ARDIENTES EXPERIENCIAS

CAPÍTULO DOCE

Ardientes experiencias,

— Oh, diablos. — Ran se sorprendió al sentir como eran girados y ahora se encontraba sobre él la menor, mirándole por unos segundos antes de apretar sus labios y apartar la mirada.

— Yo... — Tetsu intentó alejarse, pero las manos del mayor sobre sus caderas se lo impidieron.

— No te avergüences por eso. — Ran sonrió. — Está bien ser torpe durante tu primera vez en algo.

Yamagawa asintió, un escalofrío recorrió su espalda al sentir un cuerpo tras de sí, y pronto unas manos se posaron sobre su cintura. Rindo se inclinó, dando un par de mordidas en el cuello de la chica, quien se quejó. Ran se sentó, tomando los bordes de la camisa de la menor, mirándola antes para asegurarse de que no había 'peros' o 'excepciones', después de eso retiró rápidamente la prenda de la chica, lanzándola a algún sitio.

— Esperen. — Tetsu tomó las manos de Rindo, deteniendo sus movimientos. — La puerta no tiene seguro, podría entrar alguien.

— Iré yo. — Susurró Rindo, alejándose de la chica.

Ran aprovechó la oportunidad para retirar el sostén de la castaña, notando como sus pechos caían tentadoramente, siendo finalmente liberados. Su juguetona lengua mojó sus labios antes de inclinarse y adentrar uno de los pezones de la chica a su boca, sintiendo como la presión en sus pantalones aumentaba al escuchar el ruidoso gemido de la chica resonar en su cabeza y sus delgados dedos tomar sus largos cabellos entre ellos, desordenando sus trenzas.

Rindo volvió a su lado, sacándose la camisa y tirándola junto a las demás prendas de ropa esparcidas por la habitación.

— Ran... Para... — Tetsu mordió su labio, intentando alejar al chico de su piel, pero este parecía una sanguijuela negándose a soltar su carne. Rindo tomó las caderas de la chica, llevando sus manos lentamente hacia adelante para desabrochar sus pantalones y así poder bajarlos.

¿Perder la virginidad en un trío? ¿En serio? El rostro de Tetsu se encontraba enrojecido, no sabía si era por el calor o por la vergüenza que sentía en aquel momento al ser expuesta de tal manera a ambos hermanos.
Ran finalmente se alejó de su pecho, mirándole con una sonrisa juguetona mientras Rindo le alzaba y volvía a acostarle en la cama, posicionándose el menor de los hermanos sobre su cuerpo.

— Antes de hacer cualquier cosa debemos prepararte. — Comentó Ran, sus ojos violetas bajaron a sus bragas, la única prenda que quedaba sobre la castaña. — Pero no dudo que estés más que lista.

— Abre las piernas. — La menor se negó, avergonzada. — Está bien, no tienes que sentirte apenada. — Rindo se inclinó, dejando un par de besos sobre los labios de la contraria, los cuales fueron correspondidos.

Con una de sus manos Rindo separó las piernas de la menor, pasando así su dedo corazón sobre la línea formada por los pliegues de la chica. Tetsu cubrió su boca, ahogando un gemido mientras sentía el toque del chico sobre su intimidad, produciéndole extrañas sensaciones que jamás había experimentado, incluso tras haber pasado por la etapa del 'auto placer'.

Ran mordió su labio, observando los movimientos de su hermano y las reacciones de la chica ante sus toques, no podía negar que era excitante ver como la menor se retorcía bajo las caricias de Rindo, frunciendo su ceño o abriendo su boca para liberar algún quejido que después sería ahogado con su propia mano.

Con una mano, Rindo se encargó de sacar fácilmente la última prenda de ropa que llevaba la chica, dejándole así totalmente descubierta. Tetsu se sonrojo al sentir como el toque del hermano menor ahora era más directo y sensible que antes. Los dedos anular y corazón del chico se deslizaron entre los pliegues de la chica, terminando así en la entrada de su cavidad vaginal, lo cual lograba provocarle cientos de corrientes eléctricas que recorrían todo su cuerpo y aumentaban cuando el chico volvía a subir sus dedos hasta su clítoris, dando circulares y lentos movimientos que lograban hacer a la chica retorcer como oruga.

Ran se cansó de solamente ser espectador, y luego de deshacer sus trenzas dejando su cabello suelto, se sacó sus pantalones, quedando también desnudo.

Tetsu le observó, bajando su mirada hasta el miembro erecto del chico, el cual no tardó en comenzar a autocomplacerse, lanzando su cabeza hacia atrás mientras imaginaba que quien le tocaba de aquella forma no era nadie más que la chica la cual era complacida a su lado por su hermano menor.
Rindo sonrió, y aprovechando la distracción de la chica, descendió, quedando así entre sus piernas. Tetsu volvió su rostro para mirar a Rindo, y al observarle en aquel sitio prohibido, mirándole con una sonrisa malévola quiso quejarse, pero la humedad y calidez de su lengua cubriendo y presionando su intimidad le hizo soltar un chillido, que terminó en un gemido mientras el hermano menor se encargaba de hacerle acercarse al ansiado orgasmo.

Yamagawa apretó las sábanas con fuerza, su espalda se arqueó al sentir como una explosión de sensaciones se instalaba repentinamente en su centro, logrando así sacar un par de lágrimas de sus ojos, mientras cerraba los mismos con fuerza, gimiendo ruidosamente el nombre del chico entre sus piernas.

Ran fue el siguiente quien, gracias al show a su lado, fue inevitable no correrse también, soltando un largo suspiro de satisfacción.
Rindo sonrió, limpiando con su habilidosa lengua los restos de uno de los muchos mejores orgasmos que tendría la castaña en su vida.

— Me toca. — Ran miró a su hermano, quien elevó una ceja. — ¿Qué? Tú decidiste tomar la preparación, yo tomaré el resto.

Tetsu miró a ambos hermanos, notando como cambiaban de lugar, quedando esta vez Ran sobre su cuerpo. Antes de siquiera hacer cualquier movimiento, Rindo detuvo al mayor.

— ¿Qué pasa? — Preguntó Ran.

— No tenemos preservativo. — Recordó Rindo, ambos hermanos miraron a la chica, quien se coloró.

— Bueno, en el baño de la habitación de mis padres... Creo que mi padre tiene una caja.

Rindo rio, inclinándose a dejar un suave beso sobre los labios de la chica antes de colocarse de pie y ponerse sus pantalones, después de eso salió en busca de los "métodos anti-desgracias".
Ran no dudó en aprovechar el tiempo, sus labios se unieron a los de la chica, quien enrolló sus piernas alrededor de su cintura, gimiendo al sentir al mayor hacer fricción entre sus sexos.

— Espera, nena. — Detuvo el mayor, suspirando. — Esto es peligroso, detente.

La chica le miró, Ran soltó un gemido poco audible, notando la expresión deseosa que la chica tenía en su rostro.

— Mierda, no me mires así o no tardaré nada en venirme. — Ran sonrió, continuando con los besos fogosos, hasta que se escuchó la puerta abrirse y cerrarse nuevamente.

Rindo lanzó un preservativo a su hermano, quien lo atrapó en el aire y no dudó en colocárselo, asegurándose de hacerlo correctamente antes de volver a la chica, y esta vez no abstenerse a nada.

Rindo sintió su erección volverse más dolorosa al observar cómo su hermano mayor tomaba a la chica de las caderas y comenzaba a simular fuertes estocadas, logrando hacer a la menor gemir. Aquello le hizo inevitable sacar su extensión y comenzar a complacerse a sí mismo. Tetsu se aferró al cuello del mayor, y después de unos segundos más de juegos previos, Ran miró a la chica, acariciando su mejilla.

— Entraré ¿Estás lista? — Yamagawa le observó por unos segundos antes de negar. — ¿Qué pasa?

— Ran... — Tembló la castaña. — Tengo miedo.

— Lo sé, es normal sentirlo la primera vez. — El mayor se inclinó, dejando suaves y distractores besos mientras alineaba su erección con la entrada de la chica en sus brazos. Después de unos cuantos besos y susurros al oído, el mayor de los hermanos finalmente adentró su longitud en la chica, notando como esta se aferraba dolorosamente a su cuerpo.

— Ran... — Gimoteó la contraria.

— Ya pasará, linda.

Tetsu frunció su ceño, aguantando las lágrimas de dolor amenazantes por salir. A pesar de encontrarse lo suficientemente preparada para ello, le resultaba dolorosamente incómoda aquella nueva sensación. Ran se encargaba de besarle mientras susurraba frases o palabras agradables en su oído, esperando a que su cuerpo se acostumbrase a su grosor y el dolor se aliviara un poco. Fue entonces que Tetsu suspiró, mirando a Ran quién sonrió.

— ¿Lista? — La menor asintió.

El mayor retrocedió, y a los pocos segundos volvió a hundirse en ella, soltando un quejido. Tetsu cubría su boca, intentando no dejar escapar sus sollozos o quejidos, pero después de unos segundos Ran fue el encargado de alejar su mano de su boca, tomando ambas de sus muñecas sobre su cabeza con una de sus grandes manos.

Rindo gimió mientras aceleraba los movimientos de su mano, disfrutando enormemente de los sonidos emitidos por la chica que era follada por su hermano mayor en aquel momento, y disfrutando enormemente de lo que sus ojos apreciaban, mientras sus orbes se encontraban conectados con los de Tetsu, quien también le observaba, gimiendo escandalosamente el nombre de su hermano.

Sin poder evitarlo nuevamente, Rindo tomó una de las manos de la menor, llevándola hacia su miembro erecto. No fueron necesarias palabras para Tetsu, quien comenzó a mover su mano en torpes subidas y bajadas mientras el menor de los hermanos se inclinaba a unir sus labios en un deseoso beso, adentrando su juguetona lengua a la cavidad contraria.

Ran frunció su ceño, ahogando un gemido al sentir como las paredes de la chica comenzaban a apretarle, sus ojos se encontraban sobre el desastroso, pero excitante beso que aquellos dos compartían.
Tetsu se alejó de Rindo de golpe, sintiendo su cuerpo temblar mientras la misma sensación de hacía unos minutos atrás volvía a su ser. Rindo se quejó al sentir la aceleración en los movimientos de la chica, mientras esta cerraba sus ojos con fuerza. Ambos hermanos se miraron, sonrientes, Rindo volvió a inclinarse, dejando delicadas mordidas en la piel del suave cuello de la chica mientras sus ruegos aumentaban, hasta que finalmente Yamagawa se retorció, gimiendo sin pudor en un maravilloso orgasmo. Rindo cerró sus ojos, siendo el siguiente, al contrario de su hermano, él no fue tan ruidoso al correrse, pero su rostro lo decía todo.

Ran continuó embistiendo a la castaña por unos pocos segundos más antes de también ser capaz de llegar al clímax, lanzando su cabeza hacia atrás mientras gemía en señal de satisfacción.

Tetsu se sintió avergonzada, no había sido con uno, sino los dos hermanos. Se había acostado con los dos hermanos y se sentía terriblemente mal ¿Qué dirían los demás sobre esto? De seguro le llamarían zorra o fácil por acostarse con más de un hombre a la vez, pero en el momento fue inevitable no querer lo mismo que los chicos.
La castaña no pudo hacer más que culpar a sus hormonas adolescentes de aquello, aunque en el fondo estaba segura de que las hormonas no eran del todo culpables, ella era la culpable y que, si fuera posible, lo volvería a hacer.

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Qué barbaridad como se esfuerzan por un smut, gente del mal.
Ojalá votaran así por todos los capítulos.🤨

💐Un voto y un comentario se agradece.

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