ESPERAR
CAPÍTULO TREINTA Y DOS
Esperar,
— "Llevaremos a alguien que quiere conocerte". — Yamagawa detuvo sus movimientos, mirando a la nada con su ceño fruncido.
— ¿Es alguno de tus locos compañeros?
— "El más loco, estaremos ahí en media hora".
— Bien, el almuerzo estará listo para esa hora, cuidado al volver. — Ran asintió, cortando la llamada.
Tetsu apagó el fuego de la cocina después de unos minutos, caminando hacia su habitación en donde se cambió su ropa casual por una más decente.
Con el paso de los segundos, la puerta siendo abierta llamó la atención de la mujer, quien se encontraba sentada en el sofá, mirando su teléfono. Sus ojos se elevaron, encontrándose con sus dos novios y un chico de cabellos rosados mirándole.
— Tetsu. — Llamó Rindo. — Él es Sanzu Haruchiyo... Sanzu ella Es Yamagawa Tetsu, de quien tanto te hablamos.
— Es un gusto, Sanzu. — Saludó la menor, acercándose para estrechar la mano con el invitado, notando de inmediato unas curiosas cicatrices en el rostro del chico, que dejó de ver para no incomodarle. — Toma asiento, estás en casa.
— El gusto es mío, Tetsu. — El chico se sentó en uno de los sofás, mientras los dos hombres restantes saludaban a su mujer y después se sentaban también.
— ¿Tienen hambre?
— Sí, yo iré a servir la comida. — Ran desapareció por la cocina, Tetsu iba a sentarse al lado de Rindo, pero este la tomó de la cintura, sentándole sobre sus piernas.
— ¿Cómo has estado hoy? ¿Te sientes mejor? — El chico dejó un delicado beso en la mejilla de la castaña quien sonrió asintiendo.
Sanzu frunció su ceño algo confundido e iba a preguntar sobre ello, pero sus ojos bajaron y fue cuando lo comprendió. La chica seguramente es condiciones normales tendría un atractivo cuerpo, pero ahora había algo que resaltaba bastante, y era el pequeño vientre abultado que poseía.
— ¿Estás esperando un niño? — Preguntó Haruchiyo, sonriendo con diversión. — ¿De quién es?
— Oh, bueno... — Tetsu rio avergonzada. — En realidad no lo sabemos.
— Es mío. — Aseguró Rindo, acariciando con delicadeza el vientre de la chica.
— ¡Es mío, Rindo! ¡Deja de decir estupideces! — Exclamó el mayor desde la cocina.
— Qué lío en el que te metiste ¿No?
— Totalmente. — Yamagawa se apoyó en el pecho de su novio, tomando las grandes manos contrarias, subiéndolas y bajándolas por su vientre.
— ¿Cuándo te enteraste? Supongo que hace bastante.
— ¿Por qué tantas preguntas a mi mujer? ¿Te gusta? — Se quejó Rindo, Tetsu palmeó su pierna llamándole la atención.
— No seas maleducado. — Regañó la castaña, Rindo solamente miró a otro lado. Sanzu rio ¿Realmente eran los dos hermanos controlados por una misma mujer? — Me enteré hace cuatro meses, en cinco meses más me daré cuenta quién fue el imbécil que no utilizó preservativo ni me avisó para tomar la pastilla del día siguiente.
— ¿De veras crees que serán buenos padres? — El chico de cabellos rosas miró a Rindo, probablemente el hermano menor sería un grandísimo celoso, y el hermano mayor sería el imbécil que mal influenciaba a los niños.
— Tendrán que serlo quieran o no. — Yamagawa soltó un suspiro. — No creí que repentinamente saldría embarazada, no estaba en mis planes, pero... Me alegra tener un niño ¿Sabes? Estoy emocionada.
— La comida está servida. — Los tres miraron a Ran salir de la cocina, este limpiaba sus manos con una toalla.
— Andando. — Rindo llevó a su pareja hasta el comedor, siendo seguidos por el invitado.
— Gracias por la comida.
[...]
Ran miró por unos segundos la caja en sus manos antes de soltar un largo suspiro y mirar a su hermano menor, quien parecía más ansioso que él.
La castaña probablemente estaba por llegar, pero ellos simplemente no estaban preparados.
— Deberíamos cancelar.
— Que ni se te ocurra. — Amenazó Rindo. — He estado esperando por esto tanto tiempo, si no lo hago ahora no podré hacerlo nunca.
— Suenas como adolescente enamorada, qué cursi. — Rindo le miró con molestia.
— No fue fácil convencer al juez, estuve a punto de ponerle la maldita pistola en la cabeza. — Ran soltó una carcajada.
— Pero aceptó... ¿Esto no es ilegal?
— Nada de lo que hacemos es legal de todas formas. — Los dos escucharon un auto detenerse, pocos segundos después una mujer se hizo presente, siendo ayudada por Kakucho a entrar y caminar hasta ellos dos, tomando asiento en una de las tres sillas.
— Gracias por traerme hasta acá, Kaku. — Los dos hermanos se miraron entre sí. ¿'Kaku'?
— No fue nada, nos vemos después, Tetsu. — La chica se despidió con la mano, después miró a sus dos novios.
— ¿Para qué querían que viniera? — Yamagawa miró a Rindo, quien hizo una mueca. — Oigan, esas miradas no me gustan... Sí van a abandonarme prometo que tendrán la pensión alimenticia más alta de la historia, no me romperé la espalda para criar a un niño yo sola.
— No te abandonaremos. — Aseguró Ran. — Queríamos pedirte algo, ambos.
— ¿Y eso es...?
— Tetsu, cásate con nosotros. — Una sonrisa divertida se estiró en el rostro de la chica.
— Chicos, saben que es imposible que me case con ambos, eso no se pue-
— Ahora es posible. — Ran estiró una hoja hacia ella. Yamagawa la tomó y leyó lo que el papel decía, sorprendiéndose al instante.
— ¿Qué es esto? — La castaña frunció su ceño. — Díganme que no mataron a nadie.
— Estuve a punto de hacerlo. — Confesó Rindo. — Pero nadie salió herido, no te preocupes.
— Diablos, chicos... ¿Cómo haremos esto?
— Solo deberás de usar tu preciosa mano, tomar esta lapicera y firmar. — Ran le entregó una pluma a la chica, pocos segundos después un hombre se acercó a ellos tres, parecía nervioso y consciente de con quienes se encontraba en aquel momento.
— Solamente se necesitarán sus firmas y a dos testigos. — Tetsu miró a Rindo, quien dirigió su mirada a la entrada, por allí se acercaban dos hombres: Sanzu y Kokonoi quienes, al estar cerca de ellos, sonrieron.
— Somos los testigos. — Informó Kokonoi, el juez asintió.
La ceremonia fue increíblemente rápida, y a penas le dio tiempo a la mujer de procesar todo cuando debió de tomar aquella lapicera y firmar. Una de sus temblorosas manos tomó la pluma y firmó, mirando por unos segundos el papel antes de sonreír.
¿Qué diablos estaba haciendo casándose con dos criminales como esposos, un juez amenazado de muerte y otros dos criminales como testigos?
Su vida estaba vuelta de cabeza, estaba segura.
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Después de la tormenta viene el arcoíris, pero no se puede ver el arcoíris sin tormenta.
Hagan sus apuestas aquí: ¿Quién va a ser el padre?
- ¿Ran?
- ¿Rindo?
D. P. F. - 3
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💐Un voto y un comentario se agradece.
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