🌸2🌸

Se odiaban, no había duda de ello. Toda la Port Mafia lo sabía; sus constantes peleas, gritos y golpes lo demostraban.
La idea de ambos chicos llevándose bien era extraña. El solo pasar por su mente hacia que su piel se erizará y temieran por su vida, como si alguien pidiera ver sus pensamientos.

Todos sabían que ser amable no estaba programado en Osamu, y mucho menos para su compañero Chuuya. Ambos como perros y gatos, apenas se veían las peleas eran constantes, los gritos e intentos de golpes igual; nadie sabía cómo el edificio seguía en pie con tales chicos. Pero como perros y gatos, aveces se podían llevar bien; e incluso formar un cálido ambiente entre ambos.

⊰⁠⊹

Port Mafia. 15 años Chuuya y Osamu.

Nuevo día, nuevo trabajo.
El gran sol recorría toda Yokohama, observando todos los pequeños lugares, pegando en todas las casas para recordar que tenían que levantarse e iniciar un día nuevo lleno de trabajo. Pero para la mafia noche y día significaba lo mismo.

Por supuesto que no se la pasaban trabajando todo el día y la noche, tenían sus periodos de descanso, pero si una emergencia surgía en las frías noches de Yokohama, los ejecutivos y varios miembros estaban exigidos a levantarse de su cómoda cama e ir al trabajo. Todos habían jurado lealtad a la mafia, no era de menos para el pequeño pelirrojo que fue llamada las doce de la noche.

Se encontraba en su habitación, sin poder dormir claro está. Cuando de pronto alguien tocó la puerta; sabía quién era. Se limitó a quedarse en silencio, ignorando aquella persona, —¿se le podía llamar así, si quiera?— que no tenía prisa con que el pelirrojo tardará toda la noche en contestar.

Ambos sabían que el otro estaba ahí, despiertos; listos para hacer cualquier trabajo, quisieran o no.

Pero la mente del más pequeño empezó a descontrolarse, y por ende no quería nada con nadie. Estaba agotado y su mente no lo dejaba descansar correctamente.

Ni siquiera se había movido, pero la puerta atrás suyo fue abierta. La luz del pasadizo alumbraba hacia adentró, pudiendo ver la figura del castaño perfectamente.

Ninguno dijo nada, tampoco se movieron de donde estaban, y tampoco deseaban hacerlo.

Pero los habían llamado a ambos por una razón, y tenían que presentarse antes de terminar con un castigo nuevo, y más vendas para el castaño.

–Mori-san nos llama.

Ya lo sabía. Dazai también sabía que él estaba al corriente de ello, porque su mentora Kouyou le había informado que era urgente.

–Ya lo sé. Solo necesito quedarme así por unos momentos más, lárgate tú.

No hubo respuesta, solo acciones.

No llevaban demasiado tiempo en conocerse, estaban concientes de que a Chuuya aún le preocupaban sus amigos, su puesto y todo lo relacionado con su vida en la mafia, a Dazai le daba igual, pero algo en su pequeño corazón frío le decía cosas, cosas que no podía descifrar.

La puerta fue cerrada, la figura había desaparecido, pero aún seguía ahí.

Pasos lentos y cortos, se empezó a desplazar por toda la habitación, sin siquiera poder ver algo por la oscuridad, pero bien que sabía todo de memoria.

–Mori-san nos va a regañar nuevamente.

Chuuya soltó una carcajada como respuesta. Ambos —nuevamente— lo sabían.

–Si no hubieras tomado la molesta en venir, solo me hubiera regañado a mi.

–¿Crees que lo hice por qué quería?– Muy adentro de su corazón sabía la respuesta.

–¿Y sí es así? o será qué..¿te da pena admitirlo en voz alta?

–No. No me da pena admitir cosas que no existen, Chuuya, no cómo tú; que te enojas si te dicen enano.

El cuerpo del más pequeño reaccionó, se volteó y miro al castaño a los ojos —o lo poco que podía—, la luz de la luna y las ventanas sin cortinas era perfecto. Su rostro estaba sutilmente iluminado, pero gracias a eso sabía en dónde se encontraban sus ojos. Debió suponer que él sí se lograba ver por la luz; la cama, la mesa de noche a un lado y el comienzo del armario era lo único que estaba iluminado.

–¿¡Cuántas malditas veces tengo que repetirlo!? ¡eres como medio estúpido! estoy en C-R-E-C-I-M-I-E-N-T-O, ¡crecimiento!

El deletreado perfecto y el cambió en la voz de Chuuya hizo que soltará una suave risa.

–Bien, bien. Pero te vas a acordar de mi cuando veas que no creciste, petit mafia.

Los apodos empezaron tan pronto como se les asignó si primera misión, algunos molestaban al contrario, otros; simplemente eran así, les gustaba pero nunca lo dirían, y mucho menos lo mostrarían.

Y me sigues diciendo pequeño en otro idioma. Vete al demonio tú y tú estupidez.

¿Le gustaba cómo sonaba en los labios del contrario? Sí, pero no le gustaba que significara pequeño.

La conversación murió ahí, y ninguno se movió de su lugar.
Chuuya seguía mirando a los que creía que eran los ojos del castaño, y este lo miraba a la perfección gracias a las luces de la cuidad y la luna.

Ninguno se podía ver realmente, pero ambos estaban en una competencia en donde el primero que apartará la mirada perdía, y el orgullo de Chuuya era más grande que la arrogancia de Osamu.

Como perdedor no nominado, Dazai desprendió su mirada del más bajo, ahora volteandose, pero al mismo tiempo sentandose en la orilla de la cama. Mirando al piso, sintiendo los ojos del pelirrojo atrás suyo, escaneando cualquier movimiento de su parte.

-Hace dos días tuviste un problema con tu habilidad; todo por un mal sueño. Posiblemente sea para enviarnos a una habitación para compartirla.

Chuuya solo se acostó por completo en la cama, estirándose en el proceso, golpeando a Dazai con su pie.

-¿Ah sí? Mori-san necesita saber que puedo hacerme cargo de mi propia habilidad, sin ti.

-No se trata solo de acerté cargo, Chuuya.

No hubo respuesta inmediata por parte del nombrado, en su lugar el castaño siguió hablando; sin despegar la vista del suelo.

-Posiblemente tengas algo mucho más fuerte dentro tuyo, y eso quería despertar ese día en la noche. Terminaste destrozando toda tu habitación, quebrando las ventanas y haciendo grietas en las paredes.

-¿Y por qué hasta ese día decidió despertar? según tú.

-Por tu sueño. No- Rápidamente se corrijo, y nuevamente alzo su rostro, moviendo sutilmente su cabeza, solo para que su único ojo visible escaneé a Chuuya, se nota relajado, aunque ambos sabían que no era así.

-Fue por un recuerdo.

Chuuya abrió los ojos en grande, se sentó en la cama, quedando a una corta distancia de la cara de Osamu.

-¿Cómo sabes qué no fue un sueño?

-Solo lo sé, se te nota en el rostro que no sueñas, solo tienes recuerdos cuando estás despierto y luego al cerrar los ojos esa cosa intenta despertar.

A Chuuya le daba miedo lo específico que estaba siendo Dazai en ese momento, ¿cómo demonios ese loco sabía tantas cosas de él? parecía un acosador o algo.

-Estas loco.

Esa fue la única respuesta que dió, pues se paró de la cama y yendo directo al armario cambio de tema drásticamente. A ninguno le molestó el cambio de tema, pues con el anterior la habitación destruida empezaba aa dar frío.

-¿Podrías irte al menos? Necesito cambiarme y-.

Ni siquiera había sentido una presencia atrás suyo, por eso cuando se dió vuelva para intentar mirar a Dazai noto como la figura oscura ahora estaba tan cerca de él, oliendo su aroma, su enfermizo aroma.

-¿Qué haces?

No hubo respuesta, por su lado las luces fueron prendidas. Parpadearon tres veces antes de prenderse totalmente.

¿Por qué estaba él en el interuptor si iba al armario?

-Casi chocas con la pared, tu armario está por ahí.- señalo a su derecha.- y tú, caminante recto. ¿Tan irresistible soy qué hasta se te olvida su propia habitación?

Sus rostros estaban tan cerca, podía jurar sentir el aliento frío de Dazai legar contra su cara por cada palabra que decía.

Por reflejo agarro el pecho de Dazai para alejarlo un poco, aunque nunca tiro de él y nunca se separó.

Seguían ahí.

Sus rostros tan cerca, sus corazones bailando, moviéndose rápidamente por sus pechos, y cada usuario con miedo de que el contrario lo escuchará. Con una mano del castaño arriba de la cabeza de Chuuya para apoyarse y no irse directo contra el cuerpo más pequeño, el otro brazo, aún puesto en el interuptor más abajo. Y Chuuya con ambos brazos sobre su pecho, ambos visiblemente sonrojados, acercando su rostro poco a poco, lento y doloroso para ambos.

El dúo había entrado en una especie de trance en donde se les olvidó por completo que el jefe los esperaba hace díez minutos en su oficina, olvidadose de su entorno y solo concentrándose en el contrario. En lo suaves que se veían sus labios a tan solo un dedo de distancia.

Pero la puerta a su lado fue abierta.

Ninguno reaccionó.

Solo miraron en dirección a la mujer con Kimono que se quedó parada sin moverse por unos segundos al verlos.

Realmente no se lo esperaba. Ninguno de esa habitación se lo esperaba.

Chuuya por fin salió de su trance y empujó al castaño lejos de él, tomando seriedad, aún cuando su rostro estaba totalmente rojo.

Dazai cayó a la cama, viendo el piso sin prestar atención a la mirada amenazadora de la mujer.

-Lo lamento si interrumpí algo.- Chuuya quiso morir. Estaba por negarlo cuando nuevamente la voz de su mentora sonó.

-Mori los citó a ambos hace quince minutos, ninguno se presentó así que me envió a buscarlos. Primero fui por Dazai y un tipo me dijo que vino a buscarte, cuando llegué me dijeron que Dazai entro a tu habitación y ninguno había dado señal de vida. Realmente fue inapropiado de mi parte no tocar o llamar a la puerta. Pero.

Ahora, Chuuya se encontraba bajo los brazos de la mujer, dándole un abrazo.

-Pero no confío en ese idiota para tí, Chuuya.

Dazai subió la mirada, encontrándose con los ojos amenazadores de Kouyou, una ejecutiva, realmente merecedora de su puesto. Era una gran mujer.

-Ahora muevanse, que Mori les pondrá algún castigo si siguen tardando.

-Esa no fue la primera ni última vez que quedamos en una situación extraña.

Dazai terminó de narrar la situación. Atsuhi por primera vez, se le quedó mirando, sorprendido porque Dazai haya vivido esa situación, le recordó un poco a las novelas o mangas de romance que veía junto a Kyouka. Una situación cliché, ¿era cómo se decía?

Dazai por supuesto que no empezó por el comienzo de todo. Mucho menos a lo que se refería con que empezó a sentir amor hacia ese "chibi". Su narración fue entretenida, pero le llegaba a faltar algo; el nombre de las personas que aparecieron, y el cómo se sintió Dazai. Porque solo narro el rostro delicado, fino y con piel parecida a una muñeca de porcelana. También sobre sus ojos, nos narro como si fueran un mar, uno tranquilo que empezaba a tener oleaje, cada vez más y más, pero nunca llegando a olas grandes o una tormenta.
También contó sobre las hebras naranjas, el como le recordaba a un atardecer, cosa que le daba paz de cierto modo.

Realmente sonaba enamorado, cada cierto tiempo suspiraba, pero no era un suspiro de cansancio, era más como de: anhelación  y tristeza, cargado con melancolía y un poco de ternura.

Un suspiro realmente extraño para describir, o si quiera para entender.

El cielo azul, pronto se pinto de un color rojo, recordándole a los cabellos de ese chico, según Dazai.

Nuevamente suspiró, está vez si era de cansancio.

-Creo que avancé algo. Por el momento es todo Atsuhi-kun. El cielo empieza poco a poco prepararse para la fría noche, y si Kunikida se da cuenta que estás lejos de la agencia conmigo, me matará. ¡Sí quiero morir! no por sus manos, con una bella dama sí, oh claro que sí.

Ahí estaba el Dazai que conocía. Pero le era extraño ver una parte que anteriormente no conocía y ahora verlo actuar como si nada.

Las palabras dichas por Dazai sonaron como un: "mañana pregunta y te diré más. Ya es tarde y terminaré muriendo por Kunikida."

Atsuhi asintió, parándose de su asiento. Listo para volver, espero a Dazai pacientemente, pero este le negó con la cabeza.

No iría con él.

-Luego llegaré yo. Gracias, por escucharme.

Lo último fue dicho cuando había dado tres pasos, y en una voz tan baja, apenas si pudo ser escuchado el "escucharme."

Atsuhi lo miró, le dedicó una sonrisa de amabilidad y luego se retiró del lugar sin mirar atrás, sin mirar como Dazai empezaba a llorar, y a mostrarle al anaranjado cielo como era un desastre por una persona.

Pero ese sufrimiento lo merecía, ¿verdad?
Algo en sus adentros le dijo que no, pero él se convenció que ese sería el precio a pagar por los crímenes y dejar solo al amor de su vida, su alma gemela y su Chuuya.

Lo lamentaba demasiado, demasiado lo lamentaba.

Los "✴" son para aclarar que es como un recuerdo¿? Ksjfjs

¡Un pequeño aviso!

-la historia mayormente será narrada por Dazai, pero por falta de presupuesto y mucha pereza, será contada como narrador omnisciente.

Perdonen las faltas de ortografía, van a ser las 4 de la mañana, andan pidiendo mucho si quieren el cap sin faltas ortográficas 😾

Muchas gracias por esperar a este este cap de esta triste historia!! C les quiere mucho gente<3

~terminado: 16/11/22~

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top