𝟎𝟏


𝟎𝟏 │ are you ready for it?




La música de aquella fiesta estaba taladrando los oídos de Willow.

No sabía en qué momento había accedido a asistir a aquella fiesta en una fraternidad pero se arrepentía un poco. Ella estaba acostumbrada a pasar Halloween en el sofá de su casa atiborrandose a chucherías y viendo películas de Barbie ya que las de miedo luego no le dejaban dormir.

Pero allí estaba, en medio de universitarios borrachos llevando un disfraz de Kim Possible y bebiendo un zumo de piña que había metido en su bolso por si acaso le apetecía beber algo normal. 

Hacía un buen rato que su grupo de amigos se había separado, pero Willow sabía dónde estaban todos: Mindy y Anika estaban juntas en el sofá, Ethan y Chad estaban bailando juntos mientras miraban a unas chicas y Tara... bueno, al parecer no sabía dónde estaban todos.

Sintiendo el aburrimiento apoderarse de su cuerpo, se acercó a aquellos dos chicos mientras mordía la pajita de plástico que había puesto ella misma en su vaso y sorbía un poco de zumo a la vez.

—¿Y eso qué significa? —preguntó Ethan Landry, el cuál llevaba un disfraz de una especie de caballero hecho con cartón, lo que le daba un aspecto adorable entre todos los disfraces que definitivamente no carecían de prendas en aquella fiesta.

—Es bueno, es bueno —Le aseguró Chad con una expresión que indicaba totalmente lo contrario. Él iba disfrazado de vaquero sin camiseta, lo que hacía ver lo diferentes que eran aquellos dos compañeros de habitación.

—¿Qué? —preguntó el otro chico, notablemente confundido.

—A ver, no es malo. Pero podría estar mejor.

—Hola, chicos —Saludó Willow una vez se acercó a ellos—. ¿A qué vienen esas caras? —preguntó al ver las muecas en los rostros de sus amigos.

Ethan, nada más verla aparecer, se irguió disimuladamente y carraspeó, un poco nervioso.

—Estábamos intentando conseguirle una cita a Ethan —Explicó Chad y después le dio una fuerte palmada al pecho de su amigo.

Willow sintió la incomodidad arremolinarse en su estómago, así que forzó una sonrisa y alzó ambas cejas invitándoles a que continuaran con la anécdota.

—Sí, y fallando en el intento —añadió Ethan un poco desanimado.

El ceño de la pelirroja se frunció completamente e inclinó su cabeza con confusión.

—¿Enserio? —cuestionó y, por su rostro, los otros chicos pudieron ver que estaba genuinamente extrañada.

—¿Por qué te sorprende tanto? —preguntó Ethan con el ceño fruncido.

—Bueno, porque eres un buen tío —Explicó Willow—. Y uno guapo —Añadió y luego volvió a ladear la cabeza—, aunque sea difícil verlo con todo ese cartón —Dijo mientras señalaba su disfraz.

Ethan tragó saliva con nerviosismo y Chad los observó a ambos con una pequeña sonrisa traviesa. ¿Así que su amigo tenía un crush en Willow?

—S-solo dices eso porque estás borracha —Tartamudeó el castaño mientras se cruzaba de brazos, notablemente nervioso, lo que a Willow le pareció un gesto tierno.

—No estoy tan borracha —Se defendió la chica con el cabello rojo—. Esto es zumo —Dijo señalando su vaso—. Además lo único fuerte que he bebido esta noche ha sido un chupito con Anika y Mindy nada más llegar. Pregúntame luego, ya verás lo que te digo —Añadió mientras señalaba a Ethan y la sonrisa de Chad se ensanchaba.

Antes de que el moreno pudiera unirse a la conversación, una cuarta voz intervino.

—Hey, vaquero. Te necesitamos —Dijo Anika apareciendo de la nada y volviendo a irse después de llamar la atención de Chad, el cual la siguió sin rechistar.

Willow los siguió con el ceño fruncido, un poco preocupada por lo que podría haber pasado y Ethan hizo lo mismo después de despedirse de la chica con la que Chad había hablado por él.

Anika señaló a Tara, la cuál se agarraba a (probablemente) un tonto de turno mientras subía las escaleras borracha como una cuba.

—Hey, compañero —Habló Chad sin perder ni un segundo y llamando la atención de aquel par—. Tara está bien aquí abajo.

El idiota sonrió antes de acercarse a Cha —Lo siento tío, no pillé eso.

Chad soltó una risa falsa mientras Willow se acercaba a él por la espalda y miraba el mal estado en el que estaba su amiga.

—Sí, lo has pillado —Dijo Chad.

—No, Chad —Dijo Tara mientras bajaba las escaleras con dificultad y agarraba al chico por los hombros—. Está bien. Estoy bien. Quiero ir.

—¿Ves, Chad? Ella quiere —Habló el chico, ganándose una mala mirada por parte de la pelirroja.

—Tara, tal vez deberías tomar decisiones cuando seas capaz de caminar sin la ayuda de nadie —Aportó Willow con una voz dulce y cambió su dura mirada por una llena de preocupación.

—Vamos —Le ordenó el chico a Tara mientras la arrastraba por el brazo.

La menor de las Carpenter, al estar tan afectada por el alcohol, tropezó y cayó en las escaleras, quejándose del golpe. Chad no necesitó nada más para lanzarse sobre aquel idiota y apartarlo de Tara de un empujón.

—¿Cuál es tu problema? —le preguntó.

El chico lo empujó con fuerza, pero Chad apenas se movió.

—¡Chicos! —Se quejó Tara mientras se sujetaba a la mano que Willow le había ofrecido para levantarse—. ¡Parad! ¡Chicos!

Los otros dos seguían dándose empujones mientras la gente se iba acumulando a su alrededor, curiosos por saber quién se estaba peleando o quién ganaría.

—Ya, ya, lo siento —interrumpió Sam apareciendo de la nada y separando a los dos universitarios—. Lamento interrumpir. Solo voy a darte con un táser en los huevos.

Dicho y hecho, Samantha acercó aquel arma eléctrica a las partes bajas de aquel imbécil, el cuál gritó de dolor y se quedó hecho una bola en el suelo. La multitud emitió un jadeo colectivo mientras que Chad sonreía al ver lo que había hecho Samantha y Willow se acercaba a Ethan para poder ver mejor el sufrimiento en el rostro de aquel imbécil.

—No vuelvas a tocar a mi hermana —Lo amenazó.

—¡Puta zorra! —Exclamó el tío mientras aún se retorcía.

—Sam —La chica se giró hacia su hermana, que la había llamado con un rostro anonadado y molesto—. ¿Estás de puta coña? Ahora me acosas —Le reprochó antes de salir con paso decidido de aquella fraternidad.

—Hostia puta, esa es la loca de internet —Dijo uno de los universitarios, llamando la atención de Sam.

Willow observó a la mayor de las Carpenter con pena antes de tocarle el brazo e indicarle que la siguiera cuando llamó su atención.

—¿Estás bien? —le preguntó la pelirroja una vez ambas estaban en el exterior.

—Lo estaré cuando hable con mi hermana —Dijo antes de acelerar el paso para acercarse más a Tara, que les llevaba bastante distancia—. ¡Tara!

Willow se quedó caminando sola hasta que Anika se acercó a ella con el gorro de cartón de Ethan en la cabeza, lo que hizo que la pelirroja frunciera el ceño con una sonrisa.

—Tengo que admitirlo, ver a Sam electrocutar a ese gilipollas fue satisfactorio —Dijo su amiga, haciendo que Willow riera.

—Sí, lo fue. Una pena que ahora se vayan a pelear por eso —Willow frunció los labios y Anika chasqueó la lengua antes de que ambas aceleraran el paso para alcanzar a sus amigos.

—¡Tara!

—¡No me puedo creer que hicieras eso! ¡Me has avergonzado! —Se quejó Tara sin dejar de caminar.

—¡Ese tío era un imbécil! ¡Se iba a aprovechar de ti! —Le reprochó Sam.

—¿¡Y!? —Exclamó Tara mientras dejaba de caminar y se giraba hacia su hermana.

—¿"Y"? —Repitió Sam, incrédula.

—¡Si quiero liarme con un gilipollas es mi decisión! ¡Es mi decisión! —Exclamó.

—Vale —Dijo la mayor con cansancio.

—¡Esto no es sobre ti! —Continuó Tara aún alterada—. Me refiero, ¡desapareces de mi vida durante cinco años y ahora no puedes dejarme sola ni cinco minutos!

—¡Porque no estás afrontando lo que nos pasó! —Le reprochó Sam—. ¿Acaso has ido alguna vez a ver al orientador?

—¡No! ¡No voy a hacerlo!

Mindy suspiró, un poco cansada de ver a aquellas hermanas pelear. Si éramos sinceros, Willow se sentía igual.

—¿Por qué no?

—¡Porque no estoy interesada en vivir en el pasado como tú! —Exclamó Tara.

Sam la observó, un poco dolida.

—¿A qué te refieres con eso? —preguntó.

—Vale, chicas —Habló Chad (ahora con una camiseta y chaqueta puestas), intentando que las cosas no se salieran de control—. Venga...

—¡Me refiero a que no voy a dejar que lo que nos pasó durante tres días defina el resto de mi vida! —Explicó Tara, ignorando por completo a Chad.

—¿Así que vas a fingir que eso nunca pasó?

—¿Qué estás haciendo aquí, Sam? —cuestionó Tara, cambiando de tema—. En Nueva York —aclaró—. Estás trabajando en dos trabajos de mierda para poder pagar el alquiler pero, ¿cuál es tu plan? —Sam la observó con la boca levemente abierta y sin saber qué decir—. Yo sé lo que voy a hacer. ¿Vale? Porque voy a seguir yendo a la universidad, voy a conseguir mi título y voy a vivir mi vida. Mi vida —Tara se dio palmadas en el pecho, enfatizando sus palabras—. ¿Vale? Yo lo sé. Porque me has seguido aquí y ahora no dejas que me salga de tu vista.

Sam sacudió la cabeza levemente.

—Solo intento protegerte —Se excusó.

—Lo... —Tara respiró hondo, pasándose las manos por la cara, calmándose—. Lo sé— Dijo en un tono más bajo y relajado—. Sé que lo haces. Aún así no puedes hacerlo por el resto de mi vida. Tienes que dejarme ir.

Sam observó a su hermana pequeña, dándose cuenta de que, tal vez, Tara tenía razón y debía dejar de verla como la hermanita pequeña que siempre necesita ser protegida.

—¡Hey!

Sam se giró hacia aquella voz desconocida y abrió la boca, sorprendida, cuando una extraña le tiró encima un cubata.

—¡Asesina! —Le gritó la desconocida en la cara.

Samantha, sin dudarlo, se lanzó a darle un empujón a aquella chica.

—¿Cuál es tu puto problema? —Exclamó antes de que Chad la agarrara y la alejara de la desconocida—. ¡Zorra!

Un griterío se formó entre el grupo de las extrañas y el de los supervivientes de Woodsboro en el que Mindy y Willow insultaban a la chicas mientras Tara y Chad agarraban a Sam.

—Alejaos de ella —Les aconsejó la tía que le había tirado el cubata—. Ella sabe lo que hizo.

Willow frunció el ceño, alterada, y cuando iba a acercarse a aquella tipa, Ethan la agarró del brazo y la alejó de ella.

—¡Yo no hice nada! —Exclamó Sam, volviendo a ser agarrada por Chad.

—Lo que tú digas, zorra —Dijo la chica antes de alejarse con sus amigas.

—Vale, es oficial. Odio a la gente —Anunció Willow.

—Vámonos —aconsejó Tara.

Todos la siguieron menos Sam —que seguía quejándose de aquella subnormal—, Ethan y Willow.

El castaño se acercó a la mayor de los Carpenter.

—Y-y-y-yo tengo pañuelos si quieres —Le ofreció para después contar cuántos pañuelos se había sacado del bolsillo—. Tengo... como tres pañuelos —Se los tendió con timidez y Sam los tomó con urgencia, desesperada por sacarse aquel líquido y olor de encima.

—Sam, toma mi chaqueta, te vas a enfriar —Dijo Willow tendiéndole la prenda de ropa.

—¿Qué hay de ti? —cuestionó la mayor.

—Mi disfraz de manga larga, estoy bien —Le aseguró la pelirroja mientras le pasaba la chaqueta por los hombros.

Le sonrió antes de alejarse junto a Ethan, siguiendo al resto.

—¿No tienes frío?—preguntó el chico al ver que Willow caminaba de brazos cruzados y que sus mechones color fuego se ondeaban gracias a la suave brisa.

—Nah, estoy bien —Dijo la pelirroja mientras se metía las manos en los bolsillos—. ¿Y tú?

—No, este cartón retiene bastante bien el calor —Explicó Ethan dando suaves toquecitos sobre aquella superficie que cubría su cuerpo.

—Debías estar muriéndote allí dentro entonces.

—No lo sabes tú bien.

Los dos rieron a la vez y mientras Willow clavó su mirada en el suelo, Ethan observó su hermoso perfil.

No tenía muy claro cuándo se habían manifestado sus sentimientos por aquella chica, lo único que sabía era que no podía parar de pensar en ella y que estar a su alrededor lo ponía demasiado nervioso.

Willow, por el otro lado, sentía la mirada de aquel chico sobre su rostro, lo que provocaba que la sangre viajara a sus mejillas con rapidez. Siempre se le había dado bien esconder los pequeños crushes que había tenido en el instituto, pero esconder lo que sentía por Ethan se le complicaba cada vez más ya que aquellas emociones eran demasiado intensas como para ser un simple crush. Y, si era sincera consigo misma, aquellos sentimientos la aterraban.

—Es un buen disfraz, por cierto —Halagó la pelirroja—. Muy original.

Ethan agachó la cabeza intentando que no se notase que se estaba sonrojando.

—G-gracias. El tuyo también es genial. Te ves muy bien —Confesó, intentando que la voz no le temblase por los nervios.

Willow sonrió, sintiendo un cosquilleo en el estómago.

—Gracias —Dijo, aún con la sonrisa en los labios.

Ethan asintió y ambos siguieron caminando en silencio, completamente ajenos a los asesinatos que estaban tomando lugar en aquella misma ciudad y los cuales los tendrían a ellos como objetivos en cuestión de horas.


PRIMER CAPÍTULO!!!!

Bueno, antes de nada quería decirles que pienso actualizar con un capítulo por semana porque es la mejor forma para no agobiarme o frustrarme con las clases y así ir escribiendo esta historia poco a poco. Serán publicados todos los miércoles :)

Sé que este capítulo fue un poco flojito porque es más que nada la introducción pero prometo que se va a ir poniendo más emocionante la cosa.

Les mando un besazo muy fuerte y un abracito <3

Nos vemos el siguiente miércoles!!

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