—— FAMILY MEETING ——

—Elijah, Astrid, ¿porque no os habéis ido?— Preguntó Klaus al ver aparecer a los dos.

—¿Y tus modales, hermano?— Preguntó Elijah molesto por su comportamiento.

—Olvidaste el postre.— Añadió Astrid mientras quitaba la tela que cubría la bandeja que estaba entre sus manos.

—¿Qué habéis hecho?— Preguntó el híbrido al reconocer las cinco dagas que había en la bandeja.

—¿Qué has hecho tú? Hemos aprendido a no creernos tus promesas baratas, Klaus.— Explicó Elijah dando a entender de qué ellos habían forzado la reunión familiar.

—Haremos esto a mi manera.— Respondió Astrid mientras mostraba una sonrisa de maldad.

—Kol...— Murmuró Klaus al ver a su hermano pequeño.

—Cuanto tiempo hermano.— Sonrió el vampiro para después coger una de las dagas y clavarsela.

—Finn.— Murmuró de nuevo el híbrido al ver a su hermano mayor, el cual también le clavó una de las dagas.  —Rebekah.— Alegó sorprendido de verla, y de ver que todos le habían rodeado.

—Esto es por madre.— Dijo la rubia para después clavarle la daga.

—Podéis iros, son asuntos familiares.— Les dijo Astrid a los Salvatore mientras sus hermanos se ponían a su lado y se preparaban para vengarse de Klaus.

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—Me gusta como ha quedado la casa, Nik.— Comentó Rebekah mirando a todas partes.

—Quería que fuera para todos nosotros, una casa a la que llamad hogar, un sitio donde ser una familia. Para que ninguno volviera a estar solo.— Explicó el híbrido mientras se curaba de las heridas que todos le habían infringido.

—Dios, quinientos años sin aguantarle, y sigues intentando convencer a tus hermanos de la misma forma, patético.— Respondió Leonidas sorprendido de que Klaus no hubiera cambiado absolutamente nada.

—Tienes razón, no lo estaremos.— Intervino Elijah mientras todos se reagrupaban.

—Tu te quedas aquí.— Dijo Finn mientras se acercaba al grupo llevando un vaso entre sus manos.

—Te dejamos, Nik, en cuanto me deshaga de esa replicucha, y te quedarás solo. Por y para siempre.— Respondió Rabekah dando a entender que le iban a destruir de todas las formas posibles.

—Sí huis os acabare dando caza a todos.— Les amenazo Klaus, haciendo que todos comprendieran que la amenaza se refería a que terminarían volviendo a un ataúd con una daga.

—Y te convertirás en lo que más odias.— Intervino Astrid, la cual estaba franqueada por sus dos hermanos pequeños.

—En nuestro padre.— Añadió Elijah sabiendo que esa frase acabaría por destruir a Klaus.

—¡Soy el híbrido! ¡No me podéis matar! No tengo nada que temer de vosotros.— Les grito, pero él sabía que había algo a lo que tener miedo, y no era al ataúd, sino al hecho de quedarse solo, sin su familia.

—Espera a que tengamos el ataúd.— Afirmó Astrid mientras los pasos de una novena persona hicieron que los ocho vampiros centrarán su mirada en uno de los laterales.

—Por los dioses...— Murmuró Eliana, la cual, al igual que el resto, estaba sorprendida por ver allí y con vida a Esther.

—Madre...— Murmuró Klaus al ver como su madre se dirigía únicamente a él.

—Mírame.— Le ordenó al ver como este le había desviado la mirada. —¿Sabes por qué estoy aquí?— Preguntó esperando una respuesta por parte de su hijo.

—Para matarme.— Respondió Klaus al ver que, posiblemente, su final estaba bastante cerca, y que ninguno impediría a Esther matarle.

—Niklaus, eres mi hijo y he venido aquí para perdonarte.— Le informó sorprendido al híbrido y al resto con aquella frase, ya que ninguno de ellos esperaba que dijera algo así. —Quiero que volvamos a ser una familia.— Les informó al resto, mientras mostraba una pequeña sonrisa.

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—Astrid, dime lo guapo que estoy.— Le pidió Kol a la híbrida al verla entrar.

—Kol, a mi no me puedes obligar.— Le recordó mientras esperaba a que Klaus apareciera.

—¿Qué le has hecho a mi híbrido?— Preguntó Klaus entrando hecho una furia en la sala en la que Kol se estaba preparando para el baile que tendría lugar aquella noche, al igual que Rebekah.

—Una advertencia, si veo a un solo híbrido más acechando mi casa o a mis hermanos, sacarle el corazón será lo más delicado que haga.— Le amenazó Astrid para después irse y reunirse con su hermano, el cual estaba fuera de la mansión Mikaelson esperándola.

—¿Hará caso?— Preguntó Leonidas al ver aparecer a su hermana.

—Más le vale, por el bien de su estirpe.— Respondió la chica mientras ambos comenzaban a caminar.

—Bueno, ¿y que vamos a hacer ahora?— Preguntó Leonidas, haciendo que su hermana mayor le mirase confundida. —Ha llegado una invitación y es evidente que no hay que faltar.— La recordó, haciendo que la híbrida pusiera los ojos en blanco.

—Ve si quieres, pero a mi no me incites a ir, Leo.— Respondió la rubia, dando a entender que por su parte no iba a asistir.

—Como siempre, tan aburrida.— Se burló el vampiro haciendo que ella le mirase con una expresión de pocos amigos.

—¿Ver como fingen ser una familia unida y feliz? Adelante, pero yo no perdono con tanta facilidad.— Respondió dando a entender que si ella iba debería de ser por un motivo de peso demasiado grande.

—Iré a por un traje.— Sonrió Leonidas haciéndola entender que él sí asistiría.

—Ten cuidado.— Le pidió.

—Soy un Original.— Respondió con obviedad.

—Leo, por favor, tenlo. No creo que soportaría perderos otra vez.— Le pidió Astrid mirándole con una expresión de preocupación.

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—Ya he llegado.— Dijo Astrid mientras entraba por la puerta. —Se que te prometí que iría al baile...— Empezó a decirla a su hermana al ver que está estaba llorando. —Ey, ¿que te pasa?— Preguntó preocupada.

—Nada.— Mintió la vampira.

—Eliana.— Astrid la miró con una expresión de súplica. —¿Qué te ocurre? ¿Por qué mi preciosa hermana pequeña está llorando? Pensaba que estarías más feliz de que estuviéramos juntas.— Inquirio sin saber cuál era el motivo por el que Eliana estaba llorando.

—Tu siempre hiciste de todo para protegernos.— Empezó a decir mientras se limpiaba las lágrimas. —Cuando padre murió, madre, Leo y yo estábamos desolados, y tu hiciste todo, te encargaste de ayudar, de organizar el funeral, todo.— Prosiguió mientras Astrid agachaba su cabeza al recordar aquello. —Igual ocurrió con madre, cuidaste de ella hasta que murió, nos enseñaste y ayudaste, y nunca pediste nada a cambio. Nunca derramaste ni una sola lágrima delante de nosotros, solamente para que no viéramos que también te afectaba, debías de ser fuerte, por los tres.— Prosiguió la vampira, dando a entender que lloraba por todo lo que su hermana mayor había hecho por ellos.

—Eliana...— Empezó a decir Astrid.

—La noche en la que me dijisteis que ibas a huir, que tenías que evitar que matará a Katerina, fue el momento que había esperado toda mi vida, podría devolverte el favor, protegerte y ayudarte como tu hiciste por nosotros.— Explicó mostrando que ella no la culpaba de nada, de hecho la estaba agradeciendo que les hubiera dado la oportunidad de ser ellos quienes la cuidarán. —Se que te destruyó lo que pasó, se que te ha dolido haber estado sola, pero piensa que es lo que Leo y yo te debíamos, libertad de nuestra carga.— Añadió mientras un par de lágrimas resbalaban por las mejillas de la vampira.

—No habéis sido una carga, sois mis hermanos, las personas a las que más quiero y querré en mi vida. Por las que llegaría a matar a cualquiera.— Alegó mientras la limpiaba a Eliana una lágrima.

—Pero por nosotros también perdiste a Klaus.— Alegó la menor, sabiendo que no había conocido a nadie que quisiera tanto a alguien como Astrid había llegado a querer a Klaus.

—Yo no le perdí, Eliana, él me perdió cuando...— Empezó a decir mientras se detenía, ella no quería recordar aquel momento, la costaba decirlo en voz alta.

—¿Cuándo que? ¿Qué hizo?— Preguntó Eliana preocupada por lo que la había hecho antes incluso de que ella se marchara con Katerina.

—Más bien lo que dijo.— La corrigió Astrid. —Cuando Leo y yo organizamos el plan tenía dudas, demasiadas, dejaros a todos sería como perder toda mi vida, una parte de mi misma.— Empezó a decir mientras tomaba una bocanada de aire para poder tranquilizarse. —Y una noche, escuche a Klaus como hablaba con Elijah, le dijo "que el amor era una debilidad para los vampiros, que no debían de querer a nadie y que él no lo hacia".— Dijo la híbrida mientras agachaba su cabeza al recordar aquel momento.

—Y eso te hirió.— Asumió Eliana al comprender por qué Astrid había sido capaz de hacer aquello.

—Me hizo darme cuenta de que nada es «para siempre». Por eso decidí hacerlo, por eso he maquinado siempre en su contra.— Aclaró dando a entender que ella seguía dolida. —Pero, como decía madre "los dioses son caprichosos con el destino de los mortales".— Suspiró con frustración.

—Siento mucho que hubieras escuchado eso.— Comentó Eliana mientras agarraba a su hermana de la mano en señal de apoyo.

—No me importa, cuando hui... conseguí ser libre. Hacer lo que quisiera, sin temor a nadie, sin temor a que os hicieran algo, ya estabais en un ataúd.— Alegó Astrid dando a entender que una vez que huyó consiguió hacer todas las cosas que siempre había querido hacer y que, por alguna extraña razón, se rehusaba a llevar a cabo.

—No fue tan malo...— Murmuró Eliana mientras ponía una mueca de duda.

—Bueno, Leo me ha dicho que hay un baile, y conociéndote querrás ir a él.— Asumió Astrid mientras cambiaba rápidamente de tema, hablar de ello no la gustaba.

—Sí, quiero ver que tiene en mente tu familia política.— Sonrió la chica.

—Genial, te ayudare a prepararte.— Sonrió Astrid levantándose de la silla.

—Pero no tengo vestido.— Alegó su hermana con obviedad.

—Somos vampiros, hermanita. Te conseguiré un vestido en menos de una hora.— Alegó la mayor con obviedad. —Así que, ¿que dices? ¿Nos vamos de compras?— La preguntó mientras la extendía la mano para que se levantara.

—Te he echado de menos.— Sonrió Eliana justamente antes de abrazar a Astrid.

—Créeme que yo también.— Murmuró la híbrida devolviéndola el abrazo.

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—Vaya, que guapo.— Comentó Eliana al ver a su hermano listo para el baile.

—Lo se.— Sonrió el vampiro mientras se miraba en el espejo de la entrada. —Venis de compras, por lo que veo.— Asumió al ver la excesiva cantidad de bolsas que las dos llevaban.

—Le debo unos quinientos cumpleaños.— Alegó Astrid divertida.

—A mi también.— Se defendió Leonidas.

—¿Y esa caja?— Preguntó Eliana al ver la caja que había sobre la mesa del comedor.

—No lo se, la trajo un repartido para Astrid.— Respondió el moreno dando a entender que no la había abierto.

—Yo no he pedido nada.— Comentó Astrid confundida.

—Tal vez algún admirador.— Sugirió Eliana divertida.

—Que no se entere Klaus, la última criatura que intento cortejar a Astrid termino siendo comida para perros.— Les recordó Leonidas mientras su hermana mayor ponía una mueca de burla, para después abrir la caja y ver que en su interior se encontraba un vestido de color dorado.

—Ahora no tienes escusa para faltar al baile.— Comentó Eliana feliz de que su hermana también fuera.

—Hay una nota, y es de Klaus. Quiere que le concedas un baile.— Añadió Leonidas sorprendiendo a sus hermanas por lo que había dicho, en especial a Astrid.

—¿Enserio tengo que ir? Preferiría quedarme en casa bebiendo.— Se quejó la vampira.

—Venga, As. No será tan malo. Además, los Mikaelson tienen su momento como familia, y los Novawood también nos le merecemos, así que ¿que dices? ¿Les mostramos a la otra familia de Originales?— Insistió Eliana sabiendo que la única que podía llegar a convencerla de que fuera era ella.

—A veces odio la forma que tenéis para convencerme de hacer cosas que no quiero hacer.— Puntualizó la mayor de los hermanos, haciendo que los otros dos se mirasen divertidos.

—Muy en el fondo te mueres por hacerlo, te gusta mostrar quien manda. Todos sabemos que si te lo propones, Klaus hará lo que tu digas.— Le recordó Leonidas sabiendo que eso era así, no porque Astrid fuera persuasiva, sino porque sabía como convencer al híbrido.

—Oh, vamos, callate.— Le pidió Astrid mientras negaba, dándose cuenta de lo mucho que echaba de menos momentos como aquel.

★★★

No os lo voy a negar estaba deseando que llegara este capítulo.

Antes de nada, sin duda este es uno de mis gifs favoritos.

Ya aclarado ese punto, vayamos al capítulo en el que pasan muchas cosas.

Primero esa reunión familiar tan Mikaelson, si alguien no sale herido ¿de verdad es una reunión de la familia Original?

Segundo, las escenas de Astrid con sus hermanos. Sin duda es lo que más me gusta de esta parte, en especial la que tiene con Eliana, ya que es su hermana pequeña a la que literalmente adora.

Y esa escena, la de Eliana, es muy importante, porque explica el motivo (que empezará a cambiar a partir de ahora), y una realidad y era lo mucho que Astrid quería a Klaus de ahí que ese amor haya pasado a odio, como se dice del amor al odio hay solo un paso, y eso lo define a la perfección.

La última escena, la del vestido, se que el iconico vestido es el azul. Pero tengo que amoldar las cosas a mi personaje, y evidente no podía desperdiciar cierto gif que hay de Blake.

Con respecto todo lo demás..., bueno no hay mucho que resaltar, no habrá mucha interacción entre Esther y Astrid o sus hermanos, principalmente por qué ellos la odian por motivos evidentes.

Aunque si hay dos cosas que quiero aclarar, y es del final, confirmo que Astrid es literalmente la que puede hacer que Klaus haga o no algo. Y también Leo y Eliana han repercutido mucho en las decisiones de la híbrida, micho más de lo que creéis, de hecho gracias a Leo ella se casa.

Ahora si, para terminar, aclaro que los próximos dos capítulos tienen gifs que adoro. Sobretodo en el próximo.

¿Qué os ha parecido las escenas entre los hermanos?

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ❤️