II:
MAMÁ NO VOLVERÁ

NARCISSA ESA MISMA MAÑANA se encontraba en su despacho frente al gran ventanal pensando en todo lo que había pasado anoche. Lucius no había pegado el ojo toda la noche, y ella tampoco. Su esposo se había ido incluso antes de que saliera el sol, no quiso preguntarle a dónde iba, en el fondo esperaba que tuviera un plan.

Solo podía pensar en su hermana, su esposo y la seguridad de sus hijos. Ella no podía imaginar lo mal que se pondrían las cosas si iban a Azkaban.

Se retiró de la ventana para mirar a sus mellizos quienes jugaban en el piso de la gran oficina con uno de los telescopios.

—Y pensar que Pólux tiene su edad, espero que mis sobrinos estén bien—dijo agachándose para quedar más cerca a sus hijos.

Mérope y Draco eran su tesoro más preciado, ella los amaba y mimaba con todo lo que tenía. Le hubiera gustado que su hermana le demostrara un poco más a sus hijos el amor que ella sabe que les tiene.

Mientras le mostraba a Mérope y Draco las estrellas por los que los había nombrado (aunque sabía que seguro no le entienden nada), una gran lechuza marrón empezó a revolotear en en la ventana, picoteando para que la carta que traía entre sus patas fuera recibida.

Narcissa abrió la ventana y recibió, le dio un pedazo de pastel a la lechuza y empezó a detallar la carta. Sus manos empezaron a temblar cuando vio el sello del ministerio, ella estaba de acuerdo con Voldemort, incluso sin haber sido mortifaga, pero era consciente que todo lo que hacía su familia era ilegal, y si era cierto que su señor había caído todo se vendría abajo para ellos.

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Señora Malfoy,

El motivo de la presente carta es para informarle la captura y encarcelación en la Prisión Mágica Azkaban de su hermana. La señora identificada como Bellatrix Lestrange (de soltera, Black) fue llevaba directamente y sin juicio, por los delitos de:

~Conspiración en contra del Ministerio de Magia.
~Porte de la Marca Tenebrosa.
~Tortura e intento de asesinato de los Aurores: Frank y Alice Longbottom.
~Intención de asesinato en contra de los menores: Neville Longbottom y Harry Potter.
~Uso de Maldiciones Imperdonables en varias ocasiones: Cruciatus, Imperius y Maldición Asesina.
~Hacer parte de un grupo criminal: Mortifagos.
~Apoyo al que-no-debe-ser-nombrado.
~Retener y negarse a dar información sobre el-que-no-debe-ser-nombrado, al Ministerio de Magia.

Todos los anteriores crímenes fueron confirmados con pruebas y/o confesión por parte de la acusada. Por lo que el ministerio la condena a Cadena Perpetua. Se le exime del beso del dementor porque se tiene conocimiento de que es madre de dos menores.

Ministerio de Magia Ingles.

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Narcissa estaba aguantando las lágrimas, se apoyo sobre el escritorio, las piernas le fallaron en ese momento, su hermana mayor estaba siendo condenada a Azkaban. Cuando estaba a punto de escribir una carta a sus padres, se dio cuenta que había otra carta en el sobre, no quería pero tenía que leerla.

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Señora Malfoy,

El motivo de la siguiente carta es para informarle que su actual cónyuge: Lucius Malfoy, desde el dia de hoy entra en un estada de Búsqueda y Captura, por la presunta culpabilidad de los siguientes delitos:

~Conspiración en contra del Ministerio de Magia.
~Porte de la Marca Tenebrosa.
~Uso de Maldiciones Imperdonables. (Aún no se define cuales, ni el número de ocasiones)
~Hacer parte de un grupo criminal: Mortifagos.
~Apoyo al que-no-debe-ser-nombrado.

Actualmente es solo un acusado de los anteriores delitos por información dada por testigos y/u otros mortifagos, la culpabilidad o inocencia del señor Malfoy será dictaminada en un juicio luego del momento de su captura. Se le recomienda que se entregue por voluntad propia y así adelantar el proceso e incluso obtener alguna ventaja.

Ministerio de Magia Ingles.

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—¡Dobby!—grito Narcissa, que no pudo mas y cayó sobre sus rodillas—. Alístale los baúles a los mellizos, con ropa, sus juguetes, todo.

—Si mi ama Narcissa, algo más?—dijo el elfo.

—También mi baúl, alistame un baúl con mis cosas y luego te diré que hacer—respondió.

—Claro mi ama—hablo el elfo—. Ama, el amo Lucius me ha dejado dicho que le diga que no se preocupe por el.

—Como si eso fuera posible—susurró para sí misma—. En fin, ¡date prisa con lo que te ordené!

El elfo desapareció en un chasquido y Narcissa encerró a sus hijos en el corral, puso un hechizo anti sonidos y se desplomó a llorar.

Podía sentir cómo todo se venía abajo, si condenaban a Lucius ella ahora estaría sola con sus dos hijos, sin su hermana. En el peor de los casos tendría que buscar a Andrómeda.

El elfo apareció de un chasquido con todo lo que Narcissa le había pedido.

—Nos vamos, nos vamos niños—cargó con un brazo a cada bebé—. Nos iremos a casa de sus abuelos.

—¡Dobby! ¡Llévanos a la casa Black Rosier!—ordenó—. ¡Ahora!

En un chasquido estaban la puerta del número 14 del Roseland Place, en la Casa Black-Rosier. También quedaba escondido en el Londres muggle a pocas calles del hogar de Druella y Orión.

Narcissa por ser una Black la puerta se abrió para ella.

—¡Madre! ¡Padre!—llamó.

—¿Cissy? ¿Eres tú?—escuchó la voz de su madre.

—¡Ara! Mi niña—dijo su padre apareciendo frente a ella—. Tanto tiempo...y mis bellos nietos.

—¿Quieres cargarlos?—dijo y su padre asintió recibiendo a los niños—. Vayan con su abuelo Cygnus.

—Cissy, ¿qué tienes? ¿qué ocurre?—preguntó su madre cuando la vió.

—Oh...madre—sollozó, no aguantó más y se abalanzó sobre su Druella a llorar—. Madre, se han llevado a Bella y a Lucius...hip...el ministerio los encontró culpables.

—¿Bella? ¿ministerio?—preguntó su padre mientras su madre la consolaba—. ¿De qué hablas?

—Miren...—les contó todo y les extendió las cartas, ahora fue Druella quien no pudo retener las lágrimas—...Los descubrieron, y ya no hay vuelta atrás.

—Mi Bella, mi niña...no, no y no—lloraba la matriarca—. ¡Cygnus! Nuestra hija y nuestro yerno.

—Escuchen, no nos adelantemos—dijo Cygnus intentando mantener la cordura—. Podemos mover influencias, algo debemos hacer.

—No lo sé, padr...—iba a hablar pero un chasquido lo interrumpió.

En la saca de la casa Black Rosier apareció otro elfo, junto a él aparecieron un montón de baúles y traía envuelto y en brazos a un bebé de cabellos negros, de la mano traía a una niña de tres años que parecía haber estado llorando.

—Abu...hip...Abuela—sollozó la pequeña—. ¿Don...hip...dónde está madle?

—¡Venus! Mi pequeña, ¿estás bien?—digo alzando a la niña y examinándola—. Y Pólux, mi pequeñito.

—¿Minkus? ¿Qué ha pasado?—preguntó Narcissa—. ¿Por qué estás aquí con mis sobrinos?

—Mi ama Bellatrix me ha pedido que si no volvía para esta hora debía llamar a los amos Black, pero he pensado que era mejor traer a los pequeños amos Venus y Pólux por mi cuenta—respondió el elfo con su voz temblorosa.

—Creo que una parte de mi hija sabía que probablemente no volvería—dijo Cygnus.

—¿Y qué pasará con ellos? No lo entenderán, son muy pequeños—dijo Narcissa mirando a sus sobrinos—. Es que mírenlos, mis pequeños.

—Ellos se quedarán con nosotros, cariño—habló Druella—. Y tú también te quedarás aquí con mis nietos hasta que la situación se resuelva.

—Gracias, madre—respondió.

Al momento una gran lechuza blanca picoteó una de las ventanas del lugar. Narcissa tomó el sobre rápidamente al ver que era del ministerio.

Ella la verdad no sabía bien cómo reaccionar, ya eran sifuentes cartas por un día, estaba cansada.

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Señora Malfoy,

En la presente carta le informamos la reciente detención y captura de su actual cónyuge Lucius Malfoy, por los crímenes que ya se le han sido mencionados.

Se le avisa que tendrá derecho a una audiencia, la cual se llevará a cabo mañana a las 10:00 am. A la que usted si desea puede asistir.

Luego de la audiencia, habrá una reunión del Wizengamot donde se definirá la situación de los hijos de los mortifagos que ambos padres sean encarcelados, cómo es el caso de su hermana y su cónyuge.

Ministerio de Magia Inglés.

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Narcissa miró a sus hijos una vez, miró a sus sobrinos y aunque ella no era de pedirle nada a nadie, en esos momentos le pedía a Merlín, a Morgana y hasta a Salazar que la ayuden a salir de este lío.

—Atraparon a Lucius, su audiencia será mañana—le avisó a su padres.

—Tranquila Cissy, él sabrá que hacer para salir de esta—dijo Druella.

—Eso espero—respondió. Y cargó a Mérope su hija, la cual empezó a decir «pa-pá, onta pa?», ¿qué le podía responder ella a una niña de un año sobre la situación de su padre?

—Iré subiendo a Draco y Mérope a tu habitación, usaré magia para construir una cuna—habló Cygnus—. Venus y Pólux pueden usar el cuarto de Bellatrix mientras Cráter les organiza alguna de las habitaciones, ellos ahora vivirán aquí.

—Tía Cissy—la llamó su sobrina de tres años—. ¿Dónde está madle?

—Oh mi niña—le respondió intentando llorar—. Bella tuvo que irse por mucho tiempo, cuando seas grande lo vas a entender.

—¿No velé más a madle?—dijo con voz temblorosa, así que su tía se agachó a su altura y la abrazó—. Quielo...hip...quielo a madle.

—Tranquila mi niña, tus abuelos te cuidarán muy bien a ti y a Pólux—le dijo a su sobrina.

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Al día siguiente, ya era hora de la audiencia.

Narcissa llegó al ministerio por medio de la red flu. Tenía puesto uno de sus vestidos negros más elegantes y un gran sombrero, parecía lo que era: una bruja.

Caminaba con la expresión seria y con cara firme, intentando no pensar que había dejado cuatro niños menores de cuatro años esperando por ella en casa de sus padres.

Estaba preocupada, el ministerio simplemente podía concluir que ella tenía que ver con los mortifagos por su esposo y mandarla a Azkaban.

¿Qué pasaría con sus sobrinos y sus hijos? No lo sabe, nadie lo sabe y eso la está matando.

Entró al juzgado del Wizengamot, nerviosa, su corazón latía a mil por hora, quería desmayarse en ese momento.

Vió de lejos a las esposas de Crabbe, Goyle y otros mortifagos. Le extrañó ver a las señoras Nott y Avery, esta última era su amiga pero si se le acercaba sería para regañarla por haber venido a pesar de su enfermedad.

Lo que más le dolía a Narcissa es que ellas también tenían hijos pequeños, es más, tenían hijos con la edad de sus mellizos y ella entendiendo cómo se sienten no se lo desea a nadie.

El juicio dio inicio, el primero en ser juzgado sería Lucius. Narcissa se tensó cuando vió a su esposo encadenado, desaliñado y sentado en esa horrible silla.

Ese no era su Lucius.

—Nos encontramos reunidos el día de hoy para el juicio de los últimos capturados por presuntas actividades mortifagas—dijo Barty Crouch—. Iniciamos con Lucius Abraxas Malfoy.

—Al señor Malfoy se le acusa de: Conspiración en contra del Ministerio de Magia, Porte de la Marca Tenebrosa, Uso de Maldiciones Imperdonables, Hacer parte los Mortifagos, Apoyo al que-no-debe-ser-nombrado—dijo un hombre delgaducho que estaba sentado junto a Barty.

—Hemos estado conectando cabos, una de nuestras últimas capturas: Bellatrix Lestrange, es hermana de su esposa y ahora usted, ¿no tendrá la señora Malfoy también alguna conexión con los mortifagos?—preguntó Crouch.

El miedo de Narcissa se estaba haciendo realidad.

—¡NO!—respondió Lucius—. Ella no tiene nada que ver, no puede tener nada que ver porque ni siquiera yo tengo algo que ver.

—Señor Malfoy, todas las pruebas juegan en su contra, la marca tenebrosa se ve en su brazo y fue atrapado con otros acusados—dijo una señora del Wizengamot.

—¿Algo que decir en su defensa, señor Malfoy?—volvió a hablar Barty. Narcissa solo esperaba que su marido tuviera un plan.

—Estaba con ellos porque estábamos escapando de los verdaderos mortifagos—respondió y todos miraron expectantes—. Aparecimos en el bosque y teníamos las marcas, no recordamos absolutamente nada, es como si todo ese tiempo fuéramos títeres.

—¿Insinúa usted que todo este tiempo se encontraron bajo la maldición imperius?—dijo otro hombre del juzgado.

—Eso, maldición imperius—siseó Lucius—. ¿Por qué me volvería mortifago? Tengo hijos, una esposa y una fortuna que manejar.

—¿Podríamos comprobar si es cierto? ¿Está dispuesto a abrir su mente para ver si hay rastros de la maldición?—preguntó Crouch.

—Si, adelante—respondió.

Un verdugo legemerente se acercó y pronunció el hechizo, Lucius internamente agradeció estar casado con Narcissa, a la cual como buena Black desde muy pequeña se le enseñó legemerancia y oclumancia, cosa que obviamente le enseñó a Lucius, eso junto con lo inepto que puede llegar a ser Barty Crouch, tenía todo resuelto.

—¿Y bien?

—Es cierto señor, hay varias lagunas mentales producto de la maldición, el señor Malfoy dice la verdad.

—Lucius Abraxas Malfoy es declarado inocente, y eximido de todas sus acusaciones-sentenció Barty—. Podemos seguir con los demás.

Narcissa sintió que el alma le volvió al cuerpo, su familia no se iba a desintegrar y estarían bien. Pasaron uno a uno los amigos de Lucius, gracias a Salazar y el plan que había organizado noches antes habían podido salir impunes. Todo estaría bien, hasta que..

—Recordamos los nombres de los mortifagos sentenciados a cadena perpetua...Rodolphus Lestrange...Bellatrix Lestrange...—dijo Crouch—. Ahora revisaremos la situación de sus hijos.

Y lo recordó. Tendría que volver a casa de sus padres a decirle a su sobrina que su madre no estaba muerta, pero que tampoco volvería.

Ella tragó en seco, sabía que su hermana nunca le perdonaría si permite que sus hijos queden en manos de desconocidos, Narcissa por su parte no permitiría que se los quitaran.

—Se ha decidido que los menores tiene derecho a quedar bajo custodia de su familiar más cercano. En caso de no tenerlo se les asignará una familia sustituta hasta cumplir la mayoría de edad, a menos que otra familia mágica que cumpla con ciertas condiciones este dispuesta a cuidar del menor—dijo Susan Bones, una de las juezas.

—Si hay algún familiar cercano de los menores hijos de los ya mencionados encarcelados por favor acercarse al despacho de Susan Bones—dijo Crouch—. Está sesión se da por terminada.

Le pegó a la tribuna con su mállete y empezó a dar órdenes a los verdugos y aurores sobre cómo movilizar a los prisioneros que había sido declarados culpables.

Narcissa tuvo una charla con sus amigas ahí presentes y cuando ellas fueron a preguntar por sus esposos ella se despidió.

Debía ir al despacho de Susan Bones a aclarar la situación de sus sobrinos. Así que habló con uno de los ayudantes de Crouch y le dijo.

—Dile a Lucius Malfoy que esperé por mi, soy su esposa Narcissa Malfoy—le dijo al ayudante—. Puedes avisarle que estaré resolviendo la situación de mis sobrinos.

El ayudante respondió con un «sí señora» y se encaminó a hacer el favor.

La matriarca llegó al dicho despacho, una pareja joven iba saliendo, por lo que aprovechó y entró antes de que viniera otra persona.

—Buenas tardes, mi nombre es Narcissa Malfoy—dijo saludando a la pelirroja señora frente a ella.

—Un gusto, soy Amelia Bones y la atenderé hoy—respondió la señora— Puedes tomar asiento.

Narcissa se sentó. Ella era una snob, por lo cual le resultó inevitable Mirian con un poco de desprecio el lugar donde estaba. Se notaba que Bones había sido una orgullosa Hufflepuff en sus tiempos de escuela, el amarillo y negro de sus decoraciones junto a una bufanda de dicha casa colgando en la pared la delataba.

—Me puedes dar por favor el nombre de los menores y su edades—volvió a hablar Susan.

—Venus Druella Lestrange Black, tres años, nacida el 13 de Mayo de 1978 y Pólux Acturus Lestrange Black, dos años, nacido el 15 de Mayo de 1980.

Susan intentó esconder la cara de terror cuando captó a quien se refería Narcissa, —Los buscaremos en el registro—con un movimiento de varita varios pergaminos empezaron a volar—. Aquí están. ¿Algún familiar que debamos tomar en cuenta o usted misma tomará la custodia?

—Mis padres quieren asumir la custodia, es decir sus abuelos—habló seria—. En este momento los niños están con ellos.

—¿No tiene usted un familiar más joven?—cuestionó la mujer—. Tengo entendido que tiene otra hermana, su esposo trabaja en el departamento de control de criaturas mágicas.

—Yo solo tengo una hermana y es Bellatrix—habló fría y fuerte, no debía amagar al negar a Andromeda en público—. Mis padres están dispuestos a quedarse con los niños, nadie más.

Narcissa negó con todo el dolor de su corazón, ella extrañaba a Andrómeda, pero ella fue quien los traicionó por lo que no merecía ser extrañada por nadie. Bones se sorprendió, no pensó que la Black negara a su propia hermana.

—Claro...haré el papeleo y en un momento se lo entrego. ¿Desea cambiar los apellidos de los niños?

—No, ¿por que insinúa eso?

—Solo es parte del protocolo—dijo mientras con la varita escribía cosas y movía papeles—. El nombre de sus padres por favor.

—Gygnus II Black y Druella Black-Rosier.

—Listo, esto será suficiente. Los niños oficialmente están bajo la custodia de los señores Black.

Narcissa estaba tan molesta por las insinuaciones de la Bones que le arrebató los papeles de la mano y se fue ofendida dando un portazo. A esa pelirroja no le interesa lo que haya pasado o no en mi familia, pensó.

Volvió al pabellón de Regulación de la Ley Mágica para reencontrarse con Lucius. En el camino escuchó como un grupo de personas tenía una conversación en la que mencionaron su apellido de soltera.

Estaban hablando de su ex-primo Sirius. Narcissa escuchó todo con atención, su traición a los Potter, y cómo había sido acusado de asesinato. La rubia no lo creía capaz, a parte que ella bien sabía quienes eran mortífagos y claro que Sirius no estaba en esa lista, pero ella no diría nada pues lo que buscaba era sacar a su familia de cualquier conexión con esas personas.

Además, ¿a quién le importaba Sirius? Exacto, a ella no.

Al rato pudo encontrarse con Lucius.

—Por Salazar, tenía tanto miedo—dijo dándole un corto beso con un abrazo que el Malfoy correspondió.

—Yo igual, pero todo salió bien—respondió—Volvamos a la mansión.

Por medio de la red flu pudieron volver a su hogar. La rubia ordenó a Dobby preparar un baño para su esposo, junto con té y comida para que se sintiera mejor, en casa.

Cuando vió que Lucius se acomodaba para dormir, le avisó que iría por sus padres y entró a la respectiva chimenea, dijo «Casa Black-Rosier» fuerte y claro, y volvió a casa de sus padres.

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—¡Cissy!—exclamó su madre apenas la vio-¿Cómo estuvo?

—Está libre madre, es inocente...

—¿Y Bella? ¿Dijeron algo mi Bella?—preguntó con pocas esperanzas.

—No se podía hacer nada, ella fue atrapada en el acto y no tuvo derecho a un juicio—respondió Narcissa con un hilo de voz—. Fue declarada culpable y su condena es irrevocable. Pero los niños oficialmente están bajo su custodia, aquí están lo papeles.

—No puede ser, tu hermana...—dijo su padre que había aparecido en la sala—. Cuídate mucho Narcissa, no soportaría perder a la única hija que me queda.

—Andrómeda sigue viva—susurró.

—¡Ella dejó de estar viva para nosotros desde que prefirió a ese sangre-sucia antes que a su propia familia!—gritó su padre.

—Tu hermana es una traidora, por eso tu tía Walburga la borro del tapiz, tu primo Sirius también lo es, prácticamente abandonó a su madre a su suerte y traicionó a la sangre-pura.

—Sirius fue encarcelado.

—¿Que? ¿Y qué hizo? ¿Tener demasiado cabello o tratar mal a Kreacher?—se burló Cygnus.

—No. Traicionó a los Potter, todos creen que era un mortifago infiltrado—respondió la rubia—Al parecer mató a varios muggles y a un mago apellido Pettigrew.

—¿Sirius del lado de nuestro señor? Es una ofensa, un Gryffindor que se fue a vivir con los Potter como el traidor que es no puede ser un mortifago, lo matarían de solo intentarlo—dijo Cygnus.

—¿Cómo te enteraste?—preguntó su madre.

—Todos en el ministerio hablaban de eso, al parecer también fue atrapado en el acto y tampoco tuvo derecho a juicio.

—No diré que me alegra porque eso y la desaparición de Regulus terminarán de matar a Walburga.

-c¿Pero todo tiene un lado bueno, no?—cuestiono Druella—. Él está tras las rejas por lo que jamás volverá a molestar, el secreto se pudrira en Azkaban y nunca podrá decir nada, ni pelear por eso como dijo que lo haría apenas acabara la guerra.

—Supongo que sí, madre.

Una pequeña figura bajo las escaleras, venía agarrada del barandal de la escalera y en su otra mano cargaba una mantita color morado oscuro. Cygnus vio la expresión de su nieta y la cargó en sus brazos.

—Tia Cissy, ¿viste a madle?—pregunto una pequeña Venus.

—Cariño no pude verla—dijo conteniendo las lágrimas por lo tendria que decir—. Tu madre ya no podrá cuidarte, Venus.

—¿Pol qué? ¿Madle está bien?

—Ella está bien, estará bien—dijo su abuela y la niña con la mirada cristalizada recorrió a los tres adultos.

—Bella no volverá, ella no puede volver, pero ella te ama mucho—dijo Narcissa con un hilo de voz—. Los ama a ti y a Pólux.

—¿Madle nos dejó? ¿Ya no nos quiele?—dijo con un notable puchero y la voz temblorosa.

—Ella nunca te dejaría, pero hizo cosas y ahora tiene que estar lejos por mucho tiempo—respondió la rubia.

—Ahora vivirás con nosotros, Venus—dijo su abuelo—. Pólux y tú estarán bien, los cuidaremos bien.

—Tienes que prometerme que cuidaras a Polux ¿si?—volvió a hablar Narcissa—. ¿Me lo prometes, Venus?

—Te lo plometo tia Cissy—dijo ya sollozando.

¿Cómo procesa una niña de tres años que no volverá a ver a su madre?

—Buscaremos la manera para que puedas hablar con tu madre, todo estará bien—dijo Druella.

—Así es, con Lucius libre el podrá volver a aplicar a un lugar en el ministerio—dijo Narcissa—. Él moverá algunas influencias y podremos comunicarnos con ella.

Narcissa miró a su sobrina que lloraba en brazos de Cygnus, su corazón se partió. Sus sobrinos habían perdido a sus dos padres en un día, ella había perdido a sus dos hermanas.

Se prometió cuidar a sus sobrinos hasta el día que muera. Criarlos como Bellatrix lo hubiera hecho, ella sabía que con Cygnus y Druella estarían bien, pero siempre los haría sentirse queridos y felices.

Ese día Narcissa volvió a su casa y sintió la necesidad de ver a sus hijos. No soportaría que ellos pasaran lo que ahora estaba sintiendo su sobrina.

§
Holi! Me he concentrado en ELECTRIC LOVE y no he actualizado mucho por acá. Si que les dejo otro cap para que lo disfruten.

Espero les guste esta historia tanto como a mi.

Creo que en esta los capítulos serán un poco más cortos, conmigo nunca se sabe.

Voten, comenten y disfruten.

Xoxo, Ela.
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©️ ela_scamander13 | 2021