━PARTE DEL PASADO━

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Scarlett P.O.V.

──Capi... ─le tire un golpe a Diane antes de que hiciera una estúpidez. ──Digo Meliodaf, ¡eres el mejor!

──¡Baaan, si ganas con trampa, te acusaré con Elaine!

Yo solo los miré sintiendo las miradas de los cuatro.

──¿Qué? ─alce una ceja mirándolos. ──No pienso gritar como una estúpida dando porras. Que se conformen con mi presencia. ─me cruce de brazos encima del cojín.

──Tan animada como siempre, Scarlett. ─dijo con ironía el capitán.

──Solo no destruyan el lugar. O traten solo de dejar un lugar  donde pararnos. ─sonreí levantando mi pulgar. ──Suerte, supongo.

──¡Qué inicie la contienda! ─habló el anfitrión.

Los gritos eufóricos no tardaron en hacerse presentes. Preste mi suma atención a el encuentro.

──Prefiero más espacio para desplazarme. ─dijo el zorro calentando sus brazos, el capitán rio. ──¿De qué te ríes, eh~? ¿Tanto así anhelas pelear contra mí~? ─pregunto tronando sus nudillos.

──Recuerdo los viejos tiempos, amigo. ─confesó. ──Teníamos mucho espacio para pelear entonces.

──¿Viejos tiempos? Ayúdale a mi memoria.

──Tranquilo. ─levantó ambas manos. ──Lo recordarás muy pronto.

En un milisegundo el capitán desapareció para terminar apareciendo detrás de Ban proporcionado un gran golpe a su rostro. Todos se sorprendieron de la velocidad del capitán.

──¡Sí, ya me acorde, capitán! ─balbuceo Ban.

──¡La pelea se decidió de un golpe! ─gritó Love Helm al ver a Ban estar por salir del cuadrilátero.

──No lo creo. ─susurre bebiendo de mi tarro de cerveza.

Ban se detuvo a unos pocos centímetros tomando a el capitán tratando de estampar su cabeza contra el concreto pero el rubio le hizo una llave con sus pies haciendo que el terminara con la cabeza en la tierra. Ban lo tomo de las manos dando un rodillazo lanzandolo a los cielos.

──¡Aquí voy! ─sin perder tiempo dio un salto para llegar junto a el capitán.

──Son peores que los niños. ─comenté bebiendo un poco más.

Ban estaba propiciando golpes múltiples por todo el cuerpo de el capitán. Solo fue un golpe de parte del rubio para mandar a el humano hasta llegar a romper la enorme roca en donde estábamos parados.

──Eso fue impresionante, ¿aun podrá levantarse? ─escuche preguntar a un espectador.

──¿En serio esto cuenta como una pelea? ─dijo otro.

──Oh, pequeño zorrito. Te han dado duro. ─dije con una sonrisa mirándolo en el suelo.

Él se levanto en buenas condiciones y sin perder tiempo, ambos comenzaron a pelear a golpes. En un minuto Meliodas logro darle fuertes golpes mandandolo a el suelo. El capitán cayo de rodillas al suelo.

──¡Ambos contendientes han caído! ─anunció el anfitrión.

Ban se levanto mirando con una sonrisa a el capitán levantando su mano a su dirección.

──Bien, ya fue suficiente calentamiento. ─dijo el capitán.

Ban rio levantándose de la tierra.

──¡Comencemos ya~!

──¿Qué sucedió? ─preguntó Love Helm. ──¡Las heridas de Baaaan se han desvanecido!

El capitán seguía de rodillas a el suelo mientras que Ban corría directo a el, levanto su puño para golpearlo pero Ban apareció detrás de él proporcionando un enorme golpe.

──¡Me siento ligero como una pluma~! ─exclamó con una sonrisa dando saltitos mirando a el capitán en el suelo.

Pero el se levanto dándole un codazo en su rostro.

──¡Quisiste arrancarme un diente! ─soltó llevando su dedo a su labio. ──¡Fallaste~! ─dijo mostrando su colmillo intacto.

El capitán le iba a tirar un golpe pero recibió uno de parte de Ban. Sabia que era más lento que antes.

──King, Sacarlett, él...

──El capitán pierde poco a poco su capacidad de seguir a Ban. ─dice King.

──¿O sea que esta perdiendo su resistencia? ─pregunta.

──Si los movimientos del capitán disminuyen, la habilidad de Ban aumenta. ─dije bebiendo de mi tarro.

──¿Y eso que significa? ─preguntó Elizabeth escondida en los pechos de Diane.

──La habilidad mágica de Ban, arrebato. Puede extraer habilidades físicas como velocidad y poder de sus oponentes. ─informe mirando la golpiza que el capitán recibía.

──¡Eso no es nada! ─exclamó el rubio tomando la mano de Ban impactando su cuerpo contra la tierra en varias ocasiones.

──¡Meliodaf inclina la balanza! ¡Está golpeando a Ban como un tapete! ─anunció el enano. ──¡Qué poder tan increíble!

Ban logro incorporarse y usando su arrebato incremento la fuerza de sus brazos tirando un golpe a el capitán.

──Esta sensación cuando tu fuerza incrementa~ ¡...es algo indescriptible~! ─Ban ganaba fuerza mientras que la del capitán disminuía. ──¡Veamos cuanto poder puedo absorbente! ¡Pero no guardes nada, ¿oíste?

Le tiro un golpe chocando con el puño del capitán. La mano de Ban fue destruida ante la fuerza que el capitán estaba dando, tanto fue que logro destruir el estómago de Ban.

Este logro detenerse antes de salir del cuadrilátero.

──Capitán, ¿en serio no vas a mostrarme nada distinto? La verdad es que ya me canse. ─habló mirando a su oponente.

──¿Vas a rendirte? ─preguntó el capitán caminado hacia el.

──Parece que no puedo acabar con esto de un simple mordisco. Tu velocidad y poder parecen ser inagotables. ¡Así que tomare todo!

Antes de que hiciera algo el capitán le comenzó a lanzar una serie de golpes.

──¡Vamos, acabalo de una vez! ─le animo Diane.

──Si Ban le roba su fuerza, le ganará. ─comentó King. ──Pero si el capitán logra vencerlo antes, no tendrá oportunidad.

El cuerpo del capitán cayo a el suelo, se le veía sin fuerzas.

──¡Fue delicioso, capitán~! ─sonrió mirando a el capitán.

──¡Esto es impresionante! ¡Meliodaf ha golpeado a Ban sin piedad, se ha quedado sin fuerza! ─anuncio el anfitrión.

──Lady Scarlett, ¿qué le hizo el Sr. Ban a el Sr. Meliodas? ─preguntó Elizabeth.

──Rodo sus habilidades físicas. ─dije simple y sin preocupaciones.

──Ban pelea impresionantemente. ─comentó King.

──Supongo que es hora de finalizar nuestra pelea, capitán. No sé si aguantes tanto poder. ¿Qué debería de hacer?

──¡Ban! ¡Si le haces algo a el capitán, me vas a conocer, ¿oíste?! ─le gritó Diane siendo retenida por King. ──¡Vas a dejar de ser mi amigo!

──Como si eso le importara a el zorro. ─dije cruzando mi piernas en el cojín de Harlequín.

──El pescado tiene razón~. Yo gane la pelea, ¿no viste grandulona? ─aclaró Ban.

La risa del capitán hizo que este lo mirara.

──¿Los golpes ya afectaron tu cerebro, zorro? ─habló. ──Yo fui quien ganó, tu pierdes.

──Tú y yo somos la pareja perfecta, capitán~. ─sonrió como siempre lo hace. ──Muy bien, te daré un último golpe, si no te molesta.

──¡Basta, Sr. Ban! ─le gritó Elizabeth. ──Hay que hacer algo, o si no el...

──¡Dale duro, acaba con él de un golpe por ser tan estúpido! ─grité dando ánimos.

──¡Lady Scarlett! ─me reprocho la princesa.

──Tranquila, ella apoya a el capitán. Él ganó la pelea. ─le aclaró Diane.

──¿Cómo qué él ganó? ─preguntó.

──Es que el capitán se hace el vencido, reflejara el ataque de Ban usando su habilidad de contraataque. Solo espera y veras.

──Eso no funcionara. ─aclaró King. ──Lo siento, Diane. Pero la habilidad mágica del capitán únicamente reflejas ataques mágicos directos.

──No tendra posiblidad con un simple golpe. ─dije, ella me miro. ──Y la verdad yo estaba apoyando a el zorro. No se de donde sacas que apoyo a el enano del capitán. ─dije bebiendo lo poco de mi tarro.

──¡No es posible! ¿Qué intenta el capitán, entonces?

──¡Eso tampoco lo sé! ─dijo King.

Yo me encogí de hombros restando importancia. Mire a el frente poniendo mi atención en la pelea.

──Si sobrevives, ¿me podrías dar tus impresiones? ¡Quiero saber que tan fuertes son nuestros ataques ante los ojos!

Ban tiro un enorme golpe que causo una gran capa de tierra.

──¡Hay no, Sr. Meliodas! ─escuche a Elizabeth. ──¡¡Sr. Meliodas!! ─gritó con lagrimas en sus ojos.

Solté un suspiro pesado al saber que el estúpido zorro había perdido.

──Shhh... Elizabeth no lo arruines. ─dijo el capitán saliendo de la cortina de polvo que se había creado.

Todos quedaron sorprendidos de ver a el capitán vivo y coleando.

──¡Maliodaf está solo en el cuadrilátero! ¿En donde esta Baaaan? ─preguntó el anfitrión.

──Mira. Está por ahí. ─señalo a lo lejos una columna, ahí se encontraba el
zorro con muchas heridas.

──¿Cómo fue posible? Entonces significa que...

──Que yo gané. ─dijo sonriendo.

──¡El ganador es Meliodaf! ─se escucho los gritos eufóricos de todos.

Me pare caminando sobre lo poco que quedo del cuadrilátero, pase a un lado de mi capitán quedándome de pie.

──Felicidades, supongo. ─dije inexpresiva.

No se si las demás personas lo vieron, pero por unos segundos Meliodas dejo de ser él, como si alguien hubiera poseído su cuerpo. Su magia se sintió distinta, incluso pude ver una marca en su frente que por una extraña razón se me hacia conocida.

──Gracias, Scarlett. Eso es mucho venir de ti. ─sonrió pero sabia que había visto otra cosa.

Seguí mi camino llegando al frente del zorro, este miraba a un punto muerto con sus heridas sanando.

──Eso te pasa por decirme pescado, zorro estúpido. ─me cruce de brazos mirándolo.

──Cállate pescadito~. ─dijo con una sonrisa. ──Un dia de esto de haré de comer atún.

Chasqué mis dedos y una lanza de agua le atravesó la garganta.

──Zorro malo. ─sonreí burlona. ──Ahora mueve tu estúpido trasero y camina. ─di media vuelta. ──Sigue el encuentro de Diane y Howzer.

──No tengo ganas de caminar... ─lo mire. ──¿Me cargas, pescadito~?

──Piérdete, zorro. ─seguí caminado pero este no.

A lo lejos mire a el capitán de las sobras, ya había terminado de vender la cerveza. Di un golpe en el suelo creando un charco de agua donde apareció Hawk.

──¡¿Qué demonios?! ─preguntó asustado hasta que su mirada cayo en mi. ──Scarlett, ¿eres tu?

──No hay tiempo de hablar, solo camina. ─hice que el agua tomara a Ban dejándolo en el lomo del cerdito.

Al paso de unos segundos escuche las quejas de Ban.

──Maldición, me confíe. Olvidé lo impredecible y sorprendente que puede ser el capitán. ¿Qué rayos fue eso?

──Una patada en el trasero. ─dije.

──¡Pesas muchísimo! ─se quejo Hawk. ──¡Tienes dos piernas, úsalas!

──¡No seas así conmigo, maestro~!

──¿Qué eres? Un niño mimado, ¿o qué? ─preguntó.

──Después de usar acoso físico, mi cuerpo se pone demasiado pesado. ─aclaró. ──Te lo juro. Por eso le pedí a Scar que me cargara pero ella se negó y te trajo aquí.

El cerdito se quedo parada olfateando algo.

──Olfateo algo. ─dijó.

──¿Sobras? ─preguntó Ban.

Mire las nubes, podía oler el aroma a tierra juntarse.

──No son sobras. ─aclaró el cerdito. ──Se avecina algo...

──Una tormenta. ─dije llamando la atención de ambos. ──Se acerca una tormenta.

Mientras caminamos miramos una enorme tormenta provenir de el cuadrilátero. Sonreí. Esa era la magia de uno de los chicos que siempre me "cuidaban". Llegamos a un lado del cuadrilátero, Diane lamentablemente estaba atrapada entre dos tormentas.

──Si sus pies dejan de tocar el piso, está perdida. ─comentó Ban.

──¡Apuesto a que yo soportaría! ─dijo Hawk.

──Claro~. ─dije con sarcasmo.

Diane no soporto más y sus pies se elevaron hasta que uso metal pesado cayendo encima de Howzer destruyendo mucho más el cuadrilátero.

──¿Qué sucedió? ─hablo love helm. ──¡Howzer cayo por alguna razón! ¡Así que la victoria de la primera semifinal es para Matrona!

Mire a Diane ayudar a Howzer a levantarse mientras le pedia disculpas por darle una gran paliza.

──Que les parece, uno de mis pequeños emana una energía romántica con Diane. ─hable con una pequeña sonrisa al ver a King apretar sus puños furioso.

──¡Diane! ¡Aléjate de ese hombre en este instante! ─gritó el rey hada.

──¡Ya tranquilo! ─dijo la pequeña gigante soltando de golpe a Howzer. ──De verdad lo siento. ─dijo antes de llegar con nosotros.

──¡Y ahora la segunda semifinal! ¡Meliodaf contra Cain! ─anunció.

──¡Capitán, tú puedes adelante! ─gritó Diane.

──¡Tenga cuidado! ─le pidió la princesa.

──No se preocupen. ─dijo con tranquilidad.

──¡Venga mi caída, ¿escuchaste?!

──La venganza es mala. ─le dijo a King antes de ir a el cuadrilátero.

Los gritos no se tardaron en escucharse apoyando tanto a el capitán como a el anciano. Esta pelea fue más un encuentro entre el anciano con el capitán, ya que el señor hablo sobre Danafor. El reino que fue destruido por completo. Cuando conocí a Meliodas el era un caballero sacro de ese reino, después de que el reino fuera destruido ya no supe nada de Meliodas hasta ese dia.

. . .「• • •」

──Scarlett, Princesa de los océanos y ahora Reina del reino Atlan.

Miraba al suelo cargando las pesadas esposas que llevaba tanto en mis manos como en mi cuello y tobillos. Nada me importaba ahora, solo desearía morir y llorar pero ninguna de las dos podrá suceder.

──Por la tristeza traicionaste a tu reino asesinando a todos los tritones y sirenas incluyendo a tus padres los Reyes. Quedando así como la unica sobreviviente del Clan Siren.

Ni me inmute a sentir lamento, todos ellos merecían morir de la peor manera posible. Si pudiera volver a el pasado los mataría haría una y mil veces.

──Por tus actos crueles y despiadados, se le sentencia a muerte inmediata por tu pecado.

Desde ese dia solo sufría sus estúpidas ejecuciones, y ninguna resultaba. No podía morir, la maldición de la Reina de las Sirenas era inquebrantable. Ni siquiera yo que soy la actual Reina puedo deshacerme de ella. Llevaba años recibiendo torturas y ejecuciones.

Escuche la puerta ser abierta, posiblemente vienen a torturarme como lo hacen diario.

──Cuando escuche que el Clan Siren fue masacrado no pensé que el culpable eras tu, Scarlett.

Levante mi cabeza mirando a Meliodas, seguía igual que la ultima vez que lo vi hace años.

──¿Qué quieres aquí? ─dije inexpresiva.

──Vine a sacarte de aquí. ─soltó sin indicios de mentira.

──¿Para qué? ¿Por que quieres a la asesina de su clan? ─pregunté sin rodeos.

──Si quieres que te conteste tu contesta las mías.

──Habla. ─dije mirando a otro lado.

──¿Por qué mataste a todos? ─me quede en silencio.

──Ellos me quitaron la única cosa que hacia que mis lagrimas se esfumaran. ─lo mire con odio. ──¡Ellos lo mataron frente a mi ojos!

──Lo siento tanto, se que él era todo para ti.

──Era mi mundo. ─mire el suelo. ──Nunca entendí porque todos en el Reino lo miraban con desprecio. Ellos ni siquieran me decían el porque, perdí todos mis recuerdos y ni siquiera se como sucedio eso. Es más... no se como carajo tengo esta cicatriz.

Cerré mis ojos sintiéndome fatal por no saber absolutamente nada de mi pasado.

──Por eso he venido, para que formes parte de una orden bajo mi liderazgo en el reino de Liones. ─alce mi vista mirándolo. ──Quiero que te unas a Los Ocho Pecados Capitales.

──Personas que han cometido pecados trabajando para Liones. ─entre cerré mis ojos. ──¿Cual es la verdadera causa de crear esta orden? ─pregunte sin rodeos.

──Acabar con los 10 Mandamientos. ─sentenció serio. ──Y necesito tu ayuda.

──Una parte de mi no quiere hacerlo. ─aclaré. ──Pero no tengo nada más interesante que hacer.

El sonrió.

「• • •」. . .

Salí de mis pensamientos cuando escuche gritos animando a lo que era la ultima competencia. Era Diane contra Maliodas, al parecer estuve tanto tiempo sumida en mis pensamientos que no mire cuando gano el capitán.

──Bien, obtendremos el tesoro sangrando de todos modos. ¿Quieres rendirte y terminar ya? ─le preguntó el capitán a Diane.

─Mi corazón ya esta rendido ante ti de todos modos, capitán. ¡No es cierto! ─dijo lo último sacando su lengua.

──¡Ahhh! ¡Por aquí, Meliodaf! ─tanto Diane como el capitán voltearon a ver a unas mujerzuelas tirarle besos. ──¡Lindo, ¿quieres hacer cosas interesantes esta noche?!

──¡Acaba ya con esa musculosa y vamos a divertirnos, Meliodaf!

──¡Mejor ven conmigo!

Sabia que esto no iba por buen camino y lo confirme cuando mire a Diane con la vista oculta detrás de su cabello.

──¡Vaya! Meliodaf ahora tiene nuevas fanáticas. ¡Qué envidia!

Mire a Ban tomar la bolsa del dinero que Hawk había reunido vendiendo la cerveza. Lo mire darle todo el dinero a las mujerzuelas que se estaban insinuando a el capitán.

──Capitán... ─Meliodas miro confundido a Diane. ──¡Eres un mujeriego! ─le tiro un gran golpe dejándolo bajo la tierra.

Diane estaba demasiado enojada que le daba fuertes golpes a el capitán quien no podía defenderse o solo estaba dejando que ella lo golpeara para desquitar su coraje.

Mi mirada se oscureció al momento de sentir la magia de caballeros sacros aproximarse.