𝐄𝐈𝐆𝐇𝐓

"TERCERA RONDA"

LA JOVEN NATSUKI MIRABA CON ANSIEDAD LA BATALLA DE MIDORIYA Y SHINSO, la cual sería la primera de todas, ella miraba todo y no podía creer lo que estaba mirando, después de todo Midoriya por su cuenta estaba caminando fuera del cuadrilátero.

La batalla fue aburrida en general, pero terminó ganando Midoriya. Quien en el último momento se recuperó y ganó sacando al de cabellos morados de la arena. Luego de eso, llegó el turno de Todoroki y Sero.

Ella notó como el de cabellos bicolores parecía más tenso de lo normal, la mirada en sus ojos ya ni siquiera parecía fría, ahora simplemente parecía vacía.

Y ocurrió, el bicolor congeló medio estadio, lo cual sorprendió en sobremanera la menor, no pensó que el Todoroki hiciera eso. Para su suerte no sentía tanto frío como los demás debido a su kosei.

Decidida a colaborar, empezó a absorber el hielo, el cual antes de ser absorbido por ella era transformado en liquido, todos quedaron sorprendidos por eso, más no dijeron nada, la de cabellos azules contrario a sentirse mal por usar tanto su kosei, se sintió bastante mejor después de haber absorbido tanta agua.

Volvieron a hacer el cuadrilátero y ahí fue cuando el combate de la chica peliverde de la clase B y Kaminari de la clase A empezaron una batalla, una que la chica ganó con cierta facilidad.

Entonces fue el turno de Iida contra otra chica, fue una lástima para ella no poder observar el enfrentamiento, pues sabía que su turno era el próximo. Caminó hacia una de las salas de descanso, donde empezó a inhalar y exhalar, estaba intentando buscar tranquilidad y relajación. Una que ciertamente no poseía.

Cuando le avisaron que ya era su turno, soltó un suspiro mientras caminaba. Al estar en el cuadrilátero sólo pensó en su hermano, quien debía estar mirando con atención su estado, y también pensó en su tía, quien debía estar mirando la transmisión por la televisión y gritando como loca al ver a su sobrina ahí.

—¡Nuestra querida Supergirl del curso de héroes! ¡Vaya que está chica es poderosa! ¡Takami Natsuki!

La de cabellos azules sonrió levemente para después hacer una leve reverencia a Aoyama en señal de respeto a su oponente. Aunque su hermano fuera un irrespetuoso de primera, Kira sin duda alguna intentó educar a su sobrina con modales dignos de admirar.

Al escuchar como iniciaba la batalla, la joven peliazul de inmediato empezó a esquivar los rayos láser de su contrincante. Con gran flexibilidad conseguía esquivarlos todos, y cuando ya tuvo suficiente en un salto sacó sus alas y decidida le dió un puñetazo al chico que lo debilitó un poco, luego de eso lo arrojó fuera de la arena, así obteniendo su primera victoria.

—¡Takami-san avanza a la segunda ronda!

El público enloqueció, todos animando a la joven peliazul, quien de inmediato se preocupó por el chico y le preguntó con cierto nerviosismo si estaba bien, y aparte de los dos golpes que recibió, se encontraba bien.

Ella fue de regreso a la sala de descanso, se encontraba aún aturdida por la experiencia que acababa de vivir, y por eso mismo no se dió cuenta en qué momento se encontró al bicolor, quien de igual manera estaba todavía en la sala.

Y, cuando lo notó, de inmediato empezó a murmurar disculpas por haber entrado repentinamente.

—Oh, lo lamento, voy a-

—No te preocupes, yo ya me iba —le cortó el bicolor sin decir nada más.

Natsuki notó el anormal compañero de su compañero, por lo que antes de que pudiera retirarse le preguntó.

—Todoroki-san ¿Se encuentra bien? —cuestionó la peliazul sorprendiendo al bicolor, quien no esperaba que su compañera le preguntara algo.

¿Qué tan mala se miraba como para que su tímida compañera le llegara a dirigir la palabra con la intención de preguntarle si se encuentra bien?

—¿Por qué la pregunta?

—Bueno, en la batalla contra Sero-san no parecía estar tan bien —mencionó ella mientras jugaba con su cabello, no podía creer que le estaba dirigiendo la palabra a su compañero—. ¿Está bien? —volvió a preguntar.

—No es de tu incumbencia —respondió fríamente dejando a la chica avergonzada.

—Ah, e-está bien —murmuró ella sin mirar los ojos heterocromáticos del mayor—. Espero que se mejore, Todoroki-san.

Y sin decir nada más ella salió de la sala, dejando al bicolor sin palabras, quien se sintió un poco mal de haber tratado así a la chica, quien solo había sido amable, y él sin pensarlo la hizo sentir avergonzada.

Fue en dirección a las gradas donde todos sus compañeros estaban, ahí recibió elogios de la mayoría, ella le murmuró a cada uno de ellos un pequeño gracias, sin embargo se sentó pensativa en una silla mientras bebía del té frío que había adquirido durante su trayecto hacia aquí.

El momento ocurrido con Todoroki le recordó a esos días en su infancia donde sus compañeros la hacían sentir avergonzada por su kosei y todo lo que ella implicaba. Recordó como en la secundaria le hacían sentir tonta por las preguntas que hacía.

Recordó todo eso, e inevitablemente su estado de ánimo bajó considerablemente.

Las batallas continuaron, y cuando llegó la de Uraraka y Bakugō, no pudo evitar ponerse nerviosa, se encontraba preocupada por su compañera, pues ella sabía que su nuevo amigo no era de los que se contenían, no estaba en su naturaleza.

Observó con mucha atención todo el combate, y se frunció en gran manera su ceño al notar como todos le abucheaban al rubio, quien de hecho estaba tomando el combate en serio. El público fue seriamente callado por Aizawa, quien al igual que Natsuki, notó como el rubio se encontraba alerta y en verdad estaba tomando en serio a su oponente.

Cuando terminó el combate, su compañera terminó perdiendo y su amigo ganando, al llegar Bakugō a las gradas con la mayoría de sus compañeros ahí, todos empezaron a decirle cosas sobre lo villano que había sido o que no debía haber sido tan rudo con una chica.

El rubio ceniza terminó sentándose al lado de la peliazul, no le importaba lo que esos idiotas le dijeran, y Natsuki, quien no dijo, solo lo observaba de reojo hasta que después de un rato le murmuró un halago.

—Lo hiciste bien —murmuró ella para después extenderle una botella con agua al rubio, quien sin decir nada la aceptó.

Unos minutos más tarde, la batalla entre Midoriya y Todoroki empezó, provocando que la peliazul se pusiera muy ansiosa. Mientras miraban la pelea, Kirishima apareció, sorprendiendo a la chica.

—Kirishima-san, felicidades por pasar a la siguiente ronda —le felicitó la chica.

—Lo mismo digo, Takami-chan.

La batalla continuó con todo, los dos peleaban sin cesar, y parecían estar hablando el uno con el otro, y fue cuando sintió un ola de calor que supo las intenciones del chico de cabello verde.

Hacer que el bicolor usará su lazo izquierdo.

Entonces fue así como la batalla terminó con el bicolor lanzando una mezcla de hielo y fuego hacia Midoriya, el repentino aire les afectó a todos los de las gradas.

Midoriya perdió, provocando así que Todoroki avanzara a la tercera ronda. Después de eso la joven de cabellos azules recordó que iba a pelear contra Tokoyami, y se puso más nerviosa de lo normal.

Pero, intentó tranquilizarse, sabía que podía ganar si se esforzaba lo suficiente.

Sin pensarlo se levantó para ir a la sala de espera, donde empezó a inhalar y a exhalar intentando calmarse, esa era su manera de poder aunque sea calmar su ansiedad un poco. Al llegar su turno, le hizo una corta reverencia a Tokoyami, quien se sentía bastante nervioso, pues iba a luchar contra Natsuki, quien por lo que había notado era muy poderosa.

Al dar inicio la pelea, lo primero que ella hizo fue alejarse de Dark Shadow, quien le estaba atacando, entonces hizo que sus alas aparecieron y esquivando con efectividad al ente, intentó golpear a Tokoyami, quien esquivó el golpe a tiempo, sin embargo, el puño de la chica termino en el suelo del cemento, el cual se rompió mostrando la gran fuerza de la chica.

Después de eso continuó esquivando los ataques del chico, y cuando notó una apertura en la defensa, con rapidez voló hacia el chico para luego noquearlo, ganando así la batalla.

El publico estalló en aplausos, en especial de las mujeres, quienes miraban con admiración a la joven Natsuki, quien estaba jadeando debido al cansancio que tenía, había usado su kosei por mucho tiempo.

Fue entonces que se dió cuenta de lo que iba a continuar y el verdadero miedo le inundó, iba a luchar contra el rubio ceniza. Si de algo ella estaba segura era que no iba a poder aguantar mucho más. No solo se encontraba cansada físicamente, sino que también mental y emocionalmente.

Claro que, daría lo mejor en esa pelea, no iba a perder con tanta facilidad, no se la dejaría fácil al rubio, quien sin duda alguna se pondría colérico si ella tan solo pensara en dejarlo ganar con facilidad.

Estaba tan sumida en sus pensamientos, en sus estrategias para intentar vencer a su amigo, en sus miedos, dudas e inseguridades, que ni siquiera notó el momento en el que su turno llegó.

En la arena, ella le dió una tímida sonrisa a su amigo junto a una reverencia en señal de respeto, tal y como se la había hecho a sus oponentes anteriores.

—Suerte contra Todoroki-san —susurró ella mientras se separaba del rubio, quien miró confundido a la peliazul.

—No se te ocurra dejarte ganar, Takami —amenazó, pensando en que ella iba a dejarse ganar solo por el temor a enfrentarse a él.

—No pensaba hacerlo —replicó ella soltando un suspiro cansado, quería acabar con esto, ir con su hermano al hospital y celebrar entre los tres los logros de la peliazul.

Entonces, la batalla inició, la de cabellos azules con rapidez intentó atacar al rubio, sin embargo él la esquivó e intentó golpearla con una de sus explosiones, fallando gracias a los reflejos de la chica. Ella continuó con la intención de noquear al chico, pero era inútil, tenía unos increíbles reflejos, y el rubio estaba en la misma situación. Ambos tenían unos reflejos casi perfectos.

Todos notaron que iba a ser una batalla de resistencia, pues ambos amigos tenían un gran kosei y buenos reflejos. Sería difícil saber quien de los dos amigos ganaría.

O bueno, alguien tan cercano a Natsuki como lo era Keigo notó el cansancio que su hermana tenía, lo había notado desde que ella hablaba con su amigo antes del inicio del combate. Sabía que su querida hermana no aguantaría mucho.

Estuvieron así por un rato, atacando y defendiendo, pero ninguno podía asestar un golpe contra el otro. Ella empezó a lanzar olas de hielo al chico, quien con sus explosiones las destruía. Sin embargo, la pobre Natsuki estaba completamente cansada, había usado su kosei por mucho tiempo.

Y entonces, decidió dar el golpe final.

Empezó a dar vueltas por todo el cuadrilátero, la velocidad a la que iba era mucha, y entonces cuando notó a su amigo con la guardia baja repentinamente voló a atacar, pero aún así el rubio consiguió esquivar el poderoso golpe y entonces ahí fue cuando la atacó con una de sus explosiones.

Está vez si la lastimó, y la potencia de la explosión provocó que la chica saliera del cuadrilátero, asegurando la victoria del rubio.

La de cabellos azules por su parte empezó a respirar agitadamente mientras se sentaba, sabía que no iba a poder ganarle al rubio, pero en serio se había esforzado y había dado lo mejor de ella.

Y aunque sonara conformista, le alegra que al menos hubiera quedado en tercer lugar. Su sorpresa fue grande cuando el rubio ceniza se colocó a su lado y le extendió la mano, ella la tomó sin dudarlo.

—No te contuviste —afirmó el rubio.

—Tú tampoco —le respondió ella con una débil sonrisa.

Había dado lo mejor de sí, había llegado muy lejos, se sentía bien consigo misma. Y esperaba que su tía y su hermano se sintieran orgullosos de ella. 

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