────── 𝐜𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐮𝐧𝐨







— ¡Madre! — Visenya corre hacia su madre en cuanto esta entra a sus aposentos. 

Rhaenyra sonríe con los labios juntos evitando hacer una mueca por el dolor que sentía. Este parto no había sido muy complicado como lo había sido con el de su primogénita pero como cada parto era agotador, no ayudaba tampoco el hecho de que tuvo que subir y bajar un tramo largo de escaleras para no darle el gusto a Alicent quien demandó ver al pequeño Joffrey apenas nació.

— Mira. — el hermano menor por un año de Visenya, Jacaerys, abre la tapa de la urna mostrando un huevo de dragón de color oscuro. 

— Escogimos un huevo para el bebé. — Lucerys de seis le dice a su madre.

— Ah, ese parece ser uno perfecto. — sonríe Rhaenyra mientras era ayudada a tomar asiento por su guardia jurado; Harwin Strong.

— Dejamos que Luke escogiera. — le dice con una sonrisa la pequeña Visenya sentándose al lado de su madre. Rhaenyra acaricia su mejilla.

— Gracias, chicos. — agradece Lucerys a sus hermanos mayores.

— No diario sale un huevo de la fosa, princesa. — empieza hablar el guardia jurado colocándose al lado de Sir Laenor quien seguía cargando al bebé Joffrey. — Pensé que sería mejor escoltar a los jóvenes.

Rhaenyra asiente con su vista clavada en él.

— Laenor y yo le agradecemos.

— Otro niño, escuché. — Rhaenyra y él comparten una mirada llena de complicidad para luego sonreírse mutuamente.

Visenya no pudo evitar notar la mirada que después Sir Harwin le dio a su pequeño hermano: una mirada llena de anhelo.

— Que buen caballero vas a ser ¿eh? — murmura Laenor hacia el bebé Joffrey mientras lo arrulla.

— ¿Puedo...? — le pregunta a la princesa pero su vista sigue clavada en el bebé.

— Sir Harwin quiere ser presentado ante Joffrey. — le dice Rhaenyra a Laenor.

Laenor mira unos segundos a Rhaenyra antes de apretar los labios y asentir.

— Por supuesto. — con cuidado coloca a Joffrey en los brazos del caballero.

— Joffrey ¿no es así? 

Laenor tararea una afirmación.

Harwin sonríe mientras se balancea para arrullar al bebé.

— Padre ¿podría cargar a Joffrey? — Lucerys se acerca con la intensión de cargar al bebé pero Laenor lo detiene.

— No, no, no. — los aparta a los dos ya que Jacaerys también se había acercado con esa intensión. — Devuelta a la fosa del dragón ustedes dos antes de que alguien tenga que buscarlos.

— Ay vamos. — se queja el menor mientras era arrastrado junto con Jacaerys fuera de la habitación.

— ¿Puedo ir yo también, padre? — pregunta con esperanza Visenya.

Laenor y Rhaenyra comparten miradas a lo que la mayor niega con sutileza. No era un secreto para nadie del castillo que la primogénita de la princesa Rhaenyra era revoltosa, le encantaba ser traviesa pero sobre todo volar en su dragón junto a su padre.

Lastimosamente hace apenas unas lunas ella y Laenor volaron por Dragonstone y solo puede decir que tuvo suerte ella de haber salido con vida del ataque de Cannibal. Su dragón; Drakon, no contó con esa suerte y terminó siendo devorado. Laenor y Rhaenyra pasaron días con su hija en sus aposentos ya que la pobre princesa aún tenía en mente la imagen de su dragón, su mejor amigo, siendo devorado frente a sus ojos.

Tiempos oscuros para la pequeña Visenya.

Lo último que la heredera al trono necesitaba ese día era tener que lidiar con su hija triste al ver los dragones de sus hermanos.

— Estoy segura de que tu madre necesita más tu ayuda que Jace con su dragón. — la sonrisa de Visenya se apaga cuando su padre, soltando lo que dijo, simplemente salió de los aposentos cerrando la puerta tras sí.

Rhaenyra acaricia la espalda de su hija para reconfortarla.

Visenya observa aburrida como Harwin sigue balanceándose con su hermanito en brazos.

Harwin mira a Rhaenyra y sonríen mutuamente. Lo que desconcertó a la menor.

— Dormido frente al comandante de la ciudad... — Harwin sonríe con diversión. — Una terrible falta de respeto.

— Temo que cierta insolencia corre dentro de la familia. — con un ademan señala a su hija haciendo que Harwin ría por lo bajo y Visenya frunciera su entre ceja.



ˏˋ°•*⁀➷




— ¡Abuelo! — Visenya corre hacia Viserys quien estaba con lord Lyonel Strong observando a los jóvenes príncipes entrenar con Sir Criston Cole y Harwing Strong.

— ¡Ah! mi niña... — la recibe el rey para sentar a su única nieta en sus piernas. — Al fin te veo, ¿dónde te has metido? 

— Madre insiste en que tome clases con la septa Marlow. ¿Podrías hablar con ella? ¡Ni siquiera me dejó ir a la fosa el otro día con mis hermanos! 

Viserys solo ríe hacia el Lyonel Strong y Visenya no pudo más que cruzar sus brazos al ver qué, de hecho, él no planeaba hablar con su madre.

— Esto es correcto, Lyonel. — sonríe el rey hacia su Lord mano. Visenya se desanima al ser ignorada pero decide concentrarse en ver a sus hermanos menores. — Jóvenes que aprenden juntos, entrenan juntos, que se derriban y luego se levantan. Ellos formaran un vínculo de por vida ¿no crees?

Lord mano se remueve algo dudoso.

— Es lo que esperamos, Majestad. — atina a decir.

Visenya hace una mueca de desagrado cuando ve a su tío Aegon detener su entrenamiento para quedarseles viendo a unas sirvientas que pasaban por ahí y a las cuales se les mostraron muy incómodas ante la mirada del Targaryen.

— Aegon. — le llama la atención Criston Cole.

— ¿Ah? Gané mi primer combate, Sir Criston. — se encoge de hombros señala el muñeco de paja — Mi oponente demandó piedad.

— Ahora tiene un nuevo oponente, mi príncipe guerrero. — empieza a decir el Guardia jurado — Veamos si puede tocarme usted y su hermano.

Aegon se mofa despreocupado.

Mientras Criston Cole se prepara para su combate entre los dos Targaryen en la escena entra Harwin Strong la lo que Visenya juntó su entrecejo confundida.

¿Él que hacia aquí?

Criston cole esperó a que alguno de los jóvenes iniciaran y, mientras más ataques recibía por parte de los Targaryen más rápido los esquivaba.

Visenya se burló.

¿Enserio Aegon y Aemond tuvieron una pizca de esperanza en ganarle a un Guardia real estrictamente entrenado?

›› — Deben hacerlo mejor que eso. — Se burla Criston.

Harwin miraba atento el combate hasta que vio a Lucerys y a Jacaerys en una esquina del campo sin hacer nada.

— ¡Ah! — llama su atención Harwin de manera "disimulada" — armas arriba, niños, no le den a su enemigo cuartel.

Criston Cole caminó e hizo contacto visual de una manera no tan amable con el guardia jurado de la princesa Rhaenyra. Ambos estaban tan serios que parecían estar absteniéndose de lanzarse hacia el otro y molerlo a golpes.

›› — Parece que a los más jóvenes les serviría un poco más de su atención, Sir Criston. — comenta pasivo agresivo.

Criston cole tensa su mandíbula.

— ¿Cuestiona mis métodos de instrucción, Sir?

— Solo sugiero que ese método sea aplicado a todos sus pupilos. — señala se manera ofensiva colocándose sus guantes.

Criston Cole se toma unos segundos antes de asentir.

— Muy bien. — camina hacia Jacaerys y lo toma de manera abrupta. — Jacaerys, ven, pelea con Aegon.

Aemond y Aegon rien al ver que el menor casi cae por el empujón que el guardia le dio.

Visenya mira a su abuelo y en su rostro vio el descontento que le provocó esa acción del guardia hacia su Nieto. No conocían el contexto ya que dada la distancia no se podía definir la conversación precisa. Pero sin duda ese atrevimiento por parte de Cole al rey no le había gustado.

›› —Hijo mayor contra hijo mayor.

— No es una pelea justa...-

— Sé que nunca a estado en una batalla, Sir, pero cuando saca una espada una pelea justa no es algo que deba esperar.

Visenya se frustra cuando ve a Aegon empujar a su hermano de manera burlesca. Nadie molestaba a sus hermanos excepto ella.

›› — Espadas. — indica Cole. — Peleen.

Aegon, como siempre, da el primer golpe y los quejidos que suelta a Visenya le parecen muy innecesarios. Aegon golpea y golpea repetidamente la espada de madera de su hermano menor hasta que éste se cae pero, aun así, mantuvo su espada alzada.

Aegon se dio la vuelta con una sonrisa de autosuficiencia creyendo que se había acabado pero no contó con Jacaerys se levantara y arrematara contra él.

Harwin sonríe con orgullo y Visenya lo acompaña. Su hermano era pequeño en edad y en estatura pero ese día demostró el coraje y la fuerza que tiene ante cualquier oponente.

— Juego sucio. — señala Harwin cuando Aegon le tira a Jacaerys el muñeco de práctica al ver que empezaba a ganarle.

— Me encargaré de él. — se limita a decir Criston.

Harwin se acerca a Jace y lo toma por la barbilla.

— Ataque directo sobre su pecho, mirelo a los ojos y lo tiene. — Jace asiente de manera tímida pero tomando en cuenta sus consejos.

— ¡Tú! — grita Aegon. Tal vez frustrado de la vergüenza anterior. Nuevamente fue el primero en arremeter.

— ¡Cerca de él! — no dejaba de lanzar indicaciones Criston Cole. — ¡Presionelo hacia atrás! ¡Acerquese! ¡Sigue el ataque! ¡Use sus pies!

Visenya se enderezó cuando vio como Aegon le daba una patada en el pecho directo a su hermano hasta tumbarlo.

Criston y Harwin comparten mirada.

›› — Que no se levante. — Aegon sigue golpeando la muñeca de Jacaerys apesar de estar ya en el suelo a lo que Visenya se baja de las piernas de su abuelo y se acerca más al balcón algo preocupada. — ¡Siga el ataque!

Justo cuando Aegon iba a dar el golpe final Harwin interviene sujetandolo.

A lo que Visenya agradeció internamente.

— ¡Suficiente! — grita Harwin empujando a Aegon lejos de Jace.

— ¡¿Como se atreve a tocarme?! — le grita Aegon a Harwin.

— ¡Aegon! — le llama la atención Viserys. Visenya siente la tensión y atina a bajar al campo de batalla.

En especial al ver a su hermanito menor Lucerys observando nervioso todo.

— Olvida su lugar, Strong, él es el príncipe. — regaña rápido y de manera seria Criston Cole.

— ¿Es lo que enseña, Cole? — Harwin se agacha a recoger las espadas de maderas tiradas. — ¿Crueldad? ¿Con un oponente débil?

Visenya hizo a Jacaerys a su lado cuando vio a ambos guardias muy enojados.

— Su preocupación por el entrenamiento del príncipe es inusual, comandante. — la postura de Criston era relajada pero estaba claro que su intención era hacer enojar al comandante de la Guardia Real. — Muchos hombres solo tendrían esa clase de devoción por un primo...

Harwin detiene lo que está haciendo apretando los puños al saber a dónde iba Cole con esas palabras.

›› — O un hermano.. O un hijo..

Visenya Salta cuando Harwin lanzó el puñetazo fuertemente hacia Criston y no dudó en atraer a Lucerys a su pecho para que no viera eso. Empuja a Jacaerys para salir de ahí pero Jace no se mueve preocupado por la pelea que se estaba desarrollando frente a ellos.

Criston cole ni siquiera trató de defenderse. Solo esperó a que otros miembros de la guardia le quitaran al Strong de encima.

— ¡Digalo otra vez! — gritaba Harwin siendo sujetado por sus compañeros. —¡Digalo otra vez!

Criston Cole empezó a reír.

— Eso fue lo que pensé. — murmura Criston Cole.

Mamá tiene mucho que explicar. - fue lo único que pensó Visenya.










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— ¡Madre! — entra apresurada Visenya al aposento de su madre quien cargaba al pequeño Joffrey

— Visenya. — le advierte con un tono suave para que se tranquilizara.

— Ha habido un incidente en el patio. — los labios de Rhaenyra se separaron un poco poniendo su atención en su hija mayor. — Sir Harwin golpeó a Criston Cole.. Escuché al abuelo mencionar algo sobre su regreso a Harrenhal.

Rhaenyra parpadea tratando de procesar la información que su hija le dio. Abre su boca para hablar pero casi inmediatamente la cierra.

Se levanta de su asiento y pone al bebé de días en los brazos de su hija de diez años.

— Lleva a Joffrey a que le den un baño con telas y luego cuidalo. — la empuja con suavidad pero a la vez con prisa fuera de los aposentos.

— Pero madre.. -

— Obedece. — fue lo único que Rhaenyra dice antes de cerrar la puerta frente a ella.

— Venga, princesa. — le indicó Elinda Massey algo apenada por la escena. Trata de tomar a Joffrey pero Visenya se aparta. — Yo lo llevo..-

— No. — le corta y determina. — Yo lo llevo. Indique el camino.

Rhaenyra esperó hasta que no escuchó más los pasos de su hija y las sirvientas en el pasillo para correr hacia la puerta secreta que años atrás le había dado una de las mejores noches de su vida.

Caminó hasta que logró escuchar las voces muy ruidosas y altaneras de Lyonel y Harwin Strong.

— Me llenas de tanta vergüenza.. — escucha Rhaenyra la voz de lord Lyonel Strong. se acerca con cautela.

— ¿De eso se trata esto?  — recrimina Harwin a su padre.— ¿Tu vergüenza?

— ¡Nuestra vergüenza, Harwin! — grita lord mano a su hijo. Rhaenyra avanza unos paos mas con mucho cuidado de no ser escuchada. — ¡Vergüenza para la casa Strong!

— ¿Vergüenza porqué toque a ese insufrible Cole? — pregunta serio Harwin sin inmutarse ante el grito. — ¿Hijo de un ayudante?

— ¡Él es un caballero de la guardia real! — vuelve a gritar lord Lyonel

— ¡Y yo el protector de la princesa! — ambos empiezan a gritarse mutuamente hasta que Harwin se fastidia y arroja una charola al piso.

Rhaenyra alza un poco la cabeza para ver pero regresa a su posicion inicial  cuando Harwin mira a su posicion.

— Nos has expuesto a unas acusaciones de la peor traicion.. — empieza Lyonel conmocionado.

— ¿Y que traición es esa? — la pregunta  de Harwin era en cierto sentido con trampa. El sabía sobre la acusación de la que su padre hablaba.

Lyonel mira a su hijo con una sombría expresión.

— No te haga el tonto conmigo, hijo. — advierte Lyonel. — Tú intimidad con la princesa Rhaenyra es una ofensa que significa el exilio y la muerte..

Rhaenyra parpadea cuando siente las lágrimas en sus ojos.

››— Para ti.. Para ella y para los niños. — continúa diciendo Lord mano.

— Es un rumor. — refuta Harwin.— Tramados por los rivales de la princesa.

— Las personas tienen ojos, hijo. — señala con obviedad Lyonel. — Pero su Majestad parece que no aceptará los que sus ojos ven. ¡Ese débil escudo es lo que se interpone en ti y el verdugo! La debilerada ceguera de un padre hacia su hija.

— Desearía que mi padre tuviera una ceguera similar.  — murmura pero Lyonel lo logra escuchar.

— ¡¿No la he tenido?! ¡Todos estos años! — exclama Lyonel enojado. — ¡Aun así atacaste a un caballero de la Guardia Real en defensa de tú...!

Lord Lyonel no terminó su frase pero Rhaenyra y Harwin entendieron perfectamente.

Bastardo.

Sus hijos eran Targaryen, eso es todo lo que a ella le importaba.

— Tú tienes tú honor. — empieza a hablar Harwin sin inmutarse. — Y yo tengo el mío.

Rhaenyra no quería escuchar nada más así que buscó su camino de regreso a sus aposentos. Limpió su rostro eliminando cualquier señal de lágrimas que quedaran cuando vio que había una de sus damas de compañia en su habitación.

Se acercó a ella mientras la joven dama escurria un trapo de agua tibia.

— Para aliviar el dolor, princesa. — le notifica. Rhaenyra asiente mientras se sentaba.

La joven dama titubea pero se acerca a ella con el trapo. Rhaenyra abre un poco su vestido y deja que la sirvienta coloque el trapo en sus pechos.

Su leche aún no se seca y le resulta doloroso.

››— Se sentirá mejor en un día o dos cuando la leche se seque. — dice la joven ignorando los cánticos horribles que se escuchaban por el pasillo.

La puerta de sus aposentos se abre abruptamente y por ella entra Laenor con un tipo, ambos cayéndose de ebrio.

— ¡Mi querida esposa! — exclama un feliz Laenor. Rhaenyra mantiene su expresión seria.

— Princesa. — inclina su cabeza  como saludo el acompañante de Laenor.

Laenor ríe.

— Me caí. — extiende sus manos.

— ¿Donde has estado? — pregunta seria Rhaenyra.

— Salí con Karl ¿no lo mencioné? — hace una pausa. Señala sus pechos — ¿Sientes mucho dolor? — voltea hacia Karl — Ah, la leche. Hincha los pechos..-

— ¿Le importaría, Sir Karl? Quisiera hablar con mi marido. — interrumpe Rhaenyra antes de que Laenor siguiera hablando de sus pechos.

— Por supuesto, princesa. — se inclina. Laenor y él comparten una última mirada antes de retirarse.

La dama de compañía toma eso como una señal y también se retira.

Laenor se tambalea pero logra tomar lugar frente a Rhaenyra.

— La guerra.. Se aproxima de nuevo en los peldaños de piedra, Rhaenyra. — le cuenta Laenor con una sonrisa pero Rhaenyra mantiene su expresión seria. — La triarquia toma nueva vida de sus alianzas con Dorne. Están abordando naves y cargamentos. ¡Karl ha estado peleando ahí! Él me mostró.. Él me mostró sacos llenos de zafiros tan grandes como nueces de un pirata que mató.. — Laenor ríe. — Tras todo este tiempo esto es justo lo que necesito. Un poco de aventura, una buena batalla para que mi sangre fluya otra vez.

Laenor vuelve a reír mientras la expresión de Rhaenyra se transforma.

››— Dice que hay un general de Taeron ¡es un gigante! Dice que pinta su barba de  púrpura y usa vestidos de mujer. — Laenor suelta una carcajada. — Unos meses tal vez.. Ah.. Regresar al mar..

— ¿Estas loco? — rompe el silencio Rhaenyra de manera molesta e incrédula. — ¿Sabes lo que pasó? Mientras bebias todo el licor de Fleabottom y solo los dioses saben que más.. Rumores oscuros nos acechan, Laenor. Están en nuestros tobillos. Preguntas.. Sobre la paternidad de nuestros hijos. Viles y asquerosas insinuaciones.

Laenor medita un poco y luego sonríe con ironía.

— Insinuaciones ¿no es así?

Rhaenyra tensa la mandíbula.

— ¡Son nuestros hijos! ¡Tuyos y míos! — mira a Laenor con severidad. — ¡Y su verdadero padre no los abandonará ahora para ir de juerga por el mar estrecho, agitando su espada y coqueteando con los marineros!

— Soy un caballero. Y un Guerrero. — habla de manera seria Laenor. — ¡Y yo! He jugado con mi papel aquí, fielmente, por diez años. Se me debe algo por..-

— ¡No se te debe nada! — le grita Rhaenyra igual de frustrada. — Por diez años has estado consintiendote en la Corte. Compraste los más finos caballos, bebiste los más raros vinos, cogiste con los jóvenes más lujuriosos ¡ese fue nuestro acuerdo! ¡Yo no te he envidiado! ¡Pero..!  Tu no abandonaras tu puesto cuando llegue la tormenta.

— Un marinero sabio se aleja de la tormenta cuando se aproxima. — le dice Laenor.

Rhaenyra y él comparten una guerra de miradas por unos cortos segundos.

— Muy bien, pues, te ordeno, como tu princesa y la heredera al trono, te ordeno a permanecer en Kings landing y a estar a mi lado. — Rhaenyra odiaba usar su posición contra Laenor pero justo en este momento no le dejaba opción.

Laenor la mira incrédulo y algo molesto pero no dice nada.














ˏˋ°•*⁀➷















— ¿Helaena y yo? — pregunta con una mueca Jacaerys. Su hermana mayor le da un toque en el brazo. — ¡Oye!

— Es necesario. — se limita a decir. — Madre ya está hablando con ellos en este momento.

Jacaerys suspira pero asiente. Visenya lo mira confundida.

›› — ¿Qué sucede contigo hoy?

— Creí que madre nos comprometería.

Visenya detiene su andar. Mira sobre su hombro para después tomar a Jace del brazo.

— Jace, nuestro deber es fortalecer al Reino..-

— Fortalecer nuestra casa. — corrige.

— Si, y eso se logrará si desposas a Helaena. — habla en un tono que solo ella y él escucharan.

— No quiero que madre te envíe lejos. — baja la cara. Visenya frunce el ceño.

— ¿De donde sacaste eso?

— Escuché a Aegon decirle a Aemond que la reina te quiere enviar a Dorne.

La boca de Visenya se abre. Trata de procesar eso pero tampoco quería alarmar a su hermano así que pone una sonrisa tensa.

— Madre no hará eso, Jace, ¡lo sabes! — ¿lo sabía ella? Su sonrisa amenaza con temblar. Baja la barbilla para después abrazar a Jace. — No creas nada de lo que dice Aegon ¿si?

Jace asiente aún en medio del abrazo.

››—¿Jace? — murmura en su cabello Visenya. — No quiero que este tema sea tocado de nuevo ¿de acuerdo?

Jace vacila pero vuelve a asentir.

›› — Bien. — se separa y le da una sonrisa. — Ahora vete a dar un baño, apestas a dragón.

Visenya observa a su hermano irse y no es hasta que da la vuelta por el pasillo que toma la determinación de ir hacia los aposentos de su madre.

Sabía su deber como princesa pero ¿hasta Dorne? No quería que la alejaran de sus hermanos y de sus padres.

Además ¿por qué tan lejos? , Visenya empezó a evaluar su comportamiento las últimas lunas.

Si, no había querido que la septa Marlow le instruyera sus lecciones aburridas pero era por ese motivo que ella se escapaba.

También tenía que confesar que no ha sido buena hermana últimamente, la ofensa en el patio hacia sus hermanos era la prueba.

Tal vez y si me mande a Dorne. - pensaba la princesa retorciendo sus dedos caminando de manera ansiosa hacia el aposento de su madre.

Cuando logra llegar lo que hace antes de entrar es tomar una bocanada de aire y soltarlo.

— ¡Ah! Visenya. — saluda Rhaenyra con una sonrisa antes de volver a su trabajo de ordenar sus vestidos. Claro que siempre con la ayuda de sus damas de compañías.

Visenya no puede evitar notar la tristeza que abarca en los ojos de la heredera.

— Madre. — saluda. Rhaenyra alza la mirada algo sorpresiva cuando escucha el tono de voz ansioso de su hija. También nota como juguetea agresivamente con sus dedos.

Rhaenyra mira a las damas.

— Déjennos. — les pide. Rhaenyra espera a que las damas se retiren para acercarse a su hija. — ¿Visenya?

— ¿Como te fue con la propuesta? — inicia rápidamente el tema de conversación.

Rhaenyra la observa unos segundos antes de suspirar.

— Su Majestad se negó profundamente. — le informa con amargura en su tono. — Fue una burla total..

— Creo que es mejor así. — rhaenyra la mira con curiosidad. — Así nuestra sangre no se mancha con la de los Hightower.

— ¿"Manchar"? ¿De dónde sacaste esa expresión? — cuestiona algo infeliz Rhaenyra.

— Es la verdad, madre. — se apresura a responder en defensa. — No importa que tan blanco sea su cabello y que tan blanca sea su piel.. Ellos siempre serán Hightowers.. Y pensar que el abuelo se fijó en una casa tan.. -

— Hey. — le advierte Rhaenyra tomando sus hombros.

— Pero..-

— Visenya. — la mira con severidad. — Lo que alegas es..-

— ¡La verdad! — grita Visenya. — Se ha burlado de nuestra familia, una y otra vez. ¡Apostaría todo el oro del mundo a que ella inició los rumores sobre mis hermanos!.. — Rhaenyra mira a su hija y poco a poco afloja su expresión antes endurecida. La barbilla de Visenya empieza a temblar pero se niega a soltar una sola lágrima — .. Y ahora quiere enviarme a Dorne..

Los ojos de Rhaenyra se abren y procesa por unos segundos lo acaba de escuchar.

— ¿Qué? — atina a preguntar totalmente aturdida.

— Aegon se lo dijo a Aemond.. Jacaerys lo escuchó. — baja la mirada triste. Se obliga a calmarse.

Rhaenyra abraza a su hija fuertemente antes de agacharse a la altura de su hija.

— Tú no te irás a ningún lado. — le dice Rhaenyra igual de afectada que su hija. Alicent no se atrevería ¿o si? Era su hija, no podía mandar sobre ella. — Ni a Dorne, ni a Storms End, ni a Winterfell.. ¡A ningún lado! ¿De acuerdo?

Visenya asiente aún sin levantar la vista. Rhaenyra toma su barbilla para que la mirara. La heredera se enamoró una vez más de los ojos violetas de su hija.

››— ¿Sabes por qué? — Visenya no responde. — Porque tu lugar es a mi lado.. Eres la única en la que puedo confiar plenamente, mi dulce niña.

Visenya mira a su madre antes de sonreír lo que provoca también una sonrisa de Rhaenyra. La madre atrae a su hija y deja números besos en el rostro de la menor.

Visenya ríe tratando de apartarse.
















































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AQUÍ EL PRIMER CAPÍTULO

¿QUE LES PARECIÓ?

EL SEGUNDO SI VA A LLEVAR MÁS TIEMPO

OJO! NO ES UNA HISTORIA DE AMOR

COMO LEYERON AEGON III Y VISENYA SE TUVIERON QUE CASAR OBLIGADAMENTE

PERO NO HABÍA AMOR DE POR MEDIO

ADEMÁS QUE ESO ES DESPUÉS DE LA DANZA DE DRAGONES ASÍ QUE NI VAMOS A PROFUNDIZAR EN ESO












Aegon III después de la danza de dragones.

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