𝟢𝟨.𝖣𝖾𝖼𝗂𝗌𝗂𝗈𝗇

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C A P Í T U L O   0 6
Decisión.

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Lo que solemos creer que pasará, muchas veces no se cumple. Para el equipo, las cosas no habían resultado como lo habían planeado. Wendy había tomado una decisión que, aunque respetable, los dejó descolocados: no tenía intenciones de regresar al gremio que tanto ansiaban restaurar.

En el hotel de hospedaje, el ambiente era pesado, casi tangible. Cada uno lidiaba con el desconcierto a su manera. Lucy estaba recostada sobre la cama, mirando el techo con una expresión perdida, mientras Natsu y _______ permanecían sentados en sillas, en silencio, procesando lo ocurrido. Happy, por su parte, yacía boca arriba en el suelo, inmóvil.

El aire estaba cargado con suspiros, como si fueran un lenguaje compartido por el grupo. Lucy podía sentir la incomodidad de todos, y esa inquietud la sacó de su trance cuando notó un movimiento. Natsu había tomado al pequeño Exceed entre sus manos y, con una expresión extrañamente juguetona, comenzó a tirar de su cola.

—¿Y tú qué vas a hacer?—preguntó ________, arqueando una ceja al ver la escena.

Natsu no respondió. Sin previo aviso, extendió la cola de Happy y la llevó hasta la planta del pie de Lucy, frotándola ligeramente.

—¡Me haces cosquillas!—exclamó Lucy entre risas, incapaz de contenerse ante la sensación.

El momento de diversión se rompió abruptamente cuando la rubia se incorporó, roja de la vergüenza, y golpeó al par en la cabeza.

—¡¿Qué están haciendo, pervertidos?!—gritó Lucy, visiblemente molesta.

Natsu y Happy se quejaron al unísono mientras se frotaban las cabezas. ________, por su parte, cruzó la pierna izquierda sobre la derecha, los brazos en el pecho, y esbozó una sonrisa satisfecha, agradecida de que Lucy hubiera puesto fin al absurdo.

—¡Fue una gran sorpresa!—exclamó Natsu, alargando la última palabra con una mezcla de asombro e inconformidad.

—Sí...—lloriqueó Happy, bajando las orejas con desánimo.

Lucy suspiró profundamente, dejando entrever su preocupación.

—Me pregunto si los demás se sentirán como Wendy...—murmuró, dejando su pensamiento en el aire.

El comentario hizo que ________ y Natsu también reflexionaran. Sin embargo, fue _______ quien rompió el silencio que se estaba formando.

—No lo creo—dijo la maga escarlata, capturando la atención de todos—. Wendy es pequeña, y lo que la ancla al gremio son sus emociones, su cariño por Chelia. De no ser por eso, estoy segura de que habría accedido a venir con nosotros.

El razonamiento de la castaña tenía sentido, pero no lograba aliviar la frustración que Natsu sentía. De repente, se levantó del suelo con una expresión decidida, el puño en alto como si se tratara de un desafío que no estaba dispuesto a perder.

—¡No me rendiré!—declaró con fervor—. ¡Tendré que secuestrarla!

La habitación quedó en completo silencio por un segundo, hasta que un zapato voló en dirección al cazador de dragones, golpeándolo en la cabeza.

—¡__________!—se quejó Natsu, frotándose el lugar del impacto mientras miraba a su compañera con indignación.

—Es tu culpa por decir tonterías—respondió ella sin un atisbo de remordimiento.

Natsu refunfuñó, pero antes de que pudiera protestar, Lucy se cruzó de brazos, mirándolo con severidad.

—¡Tiene razón! No podemos hacer algo tan extremo, Natsu.

—Pero tenemos que reunir al gremio, Wendy es parte de él—insistió él, su voz cargada de un anhelo genuino.

________ suspiró, tratando de contener sus emociones.

—Lo sabemos, Natsu—dijo finalmente, con un tono más suave—. Pero su decisión, y la de los demás, no puede ser alterada por nosotros. Debemos respetarla, aunque no estemos de acuerdo.

Bajó la mirada, incapaz de ocultar el peso que esas palabras llevaban para ella. Cada paso en esta misión significaba enfrentarse al miedo de que el gremio jamás volviera a ser lo que era. También temía lo que podría significar para ella misma si, al final, los demás decidían no regresar.

El silencio volvió a instalarse en la habitación, pero esta vez no era incómodo. Era un momento de reflexión compartida, en el que cada uno enfrentaba sus propios miedos y esperanzas.

La misión de reunir a Fairy Tail estaba lejos de ser fácil, pero el vínculo entre ellos seguía siendo su mayor fortaleza. Y aunque Wendy no había regresado, la chispa de la determinación no se apagaba en sus corazones.

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Más tarde esa noche, ________ decidió dirigirse a la cocina del hospedaje, buscando algo que pudiera saciar el hambre que la había estado molestando desde hacía rato. El lugar estaba silencioso, salvo por el ocasional crujido de las tablas del suelo bajo sus pies.

Al llegar, encendió la luz y comenzó a revisar los estantes, estirándose para alcanzar una lata situada en la repisa más alta. Justo cuando estaba a punto de darse por vencida, un brazo fuerte apareció junto al suyo, tomando la lata con facilidad.

El repentino gesto la tomó por sorpresa, y casi instintivamente apoyó las manos en la barra para estabilizarse. Su corazón dio un salto al reconocer a Natsu, quien la miraba con una mezcla de curiosidad y satisfacción, como si acabara de resolver un gran misterio.

—¿Qué es esto?—preguntó el cazador de dragones, sosteniendo la lata frente a él y arqueando una ceja.

________ se encogió de hombros, intentando mantener la calma.

—No lo sé. Es lo que trataba de averiguar—respondió, esperando que su tono casual ocultara el nerviosismo que la cercanía del chico le provocaba.

La forma en la que Natsu la observaba, con esa naturalidad tan característica de él, hacía que su respiración se agitara un poco más de lo que quería admitir.

—¿Vas a compartir?—preguntó él, ahora con una sonrisa que delataba su lado travieso.

Ella alzó una ceja en desafío, aunque el rubor comenzaba a colorear sus mejillas.

—Depende de si me gusta o no lo que hay dentro—contestó, arrebatándole la lata con rapidez. Caminó hacia la encimera, aprovechando la distancia para recuperar algo de compostura, y comenzó a abrir la lata con un abridor que encontró en un cajón cercano.

Mientras trabajaba, escuchó a Natsu moverse detrás de ella, pero fue su voz, algo más seria que de costumbre, lo que la detuvo en seco.

—Oye, ________—empezó, rascándose la cabeza con una expresión pensativa. Ella se giró levemente, solo para encontrarse con su mirada fija en un punto indefinido del suelo—. ¿Vamos a hablar sobre lo que dijiste el otro día?

La pregunta la golpeó como un rayo. De repente, sus piernas se sintieron inestables, y tuvo que aferrarse con fuerza a la barra para evitar caer.

Las palabras volvieron a su mente como un eco indeseado: "Te fuiste sin mí". Aquella noche, mientras cazaban pescado para Happy, lo había dicho casi sin pensar, como un reproche amargo que llevaba años guardado. Sin embargo, cuando Natsu intentó responder, ella lo había evadido, incapaz de enfrentar la conversación en ese momento.

Respiró hondo, intentando calmar el temblor en su interior.

—¿De qué quieres hablar?—preguntó, haciendo un esfuerzo por mantener su voz neutral mientras regresaba su atención a la lata. Sabía perfectamente a lo que él se refería, pero fingió ignorancia, esperando que quizás el tema quedara en el aire.

Natsu frunció el ceño, claramente frustrado por su evasiva.

—Tú sabes de qué hablo—insistió, dando un paso hacia ella.

El ambiente se volvió tenso, la pequeña cocina sintiéndose de repente demasiado pequeña para los dos.

Justo cuando parecía que la conversación iba a tomar un rumbo más profundo, un ruido estruendoso proveniente del exterior los interrumpió. Ambos giraron la cabeza hacia la ventana, donde vieron luces parpadeantes que iluminaban la noche.

—¿Qué fue eso?—preguntó ________, dejando la lata a un lado.

Antes de que Natsu pudiera responder, las voces de Lucy y Happy se escucharon desde el pasillo.

—¡Natsu! ¡________! ¡Vengan rápido!—gritó Lucy, claramente alarmada.

—¡Algo está pasando en la ciudad!—añadió Happy, entrando volando al cuarto con el rostro preocupado.

El momento quedó en pausa, las emociones no dichas relegadas a un segundo plano mientras ambos se preparaban para lo que estuviera ocurriendo afuera. Sin necesidad de más palabras, Natsu y ________ se miraron, asintieron y salieron corriendo detrás de Lucy y Happy, listos para enfrentarse a lo que fuera que los esperaba en la noche.

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Tardar mil años es mi estilo de vida, perdónenme 😭

Trataré, en serio trataré de ser más constante😔
Ya les debo varias actualizaciones🤧

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©-mandaloriana76

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