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━MIEDO━
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Por lo que tenía entendido hasta ahora es que Akimichi Chouji y Hyuga Neji son los únicos del escuadrón que están en un quirófano con heridas graves.
Los demás sufrieron lesiones, unos más que otros, Naruto es el único que no ha sido ingresado al hospital, ni siquiera ha llegado a la aldea, pero creo que el Hatake se estaba encargando de él.
También tengo entendido que Lee, el chico que fue abatido en combate por el de Sunagakure y el último amigo que hizo Kenzo, luchó contra otro tipo aún después de estar recién salido de una operación, por suerte Gaara llegó a tiempo antes de que lo mataran.
Justamente ahora estaba sentada de piernas y brazos cruzados fuera de la sala del quirófano del Akimichi. Había hecho mi máscara de lado esperando a que la Hokage saliera.
El padre del Nara y él también estaban esperando a que la Hokage termine y salga con buenas noticias. A decir verdad no quise dejar al vago solo, sé que necesitará apoyo. A pesar de no haber estado conmigo cuando estaba en cama, él siempre venía tratando de encontrar la manera de verme.
Él estaba conmigo y ahora yo lo estoy.
El Nara no dejaba de mover sus dedos frenéticamente, comenzaba a desesperarse conforme avanzaban las horas, y como no hacerlo cuando la vida de tu mejor amigo peligra.
──Es una estupidez que te comiences a frustrar. ─hablé rompiendo el silencio. ──. No olvides todo lo que implica ser un shinobi, tuviste entrenamiento psicológico para esto.
Aunque no sea la indicada para hablar sobre ello. ─pensé para mi misma.
──El entrenamiento y la realidad son dos cosas diferentes. ─habló sin verme, solo a sus dedos. ──. Creí que sabía todo sobre misiones. Creí que sabía lo que significaba hacer un shinobi. Ahora después de esto, mi primera misión como jefe de equipo. ─bajo su cabeza mirando ahora al suelo. ──. Solo tengo una cosa clara... yo no estoy hecho para ser un shinobi. ─me miró. ──. No soy tan fuerte como tu Yumei. ¿Acaso ya lo superaste?
Sí así fuera no sería ANBU. ─me guardé ese comentario.
──Se que no fue como creías que sería tu primera misión como Chunin, te lo digo por experiencia propia. ─mire a la puerta de la sala. ──. Pero al menos tú estás con vida y tienes esperanzas de que tu mejor amigo salga de esta. En cambio yo, ni siquiera pensé en salir con vida.
A pesar de que ya pasaron los meses, sigo sintiendo el gran vacío de haber perdido a quien se convirtió sin darme cuenta en mi mejor amigo. Es como dicen por allí, "nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde". Algo estúpido, lo sé, pero duele y no puedo detenerlo.
──Y aún así estoy de pie. ─lo miré. ──. No creí que tuvieras un ego bastante frágil. ¿Y así te haces llamar hombre? ─dije, él se puso de pie.
──Esta misión. ─balbuceo. ──. Creí que todo lo que tenía que hacer era depender de los demás. Qué gran líder. ─miro hacia abajo diciendo lo último con sarcasmo. ──. Debí haber hecho más. Pero no tuve la fuerza. ─apretó su puños frustrado, sintiéndose molesto consigo mismo. ──. Todo es mi culpa.
──¿Tenías miedo a que te lastimaran?
Sabía perfectamente cómo se sentía, pero si quería que no hiciera lo mismo que yo debía de llevarlo por el buen camino y eso implicaba hablar fuertemente, y no me refiero a elevar mi voz.
Él no dijo nada solo camino pasando por un lado de su padre.
──Shikamaru. ─lo llamó haciendo que esté se detuviera dando la espalda. ──. ¿Estás tan tranquilo después de que una chica te despreció?
──Por lo visto ponerme a discutir no es lo mío y eso le encanta a las chicas. ─cerré mis ojos ignorando las ganas de gritarle y golpearlo por ser un idiota.
──¿Y qué eres tú? Porque un hombre no. ─su padre tiene un buen punto, él es quien debe de abrirle los ojos a su hijo. ──. Lo que veo no es más que un cobarde. ¿Crees que al renunciar se acabaran las misiones? ─Shikamaru solo permaneció en silencio. ──. Alguien las tendrá que hacer. Tus compañeros serán enviados otra vez con otras misiones con alguien más liderando. Enfrentaran los mismos riesgos. Y tal vez algunos no sobrevivan. Y lo harían solo, si tu fueras a la cabeza, ¿cómo te sentirías entonces? Ahora puedes reflexionar tus errores y aprender de ellos, usa tus fallas para mejorar como líder.
Me quede escuchando en silencio las sabias palabras que un padre le puede dar a su hijo. A pesar de que Shikaku le hablaba a su hijo, sus palabras calaron profundamente en mi pecho y sabía que la decisión de volverme ANBU era solo para evadir mis problemas. Porque no quería un equipo nuevo, no quería volver a confiar para que me terminaran traicionado de nuevo.
Solo lo he estado evadiendo, al equipo nuevo que tendré, a mis compañeros, familia, maestro. Me dí cuenta de que me estaba comenzando alejar a todos porque tengo miedo. Miedo a volver a poner toda mi confianza y, ¿para qué? Para que me apuñalen por la espalda.
Todas las discusiones con mi hermano eran sobre lo mismo, por qué él me quería ayudar, pero yo solo lo evadía y lo alejaba.
Ahora me doy cuenta que evadir mis problemas no era lo mejor, sino enfrentarlo.
Pero, si voy a enfrentar mis problemas tendré que hacerlo de frente y no evadirlos. Volveré a ser chunin, trataré de convivir con todos y confiaré. Necesito esto, de lo contrario jamás superaré la muerte de Kenzo y aunque me duele decirlo... tengo que dejarlo ir.
──La opción es simple: o eres un líder o eres un cobarde. Y, ¿quién eres tú?
La luz roja de la sala del quirófano se apagó. De las puertas salió Lady Tsunade, ella soltó un suspiro para colocar una sonrisa.
──Se va a recuperar. ─la mire sentarse al frente mío. ──. El antídoto funcionó. La eliminación de las células afectadas por las píldoras, ha resultado. ─miró a Shikaku. ──. No hubiera podido hacerlo sin tu ayuda, Shikaku. La guía sagrada de medicina del clan Nara ha sido invaluable. Todo ese trabajo de ese manual, los años de investigación. Bueno es algo impresionante.
──Gracias. ─le agradeció con un toque de orgullo.
──¡Lady Tsunade! ─se escuchó el grito de Shizune quien venía corriendo despavorida. ──. Hyuga Neji está a salvo. Ha logrado estabilizarse. Y hay más. Acabo de oír que Hatake Kakashi y Uzumaki Naruto han regresado y están siendo examinados. Los daños de Naruto son serios, pero no tan peligrosos, va a recuperarse.
Mire al piso. Me alegraba saber que todos están bien, incluso el hermano mayor de Suki. Él es a quien he estado evadiendo desde que salí del hospital después de que toda la aldea se enteró de aquella misión.
──¿Solo dos? ─murmuró soltando un suspiro al saber que los demás están bien. Elevó su cabeza mirando al Nara seguir de pie. ──. Shikamaru, tu misión fue un fracaso. ─sentí su mirada en mí durante unos segundos. ──. Por suerte, esta vez todos están vivos. Eso es lo más importante.
Baje mi cabeza sintiéndome mal. Tal vez a diferencia del Nara, mi misión fue un éxito en la tarea, pero un fracaso total en volver todos en una pieza. Y me caló la mirada de Tsunade a las palabras "por suerte todos esta vez están vivos"
──La próxima misión saldrá perfecta. ─escuché los sollozos de Shikamaru.
──Yumei, tengo una misión para ti. ─habló Lady Tsunade. ──. Se que mañana es tu día libre, pero...
──No. ─hablé firme levantándome.
──¿Perdón? ─la Hokage se sorprendió al escucharme, usualmente yo soy la que la hostiga por tener misiones.
──No quiero. ─susurre. ──. No quiero evadirlo. Creí que estando en ANBU me ayudaría, pero no es así. ─mis ojos se cristalizaron sin previo alguno. ──. Me estoy alejando, estoy evadiendo a todos, y la relación con mi familia está por los suelos, pero es porque tengo miedo. ─confesé. ──. Tengo miedo de volver a tener un equipo. Tengo miedo de volver a confiar y me vuelvan a apuñalar por la espalda.
──¿Qué harás entonces? ─preguntó tranquilamente, como si supiera que explotaría en cualquier momento.
Ella lo esperaba, por eso nunca me sacó del ANBU para ponerme con otro equipo.
──Comenzar de nuevo. ─dije decidida. ──. Voy a conocer a mi equipo nuevo, haré todo lo que antes no hice. No quiero estar sola, y tampoco quiero perder a las personas. ─la mire reteniendo mis lágrimas. ──. Necesito un nuevo equipo para sanar mi dolor. De lo contrario, jamás dejaré ir a Kenzo.
Se quedó unos segundos mirándome detalladamente, yo solo permanecía con mi cara neutral de siempre reteniendo mis lágrimas. Cerró sus ojos colocando una sonrisa en sus labios.
──Me alegra que te hayas dado cuenta. Aunque tengo que admitir que fue más tarde de lo que pensé que tardarías en reconocer tu error. ─confesó. ──. Pero me alegra que te dieras cuenta por ti misma, Yumei. Lo que pasaste y estas pasando es duro incluso para un Jounin.
──Tengo que afrontar mis miedos. No será fácil, pero haré mi mejor esfuerzo. ─dije mirando a la Hokage. ──. Pero eso no significa que no acabaré con la vida de la Hyuga. ─mi voz comenzaba a escucharse con ira. ──. No perdonaré su traición.
Di media vuelta caminando lejos de ellos. Digan lo que digan, no cambiaré mi idea de matarla.
Tire el kunai al techo, cuando estaba por llegar a mi, lo tome con mi dedo girando unos segundos para volver a lanzarlo arriba.
Llevaba alrededor de tres horas sentada en una silla demasiado incómoda, esperando a que el bello durmiente despertará de su largo sueño.
──Tal vez solo despierte con un beso de su príncipe azul. ─jugué con mi kunai mirando al chico en la camilla. ──. Qué estupidez. ─dije tomando el kunai. ──. Odio el color azul. Y no soy ningún príncipe, ni él una princesa. ─lo mire de reojo, su cabello largo decía otra cosa. ──. ¿O quién sabe? Tal vez sí lo es.
Rodé mis ojos cansada de mis pensamientos causados por el aburrimiento. Por como veo las cosas el chico no despertara pronto, posiblemente ya esté muerto.
──Posiblemente sea eso. ─tome su brazo dejándolo caer, su peso era como el de una gelatina. ──. Sí. Ya murió. Qué lástima, ahora tendré que irme. ─me levanté de la silla apunto de irme.
O eso estaba por hacer hasta que este comienza a balbucear moviéndose.
──Carajo. ─solté con disgustó. ──. Sigue con vida.
──¿D-dónde estoy? ─balbuceo sentándose en la camilla soltando un quejido de dolor cuando hizo eso.
──Si fuera tú no me movería mucho. ─dije cruzando mis brazos mirando al chico. ──. Hace pocas horas acabas de salir de una cirugía de tres horas. ─me miró frunciendo su ceño, una parte de su cabello largo caía por su frente cubriendo su Sello del Pájaro Enjaulado.
──¿Tú qué haces aquí? ─preguntó a la defensiva.
──Lady Tsunade me mandó a cuidarte. El hospital está corto de enfermeras atendiendo más personas. ─comunique mirándolo inexpresivamente. ──. Pero ahora que estás despierto... lamentablemente. ─susurre lo último.
──¿Qué? ─preguntó.
──Qué es bueno que despertarás, así me podré ir de aquí. ─mentí. ──. Si me disculpas. ─di media vuelta.
──Espera. ─me detuve al escucharlo. ──. Creo que es el momento y la hora de hablar.
──Te equivocas. ─suspiré. ──. No es el momento y no hay nada de qué hablar. ─dije sin mirarle.
──Yumei. Sabes que tenemos que hablar. ─solté un suspiro girando en mi propio eje.
──Tienes 3 minutos. ─dije mirando el reloj de la pared. ──. Empiezas ahora. ─dije, él se quedó unos segundos en silencio.
──No nos conocemos, ni siquiera somos conocidos. ─aclaró. ──. Pero Suki era tu compañera.
──Te quedan 2 minutos con 48 segundos. ─hable entre dientes para que se apresurara.
──A lo que quiero llegar es... ─alcé una ceja al verlo quedarse callado mirando a otro lado. ──, que lo siento. ─soltó después de segundos. ──. Me siento culpable de lo que ella te hizo y lo que nos hizo a nosotros cuando traicionó a la aldea. No fui el mejor hermano, ella siempre estaba conmigo haciendo lo que sea para hacerme sentir feliz mientras que yo solo la ignoraba. Si hubiera estado al pendiente de ella... probablemente esto no estaría pasando.
──Y... se acabó el tiempo. ─di media vuelta. ──. Fue bueno escucharte. Ahora me voy.
Escuché un suspiro frustrado de su parte, me dio igual, pero creo que no es la mejor forma de tratarlo. Me detuve antes de abrir la puerta.
──Escucha. ─hable seriamente. ──. Lo que haya hecho Suki solo la involucra a ella. No le guardo rencor ni a ti, ni al clan. Ustedes no tienen la culpa de lo que ella causó. ─lo mire. ──. No te culpes de algo que jamás harías. Y si lo sientes así, haz todo lo que puedas por proteger la aldea. Haz lo contrario a lo que ella hizo. ─le di una sonrisa que pareció más una mueca. ──. Le informaré a Tsunade que despertarse. Descansa, Hyuga.
──Gracias. ─dijo con alivio.
Apreté mis labios en forma de una sonrisa antes de salir de la habitación.
Camine por los pasillos buscando a Lady Tsunade, la encontré saliendo de la habitación de Chouji, junto a ella estaba su padre al igual que Shikaku y claro que el Nara no puede faltar.
──Lady Tsunade. ─la llamé llegando a su lado. ──. Le informo que el paciente, Hyuga Neji, ha despertado.
──En un momento iré. ─asentí con mi cabeza. ──. Ya puedes irte a casa.
Lo pensé un momento.
──De hecho pienso quedarme en el hospital, por si algo pasa. ─comenté mirando a la rubia.
──¿Por si algo pasa? ¿O por si alguien pasa? ─me miró con ambas cejas alzadas y una mirada picarona.
──Por si algo pasa. ─dije cruzando mis brazos. ──. Solo por eso. ─evadí la mirada de los tres adultos. ──. Qué estupidez.
Dije caminando lejos de ellos tomando asiento en uno de los bancos que estaban afuera de la habitación de Chouji. No tardé en escuchar pasos acercándose hacia mí tomando asiento a un lado mío. No necesitaba girar para saber quién era.
──¿Cómo sigue Chouji? ─pregunté con mi vista al frente.
──No ha despertado, pero dice la Hokage que pronto lo hará. ─su voz se escuchaba más apagada de lo habitual.
Sabía que le dolía ver a su mejor amigo de la infancia en esa camilla conectado a una máquina. Yo estaría peor si mirara a mi hermano o al Nara en una situación así.
──¿Y cómo te sientes tú? ─lo mire de reojo.
──No quiero hablar sobre eso, Yumei. ─recargo su cabeza contra la pared. ──. Solo quiero dormir y al despertar saber que todos están bien. ─cerró sus ojos soltando un suspiro. ──. Esto es un fastidio.
Me quedé en silencio mirando lo cansado y frustrado que se miraba y estaba. Jamás lo había visto así y creo que es entendible. Sin pensar en mis actos, hice que se acostara entre mis piernas dando suaves caricias en su cabeza haciendo que se fuera durmiendo.
──Dulces sueños, mi vago. ─susurre depositando un casto beso en su frente. ──. Cuando despiertes todo estará mejor. Confía en mí.
Sus ojos se cerraron por completo, no tardé en sentir su respiración ligera indicando que ya se había dormido. Seguía acariciando su cabello soltando el sujetador dejando caer su cabello. Sus manos se aferraron a mi cintura escondiendo su cabeza en ella. Se veía realmente cansado y no lo culpo.
Escuché leves pasos caminar sobre el pasillo. Alcé mi vista mirando a la pelirrosa caminar con la cabeza cabizbaja.
──Sakura. ─la llamé haciendo que se detuviera mirándome. ──. ¿Qué te sucede? Te miras triste.
──Yumei. ─miro unos segundos al Nara para terminar soltando una sonrisa de tristeza junto a una lágrima que limpio enseguida. ──. Hacen linda pareja. ─mostró una sonrisa que parecía una mueca.
──Eso ya lo sé. ─solté. ──. Pero no estamos hablando de mi, sino de ti. ¿Qué te sucede? ─se quedó en silencio. ──. Es por Sasuke, ¿cierto? ─bajo su cabeza.
Cerré mis ojos soltando un leve suspiro, tendré que ser un poco dura para que no caiga en una depresión.
──Escucha esto con atención, Sakura. ─me miró. ──. Si vas a gritar, grita. Si vas a llorar, llora. Ve a casa golpea todo lo que quieras, lamenta lo inútil que fuiste, porque se que eso son tus pensamientos. Haz todo lo que te haga sentir mejor, pero recuerda que no importa cuanto lo hagas, la triste realidad es que Sasuke se fue. Y eso no lo puedes cambiar, ni ahora, ni nunca. Lo que tienes que hacer es levantarte, entrenar duramente para que en un futuro le demuestre a Sasuke a la mujer que no supo valorar. Si no acepto tu amor verdadero, hazlo que se arrepienta de ello. Tienes que ser fuerte Sakura, porque aun tienes a un compañero a quien apoyar.
Ante mis palabras la pelirrosa agacho su cabeza soltando fuertes lágrimas. No eran lágrimas cualquieras o como las que siempre suelta. Estas eran lágrimas de coraje y valor para hacerle frente a la realidad y comenzar con un nuevo mañana.
──G-gracias, Yumei... ─dijo limpiando sus lágrimas. ──, tus palabras me son de mucha ayuda. ─sonrió con sus ojos hinchados de tanto llorar.
Me limité a darle una mueca que se suponía que era una sonrisa. Escuche un gruñido proveniente del Nara, lo mire, este se quejaba porque deje de darle caricias en su cabello. Me descuide cuando estaba hablando con Sakura. Rodé mis ojos volviendo a darle suaves caricias, en compensación se aferró más a mi cintura.
──Tienes suerte de que mi hermano esté en una misión justo ahora. ─murmuré mirándolo dormir tan cómodo entre mis piernas.
Me quedé mirándolo unos segundos. Decidida, tome su rostro entre mi mano depositando un pequeño beso en sus labios.
──¿Qué si vale la pena? ─lo mire. ──. Sí, sí vale. ─sonreí.
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