1.08

────❛que comiencen
los juegos del hambre❜

                          ANGELA ABRIÓ con magia la puerta de la casa de Bill Forbes. El padre de Caroline a quien Carol Lockwood había llamado por Caroline. Bella entró primero, luego Tyler y por último Casandra con una pistola que le robó a Alaric.

—¿Sabes usar eso? —Preguntó Tyler.

—nop.

Bill Forbes llegó frente a ellos con un arma, pero Angela la lanzó con magia al otro lado.

—Angie —susurró sorprendido, viendo a la niña que vió crecer —Tyler.

—Bella, Casandra —Los presento la embarazada, sonriendo maliciosa —es de mañana y me pasé toda la noche buscando donde te quedabas porque tu hijita está organizando el baby shower de mí bebé, así que no puedes matarla.

—El seguro ni siquiera está desactivado —señaló el arma y Casandra le sacó el seguro.

—¿Mejor? —disparó a su lado y aguantó la mueca de sorpresa —no alteres mis hormonas, viejo ¿dónde está Caroline?

—El consejo fundador los cazara —les advirtió.

—ese consejo es más corrupto que mí abuela —se mofó Casandra —Tyler, búscala —él se fue y Bill la miraba.

Casandra no tenía ni la más mínima idea de lo que estaba haciendo, pero no iban a permitir que Caroline sufra. Así que al ver cómo Tyler volvía con ella, sintieron un gran alivio. La rubia pareció pasar por horas de tortura.

Tyler y Bella la llevaron al auto y Casandra bajó el arma, evitando ver a Bill y siguiendo a los demás. Angela siendo la última, pero no se fue sin antes desmayar con magia al mayor.

Cuando Casandra subió a su pickup, Angela y Bella se subieron a la parte trasera, donde cargaban las cosas, y Tyler junto a Caroline estaban dentro.

—hay que ir con mí mamá —pidió la rubia y Casandra abrió la guantera donde tenía dos bolsas de sangre que la rubia tomó desesperada —gracias...

—¿Estás bien? —acaricio su cabello y Caroline la miró agradecida.

—ahora si.















































                            BELLA ESTABA en la casa Forbes junto a Casandra, las dos veían a Caroline, erguida en su cama bebiendo de una bolsa de sangre y Liz, su madre, idéntica a Caroline, sentada a los pies de la cama mirándola. Caroline terminó de beber y le dió la bolsa a Liz.

—gracias. —Casandra se acercó, y Caroline se acostó y apoyó la cabeza en la almohada, Casandra la arropó —Gracias, Cass.

—hoy me diste un buen susto, rubia —acaricio su cabello. Era extraño tener amigas, unas que no sean falsas o sean las dos Cullen.

—Cariño, tu papá... todas nuestras familias tenemos creencias que se han transmitido de generación en generación. Y nos enseñaron a no desviarnos nunca de ellos —Liz explicó cuidadosa.

—Pero tú lo hiciste.

—Me enseñaste a ver las cosas de otra manera.

—Gracias por creer en mi.

Liz se levantó y fue a la puerta donde estaba Bella, Casandra acomodo mejor a Caroline, ella le sonrió pero luego amenazó llorar.

—¿sabes? Cuando Edward me dijo que era vampiro, creyó que yo estaba loca por no verlo como un monstruo —susurró viendo cómo sus ojos se cristalizaban —tiendo a ver a los monstruos como obras de arte. Algo magnífico y único, ninguno es igual, por más que lo parezcan... No son perfectos, pero son ideales a su manera. Son algo que pocos saben apreciar... Y yo soy parte de esa minoría que es incapaz de evitar encandilarse con la belleza que tienen... Que tienes, Caroline —A este punto, Caroline sollozaba en silencio. Lagrimeaba.

—él me odia. Mi papá me odia...

—Solo está asustado de la belleza antinatural que tienes, solo debe verlo desde otra perspectiva. Desde la mía, solo veo a una hermosa chica que está igual de asustada —besó su cabello.

—Gracias, Cass.

Ella fue a la puerta, donde Liz y Bella la esperaban, en cuanto iban a salir, vieron a Tyler querer entrar. Así que lo dejaron ir con la rubia. Liz miró en la sala a las hermanas Swan.

—Lo que hicieron...

—Se lo debía —negó Casandra.

—Caroline me lo dijo —miró su vientre —cualquier cosa que necesiten...

—muchas gracias, señora Forbes —fueron a la puerta principal.

—diganme Liz —hizo un ademan —salvaron a mí hija hoy. Les debo una.

Se despidieron y fueron a la camioneta donde Angela las esperaba.





























































                             DAMON HABLABA por teléfono con Katherine Pierce.

—¿Otra vez llamando? —se quejó —no sé cuáles sean tus juegos, esto de ayudar sin intereses, pero no me gusta. así que borra mí teléfono de tu celular, perra.

Mira, Damon. Solo quiero corroborar unos rumores y eres la fuente más sexy que tengo, no te hagas el difícil ¿es cierto que del híbrido en Mystic Falls?

—Ya sabes que Klaus está en Chicago, tu me diste su dirección ¿Lo recuerdas o los quinientos años te están haciendo defecto en la demencia senil? —se mofó bebiendo Bourbon, estaba en la sala de su casa. Bill Forbes estaba en su sótano con Liz y Caroline, esperando a que se le pase la verbena para hipnotizarlo y que olvide a Caroline.

No, no hablo de Klaus ¿No oíste lo que dicen? Oh, otra vez estoy delante de ti ¿Te duele?

—¿De qué hablas ahora? —preguntó confundido.

Las brujas están hablando. Se dice que habrá un híbrido por Mystic Falls. Mitad vampiro, mitad no se sabe. Suerte —y colgó.

Damon miró extrañado el teléfono y negó, Katherine cada vez estaba más loca y menos la entendía. Solo la quería lejos.





























































                             —LOS ROBOS de sangre en los bancos se han duplicado, ya no podemos seguir. Estamos en el punto de mira del consejo, mamá nos cubre pero no lo suficiente.

Casandra estaba sentada en el suelo del baño, recostada sobre el inodoro mientras vomitaba. Necesitaba algo, necesitaba comer. Y la sangre ya se le había acabado. Podía escuchar al resto discutir en la sala, Bella estaba a su lado, sosteniendo su cabello.

—¿Y qué quieres que hagamos, Caroline? —le preguntó Angela —¿Ir a robar a otros bancos en otras ciudades?

—¡no lo sé!

—bueno, Cass no solo necesita beber, necesita transfusiones. Solo deben verla —Alaric murmuró apenado.

—Necesita un doctor —dijo Bonnie —necesita urgente atención médica.

Siguieron discutiendo hasta que Alaric se fue, la fiesta Lockwood era ese día. Bella ayudo a Casandra a levantarse e ir con las chicas, Elena iba a hablar pero soltó un gemido adolorido.

—¡Mí collar! —Se arrancó el colgante del collar de la piel.

—Elena —Cass señaló su cuello, tenía una marca de quemadura donde el colgante tocó su piel —¿estás bien?

—Me quemó. —lo sujetó por la cadena, extrañada.

—¿el regalito de Stefan? —Señaló Casandra confundida.

—déjame verlo. —le pidió Bonnie, Elena lo sostuvo mientras Bonnie miraba el colgante —¿Angie?

Bonnie lo tocó, pero hubo un golpe y salieron chispas. Elena lo dejó caer sorprendida.

—parecía... Estar hechizado —Angela susurró —Vayan a la fiesta Lockwood, me quedaré a examinarlo y te lo llevaré allí ¿si?

Asintieron extrañadas. Casandra se quedó, no podía ir a una fiesta tan familiar con esa apariencia.

Luego de un rato, Casandra y Ángela estaban rodeadas de grimorios y velas. En la mesa, estaba el collar.

—¿Traigo la ouija?

Angela negó divertida y comenzó a recitar un hechizo.

—¿Por qué alguien querría hechizar ese collar? —preguntó bebiendo lentamente su última bolsa de sangre.

—Muchas razones —admitió amargadamente.

—y al final del día te terminaste involucrando...

—Bueno —suspiró mientras las llamas de las velas se incendiaban aún más —Nos están ayudando con el híbrido que llevas así que lo mínimo que puedo hacer es ayudarles con este collar, Cass.

—¿Por qué hablas como si solo fueran una ayuda y no amigos? —preguntó ceñuda —digo, si llego a sobrevivir, si me gustaría vivir aquí y no en el lluvioso y melancólico Forks.

—¿Ahora sí te ves sobreviviendo a esto?

De repente todos los grimorios estallaron en llamas.

Casandra se alejó sorprendida y Ángela grito un conjuro para que todos se apagaran.

—Ay, mami.























































































                           CUANDO STEFAN entró al bar de la bruja donde estaba con Klaus para acabar con ella, antes de que localice el collar de Rebekah que tenía puesto Elena, en Mystic Falls, se encontró con la bruja, Klaus y Rebekah. Los tres se giraron a verlo.

Stefan supo que todo estaba perdido.

—Nuestra querida bruja encontró el collar —Contó Klaus, pero no parecía enojado —Estaba en manos de una bruja, pero eso no fue lo que llamó mí atención, sino... ¿Como dijiste, amor? —miró a la bruja sonriendo.

Klaus tenía algo en su sonrisa, lo hacía lucir verdaderamente dulce, era tierno, pero parecía tan cínica esa sonrisa que te daban ganas de enterarte treinta metros bajo tierra.

—Nombraron a Stefan —señaló al castaño que tragó saliva —y a un híbrido. Llevado en el vientre de una chica.

—¿qué? —dijo Stefan, totalmente desconcertado.

Por instantes, creyó que la bruja podría ser Bonnie, pero descartó esa idea ante la mención de un híbrido ¿a qué se refería con eso? No estaba mínimamente enterado.

—No hacen faltas las mentiras, destripador —Negó Klaus —No estoy enojado, solo tengo curiosidad. Rebekah parece pensar que te estás aferrando a algo. Un pedazo de tu antigua vida. La cuestión es que tiene instintos impecables, casi sobrenaturales. Así que pensé en comprobarlo. Comprobar por mí mismo qué es lo que has estado ocultando... Y qué casualidad, que mí collar está en Mystic Falls con una bruja y un nuevo híbrido, un digno rival de mí.

—te juro que no tengo idea de lo que está pasando —negó Stefan, totalmente seguro. ¿la bruja si sería Bonnie?

—Vamos a Mystic Falls, Nik, a comprobarlo —pidió Rebekah y Klaus asintió.

—Haremos eso, hermanita, pero ¿En serio estás tan desconcertado como lo parece? —Klaus se acercó a Stefan.

—Me desligué de Mystic Falls por venir contigo —Señaló seguro. Rebekah sabía que mentía y lo hizo notar al bufar.

—Iremos a Mystic Falls igual, yo sé que lo extrañas, amigo —pasó su brazo sobre sus hombros —Me da curiosidad. Conseguiremos el collar, visitaras a Damon y su insoportable personalidad y yo veré lo del híbrido.

—ha habido rumores —la bruja dijo —Las brujas hablan hace meses, ese bebé es una amenaza.

Antes de decir algo más, Klaus apareció frente a ella y le rompió el cuello.

—Odio las habladurías —sonrió volteando a Rebekah y Stefan —No quiero que de siga corriendo la voz sobre ese bebé y esa chica, además... Estoy seguro que ella iba a traicionarnos. Las brujas tienden a eso.

Sonrió aún más, y Stefan rogaba por sus adentros que sus amigos no se hayan hundido más en líos.



































































































                           ANGELA SALIÓ a tirar la basura cuando vió a Elena acercarse caminando.

—Hola —saludó sonriendo suave.

—Hola —saludó la morena —¿todavía tienes mi collar?

—Sí, todavía no he descubierto qué está pasando. Lo siento —dejó la basura y acomodo sus lentes.

—lo sé. Pero yo simplemente... me siento raro sin él... Stefan, todo esto. Sé que no te gusta que te hable de eso —se encogió de hombros y Ángela sacó el collar de su bolsillo.

—Esta bien, lo entiendo —se lo tendió y ella lo tomó —no te lo tomes a mal, Elena, es simplemente que... Stefan se convirtió en el nuevo Damon y Damon sigue siendo Damon. A mí estas cosas me asustan, más aún con Casandra y Bella. Yo no quería arrastrarlas a esto. Por eso las cuide en Forks con Edward y Jacob. Pero ahora ellos no están y las traje aquí que es peor... Solo por el bebé.

—Eres una buena amiga, Angela —Negó guardando el collar.

Se escuchó algo romperse dentro de la casa y Ángela volteó rápidamente, llamando a Casandra. Corrió apresurada dentro de la casa, creyendo que Elena iría detrás de ella.

Cuando entró, se encontró a Casandra frente a la heladera, sollozando y habiendo tirado varias cosas.

—Tengo sed, Angie... —susurró hiperventilando —y está muy inquieto.

Ante lo segundo, Angela bajó la cabeza para ver su camiseta totalmente levantada. El vientre de Casandra estaba lleno de hematomas e hizo una mueca al ver cómo algo se removió y Cass llevo una mano a dónde el bebé pateó.

—Tranquila, Elena está... —pero cuando volteó, no vio a la morena.

—Angie...

Volteó a verla, Casandra estaba llorando. Verla de esa forma, como pocas veces, tan desesperada y vulnerable, le rompía el corazón en miles de pedacitos. Angela estaba desarrollando un gran rechazo a Edward Cullen y a su familia por haber puesto a Casandra en ese estado y haber desaparecido. Aún cuando les habían mandado mensajes, ellos jamás se interesaron.

Angela no quería dejarla sola, así que limpió, mirándola cada dos segundos con miedo a parpadear y que Casandra tenga algún incidente.

Elena y Caroline llegaron con Bella en ese preciso momento, entrando a la casa que tenía la puerta abierta, totalmente preocupadas, al llegar a la cocina, vieron la situación.

—¿qué pasó? —Caroline apareció en un parpadeo a un lado de Casandra.

—¡estaba afuera con Elena! Y escuché un ruido —miró a la morena que se señaló confundida.

—Angela, yo nunca estuve aquí —negó viendo cómo Caroline levantaba a Casandra al estilo nupcial —Katherine.

—¿Qué? No, no puede ser... —negó la de lentes —yo le di...

—¿qué le diste?

—yo le di tu collar.

Caroline dejo a Casandra sobre el sofá, arreglando su cabello, tomó una manta y la tapó, abrazándola con fuerza. Las demás chicas llegaron a la sala.

—¡yo no sabía que era ella! Jamás la había visto y era... Era idéntica... Era tu ¡Por dios! —Angela se desesperó.

—Esta bien, Angie, tranquila —Elena se pasó las manos por el cabello.

—no hay más sangre —comunicó Bella —¿qué haremos? Son dos problemas a la vez.

—vean otra fuente de alimento o si Damon dejo en su freezer —pidió Elena —yo... Veré lo de mi collar, no es coincidencia que me haya quemado y luego Katherine vuelva para robarlo.

Asintieron y se alejaron. Cada quien saliendo. Bella no quería irse, pero tuvo que hacerlo, fue en busca de Alaric. Mientras que Caroline y Elena le prometieron cuidar de Casandra.

—¡mañana es la noche de las bromas! Y estamos así, con todo esto —se quejó Caroline —amaría que estés ahí, que empieces las clases con nosotras —le dijo a Casandra.

—no hablemos de eso, por favor —pidió cansada, trataba de no pensar en su hambre —cambien de tema, hablen de Elena y su drama con Damon, no lo sé.

—en definitiva ese no es un tema a tocar.

—no, si, de hecho es un buen momento para tocar ese tema —Negó Caroline y Elena la miró con ojos entrecerrados —digo, hoy trato de matar a mi papá. Él es malo Elena, no es por decir te lo dije, pero te lo dije. No puedes cambiarlo.

—Caroline...

—Dios, admítelo, Elena, ¿si? ¡Te atrae él! En toda la gloria de su hermano malo —Habló cansada y Casandra las miraba como un partido de ping pong.

—No.

—¿No de no te atrae? o no, ¿simplemente no lo admites?

—¡No puedo, Caroline! Si lo admito, si lo pienso aunque sea por un segundo... ¿Qué dice eso de mí?

—Dice que eres humana, Elena.

—Los... Sentimientos cambian —miraron a Casandra —Yo era la compañera de Edward, estamos destinados, pero él rompió eso. Luchó contra el destino. Algunos pelean contra la corriente y no necesariamente puede estar mal. Duele, pero aveces lo que buscas puede estar en la dirección equivocada. Tal vez deberías ver lo que tú quieres en lugar de ver a dónde te lleva la corriente.

—Que Edward haya cambiado, no significa que hayas dejado de amarlo —Elena suspiró.

—Claro que lo amo... Pero no voy a insistir dónde no quieren que insista. Si él nadó contra la corriente, yo dejaré que la corriente me lleve a ver dónde me deja. Aún cuando me lleve por un precipicio y caiga —miró su vientre.

Caroline frotó sus brazos y Elena se sentó a su otro lado, para nada dispuestas a dejarla sola.

—¿Saben qué es lo más triste? —Casandra susurró y la miraron. Ella comenzó a jugar con el brazalete de angel de Elena —que ya no puedo comer alfajores...

Comenzó a llorar bajito y las dos chicas no supieron si reírse o llorar con ella, así que solo se dispusieron a consolarla. No sabían qué más hacer por ella.

Meta de actualización
230 estrellitas.
40 comentarios.
Postada: SE LA CREYEERONN,
hoy solo hubo mención de Santa
Klaus, pero en el próximo cap ya
Aparece.
Besito en la cola, Lola💗

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top