acercando a él.

El chico se puso de pie y acortó la distancia entre ambos, se quitó la gorra y pasó una mano por su cabello, no recordaba su nombre, pero sabía que era el chico que había estado sentado de cabeza en el sofá.

— Sé que buscas a Jay, pero no está.

— ¿Sabes dónde está? Quiero hablar con él.

El chico camino un poco hasta ponerse en la sombra, ella lo siguió.

— Sí, pero no quiere verte, está enojado — declaró.

Jiyu suspiró.

— Por eso quiero verlo, ¿Está dentro?

— No está — volvió a decir — Soy Jake, seguro no recordabas mi nombre.

Le sonrió de manera amigable, la sonrisa de Jake era amplia y muy atractiva, le había gustado su sonrisa por lo que no pudo evitar devolverle el gesto un tanto apenada. Jiyu siempre habría creído que su sonrisa no era linda, en realidad no le gustaba.

— Te recuerdo... No quiero ser grosera, pero de verdad quiero hablar con Jay.

— Espera a qué vuelva, Jay no dura mucho tiempo enojado — habló mientras volvía a pasar su mano por su cabello — Aunque depende del motivo.

Jiyu desvió la mirada, se mordió la mejilla internamente, no lo conocía, pero imaginaba que lo suyo había sido algo fuerte como para a las horas estar como si nada. Quería realmente disculparse, se había comportado muy grosera con él, incluso cuando se había ofrecido ayudarla y responder todas sus dudas, el que se disculpara no garantizaba que lo volviera hacer.

— ¿Puedo preguntarte algo?

— Ya lo hiciste.

Jiyu rio cortamente.

— No, me refiero, aparte de eso — Jake hizo un ademán para que continuara — ¿Cómo puedes perder el reflejo?

Jake se quedó pensativo un momento. Sabía a qué se refería, después de todo Jay ya había conversado con ellos de eso mismo antes, así que lo que realmente pensaba era si responder a no, no era algo que le correspondiera, pero imaginaba, a como se comportaba, que estaba algo desesperada por obtener respuestas.

— Hay muchas formas, es ambigua tu pregunta — respondió finalmente.

— ¿Cuáles son esas formas? Bueno, Jay no tiene reflejo, yo no tenía, pero lo recuperé después de la fiesta, aunque actúa raro ahora...

— ¿Raro? — ella asintió — Oh, debiste decir eso antes.

— ¿Por?

Jake ya no le respondió, sacó su celular marcando a alguien mientras esperaba que este le respondiera.

— No confíes en tu reflejo desde ahora — aconsejó aún esperando a que su llamada fuera atendida.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top