Capitulo 14

Okey ehh.... Antes de comenzar me gustaría comentar una pequeña cosita,🤡 y es que....
Tuve que alterar un poquito el capítulo anterior, ¿La razón?, Pues... resulta que el capítulo 16 ya lo tenía escrito, sin embargo por alguna razón el "Asombroso" de Wattpad no guardó ni una sola palabra, así que tuve que volver a reescribirlo😩 y mientras lo hacía se me ocurrieron un par de ideas que podía utilizar para la trama, así que con respecto al capítulo 14 tuve que modificarlo un poquito para que pudiera encajar :) y bueno, también quise hacer sufrir un poquitín a Giulia con la intriga de lo que realmente es lo que le pasa a Luca, para que así cuando resiba la noticia del bebé sea la primera en emocionarse y gritarles en la cara que ella tenía la razón desde un principio. 🧡

(Algo casual xd :v )

Y pues bueno, también quería disculparme por no haber actualizado durante todo este tiempo, en verdad mil disculpas linduras.🙏🏻
No voy a dar ningún pretexto, solamente voy a limitarme a decir que voy a compensarlo.

De todo corazón espero y los próximos capítulos sean de su agrado :) 🎨🖌️⭐🌊

✧*。Los escribí con mucho amor para ustedes...💙✧*。


~Spoiler***~

{En el próximo capítulo ocurrirá lo que la mayoría están esperando, ¿Sabes a lo que me refiero?😊}

¡Ah! ¡Y por cierto mojarritas!

Un Pequeño Dato:
"Corniglia" si es en realidad un pueblo distinto a Portorosso que incluso existe en la vida real 🤭 yo tenía la pequeña duda de si estaba en lo correcto o no, pero esto fue confirmado por el propio Enrico Casarosa por medio de la cuenta de Twitter de _LovelyMidnight_

Omg!..... En fin, ya fué mucho bla bla bla
Mejor los dejo con los capítulos!!! :)

¡Que los disfruten!♡🍼👣🌈🌙

⭐~•~•~•~💙~•~•~•~⭐

El pueblo de Corniglia era realmente bello, claro, no tanto como Portorosso pero... Tenía su encanto.

Después de desayunar, Luca y Alberto caminaron un poco, observando los lindos colores y los increíbles detalles de las casas a su alrededor, pronto habían llegado a un taller donde arreglaban, vendían y rentaban motonetas vespa, y tal como lo habían dicho, rentaron una para poder recorrer el pueblo con más comodidad.

La mañana se pasó muy rápido, ahora mismo eran alrededor de las 12:25 P.M. y la joven pareja se encontraba recostada sobre el verdoso césped, observando las nubes y deduciendo la forma de cada una de ellas.

- ¡Creo que esa parece un pez! - Mencionó luca con una sonrisa señalando con su dedo índice la nube en el cielo.

- Tienes razón - Alberto respondió soltando una risita - Realmente lo parece - Terminó de decir girando su cabeza hacia Luca el cual se encontraba a su lado.

Si había algo más lindo y más hermoso que el cielo azul en sí, ese era su esposo, verlo sonreír era más que suficiente para hacer que su corazón comenzara a latir con fuerza.

- ¡Oh mira! y esa de allí parece un perrito - volvió a escuchar por parte del castaño quién al igual que Alberto giró su cabeza, al instante, haciendo contacto visual con los hermosos ojos verde esmeralda de su esposo.

Ambos se dedicaron una tierna sonrisa para luego volver a dirigir su vista hacía el cielo.

Por un momento, sus voces se silenciaron, solo podían escuchar el viento soplando ligeramente y las olas del mar chocando contra las rocas en medio de la playa.

Luca frunció su seño un poco confundido y extrañado....

- Ehmm.... Oye.... puede sonar un poco raro pero.... - Alberto giró su cabeza hacia su esposo prestándole total atención - ¿No cres que esa nube de allí es muy similar a un monstruo marino bebé? - Mencionó

Alberto volvió a desviar su mirada solo para poder comprobar lo que el piccoletto acababa de decir.

- Guau... ¡Sí! - Dijo el moreno sorprendido con un pequeño brillo en sus ojos - ¡Es cierto! ¡Parece un pequeño bebé!

Sonrió tiernamente y solo permaneció admirando la silueta tan excepcional.

- Jeje sabes, esa nube me hace recordar el sueño tan loco y tan extraño que tuve

Luca enseguida lo miró con una enorme sonrisa en su rostro.

- Y que fue lo que soñaste amore? - Preguntó

Alberto comenzó a dudar con respecto a si debería de contarle su sueño al castaño, en primer lugar era un tontería puesto que sabía que algo como eso NUNCA podría pasar, ¿Que tal si Luca pensaba que se estaba volviendo loco? Probablemente se reiría sin parar con tan solo el hecho de imaginarse asi mismo embarazado.

- Aaahh.... Yo preferiría mejor no contártelo

Luca al instante borró su sonrisa y frunció el seño.

- Y porqué no? ¿Acaso esperas que se cumpla?

Alberto soltó una risita.

- En primer lugar, no estamos hablando de un deseo como para no querer decírtelo con la esperanza de que se cumpla, y en segundo, ese sueño jamás se hará realidad porque simple y sencillamente es imposible

Luca suspiró frustrado, realmente tenía curiosidad y realmente quería saber lo que sea que su esposo había soñado.

Reveló una sonrisa traviesa, se levantó un poco del césped acercándose más hasta el moreno, de un momento a otro se colocó encima de él sentándose sobre su entrepierna, Alberto solo lo miraba confundido, la única reacción que tuvo fué levantar una ceja y colocar sus manos sobre Luca tomando su delicada y pequeña cintura.

- ¿Que es lo que pretendes? - Preguntó

- La verdad?, Absolutamente nada

- Bueno menos mal - El moreno mencionó - Porque de una vez te informo que no te diré nada, inclusive si tuviéramos sexo aquí mismo mi boca permanecerá sellada

- ¡No seas tonto! ¡Yo no quiero tener sexo, y mucho menos aquí!

- Entonces que es lo que pretendes? - Alberto le dió una sonrisa burlona

- ¿Yo?, Nada, ¡Solo quiero que me cuentes lo que soñaste!

El castaño se movió un poco inclinándose hacía él tomando sus mejillas y depositando un pequeño y corto beso sobre sus labios - Per favore amore... - Volvió a depositar otro pequeño beso - Cuéntame ¿sí?

Se alejó de Alberto él cual solo bajó la mirada hacía su pancita permaneciendo en silencio, mientras tanto, Luca solamente permaneció sentado sobre su regazo observándolo un poco extrañado en espera de una respuesta.

(...)

- En serio no piensas contarme nada?

El castaño mencionó mientras abrazaba fuertemente a su esposo, él cual acababa de estacionar la vespa frente a la acera del mismo restaurante donde habían desayunado por la mañana.

- Luca llevas más de 35 minutos con lo mismo, y cada vez que lo preguntas de nuevo, la respuesta sigue siendo no

Luca dejó de abrazarlo, Alberto bajó de la motoneta mientras que el piccoletto solamente se limitó a suspirar con algo de frustración.

Alberto lo tomó con cuidado de la cintura, Luca se apoyó contra él rodeándolo del cuello con sus brazos para así poder bajar de la vespa.

- Insisto, algo me dice que debimos de haber regresado a Portorosso en lugar de haber venido aquí

- Amore solo relájate, ya te lo dije ni siquiera van a notar que no regresamos hoy, todo estará bien - El moreno habló con seguridad

Luca cruzó sus brazos y mordió con nerviosismo su labio inferior, no sabía porqué pero sentía algo de inquietud.

- Entonces..... Vas a venir?

Levantó su mirada hacía Alberto él cual ya se encontraba en la entrada del restaurante.

- Eh... Si, ya voy - Mencionó mientras observaba como su esposo entraba a dicho establecimiento.

Soltó un pesado suspiro y se dispuso a entrar también, aunque.....

- Aggh...!

De un momento a otro fué golpeado por un agudo dolor en su vientre, se inclinó un poco llevando una de sus manos hacía su pancita, sentía como un pequeño pero fuerte espasmo que le impedía siquiera poder moverse.

- Auuch! - Se quejó e Inhaló y exaló profundo

Por suerte, el dolor fué disminuyendo de forma rápida, bajó su mirada hacía su pancita, no sabía que le ocurría, no era la primera vez que le pasaba y sinceramente estaba comenzando a preocuparse.

(...)

- Y bien, que vas a ordenar?

Alberto preguntó mientras veía la carta de menú en sus manos, Luca apenas acababa de llegar hasta su mesa, tomó asiento frente a su esposo y comenzó a jugar con sus dedos de forma nerviosa debajo del mantel.

- Amm.... Alberto, necesito decirte algo - Habló captando la mirada del moreno

- ¿Sí? Que ocurre? - Preguntó suavemente dejando de lado el menú

Luca solo lo observó en silencio mientras sentía un pequeño nudo en la garganta.

- Eh.. Yo...

- Disculpen, ya decidieron que van a ordenar?

Justo en ese instante desviaron sus miradas hacía el mesero él cuál había interrumpido por completo el panorama.

- Aahh.... ¡Sí! - Mencionó Alberto regresando su vista al menú para luego volver a mirar a Luca - Te parece bien si pedimos lasaña?

- Amm... Claro - Le dió una sonrisa

- Okey! Entonces dos platos de lasaña per favore y.... dos copas de vino

El mesero asintió...

- En seguida signore

Tomó los menús y se retiró en dirección hacía la cocina, Alberto miró por tercera ocasión a su marido para enseguida preguntar.

- Y bien ¿Que es lo que querías decirme?

Luca suspiró...

- Bueno.... Realmente ya no importa, solo era una tontería descuida

- Estás seguro? - Preguntó alzando una ceja

El piccoletto asintió con la mirada baja....

- S-sí, no es nada

Volvió a levantar la mirada y le dió una pequeña sonrisa...

- Aaahh.... Okey?

15 minutos después....

El mesero regresó con su orden, colocó los platos de lasaña sobre la mesa y procedió a llenar la copa de Alberto con vino para luego comenzar a llenar la de Luca, él cual solamente se limitó a observarla con repudio.

- Amm... Lo siento pero.... no creo que pueda tomar esto - Deslizó lentamente la copa de vino hacía un lado y miró al mesero - Podrías mejor traerme un vaso con jugo?

- Ehh... claro en seguida

- Grazie - Mencionó con amabilidad

- Amore, ¿Porqué pediste jugo si este vino es tu favorito? - Alberto preguntó algo extrañado

- Amm... lo sé, sé que es mi favorito pero, es solo que.... El tan solo olerlo me provoca mucho asco

- ¿Que?

- ¡Sí! y la verdad no sé porqué

Alberto quedó en silencio, tomó su copa de vino y la miró sumamente confundido, seguido comenzó a moverla en forma de círculos acercándola a su boca, olió un poco el vino y enseguida tomó un sorbo.

- Mmm realmente sabe bien - Mencionó

- Aquí está su jugo - El mesero se acercó nuevamente hasta Luca y colocó el vaso sobre la mesa - Se les ofrece algo más?

- Amm.. por el momento no, grazie! - Alberto habló

- Muy bien, entonces me retiro, con su permiso

El mesero hizo una pequeña reverencia para luego alejarse de la joven pareja.

- Es deliciosa

Alberto dirigió la mirada hacía Luca...

- Uhh?

- La lasaña, está deliciosa

El moreno bajó la vista hacía su plato, tomó el tenedor o forchetta y llevó un bocado a su boca igualmente quedando fascinado por el sabor.

- Mmm.... ¡Tienes razón! - Mencionó - ¡Creo que es la mejor lasaña que eh probado en mi vida!

Luca soltó una linda y tierna risita, permaneció observando a Alberto, dios en realidad lo amaba con todas sus fuerzas, él era toda su felicidad, él era toda su alegría, él era el único que le transmitía tranquilidad y comodidad, él era su razón de vivir (aunque claro eso cambiaría, él no lo sabía pero pronto tendría una nueva personita que le haría sentir las mismas emociones, pronto tendría a alguien que al igual que Alberto amaría con todas sus fuerzas, una pequeña parte de él y una pequeña parte de la persona que más amaba en el mundo.)

La sonrisa que tenía en su rostro poco a poco se fué desvaneciendo, un pequeño y ligero calor comenzó a expandirse por todo su abdomen, seguido de una pequeña punzada que lentamente se fué haciendo dolorosa.

Su cuerpo permaneció inmóvil, llevó una de sus manos hacía su pancita colocándola suavemente sobre su vientre, soltó el tenedor dejándolo caer, el cual chocó contra la orilla del plato de lasaña provocando un fuerte ruido, al instante, captando la mirada de su esposo.

- Ey estás bien? - Preguntó con un poco de lasaña en su boca, a su vez arqueando una ceja en señal de confusión.

Luca solamente negó de forma lenta con la cabeza, llevó su otra mano hacía su pancita mientras se inclinaba hacía el frente pasando sus brazos al rededor de su cintura como si estuviese abrazándose así mismo.

- Auuch.... - Se quejó cerrando sus ojos y apretándolos con fuerza.

Alberto rápidamente se levantó de su asiento, se acercó a él arrodillandose a su lado.

- ¡Luca que tienes?! - Preguntó sumamente preocupado.

- Ummh.... Du- duele! - El castaño mencionó, podía sentir como el dolor era cada vez mas intenso - ¡Alberto me duele mucho!

El menor comenzó a llorar levemente,
había pequeñas lágrimas deslizandose sobre sus mejillas - Auuch! - Volvió a quejarse, Alberto no sabía que hacer, la desesperación estaba comenzando a invadirlo, sin embargo, sabía que tenía que ser sensato y guardar la calma, lo único que vino a su mente fué comenzar a acariciar suavemente la espalda del menor para tratar de tranquilizarlo.

Pronto otro mesero se acercó hasta ellos.

- Disculpen está todo bien? - Preguntó

¿Que clase de pregunta era esa? ¿Acaso no era obvio?, ¡Por supuesto que nada estaba bien!.

- ¡N-no! ¡Mi esposo se siente mal!

- Ehh... Cree que haya sido la comida?

- No... - Alberto levantó la mirada hacía el mesero - No lo creo, apenas y la probó

El chico de uniforme negro con blanco no sabía que hacer o que decir, Luca solamente seguía quejándose sin dejar de llorar por lo que mencionó lo primero que se le vino a la mente.

- Les gustaría que llamemos a un doctor?

-S... -

- ¡N- NO! - El moreno estaba apunto de hablar, más sin embargo Luca lo interrumpió con un grito.

- ¿Que? - Lo miró extrañado - ¡Luca! ¡No es momento para esto!, ¡Necesitas un médico!

- Agghh! - El chico de ojos marrones solamente dejó escapar otro quejido.

Alberto volvió a mirar al mesero...

- Llamelo per favore

El mesero asintió y se alejó de ellos lo más rápido posible.

- Uhmm.... - Volvió a bajar la mirada hacía Luca y continúo acariciando su espalda.

- Tranquilo amore, trata de respirar - Mencionó suavemente.

Luca lo obedeció, comenzó a inhalar y exhalar para tratar de calmarse un poco, mientras tanto, Alberto elevó su mano libre hacía su pancita colocándola de forma suave sobre su abdomen.

- Tranquilo.... Respira.... - Susurró y movió lentamente su mano masajeando delicadamente la zona donde sentía el dolor (ocea su vientre)

El castaño había cerrado sus ojos, solo escuchaba la tranquila y relajante voz de su esposo, inhalaba aire lentamente por su naríz y lo exhalaba de igual manera por su boca.

Tal parecía que estaba funcionando puesto que el dolor comenzó a disminuir después de unos segundos, Alberto continúo acariciando su pancita, realmente era algo relajante para Luca.

Tenían suerte de que los demás comensales del restaurante no se dieran cuenta de lo ocurrido, había sido buena idea haber elegido el área de la terraza para almorzar, si las personas los hubieran visto I/o escuchado habrían pensado que la comida del restaurante era tóxica o algo parecido, lo que de alguna manera abría sido fatal para los dueños del establecimiento.

- Scusa pero.... No pudimos localizar al médico del pueblo - El mesero mencionó a lo que Luca y Alberto solamente dirigieron su mirada hacía él.

Alberto soltó un suspiro para luego dirigir la vista hacía su esposo tomándolo de las mejillas.

- Descuida, hoy mismo regresaremos a Portorosso para que pueda atenderte tu doctora

Luca asintió con la cabeza, aún tenía lágrimas sobre su rostro, optó por recargarse de forma lenta sobre el pecho de Alberto él cual al instante lo abrazó acurrucandolo contra él para luego depositar un pequeño beso sobre la parte superior de su cabeza.

En ese momento el mesero se acercó a la mesa y colocó sobre ella una taza sobre un pequeño platito - Tome, beba esto es té de manzanilla - Habló amablemente revelando una pequeña sonrisa - Le ayudará con el dolor

- Sniff* Grazie - El castaño mencionó algo decaído

- De nada, emm ... Hay algo en lo que realmente les pueda ayudar?

- Ehh... Sí, pondrías envolver nuestra comida y traernos la cuenta per favore? - Alberto preguntó

- Desde luego Signore

- Grazie

El chico tomó los platos de lasaña para luego retirarse, Alberto por su parte siguió acariciando a Luca tratando de mimarlo.

- Descuida todo.... Todo estará bien

Permanecieron en silencio por casi un minuto, minuto en el cual Luca reunió el valor suficiente para poder hablar.

- Al... Alberto..... - Se escuchó por parte del castaño a lo que el moreno se separó un poco de él para poder mirarlo a los ojos.

- ¿Si?

- No.... - Inhaló aire y soltó un suspiro - No es la primera vez que me pasa

- ¿Que? - Alberto preguntó confundido - Ya habías sentido este malestar antes?

Luca asintió mientras bajaba la mirada.

- Y... ¿Y le comentaste a la doctora sobre esto?

- N-no - El cataño respondió nervioso para luego levantar su mirada - Comencé a tenerlos un día después de mi cita con ella, el..... El día que llegamos a la isla

Alberto lo miró con preocupación....

- ¿Porqué no me lo dijiste? - Preguntó

- Porque no..... No quería preocuparte, y mucho menos quería arruinar nuestro viaje - Un par de lágrimas más comenzaron a deslizarse sobre sus mejillas - Aunque creo que..... Igual terminé haciéndolo

- Oye! - El mayor lo tomó de las mejillas a su vez comenzando a limpiar sus lágrimas con sus dedos - No arruinaste nada - Mencionó suavemente

Luca lo miró en silencio por unos segundos, para luego volver a hablar.

- ¡Alberto estoy asustado! - Mencionó con su voz un poco quebradiza - Y si.... Realmente es algo malo lo que tengo?

El mayor no soportó escuchar esas palabras de su boca, simplemente se abalanzó hacía él y lo acurrucó sobre su pecho en un fuerte abrazo.

Luca por su parte soltó un pequeño y ligero sollozo.

- Sé que algo sucede con mi cuerpo pero.... Exactamente no sé lo que es

- Shh tranquilo, no... No debes pensar así - Se separó de él tomándolo por los hombros y al mismo tiempo mirándolo a los ojos - Tenemos que ser positivos, okey?~( jaja positivo, positivo pero el resultado de la prueba xd :v )

Una pequeña y casi inotable sonrisa apareció en el rostro del chico ojos color avellana.

- Ten..... - Alberto le acercó el té que el mesero había dejado sobre la mesa - Será mejor que bebas esto, así te sentirás mejor

Luca observó el té el cuál estaba caliente, tomó la taza con ambas manos, sopló un poco y luego dió un pequeño sorbo.

Al cabo de unos minutos el mesero regresó con la cuenta, Alberto sin más pagó, no sin antes agradecerle al chico sus atenciones, le entregaron su comida en una pequeña bolsa de papel con el logo del restaurante y sin más volvió a dirigir la mirada hacía su esposo.

- Te sientes mejor? - Preguntó de forma suave y tranquila

- S-sí - Luca respondió con la taza de té entre sus manos - Aún me duele un poco pero... Ya no es tan fuerte como hace algunos minutos

- ¿Crees que puedas caminar?

- Amm...- Dejó la taza sobre el pequeño platito en la mesa - Creo que sí

Alberto asintió, estiró un poco su mano y la colocó sobre la mano de Luca acariciándola.

- Aún tenemos que devolver la vespa - El castaño mencionó

- Lo sé - Alberto respondió suavemente - Estuve investigando y el taller queda super cerca de la estación, solo entregaremos la vespa, iremos a tomar el primer tren hacía Portorosso y en menos de una hora estaremos allí

Luca asintió mientras bajaba la mirada hacía el suelo, realmente parecía asustado.

- Ey... - Levantó la mirada hacía su marido - Todo estará bien ¿De acuerdo? - Apretó su mano de forma suave y delicada - Tú vas a estar bien

Alberto llevó su mano hacía la mejilla del castaño.

- Ti amo

Luca le regaló una pequeña y linda sonrisa...

- Yo también

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