—— SHE DESERVES TO BE HAPPY ——

—No te resistas, Stefan. Se que estás ahí.— Afirmó Lexi sabiendo que debía de dar con su amigo, sabía que estaba ahí.

—No, ya no, Lexi.— Negó Stefan sonriendo.

—Eso dices todas las veces, hasta que volvemos a hacerte sentir.— Puntualizó esta vez Astrid, la cual estaba apoyada en la pared con los brazos cruzados.

—Desperdiciaste tu vida cuidándome, ¿ni muerta tienes algo mejor que hacer?— Se burló Stefan mirando a Lexi, buscando la forma de poder provocarla, de hacerla enfadar.

—Se nos acaba el tiempo.— Intervino en ese momento Elena, la cual había regresado a la celda.

—Consígueme más.— La ordenó Astrid separándose de la pared.

—No puedo.— Negó Elena, al saber todo lo que podía ocurrir.

—No, tengo que acceder a su interior.— Negó Lexi sabiendo que debía de hacer algo, ya no solo con Stefan sino también con Astrid, ambos necesitaban su ayuda.

—No puedo, Lexi, tienen el colgante, van a cerrar la puerta.— Explicó Elena, esperando que ambas comprendieran que el tiempo que les quedaba era muy reducido, en realidad demasiado escaso.

—El colgante...— Murmuró Lexi al recordar de que colgante estaba haciendo Elena referencia, ese colgante que tenía demasiados significados para demasiadas personas. —Vale, ese colgante. Al menos dime, ¿como te sentiste?, lo encontraste en tu momento más oscuro. Y al superarlo, dijiste que el colgante representaba la esperanza.— Afirmó la vampira fantasma esperando que aquello pudiera ayudar, de alguna forma, a Stefan, pero ni ella ni Astrid eran conscientes de cual perdido estaba.

—¡Qué irónico que estén apunto de volarlo en pedazos!— Se burló Stefan divertido.

—Iré a ver si ganó tiempo.— Se limitó a decir Astrid saliendo a velocidad vampirica.

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—Tu no eres Astrid.— Comentó Klaus al ver a otra mujer en el apartamento donde, según Rebekah, vivía Astrid.

—No, soy Lexi. ¿Quien eres?— Preguntó la vampira desde la puerta, sabiendo que no era humano.

—Un amigo de ella.— Sonrió Klaus, esperando que aquella chica le dejara pasar y le dijera donde estaba.

—Conozco a todos sus amigos, se que no eres un amigo...— Murmuró mientras le miraba fijamente, al recordar de que era el hombre de uno de los retratos que una vez vio en el cuaderno de dibujo de Astrid. —Ya se quien eres.— Asumió, encajando todas las piezas que ahora tenían demandado sentido.

—¿Te ha hablado de mi?— Sonrió Klaus al ver que al parecer Astrid no le tenía tanto rencor, sino ¿porque le hablaría de él a una vampira?

—Por desgracia, y un poco.— Suspiró Lexi mientras se apoyaba en el marcó de la puerta y se cruzaba de brazos. —¿Qué quieres de ella?— Volvió a preguntar preocupada por lo que podría estar buscando o queriendo de su amiga, lo que menos quería era irse y saber que Astrid tenía más problemas que los que fingía tener, porque sabía que todos ellos la estaban haciendo un terrible daño emocional, y esa clase de daño la mayoría de las veces detonaba una cosa: apagar la humanidad. Y teniendo en cuenta que era una Original, ¿quién sabe que podría hacer y como podría ser salvada?

—Saber donde está.— Se limitó a decir Klaus, sabiendo que no debía de darle más explicaciones a Lexi, sobretodo porque sabía que si era esa amiga que ella y Stefan compartían, era evidente que estaría en contrá de él y de sus aspiraciones a crear híbridos.

—¿Para que?— Volvió a preguntar la vampira manteniendo su misma postura.

—Eso no te incumbe, cielo.— Sonrió Klaus, dando a entender que no iba a darla ninguna clase de información sobre cuáles eran sus planes e intereses para con la híbrida.

—De hecho sí. Por qué si eres la persona que la hizo daño, debo de evitar que se lo sigas haciendo.— Respondió Lexi mirándole de forma desafiante y sabiendo que podría decirle lo que fuera a un Original, privilegio que no muchos tenía, pero ¿que se le iba a hacer? Ella ya estaba muerta.

—Otra vampira con aspiraciones de héroe.— Suspiró Klaus viendo la semejanza con un Stefan con humanidad y una Astrid capaz de hacer lo que fuera por sus "amigos" y, en cierto modo, por su familia.

—Bueno, pase mucho tiempo con Stefan y con ella, y ambos son importantes para mí.— Explicó la vampira con obviedad, haciendo que el híbrido viera que lo que Lexi buscaba era proteger a Astrid, algo irónico cuando había sido siempre Astrid la que protegía al resto, incluso al propio Klaus le protegió más de una vez.

—Dime donde esta y me replanteare no matarte.— Respondió el híbrido haciendo que Lexi riera, al escuchar su amenaza, era tal y como Elena la había explicado que era el híbrido Original.

—Estoy muerta, si me ves y escuchas es por un hechizo. Pero pasa, y así podré saber porque te puede odiar.— Le invitó a pasar Lexi, haciendo que Klaus pasará para después mirar a todas partes y ver que lo que Astrid había hecho, había sido cogerse una de sus clásicas borracheras, las mismas que se cogía cuando quería olvidar sus problemas.

—¿Qué sabes?— Preguntó el híbrido cruzandose de brazos, sabiendo que Lexi sabía bastantes cosas. Sobretodo por que había mencionado que Astrid le odiaba, y eso no era muy común de escucharla.

—Astrid nunca ha hablado de su familia, una vez lo hizo, y dijo que tenía una familia muy grande a la que tuvo que abandonar por el bien de ellos.— Explicó la vampira mientras se sentaba en una silla, dejando al híbrido de pies. —Y si lo que he oído es cierto, huyó de ti.— Asumió viendo la expresión de él, el cual no pudo ocultar la decepción y la tristeza al saber que aquello era cierto. —Tu debes de ser el error.— Añadió al ver que Klaus era ese error con el que Astrid se refería cada vez que ella la preguntaba por qué no decidía volver a enamorarse.

—¿Error?— Preguntó Klaus desconcertado, al no entender a qué se estaba refiriendo.

—Así te denominaba, nunca dijo nombre.— Respondió Lexi con obviedad.

—Mi nombre es Klaus.— Aclaró el híbrido intentando mantener la calma, sobretodo por qué no podía matar a un fantasma, y tampoco creía conveniente poner más pesos sobre la balanza en la que la híbrida le odiaba, ya había demasiados motivos.

—Asi que eres ese Klaus...— Murmuró mientras seguía encajando más piezas. —Bueno, pues tú eres el mayor error que Astrid cometió.— Le informó. —No se que la hiciste ni la relación que tuvisteis, preferiría no saber la clase de dolor que la hiciste, pero te daré un consejo, para que por lo menos la puedas ayudar: ella se merece ser feliz y no creo que a tu lado o contigo cerca lo sea. No sé qué la has hecho, pero nunca conocí a alguien con tanto dolor y eso que perdí a un hermano.— Comentó Lexi, sabiendo que fuera lo que fuera lo que Klais la hubiera hecho a su amiga, o lo que hubiera ocurrido desde que Damon la había matado, habían sido cosas muy fuertes. Porque Astrid era alguien fuerte, ya no solo física y mentalmente, sino también de forma emocional, y en aquellos momentos, esa característica de ella, parecía que estaba empezando a desaparecer.

—¿De dónde has sacado ese anillo?— Preguntó Klaus viendo el anillo que descansaba sobre el dedo anular de Lexi, anillo que jamás se había quitado.

—¿Este?— Preguntó mostrándole, sin entender que importancia podía tener. —Me le regalo Astrid cuando hice cien años, ¿porque?— Inquirió la chica al no entender porque el híbrido se fijaba en un anillo tan viejo.

—Yo se lo regale, cuando nos casamos.— Murmuró Klaus recordando que de alguna forma ese era el anulo de boda de Astrid, y ahora comprendía porque nunca había llegado a aparecer, ella se lo llevó y después se lo dio a la persona que después de sus hermanos, era la más importante para ella.

—¡Ah, así que esa es la relación! Su marido, pues amigo, no has hecho un buen trabajo.— Se burló Lexi, viendo que Klaus era consciente de lo mucho que había jodido su relación con la híbrida. —Y de eso eres consciente. Lo siento pero si lo que quieres es consultorio para recuperarla, temo decir que cerró hace un par de décadas.— Añadió mientras se ponía de pies, sabiendo que no podía perder más tiempo de cháchara, necesitaba despedirse de su mejor amiga.

—Eso ya lo sé, solo la he escuchado decir que odia a alguien dos veces desde que tengo memoria.— Comentó Klaus, sabiendo que en aquellos momentos él era la última persona con la que Astrid querría ver o estar, y no sabía que era peor, saber que le odiaba, o saber que había huido pero sin saber dónde estaba.

—Y una de ellas fue a ti, por lo que veo. Entonces hazla un favor, para que por lo menos no vea que eres un imbécil y dejala vivir la eternidad como y con quiera.— Le pidió, haciendo que la expresión de Klaus se endureciera. —A nadie nos gusta que nos digan las verdades, y por muy Original que seas a veces son necesarias escucharlas.— Le recordó Lexi con obviedad. —Por cierto, ¿sabes de algún lugar donde podría estar Astrid?— Quiso saber, sabiendo que debía de despedirse, o por lo menos intentar ayudarla.

—¿Por que iba a ayudarte?— Preguntó Klaus confundido.

—Por que antes de regresar al Otro lado quiero despedirme de la única hermana y familia que he tenido en trescientos años.— Respondió Lexi, haciendo que Klaus comprendiera que quien más necesitaba esa despedida no solo era aquella vampira, sino también la híbrida.

—Hay un punto en el bosque, cerca del lago, cuando era humana la gustaba estar por esa zona, sobretodo cuando murió su madre.— Respondió el híbrido finalmente, haciendo que Lexi, de alguna forma, le sonriera agradecida.

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—Pensaba que estabas feliz de verme.— Comentó Lexi acercándose a Astrid, la cual tenía una expresión de haber estado llorando.

—Y triste de que te tengas que ir.— Admitió mientras fingía una sonrisa.

—Oye no lo estés.— Le pidió Lexi limpiandola una lágrima.

—Stefan y tu erais lo único que me quedaba, y él es un destripador y tu... No puedo perderos.— Explicó Astrid mientras sus ojos volvían a llenarse de lágrimas

—No digas eso, As. No estás sola, ¿si? Puede que no me veas, pero estaré ahí. Siempre estaré ahí. Estaré cuidando de vosotros, siempre lo hicimos. ¿Lo recuerdas? Tu me ayudaste, cuando mi hermano murió, lo hiciste. Cuidaste de mí. Soy yo la que debe de estar en deuda conmigo.— La intento tranquilizar Lexi, mientras hacía un gran esfuerzo por no llorar también, porque puede que le doliera ver así a Stefan, pero más lo hacía al saber que Astrid se sentía tan sola.

—Debía de haber hecho algo, y-yo...— Empezó a decir mientras comenzaba a llorar, para después limpiarse las lágrimas.

—Tu misma me enseñaste a que no hay que ir contra las leyes de la naturaleza.— La recordó Lexi, haciendo reír a Astrid con su comentario.

—Bueno conocí a alguien que fue en contra de ellas...— Murmuró la híbrida recordando a la bruja Original.

—Prometeme que cuidaras de Stefan.— Le pidió Lexi a Astrid, preocupada por lo que le podría terminar pasando.

—Sabes que no debes de pedirlo, lo haré por toda la eternidad.— La tranquilizó Astrid.

—Y promete que tendrás cuidado, que... buscaras la forma de ser feliz.— La pidió, pero en esta ocasión la Original se quedó en silencio, al saber que aquella promesa iba a ser muy difícil para ella cumplirla. —Astrid, promelo.— Insistió Lexi.

—Lo juro por mi familia.— La prometió, sorprendiendo a Lexi con aquella frase, ya que Astrid pocas veces juraba algo, y más en el nombre de su familia, para ella era demasiado importante.

—Esa es mi hermana.— Sonrió Lexi orgullosa de ella. —No lo olvides, nunca. Jamás estarás sola.— La volvió a recordar, al ver que la expresión de Astrid seguía representando demasiada tristeza.

—Te voy a echar de menos.— Murmuró para después abrazarla, sabiendo que tal vez aquel fuera el último abrazo que la podría dar a su mejor amiga.

—Y yo a ti.— Murmuró Lexi mientras hacía un gran esfuerzo por no llorar. —Te quiero.— Añadió justamente antes de desaparecer, haciendo que la expresión de Astrid se volviera mucho más triste de lo que era, a fin de cuentas las despedidas nunca habían sido su punto fuerte desde que era humana, incluso mil años después.

—Y yo a ti.— Murmuró mientras se limpiaba las lágrimas, sabiendo que debía de ser fuerte, por sus hermanos, por sus padres, por su familia, pero también por Lexi y por Stefan.

★★★

De verdad os digo que no estoy llorando.

¡A quién miento! Es de las escenas más tristes que he hecho. Y eso que sabéis que es difícil para mí hacer escenas que me hagan llorar. Pero si es cierto que es una de las despedidas más tristes que he hecho.

Pero al margen de que me ponga sentimental, quiero centrarme en el capítulo que creo yo que es importante.

Siendo sinceros el personaje de Lexi siempre ha sido mi favorito, y aquellos que hayáis leído Shadows sabéis que adoro matarla en los fics de TVD.

El caso, creo que el simple hecho de que ella se pusiera ayudar a Stefan hace ver cual de importante era para ella.

Pero lo que creo que queréis que comente son las dos escenas siguientes, primero la última. La despedida sin duda es de mis favoritas y la más triste que hecho, pero el personaje de Lexi volverá, y no lo hará sola. Además de que es muy importante en la vida de Astrid de una forma que no podéis imaginar. Para rematar os informo de que esa despedida la ha visto Klaus, como que se iba a quedar en casa.

Vale, pasando a la escena más importante del capítulo. Sin duda Klaus es conscientes del error que cometió con Astrid, y lo confirma más cuando escucha que ella se ha referido a él como el mayor error de su vida. ¿Lo es? Bueno depende de la perspectiva, puesto que son vampiros por culpa de ella. Esto ya lo entenderéis. Pero creo que sin duda esa escena, no se muestra lo que quiero mostrar en esta parte y en la siguiente, y es como el acercamiento de ambos. Que comenzará a partir de aquí, ya que hay muchas escenas de Klaus intentando a su torpe manera de cuidarla, protegerla y de reconquistarla. Pero para eso solo hace falta el encanto natural, y la ayuda extra de uno de sus cuñados XD.

Pero, creo que es por eso que me gusta tanto esta parte, porque no me centro en una relación como en otras historias, sino que de alguna forma los pequeños gestos que hay durante toda la historia traen consigo lo que pasó mil años atrás.

Aunque sí os digo que me hubiera encantado que Lexi conociera a los Mikaelson, es como una Elijah y teniendo en cuenta como es... madre mía, hubiera agotado la paciencia de Klaus en segundos.

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Os leo ❤