✧┊Chapter II: We meet again.

Capítulo dedicado a mi bebé: GoldenBunnyKoo_ gracias por ser mi más grande soporte, te amo. 💖

Por mucho que Taehyung anhelara una vida tranquila y sin la necesidad de destacar, parecía que eso sería una tarea imposible. Especialmente porque, en el primer día de clases, no pudo evitar que sus hermanos lo acompañaran al instituto. Seokjin y Hoseok siempre habían sido chicos que atraían miradas dondequiera que fueran, y esta vez no fue la excepción.

No obstante, también notó que esta vez no eran solo ellos quienes atraían las miradas de los demás. Incluso él y su primo estaban siendo el centro de atención. Sin embargo, esto no le importó en lo más mínimo, ya que estaba acostumbrado a recibir ese tipo de atención y nunca permitía que eso influyera en él.

—¿Seguros que no olvidaron nada? —Seokjin preguntó a ambos chicos, ya que estaba acostumbrado a ser él quien se encargaba de ellos, y el hecho de volver a Corea no cambió eso.

—Sí, tenemos todo —respondió Taehyung, mientras que Namjoon corroboraba con un asentimiento a su lado.

—Bien. ¿Qué esperan entonces para entrar?

—No sé, quizás que Hobi me suelte —respondió Taehyung con ironía, ya que su hermano mayor no parecía querer separarse de él.

—Hobi, suéltalo —reprendió Seokjin con el ceño fruncido.

El moreno suspiró con pesar antes de dejar un beso en la mejilla de su hermano y finalmente soltarlo. Sin embargo, sus ojos se abrieron con sorpresa cuando vio a Seokjin atrapar a Taehyung entre sus brazos.

—¡Oye, eso no es justo! —Se quejó inmediatamente—. De haberlo sabido, no lo hubiera soltado.

—Deja el drama, solo me estoy despidiendo de él —respondió Seokjin con calma.

Taehyung ya estaba acostumbrado a las intensas despedidas de Seokjin cada vez que tenía que marcharse a clases. Sin embargo, ahora también tenía que añadir las despedidas de Hoseok. Realmente no estaba seguro de poder pasar por esto todos los días. Amaba a sus hermanos, pero tendría que hablar con ellos para prohibirles que fueran a dejarlo a la escuela. Su plan de pasar desapercibido ya se había ido a la mierda desde el momento en que llegaron, y eso que las clases ni siquiera habían comenzado.

Después de finalmente lograr librarse de sus hermanos, Taehyung fue directo hacia su primo, quien estaba absorto en su celular. En cuanto sus miradas se cruzaron, el castaño lo observó con el ceño fruncido, logrando que el contrario mostrara confusión en su mirada.

—¿Qué? —cuestionó incrédulo.

—Gracias por la ayuda.

—¿Te olvidaste lo que pasó la última vez que intenté ayudarte? Eso no resultó nada bien. ¿Y ahora esperas que no solo tenga que enfrentarme a Seokjin, sino también a Hobi? Lo siento, Taehyungie, pero aprecio mi vida.

Taehyung negó con la cabeza y suspiró con fuerza.

—Cobarde.

Ambos chicos finalmente emprendieron camino hacia el imponente edificio frente suyo, el cual estaba dividido en secciones para educación preescolar, primaria, secundaria y superior, donde ellos cursarían sus estudios.

Taehyung dirigió su mirada hacia aquella sección de la que guardaba recuerdos poco gratos. Sin embargo, se sintió orgulloso al darse cuenta de que ya no le generaba un malestar emocional. Durante todos esos años, se había esforzado por reconstruir su autoestima y trabajar en sus inseguridades. Así fue como logró comprender que nunca había sido culpable de nada de lo que tuvo que atravesar.

—¿Estás bien? —Escuchó a Namjoon preguntar, logrando sacarlo de sus pensamientos. Sus ojos se posaron en su primo y le sonrió ligeramente para aliviar la preocupación que se reflejaba en su mirada.

—Lo estoy —aseguró—. Anda, vamos.

Comenzaron a caminar hacia la entrada y, en cuanto ingresaron, sintieron las miradas posarse en ellos mientras avanzaban por los pasillos; los murmullos no tardaron en hacerse presentes. Acostumbrados a eso, siguieron adelante sin prestar atención a su entorno hasta llegar finalmente a las taquillas para encontrar las suyas.

—Esta es la mía, ¿encontraste la tuya? —preguntó Taehyung a su primo.

—Sí, no estamos tan lejos —respondió el otro, que se encontraba a unas cinco taquillas de distancia—. Es un alivio, así no tendremos que separarnos en ningún momento.

Una sonrisa iluminó el rostro de Taehyung. Durante los años que estuvo en el extranjero, se había acostumbrado a hacer todo siempre con Namjoon. Rara vez se separaban, por lo que poder seguir haciendo sus cosas juntos en el instituto lograba llenar su corazón de alegría.

—Todavía tenemos que ir por nuestros horarios, así que no cantes victoria.

—Una completa idiotez, dejame decirte. ¿No podemos simplemente estar en las mismas clases? ¿Cuál es la necesidad de llevar juntos unas sí y otras no?

—Ya, lo sé. Pero así es aquí, Joonie —respondió el castaño con suavidad, acercándose a su primo para tomar su mano—. No te preocupes, ¿sí? Vamos por los horarios y en caso de que no estemos juntos en alguna clase, podremos solicitar el cambio, ¿te parece?

El semblante del moreno se iluminó ante eso y asintió de acuerdo.

—Está bien, entonces vamos —dijo, apretando más el agarre de sus manos antes de comenzar a caminar.

—Parece que ni siquiera aquí podremos caminar sin que nos observen como si fuéramos peces en una pecera.

—Tal parece que no, pero es culpa tuya por ser muy atractivo.

—Tú también lo eres, Taehyungie. No puedes culparme solamente a mí —se quejó el contrario con el ceño ligeramente fruncido.

Una ligera risa escapó de los labios del castaño.

—Es verdad —respondió con seguridad, porque él era consciente de que era un chico atractivo.

Cuando llegaron al departamento de control escolar, tuvieron que esperar un poco, ya que no eran los únicos que estaban solicitando sus horarios. Taehyung le pidió a su primo que lo dejara hablar, ya que en caso de no estar en las mismas clases, podría ser beneficioso. Namjoon no entendió por qué, pero como siempre, hizo caso a su primo.

—Buenos días, venimos por nuestros horarios.

—¿Nombre y curso? —preguntó la chica encargada del departamento de servicios escolares.

—Kim Taehyung y Kim Namjoon, ambos de primer curso.

La contraria asintió, tecleando en su computador un par de cosas. Ambos chicos estaban un poco nerviosos, ya que realmente esperaban poder compartir las mismas clases. Después de un momento, escucharon el sonido de la impresora y, cuando cesó, la encargada les extendió dos hojas que contenían sus horarios de clases.

—Aquí tienen.

Inmediatamente comenzaron a comparar sus horarios y notaron que había dos clases en las que no coincidían. Namjoon clavó inmediatamente una mirada inquieta en Taehyung, pero este último le susurró rápidamente que no se preocupara, que él se encargaría de eso.

—Disculpe, ¿sería posible que mi primo pudiera unirse a la misma clase de Biología y Literatura que la mía? Él acaba de llegar de Estados Unidos y todavía está adaptándose al idioma. A menudo necesita mi ayuda cuando no entiende algo, así que es importante para mí estar a su lado en todo momento.

La seguridad con la que Taehyung se expresó no dejó ni un indicio a la chica de que estuviera mintiendo. Además, al revisar el registro de ambos chicos y ver su escuela anterior, confirmó que era cierto que venían del extranjero.

—Por favor —suplicó Taehyung, sonriendo de esa manera encantadora de la que sabía que nadie podía negarse.

Please —secundó Namjoon en inglés para hacerlo aún más convincente.

El ambiente se llenó de silencio antes de que la encargada dejara escapar un suspiro audible.

—Está bien, corregiré los horarios.

La sonrisa de Taehyung se amplió, iluminando así todo su rostro.

—Muchas gracias.

Thank you —dijo Namjoon, recibiendo en ese momento un codazo de parte de su primo indicándole que parara con eso.

Permanecieron en la oficina unos minutos más, hasta que la encargada les informó que sus horarios habían sido modificados y entregó a Namjoon una hoja con su nuevo horario. Después de agradecer con una reverencia, salieron finalmente de la oficina.

—¿Tenías que hacer eso? Pudieron habernos descubierto —regañó Taehyung a su primo, frunciendo el ceño ante la tranquilidad del otro.

—¿Qué? Era para hacerlo más creíble —respondió Namjoon, encogiéndose de hombros.

Taehyung suspiró con fuerza, negando con la cabeza antes de que una sonrisa curvara sus labios y envolviera el brazo de su primo con el suyo.

—Tonto.

Continuaron caminando por los pasillos hasta que finalmente llegaron al aula de su primera clase. Tomaron asiento uno junto al otro en el centro, y, como habían estado haciendo desde que llegaron, ignoraron las miradas y los murmullos a su alrededor.

Mientras acomodaba sus cosas, Taehyung escuchó que alguien lo llamaba, lo que atrajo su atención.

—¿T-Taehyung?

Sus ojos se abrieron con sorpresa al reconocer al rubio frente a él.

—Jimin, hola. Parece que volvemos a compartir clase.

—Eso parece. No estaba seguro de que fueras tú, estás... diferente —expresó Jimin con timidez, bajando la mirada cuando los nervios le ganaron.

—Ya, supongo que crecí. Tú también luces diferente, te ves bien —añadió Taehyung con una sonrisa que intensificó el nerviosismo de Jimin.

—G-gracias —respondió bajito, desviando ligeramente la mirada hacia Namjoon, que lo observaba con intensidad y severidad.

Taehyung percibió la tensión en el ambiente, se giró hacia su primo y al ver su expresión, entendió que posiblemente estaba malinterpretando la situación. El pobre rubio parecía al borde del desmayo debido a la presión, así que Taehyung decidió intervenir.

—Joonie, te presento a Jimin. Estuvimos juntos en preescolar —dijo de repente, captando la atención de su primo en él, y al instante negó ligeramente con la cabeza. Namjoon finalmente entendió que este chico no era uno de los que le había hecho la vida imposible a Taehyung. En cuestión de segundos, su mirada se suavizó y una cálida sonrisa, acompañada de un par de hoyuelos, adornaron su rostro.

—Un gusto, Jimin. Soy Namjoon.

El cambio de expresión sorprendió mucho al rubio, y ahora la intensa mirada del moreno en él le generó un nerviosismo diferente, haciendo que sus mejillas se sonrojaran intensamente.

—E-eh... sí, un gusto. Debería volver a mi asiento, n-nos vemos —dijo rápidamente, marchándose apresuradamente a su lugar, sin dar tiempo a los primos de responder.

Cuando el rubio se alejó, Taehyung dirigió su mirada a su primo, enarcando una ceja con escepticismo cuando este lo miró.

—¿Qué?

—¿En serio, Joonie? Primero lo miras como si fueras a golpearlo, y ahora te lo estás comiendo con la mirada. ¿Te decides?

—Pensé que había sido uno de los chicos de aquel entonces. ¿Estás seguro de que no tuvo nada que ver?

La expresión de Taehyung se suavizó e inmediatamente negó con la cabeza.

—No. Jimin siempre fue bastante tímido, así que rara vez se relacionaba con alguien más. Creo que yo era de las pocas personas a las que les hablaba, pero como siempre estaba con... bueno, ya sabes, raramente se me acercaba.

—Ya, puedo notar que es muy tímido, pero solo lo hace aún más lindo.

Los ojos del castaño se abrieron en sorpresa y una amplia sonrisa adornó su rostro.

—Lo es, intenta evitar que se desmaye, por favor. Eres demasiado encantador para que pueda soportarlo.

Namjoon dejó escapar una risa, negando con la cabeza. Su mirada fue hasta el asiento del rubio que desvió su mirada con nerviosismo cuando sus ojos se cruzaron.

—Lo intentaré.

La mañana transcurrió de manera tranquila, y Taehyung se sentía agradecido de no haberse encontrado aún con ninguno de los chicos que le habían hecho la vida imposible en la secundaria. Si tenía suerte, quizás se habían ido a otro instituto, aunque él sabía que eso era desear demasiado.

De todas formas, ya no era el mismo chico de antes. Ahora tenía la fortaleza para no permitir que nadie lo menospreciara, y no volvería a bajar la mirada ante nadie.

Cuando llegó la hora del almuerzo, ambos chicos se dirigieron a la cafetería. Seokjin les había preparado el almuerzo, lo cual agradecieron, ya que la fila para comprar era inmensa. Comenzaron a comer con calma y charlaron de cosas triviales; todo parecía ir bien hasta que un grupo de chicos llegó a la mesa en la que estaban, llamando la atención de ambos primos.

La mirada de Taehyung se volvió seria al reconocerlos, realmente hubiera deseado no tener que encontrarse con ellos. Sin embargo, estaba preparado para hacerlo en cualquier momento. Verlos no le generó ninguna emoción, lo que logró darle más seguridad.

—Así que es verdad. Volviste, Kim.

—Yongha... —pronunció Taehyung con seriedad, clavando su mirada intensamente en el azabache frente suyo.

—Escuché que habías cambiado, pero no esperaba que tanto. —Su mirada recorrió a Taehyung por completo, lo que le generó un sentimiento de incomodidad—. Vaya, parece que el tiempo te ha dado una gran ayuda —declaró con un tono burlón.

Taehyung lo observó un momento, antes de suspirar con fuerza y ponerse de pie, dando un paso hacia el otro chico.

—Es una lástima que a ti el tiempo no te haya quitado lo imbécil —respondió Taehyung con sorna, consiguiendo que el azabache dejara de reír y su mirada se tornara sombría.

—Así que ahora te sientes valiente, me gustan los chicos valientes —Yongha esbozó una sonrisa ladina. Extendió su mano en un intento de tocar la mejilla de Taehyung; sin embargo, antes de siquiera poder hacerlo, un fuerte agarre en su muñeca lo detuvo.

—Ni se te ocurra poner tus putas manos encima suyo —declaró Namjoon con extrema seriedad, alejando la mano del otro con firmeza.

Yongha lo observó un momento; el aura que el moreno desprendía no era algo para tomar a la ligera. Namjoon lucía tan intimidante que ni siquiera él se atrevió a enfrentarlo. En cambio, su mirada volvió a Taehyung, quien había permanecido con sus ojos fijos y serios en él sin moverse.

—Ya nos volveremos a encontrar —declaró el azabache, sus labios curvándose con diversión—. Un gusto volver a verte, Taehyung.

El castaño puso los ojos en blanco mientras una mueca de disgusto se formaba en su rostro. No podía creer que Yongha, el mismo imbécil que le había hecho la vida imposible años atrás, ahora estuviera interesado en él.

Volvieron a tomar asiento y Taehyung sintió cómo su primo le sujetaba la mano. Se giró para mirarlo y encontró sus ojos llenos de preocupación, así que le sonrió y llevó su mano hasta su mejilla, acariciándola con suavidad.

—No te preocupes, estoy bien ¿sí? Sabíamos que pasaría en algún momento. Gracias por defenderme.

—Lo haría siempre, sin dudarlo. Ya no estás solo —aseguró el moreno, logrando que el corazón de Taehyung se llenara de una reconfortante calidez.

Él era muy consciente de que las cosas ya no eran como antes. No tenía razón para tener miedo, porque ahora tenía la seguridad en sí mismo para enfrentarse a Yongha. Además, no estaba solo, y mientras tuviera a su primo con él, entonces nada le faltaría.

—Gracias, Joonie.

El moreno sonrió ampliamente, asintiendo y dándole un golpecito con el dedo en la nariz a Taehyung antes de seguir comiendo.

—Entonces... ese es el idiota de Yongha —mencionó de repente.

—Sí, igual de imbécil como lo recuerdo. La chica que venía con él es Yeji y el otro chico Changkyun. Ellos fueron los que me jodieron la vida en la secundaria.

—¿Jungkook se juntaba con ellos?

Taehyung asintió, dando un bocado a su almuerzo mientras todos esos recuerdos de las cosas desagradables que esos tres chicos solían decirle llegaban a su mente. Jungkook nunca le dijo nada hiriente, pero el solo hecho de reírse de las cosas que le decían los demás era más que suficiente para romper su corazón.

Al menos, estaba agradecido de no haberlo visto todavía, porque a pesar de haberle asegurado a Namjoon que estaba preparado, la verdad es que no era del todo cierto. Honestamente, esto le molestaba, porque se había esforzado todos estos años en olvidarlo para que cuando tuviera que volver a verlo le fuera indiferente.

No obstante, todos esos años de amistad eran algo que simplemente no podía desechar. Porque al menos para Taehyung, habían sido sumamente valiosos. Además, el hecho de haberse enamorado de Jungkook tampoco le había ayudado a olvidarlo más rápido.

Tenía que mantenerse firme.

Cuando terminó la hora del almuerzo, se dirigieron a su siguiente clase. El profesor los había asignado a equipos y les había dedicado parte de la clase para que se conocieran, ya que trabajarían juntos durante todo el tiempo que durara la materia.

Taehyung tuvo que recurrir a la misma excusa que usó con la encargada del departamento de servicios escolares para que pusieran a su primo en su mismo equipo. Afortunadamente, su profesor resultó ser una persona muy comprensiva que aceptó sin problemas.

—¿Qué les parece si empezamos presentándonos? Puedo empezar yo. Mi nombre es Kim Taehyung, un gusto conocerlos. ¿Quién sigue?

—S-soy Park Jimin —murmuró el rubio con timidez, las miradas sobre él le ponían muy nervioso. En especial la de cierto chico que no dejaba de verle de forma intensa.

—Que bonito nombre... —mencionó Namjoon con una cálida sonrisa, logrando que las mejillas del contrario se tiñeran de rojo—. Soy Kim Namjoon, primo de Taehyung. Un gusto.

—¿Son primos? Vaya, pensé que eran novios —mencionó uno de los chicos presentes con sorpresa.

—Somos muy cercanos. Joonie es mi mejor amigo —explicó Taehyung con una sonrisa, guiñándole un ojo al chico que de inmediato se sonrojó—. ¿Cuál es tu nombre?

—Oh, sí. Mi nombre es Choi Beomgyu. Espero que nos llevemos bien.

Todos los chicos sonrieron con ternura, encontrando al chico realmente adorable. Luego, posaron su mirada en la única chica que estaba en su grupo; lucía seria, y su expresión parecía indicar que no le agradaba socializar.

—Hyungseo —Fue todo lo que dijo, creando un ambiente un tanto incómodo.

—Bien —intervino Taehyung—. ¿Cuál es tu nombre? —preguntó al último chico que no se había presentado.

—Soy Lim Sejun —se presentó el peliblanco—. Perdonen a Seo, nunca ha sido su fuerte socializar —declaró con diversión, consiguiendo que la pelinegra pusiera los ojos en blanco—. Todavía tenemos un poco de tiempo, así que podemos charlar de cualquier cosa y así conocernos mejor. ¿Les parece bien?

De acuerdo con eso, comenzaron a hablar de diversos temas con el propósito de conocerse mejor y romper el ambiente incómodo entre ellos. Beomgyu era el más hablador, mientras que Namjoon parecía concentrado en hacerle múltiples preguntas únicamente a Jimin, quien las  respondía como podía.

Taehyung intentó entablar conversación con Hyungseo, pero la chica resultaba particularmente difícil y no parecía dispuesta a ceder, así que optó por no molestarla más y en cambio hablar con Sejun. La plática entre todos resultaba agradable, y Taehyung se sintió aliviado porque eso indicaba que no tendrían problemas para trabajar. Porque incluso aunque Hyungseo no participaba activamente, el castaño se percató de que estuvo atenta en todo momento.

El hecho de que las cosas se estuvieran desarrollando de forma favorable llenó su corazón de tranquilidad. Todo lo que deseaba era disfrutar de esa calma y poder pasar su etapa en el instituto en paz. No le importaba que Yongha y su grupito aún estuvieran por ahí, ya que Taehyung había demostrado tener la capacidad de enfrentarlos, por lo que no se sentía preocupado al respecto. Sin embargo, todavía había algo que le generaba un poco de inquietud, y era el hecho de que durante el día no había visto rastro alguno de Jungkook.

Claro, era solo el primer día, pero Taehyung recordaba que a su ex mejor amigo nunca le había gustado faltar a clases. Por supuesto, las personas cambian, y él no estaba seguro de cuánto lo había hecho Jungkook. Sin importar cuánto lo imaginara, nunca se habría sentido preparado para conocer la verdad.

—¿Conocen a Jeon Jungkook? —Dejó salir la pregunta sin pensarlo, sintiendo la mirada de su primo sobre él. Taehyung no necesitaba verlo para saber que ya se estaba haciendo un montón de ideas en su cabeza.

—¿Jeon Jungkook? No, lo siento. No me suena —respondió Beomgyu, negando con la cabeza.

—¡Ah! Creo que se refiere al rarito —declaró Sejun, captando la atención de Taehyung, cuyo rostro se llenó de confusión.

—¿Rarito? —Replicó, deseando saber más al respecto. Porque habían llamado a Jungkook de muchas maneras, pero jamás raro.

Sin embargo, antes de que pudiera escuchar alguna explicación, el profesor Lee llamó la atención de todos anunciando que el tiempo se había terminado.

Taehyung hizo el intento de prestar atención al resto de la clase, y a las que le siguieron después de esa. Pero por más que lo intentó, su mente no dejaba de dar vueltas a la forma en que Sejun se había referido a Jungkook.

Cuando el día llegó a su fin, Taehyung estaba recogiendo sus cosas cuando sintió una mano posarse en su hombro, lo que logró sacarlo de sus pensamientos.

—Dijiste que te habías deshecho de tus sentimientos —declaró Namjoon con un ligero tono de preocupación que Taehyung captó al instante. Se había dado cuenta de que su primo ya había empezado a formarse un montón de ideas en la cabeza.

—Lo hice, solo... me dio curiosidad, es todo. Anda, vámonos ya.

No del todo conforme, Namjoon suspiró con fuerza y optó por no insistir con el tema. Todo lo que podía hacer era estar ahí para su primo cuando lo necesitara.

Salieron del salón y comenzaron a caminar directo a la salida. Taehyung decidió que no había razón para seguir pensando en Jungkook, así que optó por dejar el tema de lado. No tenía por qué preocuparse por lo que fuera de su vida.

Sin embargo, a lo lejos, alguien logró captar su atención. Taehyung, sorprendido, apenas podía creer lo que estaba presenciando, así que se apresuró en ir tras aquel chico, ansioso por obtener una visión más clara.

—Tae, ¿a dónde vas? —cuestionó Namjoon confundido al ver su primo prácticamente salir corriendo a la salida.

El castaño siguió su camino sin detenerse, esquivando a otros alumnos para no perder de vista al chico. Al llegar a la entrada, se detuvo, jadeando un poco por la carrera que acababa de emplear. Justo frente a él, de espaldas, se encontraba de pie aquel al que había estado siguiendo, mientras parecía encender un cigarrillo.

Lentamente se giró, dando una calada mientras levantaba su rostro hacia el castaño.

—¿Podrías dejar de seguir...me? —Sus palabras quedaron suspendidas en el aire, mientras sus ojos y boca se abrían en sorpresa. Tanto que incluso el cigarrillo que tenía en los labios cayó al suelo—. ¿Tae?

En ese momento, Taehyung no pudo descifrar qué era lo que vio en la mirada de Jungkook. También comprendió que, al parecer, no había sido el único que había cambiado.

Yo sé que dije que volvería mañana, pero no me aguanté Asdkhkdfjgf XD ¿qué les pareció el segundo capítulo? Uffff quedó en la mejor parte c:

En mi canal de WhatsApp les estaré compartiendo imágenes de los demás personajes para que sepan quienes son en caso de no conocerlos. Así que si aun no me siguen, pueden pedirme el link y con gusto se los envío. 💖

Bueno, espero que estén disfrutando de la historia. Recuerden que será algo cortito:3. En fin, como volví antes significa que me salvo de regresar mañana, ¿cierto? jaja, ya veremos. Hasta entonces, manténganse sanos. 💖

𝐊𝐢𝐦𝐍𝐢𝐤𝐚𝐫𝐢.

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