Quiero que sean felices
Hacer lo correcto a veces puede costar un muy alto precio.
"La felicidad para algunos siempre será el dolor para otros"
Una frase parecida ya fue dicha por alguien en esta historia, y esa persona sabe de lo que habla, mucho mejor que nadie...
Las gotas de agua caían de forma intensa sobre el pavimento, la calle estaba vacía, la lluvia era el único sonido que existía en ese ahora muerto lugar.
Un joven pelinegro yacía arrodillado sobre aquel frío pavimento, con una mirada perdida, junto a la cuál se podía notar una falsa sonrisa en su rostro, pero sobre todo...
Dolor
La adrenalina que recorría su cuerpo se estaba extinguiendo lentamente, mientras los escalofríos se apoderaban de todo su ser, acompañados de un calor que pasaba desde sus pies hasta la medula espinal.
Era un sentimiento horrible...
Futaro: Estoy.. yo e-estoy muy feliz... m-muy feliz por ustedes
El chico esbozó una sonrisa en su sombrío rostro, estaba... feliz, pero cada palabra pronunciada se clavaba a su alma como filosas espinas.
Futaro comenzó a reír de a poco, con pausas por los suspiros involuntarios que emitía.
Tenía la sensación de ahogarse constantemente, la cuál comenzaba en la nariz e iba a parar a sus ojos, comenzando a humedecerlos lentamente.
Futaro: Y-yo solo... quiero.. yo q-quiero.... se q-que ustedes son felices.... ahora p-pueden serlo
Reía mientras seguía hablando, reía de felicidad por esas personas que el amaba.
Eso que comenzó siendo risa fue tornandose lentamente en llanto, un llanto que le era casi imposible contener, mismo que estaba desgarrando su alma y le partía horriblemente el corazón.
Futaro: Y-yo... y-yo solo...
No resistió más, empezó a llorar de forma desgarradora, su llanto sacaba a la superficie todo el dolor que sentía a pesar de "haber hecho lo correcto" pero ahora ese llanto no sería escuchado por nadie.
Futaro: ¡P-perdon! ¡¡Vuelvan por favor!! ¡NO ME DEJEN SOLO! !!LO SIENTO!!
Cayó al suelo sobre su propio mar de lágrimas, ahora solo deseaba morirse, no quería vivir en un mundo así.
Futaro: l-lo siento... yo s-solo....
quería que fueran felices....
Un día atrás
Era otro día normal, todo parecía indicar que así lo sería, tanto para Futaro como para las 5 hermanas Nakano.
Las hermanas Nakano eran conocidas por ser chicas muy adineradas, pero que sin embargo eran amables y agradables, algunas más que otras, pero terminaban llevándose bien con la mayoría.
Llevaban aproximadamente 6 meses tomando clases con Futaro, el chico más inteligente de toda la escuela.
Siempre fue tratado como alguien raro, y quien sabe, quizás si lo era, ni él mismo lo sabía.
Ellas se llevaban perfectamente con Futaro y cada una había comenzado a desarrollar sentimientos por él, desde la tsundere Nino hasta la torpe Yotsuba, todas habían encontrado el encanto en aquel chico.
Sin embargo, recientemente las cosas estaban cambiando un poco.
Las chicas habían comenzado a notar algunos comportamientos extraños en Futaro, este se mantenía distante de ellas, y parecía sentirse incómodo cada que estaba cerca de alguna.
Claro que era extraño, el nunca había sido así con ellas, y eso les dolía.
Pensaron que quizás tenía pareja, intentaron investigar, pero Futaro varias veces se negó, de la misma manera en que negaba sentirse mal o el supuesto comportamiento raro que ellas decían.
Ellas veían como el chico que amaban las dejaba de lado, como se volvía distante con ellas, y como probablemente ya no las quería, o quizás nunca lo hizo...
Pero a perspectiva de Futaro, todo era muy diferente.
El toda su vida se sintió excluido por todos, nunca llegó a tener pareja... o siquiera amigos.
Hasta que las conoció a ellas.
Al inicio serían solo sus alumnas y su máquina de hacer dinero, pero conforme pasaba tiempo con ellas, más las conocía, más se entendía e involucraba con cada una de ellas.
El tiempo y la relación avanzó hasta el punto en que terminó por enamorarse, pero no de una en específico, se había enamorado de las 5.
Sabía que esto estaba mal y que si se los decia lo rechazarían las 5, por lo que se decidió a esconder lo que sentía.
Continuó con la misma relación de amistad que llevaba con ellas, hasta el día en que comenzó todo.
4 de las chicas habían salido a hacer diferentes cosas, por lo que solo Ichika se encontraba en casa.
Sin darle mucha importancia a que faltaran la mayoría ambos comenzaron a estudiar.
Ichika: No entiendo todavía..
Futaro: No seas tonta Ichika, ya te dije como resolver eso antes
El pelinegro miraba su libreta y después levantó su mirada hacía su rostro, y en ese momento se le heló la sangre.
Detrás de Ichika había un rostro, estaba desfigurado y parecía como si su rostro se hubiera quemado y derretido.
En un parpadeo la horrible criatura había desaparecido.
Ichika: ¿Futaro-Kun?, ¿Estas bien?
Futaro: S-si, estoy bien
Ichika: ¿Estas seguro?, estas muy pálido -preocupada-
Futaro: T-tranquila.. sigamos estudiando (P-pero que mierda era eso..)
Pasaron unos días y Futaro comenzaba a olvidar el asunto, pero ocurrió otra vez.
Esta vez estaba a solas con Itsuki estudiando en la biblioteca.
Itsuki: Ten, te traje algo de beber Uesugi-Kun
Itsuki le arrojó una lata a Futaro y este la atrapó.
Futaro: Gracias Itsu-
De nuevo el miedo y desconcierto se apoderaban de él, pues Itsuki ahora lo miraba con la cabeza inclinada de forma inhumana, mientras mantenía una tétrica sonrisa.
Itsuki: ¿Uesugi-Kun..?, ¿Oye estas bien?... ¿Sucede algo...?
La siguiente ocasión fue con Nino.
Futaro: ¿Para que me trajiste aquí..?
Nino: Quiero que me ayudes a decidir que ropa comprar -hablando desde dentro del vestidor-
Futaro: ¿Y no era mejor venir con alguna de tus hermanas?
Nino: No, yo quería que vinieras tú, ahora deja de quejarte
Futaro desde la última vez intentaba convencerse de que era su mente jugándole bromas pesadas, pero tenía el miedo constante a que volviera a ocurrir.
Nino: Voy a salir~
Futaro: Ok
Futaro miró fijamente la cortina y... siguió mirando, y miró aún más, Nino no salía.
Futaro: ¿Nino?
Nino: Fuu-Kun, ayúdame...
Futaro: ¿Qué?
Nino: Entra..
Futaro: No voy a entrar ahí...
Nino no respondió.
Futaro: ¿Nino?.......... ¿Oye Nino..?
El pelinegro un tanto preocupado se levantó y se acercó.
Futaro: V-voy a entrar
El chico al no recibir respuesta abrió la cortina de golpe, y se quedó completamente petrificado, mirando fijamente a Nino colgando del techo con su misma ropa atada al cuello.
No podía hablar, no podía gritar o pronunciar palabra alguna, pero algunas lágrimas comenzaban a escurrir de sus ojos.
Nino: ¡¡Fuu-Kun!!, ¿Qué tienes? ¿Por qué estás llorando? ¡¡Fuu-Kun responde!! -agitando a Futaro-
En aquel lugar no había nada.
Futaro no fue a dar sus clases al siguiente día, ni a la escuela, parece que lo que sea que le hubiera pasado enserio lo afectó.
Yotsuba: ¿Por qué Uesugi-San no vino hoy?
Itsuki: Tampoco fue a la escuela, él nunca había faltado
Nino: Chicas... creo que a Fuu-Kun le pasa algo
Todas la miraron con duda del por qué decía eso.
Miku: ¿Por qué lo dices?
Nino con una expresión un tanto preocupada habló.
Nino: Ayer me acompañó a comprar algo de ropa, pero de la nada se puso muy pálido y empezó a llorar, yo me preocupé mucho ya que después empezó a decir mi nombre una y otra vez...
Las hermanas se sorprendieron por lo contado por la cuarta, en especial 2 de ellas.
Ichika: Me pasó algo parecido el otro día, mientras estudiábamos solos...
Itsuki: También a mi... me miraba como si me tuviera miedo
Miku: Pero que... Futaro...
Las 5 estaban preocupadas por el estado de su tutor y temían que le estuviera pasando algo malo.
Por su parte Futaro ya no quería salir, tenía terror de volver a vivir algo como lo de Nino, se sentía tan real...
Dos días después se presentó en casa de las chicas a darles sus clases, estas preocupadas hablaron con él, pero Futaro negó todo, aunque lo notaron más distraído y nervioso.
Después volvió a ocurrir y esta vez fue con Miku.
Estos se encontraban lavando los platos después de haber cenado, el resto de hermanas estaban en la sala.
Ambos hablaban, pero Miku estaba segura de que Futaro no era como antes, se veía cansado y ansioso.
Miku: Futaro... ¿Puedes prometerme que estás bien?
Futaro: ¿Ah..? claro, yo.. estoy bien
Miku: Futaro...
Futaro: ¿Hmm..? .......... M-Miku suelta eso, ¿Qué mierda crees que haces?
Miku: Es mi culpa, debo cometer sepuku -sonriendo mientras posicionaba un cuchillo en su abdomen-
Futaro: ¡Espera espera!, ¡MIKU!
La chica clavó el cuchillo en su estomago, Futaro intentó detenerla pero ya era demasiado tarde, Miku cayó al suelo y comenzó a desangrarse.
Futaro: No no no no, por favor no, Miku, M-Miku -comenzando a llorar-
Miku solo sonreía al chico hasta que finalmente dejó de respirar.
Futaro abrazó su cadáver mientras empezaba a llorar, pero cuando levantó la vista Miku ya no estaba.
Las 5 hermanas empezaron a gritarle para que reaccionara, esta vez verdaderamente preocupadas por él.
Futaro siguió llorando mientras ponía ambas manos sobre su cabeza, todo eso lo estaba destrozando poco a poco.
Las hermanas solo atinaron a abrazarlo entre las 5 estando casi al borde de las lágrimas.
Ahora que tanto Yotsuba como Miku lo había visto en persona, las 5 estaban seguras de que algo estaba mal con Futaro.
Y por ello recurrieron a su padre, le dijeron todo lo que pasaba con Futaro, pero no parecía importarle demasiado, y solo les dijo que seguro estaría deprimido o algo así, no le importó en lo más mínimo.
Los días pasaron y ocurrió una vez más.
Futaro se había alejado de las chicas, no demasiado, pero a comparación de antes ahora se veía muy distante.
Yotsuba llegó corriendo por el pasillo y se detuvo junto a Futaro.
Yotsuba: Uesugi-San, ¿Hoy vendrás a nuestra casa?, ¡Te tengo una sorpresa! -sonriendo-
Futaro: Ah.. si, iré -sonriendo un poco-
Yotsuba lo miró con tristeza.
Yotsuba: Uesugi-San... me preocupas... no estás bien
Futaro: Nah.. estoy bien, solo me siento cansado
Yotsuba lo miró con preocupación y después comenzó a alejarse hasta que la perdió de vista.
Yotsuba: Uesugi-San, ven a la azotea por favor
Futaro: ¿Qué?, ¿Qué no acababas de pasar?
Yotsuba no respondió y se alejó, volviendo así a desaparecer a la distancia.
Futaro estaba extrañado por esto, pero decidió ir con Yotsuba a donde ella le había pedido.
Subió las escaleras a la azotea, por alguna razón no había nadie cerca, sentía un ambiente extraño.
Una vez que llegó suspiró y abrió la puerta, solo para ver a Yotsuba de pie en el borde de la azotea.
Futaro: ¡Yotsuba bájate de ahí!, ¡N-no es gracioso!
La chica se giró hacia el y le sonrió.
Yotsuba: Esto es lo correcto Futaro.. se siente bien.. deberías intentarlo
Yotsuba en ese momento se dejó caer hacia atrás mientras Futaro gritaba e intentaba detenerla, pero no logró llegar a tiempo, solo pudo escuchar un fuerte golpe abajo.
Futaro con impotencia y culpa empezó a llorar en silencio, mientras estaba de rodillas en el suelo.
Pero entonces lo pensó y se levantó, al acercarse al borde y mirar abajo.... no había nada, todo abajo estaba normal, Yotsuba no había caído.
Comenzó a ver todo borroso, incluso miró por un momento el borde y recordó la invitación de Yotsuba.. quizás no sería tan mala salida, pensó antes de desmayarse.
Las chicas lo buscaron todo el día sin éxito, hasta que Nino subió a la azotea y ahí lo vio, tirado a un lado del borde.
Ahora le había ocurrido con las 5, siguió pasando una y otra vez, varias veces llegó a ver a esas chicas que amaba morir de distintas maneras, y eso poco a poco destruía la cordura que le quedaba.
Llegó a un punto en que la mente fracturada de Futaro pensó que las chicas estaban poseídas, que algo maligno las acompañaba a donde sea que fueran.
Nunca había creído en esas cosas, pero según él, era la única forma de explicar todo...
Eso... lo ponía triste, preocupado... el amaba a esas hermanas, y seguro eso las estaba haciendo sufrir.
El no podía soportar eso... no quería verlas sufrir, quería verlas felices.. el quería que fueran felices.
Él se encargaría de regresarles esa felicidad.
Y lo haría ese mismo día...
Era de noche, afuera estaba lloviendo bastante.
Futaro acababa de terminar la sesión de estudios, y por estar lloviendo se quedaría ahí hasta tarde.
Después de tantos incidentes ahora las hermanas no solo estaba preocupadas por él... si no que le tenían miedo.
La casa de las quintillizas era muy grande, por lo que sería más sencillo para él...
Ya estaba preparado, solo debía esperar el momento exacto.
Y ese momento se dio.
Yotsuba: Olvidé mi celular en mi habitación, ya vuelvo
Acto seguido Yotsuba se levantó y subió las escaleras.
Futaro: Voy al baño... -levantandose del sofa-
Futaro se levantó y se dirigió hacía el baño, pero una vez que las chicas ya no lo veían, sigilosamente fue hacia las escaleras y las subió en silencio.
Estaba temblando, tenía miedo de lo que estaba por hacer, pero él quería salvarlas.
Futaro llegó a la planta alta y caminó hacia el cuarto de Yotsuba... ahí estaba.
Yotsuba: Dónde lo deje... mm -buscando entre sus cosas-
En ese momento Futaro entró a su habitación llamando la atención de la pelinaranja.
Yotsuba: ¿Uesugi-San?, ¿Qué estás haciendo aquí?
En ese instante la chica vio algo que la hizo comenzar a asustarse, Futaro tenía un cuchillo en una de sus manos.
Yotsuba: U-Uesugi-San p-por qué tienes eso
Futaro: Yotsuba... quiero ayudarte
Futaro cerró la puerta y se acercó un poco a Yotsuba.
Yotsuba: Uesugi-San m-me estas asustando
Futaro se acercaba a paso lento a Yotsuba, mientras esta ultima comenzaba a asustarse más con el pasar de los segundos.
Yotsuba: P-por favor Uesugi-San b-baja esa cosa
Futaro: Yotsuba... ¿Puedo decirte una cosa?
Yotsuba: ¿A-Ah? -asustada-
Futaro: Yo... te amo
Yotsuba: ¿E-Eh?, p-pero..
Futaro: Pero no solo a ti... las amo por igual a las 5, por eso jamás lo dije... sabia que me rechazarían por algo así
Futaro comenzó a acercarse más a Yotsuba y ella para este punto no lograba sentirse feliz de lo que dijo, ya que el miedo a que le hiciera daño opacaba cualquier alegría.
Futaro: Y es p-por eso mismo que tengo que hacer esto jaja... yo no quiero que estén tristes -dando otro paso hacia ella- ...yo no quiero que sufran
Yotsuba: NO TE ACERQUES, ¡¿POR QUÉ ESTAS HACIÉNDOME ESTO?!, ¡YO SIEMPRE TE APOYÉ!
Futaro: Y ES POR ESO QUE LO HAGO, t-tu me salvaste... ahora es mi turno de salvarte a ti también
En ese instante Futaro corrió hacia ella e intentó clavar el cuchillo, pero Yotsuba logró moverse, el cuchillo sólo le había hecho una herida en el brazo.
Empujó a Futaro e intento salir corriendo por arriba de su cama, pero el pelinegro la jaló de uno de sus pies causando que se cayera.
Yotsuba intentó huir, pero ya era muy tarde, Futaro ya se encontraba sobre ella.
Yotsuba: -llorando- P-por favor n-no me hagas nada, n-no quiero morir
Al chico le temblaban demasiado las manos, el ver llorando a Yotsuba le partía el corazón, pero sabía que tenía que hacerlo por mucho que le doliera...
Futaro: L-Lo siento mucho Yotsuba... pero tengo que hacerlo
En un movimiento rápido enterró el cuchillo en el estómago de Yotsuba mientras una pequeña lágrima salía de sus ojos.
Yotsuba sintió calor en su estomago, mientras sus ojos se inundaban de lágrimas.
Después llegó el frio, mucho frío, podía sentir el frío cuchillo dentro de ella.
Sentía cansancio, sentía que poco a poco comenzaba a caer dormida.
Al mirar hacia abajo.. había sangre.. mucha sangre...
Yotsuba: ...ue...uesugi...san...
Futaro sacó el cuchillo y la miró con un par de lágrimas, acariciando suavemente la mejilla de Yotsuba.
Futaro: Pronto volveremos a vernos querida, te amo -sonriendo-
Yotsuba solo vió todo oscurecerse, y finalmente soltó a Futaro.
El chico se acercó y le dió un beso en la frente, para después ponerse de pie y mirar a la chica una ultima vez.
Unos minutos antes
Ichika: Futaro-Kun hoy se ve más raro de lo normal..
Itsuki: Si... es como si-
Nino: Chicas..
Las 3 hermanas voltearon ver a Nino quien regresaba un poco preocupada.
Nino: Fuu-Kun no está en el baño
Las hermanas sin explicación sintieron un escalofrío, al mismo tiempo que un golpe en el techo llamó su atención, era como si algo hubiera caído.
Itsuki: ¿Yotsuba?, ¿Estas bien..? -alzando la voz-
No hubo respuesta.
Nino: Esperen aquí, iré a ver si esta bien... creo que Fuu-Kun está con ella
Las hermanas sentían un ambiente pesado, no sabían por qué, pero sentían que algo malo iba a ocurrir.
Nino subió al segundo piso y le hablo a Yotsuba nuevamente, sin tener ninguna respuesta.
Al acercarse al cuarto de Yotsuba, pudo escuchar la voz de Futaro, no entendía bien que decia pero con algo de incertidumbre abrió la puerta.
Quedó en shock al ver la escena que había ahí dentro, a Futaro mirando a Yotsuba y a su pequeña hermana tendida en el suelo con un gran charco de sangre.
Nino intentó gritar pero Futaro se lanzó rápido sobre ella y clavó el cuchillo en el lado derecho de su pecho.
Nino comenzó a llorar mientras daba golpes con poca fuerza a Futaro, el cual detenía con su otra mano mientras empujaba a Nino a la pared, hasta que esta cayó.
Nino: P-por... que hiciste e-esto
Futaro: Porque te amo Nino, quiero ayudarte a ser feliz -sacando el cuchillo lentamente haciendo que Nino empezara a desangrarse-
Una de las hermanas había visto todo y bajó corriendo en silencio con el resto de chicas, en pánico y cubierta en lágrimas.
Las otras 2 al verla así se acercaron rápidamente y esta les hizo una señal para que guardaran silencio.
Miku: N-Nino y Yotsuba e-están muertas -respirando agitada-
Ichika: ¡¿Cómo?! -susurrando-
En ese mismo instante ocurrió un apagón causando un grito en las 3 hermanas, ahora estaban a oscuras.
Miku: F-Futaro las mató.. Fu-Futaro la-las
Le costaba articular palabras mientras que las otras 2 estaban en un gran shock.
Futaro besó la frente de una ahora inmóvil Nino y manchado de sangre recorrió lentamente el pasillo, y las chicas pudieron escuchar esto.
Aterradas fueron a esconderse, no podían salir ya que Futaro había escondido las llaves, habia preparado todo...
Por el pánico del momento no tomaron sus celulares, los de Miku Nino e Ichika seguían en la mesita, pero ahora cada una estaba escondida en alguna parte de la gran casa.
Futaro bajó a la sala solo para ver que las chicas ya no estaban, ya se habían dado cuenta de todo.
En medio de la oscuridad comenzó a buscarlas, no podían salir de la casa, así que solo era cuestión de tiempo para que las encontrara.
Itsuki había tomado un cuchillo y se había escondido en el fondo de la cocina, intentaba contener el llanto para no hacer ningún ruido, pero no lo logró.
Rápidamente tapó su boca rezando por que Futaro no la hubiera escuchado, pero escucho sus pasos acercarse hasta que se esfumaron.
Nada ocurrió por varios segundos, parecía que Futaro se había ido, así que levantó un poco la cabeza y miró alrededor, todo era muy oscuro.
Futaro: Ese mechón rojo siempre te delata
Itsuki: ¡¿AHHH?!
Futaro intentó lanzarse sobre ella pero Itsuki logró moverse y le hizo una cortada en la pierna antes de salir corriendo, Futaro hizo una mueca de dolor y después la siguió.
La siguió por toda la planta baja hasta que finalmente logró jalarla del cabello y hacerla caer de espalda al suelo.
Itsuki intentó clavar el cuchillo en los pies de Futaro pero este fue capaz de desarmarla y lanzar hacia atras el cuchillo, mismo que Ichika tomó y clavó en el hombro de Futaro, pero había apuntado muy mal por lo que no fue tan profundo.
Futaro la empujó fuertemente hacia atrás y esta cayó al suelo golpeándose la cabeza con la pared aturdiendose un poco.
Itsuki pateó a Futaro en el rostro y siguió dando varias patadas más, pero Futaro logró llegar hasta ella, clavando así el cuchillo en el estómago de la pelirroja.
Esta intentó luchar un poco más, pero al Futaro haberlo sacado y enterrado nuevamente causó que comenzara a perder mucha sangre, por lo que se sentía más débil con cada momento que pasaba.
Itsuki: V-Vete al... in-fierno
Futaro: Ahora podrás estar tranquila Itsuki -sonriendo-
La chica sintió varias gotas de agua comenzar a caer en sus piernas, Futaro lloraba mientras sonreía.
La chica comenzó a dejar de moverse, y solo pudo escuchar una última cosa antes de caer inconsciente.
Futaro: Te amo...
Futaro se levantó y miró hacia atrás, viendo así que Ichika ya había escapado.
Itsuki pronto moriría por la pérdida de sangre, así que debía ir por las últimas 2 que faltaban, pero antes de irse hecho un último vistazo a la chica, no entendía por qué se sentía tan triste de verla así, debería sentirse feliz por ella, ¿No es así...?, sin duda decisiones difíciles requerían voluntades fuertes...
Al salir de el lugar fue recibido por un fuerte golpe con una silla directamente en su rostro, Ichika tiró la silla y salió corriendo hacia el segundo piso, mientras Futaro limpiaba la sangre que escurría de su rostro.
Usó el cuchillo para cortar un trozo de su camisa, mismo que utilizó para evitar desangrarse por la puñalada que le había dado Ichika.
Al mirar hacia arriba vio la puerta de la habitación de Ichika cerrarse, por lo que subió hacia ella.
Al llegar intentó abrir la puerta, pero esta obviamente tenía seguro.
Ichika desde dentro escucho a Futaro intentar abrirla repetidas veces, para después dejar de intentar y comenzar a alejarse.
La pelisalmón dió un suspiro de alivio pero en ese momento la puerta se abrió de golpe después de ser embestida por el pelinegro.
Ichika pegó un grito e intentó salir, pero Futaro la lanzó hacia la pared y la tomó del pecho para que no escapara.
Ichika le dió varios golpes en el rostro e intento patearlo, pero finalmente su destino terminó por ser el mismo que el de sus 3 hermanas menores, viendo con sus últimos momentos a su amado terminar con su vida.
Ahora solo quedaba una.
Futaro con cada hermana sentía un dolor extraño en su pecho, ninguna lo había apuñalado en ese lugar, pero el sentía como si lo hicieran repetidas veces.
Después de besar a Ichika se levantó y salió de la habitación, pero algo que había en el suelo lo hizo tropezar y golpearse la cabeza con el marco de la puerta desorientandolo un poco.
Había aceite en el suelo.
Cuando intentó levantarse fue recibido por una patada en el rostro que lo regresó hacia atrás, pero este se tomó rápidamente del pie de Miku logrando alejarse lo suficiente de aquella trampa.
Comenzaron a pelear, Futaro no quería golpearla, pero Miku lo hizo repetidas veces, hasta que por el forcejeo y el aceite ambos terminaron por caer por las escaleras, llevándose muchos golpes fuertes.
Ambos quedaron tendidos en el suelo, pero cuando Miku reaccionó e intentó levantarse pero sintió dolor en su pierna y cayó al suelo, al mirar hacia abajo vio que se la había roto.
A como pudo se arrastró hacia la salida, como la puerta estaba cerrada intento salir por una de las ventanas, y por fortuna esta se abrió, cayendo así sobre el helado pavimento de afuera, mientras la lluvia comenzaba a quitar la sangre de su ropa.
Pero en ese momento la puerta de la entrada se abrió, mostrando a un Futaro bastante herido, pero que era capaz de mantenerse de pie.
Miku comenzó a llorar, intentaba arrastrarse lo más lejos que podía, pero sabía que Futaro iba a alcanzarla.
El chico comenzó a ir hacia ella con cuchillo en mano.
Miku no se rindió, hasta que vio a Futaro sentarse frente a ella.
Por la oscuridad y la lluvia no lograba verlo bien, pero ahí estaba, frente a ella, sentado tranquilamente.
Ya no podía huir.
Por el cansancio y el dolor que poco a poco comenzaba a aparecer se recostó boca arriba en el césped, todas sus hermanas habían muerto y no podía moverse, ya no le quedaba nada.
Decidido por terminar su trabajo, finalmente Futaro lo hizo, clavando por última vez ese cuchillo, mientras las gotas lluvia caían sobre su rostro.
Futaro: Te amo Miku, en verdad t-te amo, me a-alegro mucho por ustedes
Miku lo miraba, apenas lograba escuchar lo que decía. Aunque se sentía triste por sus hermanas y por que estaba por morir, un poco de felicidad vino a ella por escuchar eso, misma que quedó plasmada en su rostro una vez que cerró los ojos...
Las gotas de agua caían de forma intensa sobre el pavimento, la calle estaba vacía, la lluvia era el único sonido que existía en ese ahora muerto lugar.
Un joven pelinegro yacía arrodillado sobre aquel frío pavimento, con una mirada perdida, junto a la cuál se podía notar una falsa sonrisa en su rostro, pero sobre todo...
Dolor
La adrenalina que recorría su cuerpo se estaba extinguiendo lentamente, mientras los escalofríos se apoderaban de todo su ser, acompañados de un calor que pasaba desde sus pies hasta la medula espinal.
Era un sentimiento horrible...
Futaro: Y-yo de verdad... estoy.. yo e-estoy muy feliz... m-muy feliz por ustedes
El chico esbozó una sonrisa en su sombrío rostro, estaba... feliz, pero cada palabra pronunciada se clavaba a su alma como filosas espinas.
Futaro comenzó a reír de a poco, con pausas por los suspiros involuntarios que emitía.
Tenía la sensación de ahogarse constantemente, la cuál comenzaba en la nariz e iba a parar a sus ojos, comenzando a humedecerlos lentamente.
Futaro: Y-yo solo... quiero.. yo q-quiero.... se q-que ustedes son felices.... ahora p-pueden serlo
Reía mientras seguía hablando, reía de felicidad por esas personas que el amaba.
Eso que comenzó siendo risa fue tornandose lentamente en llanto, un llanto que le era casi imposible contener, mismo que estaba desgarrando su alma y le partía horriblemente el corazón.
Futaro: Y-yo... y-yo solo...
No resistió más, empezó a llorar de forma desgarradora, su llanto sacaba a la superficie todo el dolor que sentía a pesar de "haber hecho lo correcto" pero ahora ese llanto no sería escuchado por nadie.
Futaro: ¡P-perdon! ¡¡Vuelvan por favor!! ¡NO ME DEJEN SOLO! !!LO SIENTO!!
Cayó al suelo sobre su propio mar de lágrimas, ahora solo deseaba morirse, no quería vivir en un mundo así.
Futaro: l-lo siento... yo s-solo....
quería que fueran felices....
La policía llegó poco después de eso, llevándose a Futaro.
Este fue juzgado, declarandolo así como mentalmente enfermo.
Así es.
Futaro nunca vio fantasmas, nunca vio a ninguna hermana morir o alguna cosa paranormal, las hermanas no estaban poseídas...
Futaro padecía de esquizofrenia.
El chico fue internado en un hospital psiquiátrico, en el que ahora se encontraba totalmente solo...
O no...?
Ichika: Futaro-Kun..
Yotsuba: Uesugi-San, no es hora de dormir.. despierta
Nino: Vamos Fuu-Kun... ¿No dijiste que nos amabas?
Futaro: S-Si las amo...
Miku: Entonces levántate, ven con nosotras...
Itsuki: Ahora estamos aquí contigo... y estaremos juntos para siempre...
Futaro: N-Ni siquiera puedo verlas
Ichika apareció sentada sobre la cama del pelinegro.
Era ella, pero tenía un tono pálido, tanto su piel como ropa y cabello, además de que sus ojos eran diferentes a los que ella tenía, estos se veían totalmente muertos...
Ichika: Aquí estamos Futaro-Kun.. nunca nos hemos ido
Nino: ¿Es lo que querías no? que nos quedáramos contigo...
Futaro: S-Si... p-pero no así...
Miku: Tu nos mataste Futaro... tu provocaste que estemos aquí...
Futaro: Y-Yo las vi morir varias veces... yo s-solo quería que fueran felices
Itsuki: Y lo somos cariño... tu mismo hiciste realidad esas ilusiones Uesugi-Kun..
Yotsuba: Así es... jeje
Todas las hermanas se veían de la misma manera, su comportamiento no era el mismo...
Futaro había vuelto realidad todas esas alucinaciones, ¿Pero enserio había servido de algo?
Ellas no se veían muy felices...
Todas: Siempre vamos a estar aquí Futaro... estaremos contigo todos los días... y ahora los 6 juntos....
podremos ser en verdad felices
Bad Ending
____________________________________________
Mierda...
Esto es sin duda lo más... que he escrito, nunca pensé siquiera llegar a escribir algo sobre el asesinato de las quintis, y por momentos incluso pensé en cambiar el final a uno donde ellas no morían.
Además es lo más largo, ya que llega casi a las 5000 palabras, siendo hasta ahora el capítulo más largo que he escrito en mi vida.
Esta historia tendrá final bueno, pronto lo sacaré, ya que quiero un ending donde todos sean de verdadera forma felices, así que esperenlo pronto.
En fin, ¿Que les ha parecido?
Yo creo que mejor voy a dormir, suficiente escritura por hoy...
Buenas noches
-Kirby
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top