Hazel Jones

Siento los rayos del sol impactar en mi rostro, observo el reloj que está en la habitación y veo la hora, es demasiado tarde pero no me preocupa, este día entraba tarde y le había avisado a mi madre que llegaria a casa porque estaría con Jihyo, una mentira demasiado grande pero no podia permitir que se enterara que me follaría a mi profesor o más bien, al policía que queria atraparme.

Los recuerdos de anoche llegan a mi mente como ráfagas de viento, no habíamos parado después que me dejó descansar un poco al tener aquel multiorgasmo que me dejó desorientada, nunca antes me había sentido tan bien en el sexo después de mi primer pareja, pero con él, era algo inexplicable, debía admitir que era tan bueno en el sexo.

Su brazo tatuado no salía de mi mente, el como simulaba ahorcarme para cogerme mas duro, las marcas que dejó en mi cuerpo estaban siendo más notables, incluso tenía unos en cada pecho.

Sin duda, había aprovechado sus más remotos deseos en mi, como también confesar sus sentimientos, era tan iluso que me hacía reír internamente de lo estúpido que se veía.

—Mmm... —exclamó Jungkook.

Estaba recostado en mi pecho, sus brazos apresaban mi cintura con fuerza, sin lastimarme, su brazo tatuado llamaba mucho mi atención, incluso aquella rosa resplandeciente.

Quise salir de sus brazos pero este no me lo permitía, por lo que bufé y me quedé quieta observándolo. Mis manos fueron hacia su cabello revoltoso, acariciándolo un poco sintiendo la suavidad de este, su rostro parecía la de un niño, debía reconocer que parecía adorable como un conejo.

Su dualidad era increíble, sin imaginar que casi me rompía anoche, de solo recordar todas las cosas y posiciones sexuales que experimenté con él, siento mi corazón latir desenfrenado y mi intimidad palpitar.

Cierro mis ojos y respiro hondo, no era momento para pensar en eso, así que al abrir de nuevo mis ojos, lo veo mirándome, estaba somnoliento y me sonrió.

—Buenos días preciosa. —susurró con su voz ronca.

No lo dudó en ningún instante y dejó castos besos en mi abdomen plano, sacándome suspiros sonoros, sus labios sabían besar cada parte de mi cuerpo hasta llegar a mis senos, donde no dudó en chupar mi pezón erecto mientras masajeaba el otro y lo apretaba a su gusto.

—J-jeon... —gimo al sentirme excitada por sus besos.

—Me encantas tanto Hazel.—exclamó, mirándome mientras seguía mordiendo mi piel.

—P-para...

—¿Segura?—no respondí, tan sólo me dejaba llevar de sus caricias y sus besos en todo mi cuerpo.—Yo veo que no.

Bajó hacia mi intimidad y marcó unos chipetones en la parte interna de mi muslos, dejándome extasiada por su habilidad sexual.

—Estas loco. —digo al tomar sus mejillas y darle un beso.

Sería una mañana muy larga pero valía la pena con él entre mis piernas, al menos servía para eso.

Mi madre hablaba entusiasmada con una de sus mejores amigas, desde hace semanas decidió que era mejor realizar una amistad con las vecinas, además que ella les ayudaba cuando tenían un problema médico.

—Gracias por ayudarme, no sabes lo feliz que está mi hijo después que lo hayas curado.—la señora Miyoung tomó una caja en forma circular de color crema con un moño rojo encima. —Este obsequio es para tí, es una manera de agradecerte por aceptar mi amistad y ayudarnos aquí, eres una gran amiga Loren.

—No era necesario, es lo menos que puedo hacer por ustedes.

Las señora Kim sonrió enternecida y bebió de su café.

Era una mujer hermosa, calculaba que tenía unos 45 años, un poco más grande que mi mamá.

—Por cierto querida, ¿a ti cómo te ha ido en la escuela? Ya este año te gradúas.

—Así es, me ha ido muy bien y es todo gracias a mis padres.—respondí.

—Estoy muy orgullosa de ti cariño. —exclamó mi madre, dándome un beso en la mejilla.

—Muero por experimentar eso con mi pequeño JiHyun, pero me permitiré disfrutar de su crecimiento.

—Aprovecha ahora, luego se vuelven revoltosos y no hay quién los pare.

—¡Tienes razón, lo tomaré en cuenta!—comentó la señora Miyoung y ambas rieron.

Yo miré ofendida a mi madre y ella solo palmeó mi muslo derecho guiñándome un ojo.

A pesar de todo, me alegraba demasiado verla sonreír más, porque sabía que extrañaba a mi padre y eso estrujaba mi corazón, el no poder curar ese dolor de que no lo tuviera a su lado.

Jamás había visto un amor tan puro como veía el de ellos dos y eso me hacía pensar que nunca viviría aquel sentimiento donde sintiera las famosas mariposas en el estómago.

Eso hizo recordarme la confesión del policía, no sabía si lo usaba a su favor o solo decía la verdad, pero tomaría ventaja para deshacerme de él cuanto antes, mientras tanto, disfrutaría follarmelo las veces que quisiera.

Mi tío ordenaba todo mientras John guardaba la mercancía en unas maletas, resguardandolos con cuidado, yo solo los veía con los brazos cruzados.

Ambos habían llegado el día que me acosté con Jeon, por lo que mi madre se encargó de que nadie sospechara de ellos. Pagué muy bien al abogado que realizó los procedimientos de sus pasaportes e identificaciones falsas.

Tenía todo planeado, estaba feliz de eso, todo esto sería por mi padre y que mi familia estuviera tranquila.

—El italiano quiere verte Jones, necesita hablar contigo sobre un negocio que beneficiará a ambos.

—¿Estás seguro de eso?

—Lo verifique con él hija, así que no te preocupes.

Asentí y fui hacia ellos para verificar la mercancía. Max vino hacia mi y lamió mi mano, era un perro adorable que hacía derretir mi corazón de lo lindo que es.

Me plantee en tenerlo conmigo y trataría de convencer a John que me lo regalara.

—Por cierto, ¿como vas con el policía este, Juan?—preguntó.

—Es Jungkook, y respondiendo a tu pregunta, de maravilla, ya cayó.

Ambos hombres me miraron confundidos y yo sonreí.

—No me digas que...

—Así es, se enamoró de mi y ahora lo tengo comiendo de la palma de mi mano.

Y era cierto, luego de volver a tener intimidad con él, empezó a comportarse como un tonto enamorado, aunque no me había confesado su verdadero trabajo, sabía que era sincero y eso me gustaba, así podía encontrar su debilidad y deshacerme de él cuanto antes.

—Espero esto no se te salga de las manos, a veces no podemos percatarnos de nuestras jugadas. Ten cuidado hija.

—Lo tendré en cuenta tío. —él asintió poco convencido.—Por cierto, en lo que contactamos al mafioso italiano, quiero que junten a todo un equipo de sicarios, desde ahora, planearemos la muerte del imbécil que mató a mi padre, necesito que este bajo tierra cuanto antes.

El pelinegro asintió y miró a mi tío, esperando su aprobación.

—Cuenta con ello.

Maratón 1/5

¡Holis! Espero estén bien y les este gustando la historia.

En verdad estoy agradecida por su apoyo y me lean, amo eso.

Hoy les traigo el primer capítulo del maratón que les haré, espero les guste porque ya se viene lo bueno.

La verdad si me siento mal que mi mafiosa no quiera a Jungkook, pero así se empieza.

Estamos en la etapa de negación.

Nos leemos pronto, besitos 💋.