||Prologo||

-- Así que por fin después de tantas visitas será inscrita aquí -- comenta jugueteando con su cigarrillo.

-- Sano Michiko... poseedora de los ojos estelares y tiene el ritual hereditario de su clan... sumamente talentosa, pero con mal carácter, ¿No te recuerda a alguien?

La mujer se permite reír ante la clara referencia, era como ver una versión femenina de su compañero en esa época.

-- Quiero creer que no será así de insoportable -- responde -- aunque bueno, eso ya será problema de Satoru.

Ambos observan el perfil estudiantil de la chica, tenía notas excelentes, bastante atlética, pero había algunos comentarios sobre desacuerdos entre ella con sus compañeros.

Shoko se preguntaba si ella era la que empezaba las disputas.

-- Los peces gordos intentaron evitar de todas las maneras que ella ingresara a esta Prefectura.

-- Je~, puedo imaginar por qué. Sería peligroso para ellos que otro Gojo Satoru saliera de aquí, ya les basta con uno.

El Director puede sentir los futuros dolores de cabeza que podría traerle esta nueva versión de Gojo Satoru y su mal carácter.

-- Aunque pienso que Michiko - chan podría llegar a ser incluso peor que Satoru.

-- Uhm~?

-- Satoru a pesar de su gran fuerza no siempre tuvo el apoyo de los mayores de su clan, por lo que casi siempre trabajaba solo.

Yaga lo recuerda, incluso entre las reuniones de peces gordos, los miembros del Clan Gojo siempre rechinaban los dientes cuando Satoru hablaba, más que todo porque nunca coincidían en nada.

-- Ese no será el caso de Michiko - chan.

-- ¿Tu punto?

Ella estaba mirando hacia el techo mientras expulsaba el humo de su cigarrillo, recordando todos los momentos que pasó con esa pequeña niña que solía infiltrarse para jugar.

-- El Clan Sano no está dispuesto a estar en contra de su miembro perfecto y futura cabeza, tenga en cuenta todo lo que le permitieron -- ella alza un dedo -- la dejaron venir a la Preparatoria a pesar de no estar permitido cuando era una niña -- alza un segundo dedo -- la dejaron escoger a quien será su primer esposo -- alza un tercer dedo -- la dejaron participar en la batalla de hace un año -- alza un cuarto dedo -- incluso le consiguen toda la información y armas que pide como si fueran simples caprichos de una niña pequeña.

Yaga se deja caer en el sillón, tomando nota de todo lo que dijo su antigua alumna.

-- Podría también ser influencia de su madre, a esa mujer no le costaría ningún esfuerzo en cumplir cualquier cosa que le pida su hija, tiene el dinero para hacerlo.

Ambos dejaron de hablar poco después, en su propia consciencia esperaban que a quien más atormentara la chica fuera al actual hechicero más fuerte.

¿Venganza? Tal vez un poco, después de todo no había nada de malo en que ese poste albino probara un poco de su propia medicina.

¿Verdad?

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