...

Los cuatro chicos de la isla se encontraban en una de las mesas, apenas y comiendo algún bocado.

La incomodidad persistía en ellos, sobre todo al tener a los príncipes y princesas rodearlos.

—¡Hola chicos!—habló Ben una  vez que se acercó a ellos, intentando subirles el ánimo—¿Cómo están?. Olviden lo que pasó, no fue nada. Olvídenlo—dijo por último, acercándose a Mal—. Después de la coronación les prometo que estarán bien.

Hugo miró de reojo a la chica de cabello azul, queriendo acercarse a ella pero sin querer dejar a Helena sola.

—. Ve con ella.. se ve que lo necesita—comentó Helena, sonriéndole en tranquilidad al chico.

—. Regresaré rápido—respondió Hugo, levantándose de su banca y acercándose  a Evie.

Helena miro de reojo como Hugo le susurraba algunas cosas a la chica, dejando por último un beso en su mejilla para luego volver.

—¿Cuánto crees que ella dure aquí?—Preguntó Audrey, mirando con burla a Mal—. Ella le atrae por ser una chica mala.

—. Ben jamás convertirá a una villana en Reina—siguió Jane, acercándose a Mal, terminando por reirse junto con Audrey.

Helena recostó su cabeza en la mesa, sabiendo que pasaría algo peor si esas dos chicas siguen burlándose.

Y tenía razón, segundos después escuchó gritar a Jane, ya que a esta su cabello volvió a la normalidad.

—. Tengo mucho más en mi libro—hablo Mal, alzando su libro con una sonrisa.

—¡¿Quien te crees?!—cuestionó Audrey.

—. Audrey ya callate de una buena vez—dijo Helena irritada por todo.

—. Tu callate Helena—respondió Audrey.

—. Veamos que otro hechizo les puedo hacer—comentó Mal, asustando a las demás princesas.

Helena solo asintió hacia Mal una vez que solo quedaron ella y Hugo con los cuatro chicos de la isla.

Dandose una última mirada para luego irse con Hugo en cuanto llegó Lumière por ellos.

❈──────•°•°•❀•°•°•──────❈

—. ¿Por qué él está aquí?—preguntó Hugo, enfurecido por encontrarse a Nolan en el salón.

Helena alcanzó a apretar la mano de Hugo, tratando de tranquilizarlo.

—. Escuchen... sobre lo que pasó..—trató de hablar Nolan.

—. Tu cállate—volvió a hablar Hugo, fulminando con la mirada y con intenciones de golpearlo.

—¡Hugo! ¡Mantén la calma!—pidió su madre, acercándose al chico.

—¿Y porqué debería?—preguntó Hugo, apretando sus puños para hacerle caso a su madre—. Él tiene la culpa.

El carraspeo por parte de Eugene los detuvo—. Eso lo sabemos perfectamente Hugo, pero te pido que conserves la calma.

—. Por supuesto que luego lo podrás golpear pero este no es el momento—añadió por último, recibiendo un golpe en el pecho por parte de su esposa.

Helena sonrió ante la pequeña interacción de sus padres, recordando cómo desde niña siempre anhelo tener una relación como la de ellos.

Pensó que ese sueño se cumpliría con Nolan, pero fue todo lo contrario, arruinando ese sueño.

Miro de reojo al rubio, el cual le estaba mirando, pero ni así pudo describir que le trataba de decir.

—. Bueno, como nadie más tomara la palabra lo haré yo—hablo por primera vez Peter, sorprendiendo a la rubia que no lo habia visto.

—. Ya se me ha informado sobre lo que pasó en la reunión, y sobre lo demás... hablando con sus padres y los Reyes de Auradon—explicó mientras miraba a Helena, con disculpa sobre todo—. Hemos llegado a la decisión que mi hijo Nolan Darling, Príncipe y protector de Nunca Jamás, será despojado de su título como consorte real de la princesa Helena Fitzherbert y con esto el fin de su compromiso.

—. Por supuesto que no será el único que será despojado de sus títulos, se le dará a conocer a Arianne Arendelle que también será despojada su título como princesa del Reino Arendelle, pasando su título hacia su hermana menor Daphne Arendelle...—terminó de decir, dándole una mirada a Eugene, el cuál asintió satisfecho.

Helena sintió como un peso se quitaba de sus hombros al escuchar esas palabras, sí terminó su relación con Nolan y pidió el cancelamiento de su compromiso, más nunca se le dio una respuesta a lo último. 

—¿Pero...—intentó alejar Nolan.

—. Pero nada niño—contestó Marcos—. Agradece que mi tío Adam se negase a expulsarte del estado.

Nolan solo volvió a cerrar su boca, asintiendo ante lo que dijo Marcos, sabiendo que era algo que se merecía.

Para algunos podría ser una exageración, pero algo que detestaban los Reyes, eran las mentiras y engaños, los mismos que le recordaban a la era oscura del reinado de los villanos.

Wendy que seguía mirando todo en silencio, sintiéndose decepcionada de su hijo mayor.

Ella recordaba con claridad cómo su hijo le pedía su ayuda para conquistar a la princesa, su emoción ante cada regalo que Nolan recibía por parte de Helena.

Por eso mismo no entendía lo que llevó a su hijo a hacer algo como eso, y temía indagar sobre qué más hizo Nolan a Helena.

Cuando la carta llegó a Nunca Jamás, pidiendo una reunión de emergencia, y después de que Eugene les explicara toda la situación.

Y gracias a que Hugo también les contó algunas cosas que el chico observó durante la ruptura de su hijo y Helena.

Nunca se imaginaron que su hijo llegaría a hacer eso, hacer llorar y lastimar a la chica que juro cuidar.

“Nolan al inicio era el príncipe que Helena necesitaba, pero de un momento a otro.. cambió, ya no buscaba a Helena o estaba con ella, era raro para nosotros.

Cordelia me contó que hubo noches donde Helena llegó llorando a su habitación después de una discusión con Nolan.

Desconozco si este le hizo algo más, los gritos y los pequeños moretones que Helena tuvo fueron lo único que él le llegó a hacer.

Tiempo después de que nos enteramos del engaño de Nolan, yo no fui quien lo golpeó, el que lo hizo fue Ben.

Nunca lo había visto salirse de sus casillas y realmente disfruté de esa paliza.

Después fue que Ben, usó su poder y suspendió a Arianne de la preparatoria, mientras que a Nolan le quitó el derecho como consejero.”

Se sintieron verdaderamente decepcionados de su hijo y con lo que hizo Ben, fue la clara prueba que no había nadie más capacitado que él para gobernar o eso queria creer ella.

Sabía que el engaño de su hijo no se perdonaría con facilidad y que esto no afectaría su relación con la familia Fitzherbert, si no con todo el reino.

Aunque nadie sabe cuando una persona alberga en su interior más maldad que bondad, aunque sean del bando contrario.

❈──────•°•°•❀•°•°•──────❈

—¿Ustedes hicieron... eso por mi?—preguntó Helena hacia sus padres una vez que se quedó con ellos y su hermano.

—. Por supuesto princesa, antes de ser Rey fui un ladrón muy conocido, robando a todo aquel que se me cruzara enfrente—respondió Eugene, despojándose de su saco al no ser muy fan de usarlos—. Pero nunca, por mi cabeza pasó hacer algún engaño de ese tipo... Sobre todo a tu madre.

—. Eres la princesa de Corona y mano derecha del próximo Rey, así que la gente debe ir sabiendo que es lo que pasara si intentan dañarte—secundo Rapunzel, acercándose a su hija y dejando un beso en su mejilla—. Como tus padres, siempre buscaremos lo mejor para ti.

La chica sintió una pequeña lagrima escapar de su rostro, abrazando a su madre—. Gracias.

—. No agradezcas princesa, te amamos—dijo Eugene, uniéndose al abrazó.

—¡Hey! ¡Yo también quiero!—exclamó Marcos, uniéndose al abrazó.

Las risas no se hicieron esperar entre los cuatro, olvidándose de lo malo y concentrándose solo en ellos.

Como en la familia que eran.

—¡Vengan aquí!—exclamó feliz Rapunzel, dejando besos en los rostros de sus hijos y esposo, manchandolos de labial.

—¡Ay mami!—musito en queja Helena, siendo secundada por Marcos.

—. Tu, yo y Ben.. como en los viejos tiempos—sugirió Hugo, sonriéndole a la rubia.

—¿Videojuegos y chatarra?—preguntó la chica, sonriendo con emoción.

—. Eso y mucho más—respondió Hugo.

Ambos prepararon algunas bolsas con comida chatarra junto algunos videojuegos, encaminado en pijama hacia la habitación de Ben.

La chica dio varios toques a la puerta, un código secreto que habian inventando entre los tres.

A los minutos se asomó Ben, el cuál tenia sus ojos algo llorosos, pero les regaló una sonrisa—¿Qué hacen aquí?

—. Comida, videojuegos...—hablo Helena.

—¡Y diversión!—terminó Hugo, haciendo reir a Ben.

—. Ya entiendo lo que quieren hacer—dijo para luego dejarlos pasar a su habitación.

—. Helena, prepara el fuerte, yo preparo los videojuegos y Ben, ponte tu pijama por favor—Hugo dio ordenes a los otros tres, empezando a encargarse cada uno de su parte.

Helena termino por juntar los sillones y cobijas de Ben, haciendo un fuerte de almohadas con ayuda de estas, dejando el suficiente espacio para que los tres pudieran entrar.

La noche para los tres pasó entre risas y desvelos, recordando cuando los tres tenian 9 años y cada noche, sea el castillo de alguno de ellos que siempre lo terminaban haciendo.

Sabiendo con claridad que después de la coronación de Ben, las aventuras disminuirían para darle paso a las obligaciones como Reyes de sus respectivos reinos.

❈──────•°•°•❀•°•°•──────❈

—¿Mal?—preguntó Helena, llegando a la cocina y encontrándose a la chica—¿Está todo bien?

La chica logró poner una sonrisa en su rostro—¡Oh si si!, todo esta bien, solo que.. no podía dormir.

Helena asintió—. Entiendo, también me sucede, pero un vaso de leche ayuda.

Mal miro la silueta de la rubia moverse por la cocina, sacando del refrigerador un cartón de leche para luego echar un poco en dos vasos.

Poniéndolos dentro del microondas y dejándolos por 1 minutos.

—. Creeme, después de esto… dormirás como un bebe—dijo Helena, extendiendo uno de los vasos.

—¡Espera!—paro a la chica—. Tienes que pedir un deseo para que puedas dormir mejor.

—. Bueno..—murmuró Mal, cerrando sus ojos y pensando en un deseo, siendo imitada por Helena.

“Deseo que todo salga bien mañana y que Ben pueda entender todo con calma”.

“Deseo que las estrellas se alineen y me muestren el camino hacia una nueva aventura”.

Ambas chicas siguieron lo que restaba de la noche en la cocina, Helena terminó por ayudar a Mal con las galletas, contando algunas anécdotas de su reino, animando más a la chica y pasando sus “nervios” por la coronación.

★;; termino de subir los últimos y a mimir.
—
P

arece que este cuento va a terminar muy mal.
Barbs.