❝ 09. HOW DOES A MOMENT LAST FOREVER ❞

╰►CUANDO UN MOMENTO DURA
PARA SIEMPRE; NUEVE.

La mañana siguiente Delila me levantó, curiosa de saber a dónde había ido la noche pasada y no le dije más que salimos a dar un paseo para hablar de asuntos reales para que no se preste a malos entendidos. Aun así, Delila fue capaz de inventar historias en su cabeza.

—Ese rey está loco por ti, te lo puedo asegurar ¿Una alfombra mágica? Por favor, es obvio que quiere impresionarte — dijo mientras me hacía una trenza.

—Delila ¿Cuándo dejaras de hacerte ideas raras en la cabeza? — negué rodando los ojos.

—No son ideas raras, es la verdad— torció los ojos— Si te quieres hacer de la vista gorda, adelante— dijo dando por terminado el tema— Como sea, la reina Bella pidió hablar contigo en su jardín privado.

—¿Y se te ocurre decírmelo hasta ahora? — pregunté con tranquilidad, pero notablemente disgustada.

—Si hubieras estado presente ayer antes de irme a dormir probablemente el mensaje hubiese llegado antes.

Sin decir otra palabra más me apuré a prepararme para no llegar con más retraso a mi cita.

Ya en el jardín junto mi dama de compañía, encontramos a la madre de Ben sentada en una banca con los ojos cerrados, dejando que la brisa acariciara su sereno rostro. Ahora que la miraba de aquella forma, me parecía que Ben se parecía más a su madre de lo que había notado.

—Reina Bella— anuncié mi llegada haciendo una reverencia y la mujer lentamente abrió sus ojos dedicándome una cálida sonrisa— lamento el retraso.

—Lo importante es que llegaste.— se levantó— Ahora, demos un paseo.

La reina tomó mi brazo y Delila nos siguió por detrás a una distancia considerable.

—¿No te parece precioso? — habló la reina casi en un susurro— Me parece que en tu reino no se encuentra una gran variedad de flora, es una lástima.

—Así es, su majestad. Para nuestra mala fortuna Agrabah no posee tales milagros de la naturaleza, pero disfrutamos apreciando la belleza de lo que de nuestro suelo surge.

—Bueno, mientras disfrutes de tu estadía en Auradon no dudes en venir aquí, no deberás pedir permiso a nadie— me guiñó un ojo.

—Le agradezco mucho su majestad, es muy amable de su parte— sonreí con una leve inclinación de cabeza.

—No es nada y por favor, dime Bella.

Antes de que pudiese decir otra cosa un guardia le susurró algo a la mujer y esta sonrío asintiendo la cabeza al instante. Cuando el hombre se retiró Bella se detuvo.

—Bueno querida, parece que nuestro paseo ha llegado a su fin, es una lástima que haya durado tan poco, debemos reunirnos otra vez por supuesto. Yo me retiro, pero tú puedes quedarte aquí cuanto quieras.

Después de hacer una reverencia a modo de despedida, la reina se retiró con un andar magnífico y una sonrisa serena que de alguna manera le transmitió más paz a aquel lugar.

–Scarlett— escuché una voz ya inconfundible para mí y al instante me di la vuelta, encontrándome con el rostro iluminado de Ben— Con todo respeto y disculpa ser tan directo, necesito tu opinión sobre algo ¿te importaría acompañarme?

—Delila ¿Podrías volver a la habitación? — pedí amablemente a mi amiga, quien respondió con un asentimiento de cabeza para luego retirarse— ¿De qué se trata? — volví a mi conversación con Ben acercándome lentamente a él.

—Acompáñame— respondió su brazo y una sonrisa.

Sin saber muy bien que responder en voz alta asentí con la cabeza después de tomar su brazo y caminé junto a Ben en silencio, curiosa por su comportamiento.

—Esta es la biblioteca de mi madre— dijo parándose frente a una puerta y al abrirla la cantidad de libros me pareció tan abrumadora, incluso llegando a pensar que probablemente se necesitaría toda una vida para terminar de leerlos todos.

—Es hermosa. Parece que todo lo perteneciente a la reina madre viene acompañado de cierto toque magistral— dije acariciando los estantes de madera que estaban tan bien cuidados, casi se podría jurar que estaban nuevos y recién barnizados.

No hubo respuesta por parte de mi acompañante así que gire para verle y este se encontraba desplegando un plano en el único escritorio que se encontraba en aquella habitación.
Me acerqué lentamente para ver de qué se trataba.

—Este es un mapa de la Isla de los perdidos. Es mágico por lo que revela cada uno de los lugares en tiempo real— explico y mordió su labio, como si quisiera decir algo, pero no tuviera el suficiente valor para hacerlo.

— ¿En qué necesitas mi opinión? — intenté hacerlo hablar.

—Yo...— titubeó por un momento, tomó aire y prosiguió— Yo quiero mejorar la isla de los perdidos. Como sabes tengo una proclama para dar oportunidades a la nueva generación de los hijos de villanos— asentí— Pero ¿qué pasará con los que aún quedan? No puedo traerlos a todos, no por el momento.

—Piensas intentar mejorar la vida de los que no suertudos— dije entendiendo su punto obteniendo una sonrisa por parte del chico.

Sin decir palabra tomó el tablero de ajedrez que se encontraba apartado en una mesita de cristal y tomó los peones de las piezas blancas.

—Aquí y aquí— dijo poniendo dos piezas en lugares cercanos— Es territorio abandonado, ruinas para ser precisos. Podemos construir una biblioteca, una escuela de música o incluso una de arte. Necesitamos que la isla sea un lugar mejor para los niños ¿Qué opinas? – concluyó con emoción y una sonrisa.

—Es una idea maravillosa Ben— respondí aun pasando mis ojos por los lugares de la Isla de los perdidos— Pero no creo que sea la persona más indicada para dar opinión de este tema.

— ¿A qué te refieres? — dijo borrando poco a poco su sonrisa.

— ¡No me malentiendas! Me encanta la idea y me siento feliz de que hayas decidido compartirla conmigo. Pero Ben, soy una princesa, literalmente no tengo idea de que es vivir como se hace en un lugar como ese ¿Cómo puedo ayudar si no conozco ni siquiera su realidad actual y vivo en mi propia burbuja? — tomé a Ben por los hombros y lo miré a los ojos— Tus intenciones son las mejores, pero necesitas saber qué es lo que quiere el pueblo, no la opinión de una princesa.

— ¿Y cómo preguntarles a todas las personas de la Isla que es lo que quieren? Suena bastante tardado para mí— preguntó desanimado mirando el mapa.

Al instante solté los hombros del chico y le pedí que esperara ahí mientras iba por papel y lápiz. Al regresar encontré a Ben aun mirando el mapa con cierta preocupación.

—¿Qué te parece si...— hablé anunciando mi llegada— ...anotas las opciones que se te ocurran y luego lanzas una proclama real? Algo como una encuesta para saber qué es lo que ellos quieren. Lo que sea mayoría será lo que se construirá.

—Eso es una grandiosa idea de hecho. Sabía que tu opinión me ayudaría mucho— sonrió con emoción.

—Incluso podrías preguntarle a Mal cuales ideas podrías agregar o eliminar, para estar más seguros ¿no te parece?

En ese instante la sonrisa de Ben se desvaneció de golpe y muy rápido había entendido que había metido la pata sin saber por qué o como.

—Mal y yo terminamos— dijo con sequedad, mirando al suelo.

—Yo... no lo sabía, lo siento... ¿Cómo estás? ¿Quieres hablar de eso...? — dije acercándome con lentitud.

—Habíamos peleado, algo muy común después de lo de Uma. Después de dejar la alfombra al museo la encontré en mi recamara. Parecía enojada y le pregunte que pasaba, pero no parecía querer hablarme. Después de un rato de insistencia me preguntó dónde había estado, no me pareció correcto mentirle y le dije la verdad. Luego me dijo que había estado desperdiciando mi tiempo mientras Uma seguía por ahí y después de hacerme decidir entre pasar tiempo con ella o contigo me di cuenta que no podía seguir ocultándole lo que estaba pasando con nosotros...

—¿Qué está pasando con nosotros? — pregunté temerosa acercándome más.

—Nosotros...— comenzó alzando lentamente el rostro, conectando nuestras miradas—... nosotros tenemos un tratado que resolver— finalizó con cierta desilusión.

—Claro si, cierto— respondí alejándome lentamente— Como sea, creo que debería ir adelantándome al desayuno. Mis padres dijeron que hay un lugar magnífico al que querían ir así que nos vemos luego ¿sí?

Sin esperar respuesta y ya sosteniendo la perilla de la puerta la gire esperando retirarme lo antes posible de aquella situación. Sin embargo, al jalar la puerta esta no se abrió y tras dos intentos más pude comprobar que estaba atorada.

—¿Ben? — llamé sin voltear, aún en un intento de abrir la puerta— ¿Ben? la puerta no se abre.

—¿Qué? — dijo llegando a mi lado y después de soltar la puerta Ben lo intentó sin respuesta todavía— Parece que está atorada, déjame intentar...— y sin terminar la oración tocó la puerta como esperando que alguien de afuera nos escuchara.

Después de muchos intentos sin respuesta Ben sacó su celular y lo levantó paseándose por el lugar.

—No tengo recepción ¿y tú?

—Ni siquiera llevo el celular conmigo, no estoy acostumbrada.

Volví inútilmente a intentar abrir la puerta.

—De acuerdo, de todas formas, en algún momento se van a preguntar dónde estamos y van a venir por nosotros ¿cierto? 

—Cierto— respondí sólo por hablar en voz alta.

Pero aquellos primeros segundos silencio advertían una atmósfera de incomodidad, así que, decidida a no dejar que eso pasará volví a hablar con el único propósito de romper con el silencio, pero antes de poder hacerlo Ben se me adelantó.

—¿Crees que casarnos sea tan mala idea? — dijo fingiendo examinar la tapa de un libro.

—Bueno políticamente hablando...— comencé a decir.

—No hablando políticamente— interrumpió aún si mirarme a la cara.

—Me gusta pensar que no. Eres una buena persona y un excelente rey.

—¿Crees que podríamos hacernos felices? — preguntó devolviendo el libro al instante.

—Creo que podríamos intentarlo— sonreí.

—Pasado mañana iremos a recoger a los niños elegidos de la isla de los perdidos y... me gustaría que me acompañaras— cambió repentinamente el tema.

Me quedé helada. Nunca, ni en mis más locos pensamientos hubiese pensado en cruzar a la isla de los perdidos, mucho menos que Ben me lo pidiese. Sin saber que contestar, me acerqué lentamente a él y recobrando valor tomé sus manos entre las mías. Mis pensamientos se distrajeron en el hecho de que sus palmas eran cálidas, a diferencia de las mías que siempre parecían estar heladas. Cuando volví de mi pensamiento fuera de lugar miré directamente a los ojos de Ben.

—No podemos evitar más este tema, Ben. Sé que ambos lo hemos intentando prolongar por más tiempo del que tenemos— dije apretando suavemente mi agarre— Mi coronación será dentro de poco y si no hacemos algo una guerra va a estallar— solté sus manos— Sé que tienes mucho en mente, pero como rey de Auradon y futura sultana de Agrabah debemos decidir cómo construir un nuevo tratado si queremos evitar el matrimonio. Así que...

—Me casare contigo— interrumpió tomando con ambas manos una de las mías— Si me aceptas, me casaré contigo.

Su propuesta me tomó por sorpresa y cuando Ben se puso de rodillas frente a mí sentí que el corazón me iba a saltar del pecho. Ahora que lo pensaba nunca creí que Ben accedería al matrimonio y menos de esta manera.

— ¿Me harías el honor de casarte conmigo? — dijo besando mi mano.

Sabía que no era necesario que Ben hiciera aquello, pero ahora que estábamos en aquella situación pensé que no podía dar vuelta atrás.

—Acepto— dije con una sonrisa.

—No tengo un anillo ahora mismo, pero...— dijo divertido de lo poco que había pensado en proponerse de esa manera. Reí ayudándolo a levantarse.

—Parece que todo se arregló a fin de cuentas ¿no? — dije con una risita nerviosa.

—Eso parece— respondió el con una sonrisa genuina.

— ¿Vamos a estar bien? — dije con las emociones a flor de piel. Sin previo aviso Ben me rodeo con sus brazos.

No sabiendo que hacer inmediatamente me quedé quieta unos segundos y luego de poco a poco fuí correspondiendo a su abrazo.

—Vamos a estar bien— susurro a mi oído con seguridad— Al menos hasta encontrar una forma de decírselos a todos— bromeó.

En ese momento y como por arte de magia, la puerta que antes nos mantenía cautivos se abrió de par en par.

Holaaaaa ¿Me extrañaron? Me disculpo por tardar una ETERNIDAD en actualizar, prometo darle más atención a esta novela. Cómo sea ¿Qué les pareció? ¿Les gusta el nuevo gif?

POR CIERTO, estos últimos días he intentado sacar sin éxito todas mis ideas para la novela, así que si tienen alguna idea/escenario/canción que les gustaría incluir en este fanfic díganme en los comentarios o por privado.

Les quiero, ¡prometo actualizar pronto! <3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top