¿Que quería Akira? ¿Un mes de mensajes? Se estaba arrepintiendo. No podía ni con cinco mensajes, menos con treinta.

Estaba con su rosada amiga intentando ver qué podía decirle a su amigo. Ashido le decía que se arriesgará un poco dándole alguna pista de su persona o algo por el estilo. Mientras que Akira se negaba rotundamente. Sabía que Tokoyami no era idiota, se daría cuenta, la conoce más que a nadie.

—¡Pero no le digas algo que sólo él sepa, Akira! Dile algo más genérico, no se.

—¿Qué quieres que le diga? 'Bonjour Tokoyami, je suis une fille aux cheveux et aux yeux clairs. Devine qui je suis'* —la miro sarcástica.

La pelirosa le dedicó una mirada incrédula. No entendía ni una palabra de lo que decía, pero teniendo en cuenta su tono sarcástico, se imaginó alguna estupidez.

—Solo di algo que... —dudo— Algo que él pase por alto.

La de cabellos claros escondió su cabeza en sus piernas. No sabía qué podía decirle. Estuvieron en silencio durante un par de minutos, hasta darse cuenta de un pequeño detalle que nunca le había comentado al joven y si lo había hecho, él no lo recordaría.

'Depuis que je suis rentré au Japon, la seule chose à laquelle je peux penser c'est toi, qu'est-ce que tu m'as fait, Seigneur de la nuit?'

'¿Volver?'
Visto

Tokoyami leyó ese mensaje durante varios minutos, pensando en lo que le había escrito su misteriosa enamorada.

'Desde que volví a Japón, en lo único que puedo pensar es en ti, ¿Que me hiciste, Señor de la noche?'