—¡Nooooooo!—gritó Kio—¡No puede ser!

—Si puede ser—dije feliz.

—No me puedo creer que hayas ganado a Anthony—dijo Kio asombrado—. ¡No me lo creo! ¡¿Cómo lo hiciste?!—me preguntó, después me miró de forma extraña y exclamó:—¡Hiciste trampa!

—No hice trampa—dije bastante tranquila.

—Es increíble que me hayas ganado, y mucho más a Anthony—dijo Kio con los ojos bien abiertos.

—Lo importante no es ganar, ¿no era así?—le pregunté. Kio se quedó callado.

—Buena jugada Lu—dijo Anthony y me picó el ojo.

—Me gusta Lu, yo te llamaré...—estuve pesando—. Anthony, es que no se me ocurre nada—dije y empezó a reírse.

—No te preocupes, me gusta de por sí mi nombre—dijo orgulloso haciendo una pose de diva—Por cierto, ¿te he presentado a mi amigo pollo?

—No Anthony, no empieces—dijo Avani.

—Vale...—dijo como un bebé y salió de la habitación.

—¿Quién es pollo?—le pregunté a Avani.

—Es un pollo de esos que hacen ruido, que son amarillos y que son bastante monos, pues él lo ve como su amigo, y suele ponerse a molestar con él—dijo e hizo una pausa—. Mejor no preguntes.

—Vale—dije y nos empezamos a reír.

—¿Te vas a quedar a dormir? Ya es bastante tarde—dijo.

—¿Qué hora es?—pregunté.

— Las nueve de la noche—dijo y salí corriendo a fuera de la casa a llamar a mi madre.

(...)

Después de llamar a mi madre y preguntarle que si me podía quedar me tiré al sillón. Estaba bastante cansada y eso que durante el día no había hecho mucho, menos la guerra de agua.

Estaba descansando en el sofá cuando alguien se tiró encima mío.

—¡Oye!—grité.

—Lo siento, pensaba que estabas muerta—dijo Anthony, y se sentó en el otro lado del sillón. Ya le había cogido cariño y lo había conocido ese mismo día—¿Te vas a quedar?—preguntó.

—Supongo, si es que me dejan—dije—. Pero no me importa volver a casa, si es que soy molestia—añadí encogiendo los hombros.

—No eres molestia, puedes venir cuando sea. Lo sabes, ¿verdad?—preguntó Anthony con una gran sonrisa.

—Eso creo—dije y nos reímos.

—¿Ahora te puedo enseñar a pollo?—preguntó poniéndome ojos de cachorrito.

—Vale...—dije y al segundo ya no estaba.

—¡Te presento, al señor pollo!—gritó desde algún sitio no muy lejano del salón—Para los amigos solo pollo—dijo más bajo y entró en la habitación con un pollo de juguete.

—Jajajaja—me empecé a reír.

—¿Por qué te ríes? Es mi amigo pollo—dijo y cambio la voz para después empezar a hablar como el pollo—. Hola, soy Señor Pollo, para los amigos Pollo.

—Hola Señor Pollo, yo soy Lucía—dije y solté una pequeña risa.

—Me puedes llamar Pollo, Lucía—dijo Anthony poniendo voz de pollo.

—Vale, no hay problema—dije mostrando una gran sonrisa.

—Creo que ya es hora de que duermas Pollo, te acompaño a acostarte, mañana puedes seguir hablando con Lu—dijo Anthony, iba a salir de la habitación cuando se acerca a mí y me susurra—. Creo que le has caído bastante bien—dijo y salió sin más. Me empecé a reír.

(...)

Estábamos todos en el salón, unos en el suelo y otros en el sillón. Más bien todos los chicos en el suelo y Avani y yo en el sillón.

—¿Qué vemos?—preguntó Josh.

—¿Serie o peli?—pregunté.

—Lo que quieran, pero si es una serie hay que verla desde el principio—dijo Griffin.

—Estoy de acuerdo, y después no se vean capítulos sin alguno de nosotros, que no nos enteramos después de lo que ha pasado—dijo Kio—. Lo digo por experiencia—añadió.

Todos se rieron.

—¿Entonces que serie?—preguntó Jaden.

—¿Crónicas vampíricas?—pregunté. Todos se quedaron con cara de confundidos—¿Damon Salvatore?—negaron.

—¿Stefan Salvatore?—preguntó Avani.

—¿Te la has visto?—le pregunté.

—¡Claro, me encanta!—dijo emocionada.

—A mí me encantas tu—dije y la abracé—. Pues vemos esa.

—Vale, pero no me robes a mi novia—dijo Anthony y se sentó en el sillón con Avani, haciendo que dejásemos de abrazarnos.

Todos soltaron una pequeña risa y empezamos a ver Crónicas vampíricas.

(...)

—Ya estoy cansada—dijo Avani cerrando un poco los ojos.

—Si, yo también—dijo Nick bostezando y saliendo de la habitación.

—¡Oye! Se dice buenas noches—dijo Jaden a Nick.

—Buenas noches Jaden—dijo Nick mirándole con mala cara.

—¿Y a nosotros?—dijo Anthony.

—Buenas noches a todos, déjenme ya en paz por favor—dijo Nick y salió de la habitación. Todos nos empezamos a reír.

—Cuando está cansado se pone de mal humor—dijo Griffin—. Bueno, pues supongo que nos vamos a dormir—añadió—Buenas noches.

—Buenas noches—dijo Avani y salió junto a Anthony por la puerta. Así estuvieron todos: Diciendo buenas noches y saliendo del salón, hasta cuándo solo faltaba Bryce por salir.

—Espero que no te importe dormir en el salón—dijo con una pequeña sonrisa—Aunque si quieres puedes venir a dormir conmigo.

—No, estoy bien aquí, gracias—dije un poco avergonzada y le sonreí. Si soy sincera no me importaría quedarme con él, pero como hace tiempo que no lo veo pues... Es un poco extraño.

—Me alegro—dijo y me dio un beso en la frente—. Duerme bien.

—No me trates como una niña pequeña—dije y me crucé de brazos, intentando aparentar que estaba molesta.

—No te estoy tratando como una niña pequeña—dijo y se cruzó de brazos al igual que yo.

—Si, lo estabas haciendo—dije y me volví a cruzar de brazos, pero gracias a la forma en la que me miró me hizo reír.

—Anda, te estabas riendo de mí—dijo y se llevó la mano a la cabeza, gesto que me hizo reír de nuevo—. Ya déjate de boberías—dijo riendo y apagó la luz. Ahí fue cuando me vino a la cabeza el que hubiera alguien en la habitación aparte de Bryce. ¿Y si hubiera un fantasma? ¿O un ladrón?

—¡Bryce!—dije.

—¿Qué pasó ahora?—dijo burlón— ¿No me digas que necesitas que te cuente un cuentito?

—No—dije seria—. Enciende alguna luz, porfa—añadí.

—Voy—dijo y se encendió una pequeña luz de la habitación, y pude ver su rostro—¿Y después no quieres que te trate como una niña pequeña?—dijo más burlón que antes.

—Buenas noches y adiós—dije seria para evitar la conversación.

—Buenas noches—dijo y salió.

Me acomodé mejor en el gran sillón y poco a poco los ojos se me iban cerrando. Tras unos minutos me había quedado dormida.

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