00. El Llanto del Pequeño Ángel
/ ⁄ LOST ANGEL PRESENTS
— — • › The Prologue
Desembarco del Rey
Fortaleza Roja, 301 d.C
Arrugo su nariz al sentir el disgustante olor de las calles de Desembarco. No eran como Dorne, que olía a desierto y a flores, de vez en cuando. La ciudad olía a pescado podrido, muerte, sexo y sangre, nada agradable para el joven de 15 años. Dioses, ¿Por qué les rogo a sus padres en acompañarlos a esas fiestas? Se tendría que haber quedado con sus tíos y primos en Dorne.
El chisme de Trystane, Myrcella y Arianne, quedo a medias y eso lo desesperaba porque no le gustaban las cosas a medias.
No sabía donde se metieron sus padres y era mejor no saberlo, porque no quería traumarse. Evito ir a los burdeles porque era un lugar muy probable de que estuvieran. Solo deambulo por la ciudad de Desembarco del Rey observando a la gente que lo miraba interesado. Nadie sabía quien era, mejor asi, que la sorpresa fuera completamente genuina.
Su padre, Oberyn Martell, lo oculto de todas las tierras de Poniente. Solo se conocía el nombre de sus hermanas, las Serpientes de Arena. Fue criado por sus tíos en Lanza de Sol, donde compartió con sus primos y los guardias que cuidaban de su hogar. Al ser el único hijo de Oberyn Martell, fue que su tío Doran lo legitimo como un Martell. De lo contrario, sería un Sand.
Llegada cierta hora se aburrió y fue al famoso Bosque de la fortaleza. Los guardias no lo perdieron de vista desde el momento que puso un pie dentro de la Fortaleza Roja, solo lo dejaron ingresar porque su jubón tenía el emblema de los Martell. Si no lo hubiera tenido... A los calabozos llegaría.
—Es tan atractivo...
— Oh dios mío, es un Dorniense...
—Al parecer es familiar del príncipe Doran Martell, ¿Ya vieron el emblema que lleva su traje?
Si tan solo supieran...
Al llegar al famoso Bosque, respiro el aroma a árboles, tierra humedad y flores. Incluso pudo oler el fruto de los árboles. Sonrió, en Dorne había uno igual solo que más grande. El bosque le hizo recordar su hogar, a las veces que persiguió a su prima por entre los árboles, a las veces que escalo los árboles con sus primos. También cuando leía junto a Myrcella, la chiquilla Baratheon que fue enviada por los Lannister para protegerla de la guerra.
Camino acariciando las hojas de los inmensos árboles y, a veces, acercando su nariz a alguna flor para sentir su aroma. Eran dulces, le encantaban. Incluso, a escondidas, saco un fruto de un árbol. Lo limpio con su ropa y lo probo. Estaba maduro, el jugo chorreo sus manos y las gotas cayeron por su barbilla. Tenía un pañuelo en uno de sus bolsillos el cual saco para limpiar la parte de su cara mojada.
Camino un tramo más hasta llegar a una muralla por donde se podía observar el Mar Angosto. Apoyo sus brazos aun sosteniendo la fruta con su mano derecha. Las gotas del fruto caían desde su mano a un abismo terminante en suelo firme y mortal. Miraba todo en silencio, masticando y tragando el alimento. Las presentaciones ya habían iniciado, al parecer, porque se escuchaba música y risas en uno de los salones. No quiso ir, el Bosque era un sitio mejor en el que estar.
Hasta que vio algo que llamo su atención.
Una jovencita de aparentemente su edad, arrodillada frente a un altar. Cabellos pelirrojos cayendo por su espalda en ondas suaves que le encantaría acaricias. Sus ojos estaban cerrados, orando en silencio. Vestía un hermoso vestido lila que acentuaba su inocente cuerpo. Frunció el ceño al ver que una de sus manos iba a sus ojos para limpiarlo, ¿Por qué lloraba? Decidió ir a saber que le sucedía.
Bajo las escaleras hasta el lugar, comiendo el resto del fruto para después guardar en un bolsillo el cuesco. Limpio sus manos en una pequeña fuente de agua que encontró por allí. Se sentían más frescas, incluso su cara lo hacía. Al acercarse, escucho con más claridad los sollozos silenciosos de la joven. La vio de espaldas, asi que hizo sonar su garganta.
— ¿Mi Lady? —La joven se levantó asustada, volteando a verlo con la cabeza baja. No podía ver con claridad su rostro, asi que levanto sus manos para que entendiera que no quería molestarla—. Oh, tranquila, mi intención no era interrumpir sus oraciones, es solo que... La escuche llorar.
Entonces la joven levanto su rostro y Morion pensó que estaba viendo un ángel enviado por los dioses mismos. Era hermosa. Ojos celestes algo rojos por los llantos, pómulos marcados, mejillas sonrojadas. Labios de porcelana, atractivos a la vista, no iba a negarlo. Una flor en su majestuosidad, marchita por su encierro en la Fortaleza Roja.
—Lo lamento, mi Lord... Pensé que estaba sola —comento la joven.
—No se disculpe, mi curiosidad me trajo a estos bosques, y mi curiosidad me trajo a donde los sollozos se escuchaban —dijo, dando unos pasos hacia ella. Al no ver que ella rehuía dio otros más—. Debe ser Lady Sansa Stark, ¿No? La princesa Myrcella me comento acerca de usted.
Ante el nombre de la princesa Baratheon, los ojos celestes como el cielo de la joven Stark, brillaron emocionados.
— ¿Conoce a Myrcella, Lord? —Curioseo.
—Oh, sí. Déjeme, que irrespetuoso. Soy Morion Martell, hijo del príncipe Oberyn Martell —dijo. Ella hizo una pequeña reverencia, con sus mejillas algo más sonrojadas que antes. Saco un pañuelo limpio —siempre llevaba dos por si acaso— de su otro bolsillo y se lo entrego para que limpiara sus lágrimas. La joven Sansa tomo la tela para limpiar su rostro— ¿Se encuentra bien?
Lady Sansa asintió pero en sus ojos celestes se podía observar que mentía.
—Si... Yo... —Poco a poco su voz se fue apagando, hasta terminar en un hilo—. No, en realidad... Mi familia fue...
No necesito más palabras. Solo la abrazo para darle fuerzas en esos momentos. Un abrazo inocente y sin intenciones ocultas. Solo quería que la pena de la joven fuera pasando lento. Un Ángel no podía sufrir todo lo que estaba sufriendo en ese maldito lugar.
Morion no dejaría que nadie, absolutamente nadie intentara hacerle daño a su pequeño angelito.
¡Hola! Morion ya puso el ojo en Sansa 👀
Sansa necesita un protector y Morion llego a ser ese protector que necesita. El dorniense no se molestara en manchar sus manos de sangre solo por la protección y el bienestar de Sansa. Porque si, la niña necesitaba de alguien durante su tiempo en la Fortaleza Roja 😔
Les prometo que nada malo le pasara a la familia Martell de Morion...
Con esto me despido 😘 Les menciono que cuento con Canal de Difusión donde informo de actualizaciones, fics en borrador, spoilers, etc. El link lo pueden encontrar en los comentarios del tablero 💖
Nos vemos,
Monse 🌺🌺
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