❝ 14. - ¿𝙋𝙤𝙧 𝙛𝙞𝙣 𝙚𝙣 𝙥𝙖𝙯? ❞

𝑯𝒐𝒚 𝒑𝒓𝒆𝒔𝒆𝒏𝒕𝒂𝒎𝒐𝒔
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¿Por fin en paz?
╰───⌲Cap. 𝟏𝟒. ༣. . 

Una semana después

Una semana había pasado desde que ambos decidieron dar un paso más en la relación. Ambos estaban más unidos que nunca, Yuuto también se dio cuenta de que algo había pasado, por lo que les preguntó y sin más remedio tuvieron que decirle la verdad.

El día que Yuuto regresó, ambos se fueron a la casa de tus padres, donde fueron bien recibidos. Al día después de mudarse, fuiste a la casa de Julio, aprovechando de que estaba en hora de trabajo, y con ayuda de tus padres, de Izuku y de Yuuto, sacaron todas tus cosas, dejando absolutamente nada tuyo en la casa.

Tus padres se encontraban haciendo la comida, para ser más específicos, ramen. Izuku se encontraba entrenando en el patio trasero junto con Yuuto. Tú te encontrabas en el comedor haciendo la tarea de administración que te habían dejado.

El sonido del timbre llamó la atención de tus padres y de ti. Shota estuvo a punto de salir de la cocina, pero se lo impediste.

Yo voy, papá -sonríes.

Gracias, mi niña -se regresa a la cocina.

Te dirigiste rápidamente hacia la puerta. Al abrirla, te encontraste con dos oficiales de policía.

—Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarlos? -inclinas la cabeza. ¿Por qué había policías en su casa?

—Buenas tardes, ¿Aizawa Shota, Yamada Hizashi y ___ García Martínez viven aquí? -preguntó mientras veía sus papeles.

—Sí, Aizawa Shota y Yamada Hizashi son mis padres -dices- Yo soy ___ García Martínez -dices con una sonrisa falsa.

Okay, esto ya te está poniendo nerviosa. ¿Por qué mierda había policías afuera de su casa? ¿Acaso era algo malo? ¿Por qué te estaban viendo como si te estuvieran juzgando?

—¿Cómo es usted su hija si no tiene sus mismos apellidos? -preguntó de manera brusca.

—Eso no es de su incumbencia -niegas- Además, ¿para qué quieren saber?

—Conteste las preguntas -ordenó.

—No tengo por qué contestarle preguntas, las cuales no quiero contestar -dices para cerrar la puerta, pero el pie del policía evitó que la cerraras- Cómo chingan -enojada.

—Si no nos contesta las preguntas, nos veremos en la obligación de llevarla a comisaría -abrió la puerta.

—¿Sí sabían que están haciendo allanamiento de morada, no es así? -levantas una ceja.

—Tenemos una orden -te entrega el papel- Por lo tanto, no, no lo es -sonríe.

—Bien, si ustedes me dicen qué es lo que necesitan, yo les contestaré las preguntas -cruzas los brazos por tu pecho.

—Bien, tenemos una orden de arresto a los hombres Aizawa Shota y Yamada Hizashi por el secuestro de la menor de edad, ___ García Martínez, en nombre del señor Julio García González -voltea a verte- Usted tendrá que venir con nosotros para que de su testimonio

—¿Qué está pasando aquí? -la voz de Shota se escuchó detrás de ti.

—¿Es usted Aizawa Shota?

—Sí, soy yo, ¿para qué me necesita?

—Tenemos una orden de arresto en su nombre

—¿Qué? ¿Por qué?

—Secuestro de la menor ___ García Martínez

—¿Secuestro? ¿Cómo yo voy a secuestrar a mi hija?

—Es lo que les he tratado de decir, pero no me creen -suspiras- Me vuelvo a presentar, mi nombre es ___ Aizawa Yamada -reverencia- Hija adoptiva de Aizawa Shota y Yamada Hizashi -te enderezas con una sonrisa de superioridad.

Ambos policías voltearon a verse con desconcierto y sorpresa. Dirigieron nuevamente su mirada hacia ustedes.

—¿En serio?

Ambos asintieron con aburrimiento. Los policías suspiraron, para volver a verlos.

—Lamentamos mucho las molestias -uno de ellos dijo- En ese caso, llevaremos este caso a la corte para ver qué hacer en este caso -ambos asintieron- Que tengan bonita tarde

—Igualmente -dices antes de cerrar la puerta.

Ambos suspiraron con algo de enojo. Hizashi salió de la cocina y se dirigió hacia ambos. No pasaron ni cinco segundos para que Izuku y Yuuto también aparecieran por detrás de tu padre. Los tres se percataron del estado de ambos, por lo que no dudaron en preguntar.

—¿Qué les sucedió a ambos? -Hizashi no tardó en acercarse a ambos con preocupación demostrada en su rostro.

—Vinieron unos oficiales de policía -dijiste.

—¿Para qué o qué? -Izuku se acercó a ti mientras desataba la media coleta de su cabello algo largo.

—Orden de arresto -Shota contestó.

—¿¡What?!

—Al parecer, Julio fue a meter una denuncia por secuestro -bufas- Ahora tendremos que ir a un juicio para ver que se puede hacer

—¿Que él no puede dejarte en paz? -Yuuto dijo- Él debe de entender que ya no lo quieres en tu vida, y que debe alejarse

—Créeme, ya se lo he dicho muchas veces -restriegas tus manos entre tu rostro.

—Bueno, ahora solo toca esperar la sesión con el juez -Izuku acarició tu espalda.

—Esperemos que todo salga bien -dices.

—Lo que yo todavía me pregunto es, ¿cómo se enteró de que ustedes están aquí? Fácilmente, pudo haber deducido que me había escapado y ya -analizas, pero de repente te das cuenta de algo- Pablo... -murmuras para ver a todos.

—¿Eh?

—Pablo le dijo -deduces.

—¿Cómo podemos estar seguros de eso? -Izuku pregunta- No es que no confíe en ti, pero no podemos sacar conclusiones porque sí

—Miren, piensen bien -dices- Ese día de la declaración de Pablo, Julio me dijo antes de que me fuera "Felicidades" con una gran sonrisa en el rostro -volteas a ver a Shota- Supongo que Pablo le había contado a él y a toda la escuela, ya que apenas llegué a la preparatoria, todos, absolutamente todos, voltearon a verme como si algo estuviera pasando -colocas una mano en tu mentón mientras pensabas- También me di cuenta de que cuando se fue luego de que le dije que no podíamos ser algo más que amigos, él se fue hacia la derecha, y su casa está a la izquierda, es decir, su casa y la casa de Julio están por dos lados diferentes -dices.

—Entonces si es así, posiblemente él le dijo nuestras características a Julio y él dedujo que nosotros estábamos aquí -asientes.

—Ahora debemos de tener cuidado con ambos, no sabemos si después de eso, ambos decidan tomar cartas en el asunto para hacer lo posible y que los metan a la cárcel

—Entonces hay que prepararnos -todos asintieron.


• • •


Tres días después les había llegado un documento donde solicitaban la presencia de los tres en la corte, por lo que sin ninguna otra opción, tuvieron que asistir al lugar donde se haría el juicio.

Ahora mismo se encontraban en el lugar donde los habían citado. Izuku y tú estaban alejados de tus padres y de Yuuto. Ellos se encontraban platicando de sus asuntos mientras ustedes se encontraban en completo silencio.

—Todo estará bien, ya lo verás -te abraza.

—Eso espero -le regresas el abrazo.

Algunos segundos después los mandaron a llamar a todos. Tus padres se fueron, por un lado, con Yuuto, quien era el abogado de ambos. ¿Cómo? No tenías idea. Julio entró junto con su abogado, y te dio una sonrisa de superioridad, la cual le regresaste.

Tú estabas atrás junto con Izuku; Pablo estaba del lado de Julio y Nahomi y Carlos no tardaron en aparecer, algo que te sorprendió. Les preguntaste que estaba pasando y te dijeron que ambos se enteraron del juicio y quisieron venir a apoyarlos, por lo cual les agradeciste.

Entró una mujer a la sala y saludó a todas las personas del lugar.

—Buenas tardes a todos -saludó- Hoy quince de Noviembre del año 2023, siendo las catorce horas con veinte minutos, nos encontramos en la sala de oralidad número siete para llevar a cabo la audiencia de solicitud del procedimiento abreviado en el número único de causa tres diagonal once diagonal 2023, que se instruye en contra de los mayores Aizawa Shota y Yamada Hizashi por el hecho delictuoso de secuestro a una menor de edad. Se les hace de su conocimiento que deberán permanecer de manera respetuosa y en silencio, queda prohibido hacer uso de cualquier medio audiovisual, de hacerlo, se les apercibirá o en su caso, se les retirará de la sala de audiencia -dijo- Lo anterior con fundamento en los artículos cincuenta y ocho y trescientos cincuenta y cinco del código nacional de procedimientos penales, la presente audiencia quedará grabada en audio y vídeo en la unidad de gestión administrativa correspondiente se requiere a los asistentes ponerse de pie para recibir a la maestra Regina García García quien presidirá la presente audiencia

Todos se ponen de pie y entra la jueza.

—Buenas tardes, pueden sentarse -se sienta- Con los datos aportados por el auxiliar de sala, declaro abierta la presente audiencia -golpea la mesa con su mazo- Pregunto al auxiliar de sala, ¿hay medios de comunicación?

—No sus señorías

—Gracias -dijo- Bien, abogado Yuuto ¿Puede decirme cómo es la relación de los acusados con la menor, ___, y desde cuándo se conocen? Si es posible, cuente también la historia

—La relación es bastante buena, ellos se conocieron cuando la menor de edad estuvo en Japón por un largo tiempo -dijo- En un principio ella era algo callada y reservada, algo que no pasó desapercibido por ambos adultos aquí presentes -suspiró- Ellos sabían que algo andaba mal, por lo que no dudaron en preguntarle -sonríe- ¿Sabe qué fue lo que dijo? -la jueza negó- Dijo que ella era así, ya que sino, nosotros la castigaríamos a golpes -voltea a ver a Julio- Por nuestras investigaciones, pudimos darnos cuenta de que el señor Julio aquí presente, abusaba física y mentalmente a su hija desde que ella tenía cuatro años de edad, varios años después, ella fue vendida a unas personas japonesas, quienes hicieron experimentos en ella, no sabemos qué le hacían, ya que los estudios no nos daba alguna pista, también ella le tenía miedo a las agujas, sin contar que cada vez que alguien le levantaba la mano, ella le temía a esa persona de inmediato -suspiró- Debido a ello, la policía decidió seguir investigando el caso para atrapar a estos delincuentes, pero, por lo mientras, alguien debía de tomar la custodia de ___, por lo que Shota y Hizashi se ofrecieron como voluntarios para cuidarla y adoptarla, a lo que ella aceptó. Desde ese entonces, la relación entre ellos ha sido cada vez mejor -sonríe- Ella fue llevada a un psicólogo, y los resultados no fueron para nada buenos -dice- Le diagnosticaron TEPT, más conocido como Trastorno de Estrés Postraumático. Y por si no me cree, aquí tengo evidencia de los registros médicos y fotos de los abusos que le ha hecho Julio a la menor -se acerca a ella para entregarle una carpeta con todas las pruebas.

Esta, al tenerlo en sus manos, lo abrió y se puso sus lentes para ver mejor, pero se sorprendió al ver el contenido de este.

Se podían apreciar fotos del cuerpo de ___ desde que fue rescatada. Golpes, moretones, cortadas, huesos rotos. Registros médicos acerca de su salud mental, entre muchas otras más, como tus papeles de adopción. ¿Cómo el ser humano podía ser tan cruel? La jueza suspiró para mirarte, solo para notar que Izuku te tenía abrazada de los hombros, mientras ambos veían con odio a Julio.

—Bien, muchas gracias, abogado José, puede hablar

—Muchas gracias, antes que nada, quiero aclarar que mi cliente no es capaz de hacer tal cosa, ¿por qué? Él ha hablado demasiado bien de su hija, he revisado los gastos de mi cliente, y he podido notar que él la ha consentido demasiado, ¿no se supone que mi cliente maltrata a su hija? ¿Si la odia como por qué gastaría su dinero en primer lugar? -sentenció- ¿O me equivoco, señorita? -preguntó, viendo a ___.

—... No se equivoca

—¿Lo ve? -ve a la jueza sonriente- Además, también está justificado el "odio" que mi cliente le tenía a su hija. ¿Por qué? Se preguntará -dijo- Bueno, la señorita ___ es la culpable de la muerte de su hermano

Querías salir corriendo hacia él y darle un puñetazo en su cara para que se callara el maldito hocico.

—¡Mi hija no es culpable de nada! -Shota se levantó furioso de su asiento.

—¡Silencio! -gritó- Siga por favor, abogado José

—Como decía, la señorita ___ es la culpable de su muerte

—¡Tenía cuatro años! ¡Ni siquiera sabía que es lo que pasaba a su alrededor! -Hizashi también exclamó.

—¡Silencio! ¡O me veré en la obligación de sacarlos de la corte! -sentenció y suspiró- Bien, ahora que escuchamos la versión de la historia de cada uno, necesitamos en el podio a la menor de edad, Aizawa Yamada ___

Te levantaste y te dirigiste al podio bajo la atenta mirada de todos.

—Bien, pequeña, ¿puedes contarme cómo es tu padre Julio? -sonríe.

—Él es -se quedó un momento en silencio para pensar- Él desde que había nacido había sido demasiado atento conmigo, mi madre y mi hermano -sonríes al recordar a tu madre y hermano- Pero desde que mi hermano falleció el día de mi cumpleaños todo cambió, él dejó de ser atento con mi madre y conmigo, siempre me culpaba de la muerte de mi hermano, me hacía sentir demasiado mal -muerdes tu labio inferior al querer llorar.

—¿Puedes contarnos cómo pasó todo? -asientes.

—Bueno -suspiras- Todo cambió cuando mi hermano cumplió siete años de edad. Ese día habíamos decidido salir a festejar su cumpleaños, como todos los años. Mis padres nos habían dejado fuera del restaurante, para ver si todavía había lugar, para pasar el rato. Antes de que pudiera darme cuenta, estaba en el piso, lejos de mi hermano -volteas a verla- Resulta que ese día un carro había perdido el control e iba a chocar conmigo, pero mi hermano reaccionó más rápido y me empujó, para que así él fuera a quien le diera el golpe del auto. No sabía que estaba pasando, apenas tenía cuatro años, y apenas era consciente de lo que pasaba a mi alrededor. Mis padres salieron del restaurante, y al ver a mi hermano, no dudaron en acercarse a él, sin embargo, cuando me acerqué a ellos, me vieron con completo odio, por lo que simplemente decidí no preguntar nada. Fuimos corriendo al hospital, pero lamentablemente no llegamos a tiempo. Mi hermano falleció justamente cuando lo habían llevado a urgencias -cabizbaja- Mi madre jamás cambió su actitud conmigo, sin embargo, Julio si lo hizo. Desde ese día, él solamente nos golpeaba a mi madre y a mí. No había un día en el que intentara escapar, pero era imposible. Él siempre se daba cuenta y me pegaba. Años después, mi mamá ya no pudo aguantar más y falleció cuando tenía diez años. Desde entonces, había estado completamente sola, ya que nadie podía hacer nada, Julio los había amenazado con matar a cada uno que se metiera conmigo. Desde entonces, había sido conocida como "La hermana asesina", lo cual me afectaba, debido a que siempre me había sentido culpable por la muerte de mi hermano -volteas a ver a Julio- Él me vendió a unas personas malas en Japón, donde experimentaron conmigo, y jamás supe qué me hicieron -regresas la mirada a tus padres- Pero ellos me rescataron -sonríes- Ellos me dieron ese amor que tanto había necesitado -ríes- Gracias a ellos pude volver a sentir, pude volver a amar -volteas a ver a la jueza la cuál sonrió.

—Bien, ¿puedes decirnos cómo son tus padres adoptivos?

—Ellos son más que mis padres adoptivos -sonríes- Para mí, ellos son mis padres, aunque no seamos parientes de sangre, ellos siempre han velado por mi bienestar, siempre han procurado el que yo esté bien, ellos me han dado ese amor que me hacía falta -tus manos fueron a tu pecho- No hay palabras para describir el agradecimiento y el amor que les tengo; pero si tuviera que describirlos en una palabra, sería "Asombrosos" -volteas a verlos- Ellos son mis héroes, y siempre estaré agradecida con ellos.

Tus padres tenían lágrimas cayendo por sus mejillas, mientras Julio estaba con el ceño fruncido, viéndote con enojo.

—Bien, todos pueden retirarse, en unos momentos les hablaremos para dar el resultado final -sentenció.

Todos se levantaron y salieron de la sala. Al salir, fuiste atrapada en un abrazo por parte de Izuku.

—Todo estará bien, ya verás que él se irá a la cárcel -acaricia tu espalda.

—Izuku -murmuras- Muchas gracias por apoyarme -lo abrazas- De verdad lo necesitaba


• • •


—Bien, se ha tomado una decisión. La verdad no fue algo difícil, ya que con las pruebas suficientes,  se ha llegado a una conclusión -voltea a ver a todos- El veredicto es, Julio García González es sentenciado a siete años de prisión por abuso físico, cinco años de prisión por abuso psicológico, ocho años de prisión por amenazas de muerte, ocho años de prisión por comercio de personas. En total, son veintiocho años de prisión -voltea a ver a Julio- Llévense a ese hombre de aquí, asegúrense de darle su merecido -golpea el mazo en el podio- Doy fin a la sesión, caso cerrado -se levanta de su silla y sale de la sala.

—Izuku... -volteas a verlo con lágrimas en los ojos para abalanzarte a él y abrazarlo- ¡Se logró, Izuku! ¡Soy libre! -ríes.

—Te dije que se podía -coloca una mano en tu cintura y otra en tu cabeza- Ahora todo está bien, ___-chan, eres libre -besa tu mejilla.

—¡Suéltenme! ¡Dije que me suelten! ¡___! -el grito de Julio llamó la atención de ambos- ¡Te lo haré pagar! ¡Maldita!

—Quiero ver que lo intentes -seria- Ahora ya no podrás hacerme daño -niegas con una sonrisa.

—Posiblemente, yo no, pero hay otras personas que sí -sonríe cínicamente.

—Estaré preparada en ese entonces

Julio fue llevado lejos de ustedes. Te separaste de Izuku y con una mirada le dijiste todo. Saliste corriendo hacia tus padres para lanzarte a sus brazos. Ellos te recibieron con los brazos abiertos y grandes sonrisas. No tardaron en llenarte de besos y palabras lindas. Los tres estaban demasiado felices; ahora podían vivir en paz.








































































































¿Verdad?

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