𝟎𝟐 | cinema
CAPÍTULO DOS:
CINE
Segundo día en Hawkins, me encontré organizando que llevaría para ir al Laboratorio a investigar, lo más probable es que ya nadie viviera allí pero igual tenía órdenes de ir allá para asegurarme.
Decidí llevar un revólver escondido
en el pantalón, una navaja en mis zapatos y una linterna.
Con todo ya listo, subí al auto y emprendí viaje hacia el Laboratorio de Hawkins.
Ya en el Laboratorio, entre para saber si habia alguien o algo, de afuera lucia abandonada, incluso le crecian plantas.
Revise todo el laboratorio, de esquina a esquina, sin encontrar ni una sola pista de que allí viviera alguien actualmente, nada, sabía que el Dr Brenner había muerto, aunque no me creía del todo ese cuento, se me ocurrió que los científicos podrían haber mudado a otro laboratorio para seguir con sus proyectos, escondidos...
Había dejado la película que me rentó Steve en el auto para ir a FamilyVideo a devolvérsela así que iría para allá.
No había mirado muchas películas estadounidenses y Volver al Futuro me gusto mucho, en Rusia no tuvo tiempo para películas.
Al llegar a FamilyVideo Steve me saludo con la mano, estaba organizando algunas películas por categoría.
—Hola, vine a devolver la película —dije
-¡Hola! ¿Te gusto? — Steve preguntó
—Hola Rose —Robin estaba atendiendo
—¡Hola Robín!
—¡Me encanto la película! muchísimas gracias —dije sonriendo
Luego de que me comportara un poco enfadada cuando chocamos, Steve a diferencia de mi fue muy amable.
—¿Tienes algo que hacer esta noche? — preguntó
—No, de hecho no tengo nada que hacer.
—¿Y si vamos al cine? están la segunda parte pasando de Volver al Futuro, si te gusta la primera esta te gustará más.
—Claro que si!!! me encanta la idea, me muero por saber que pasará con los personajes en la próxima parte.
—Bueno, estaré a las ocho en tu casa, yo conduzco, tú conduces muy rápido y eso me da miedo!
—¿Te da miedo la adrenalina? —rió Robin
—Robin, ¿Quieres ir con nosotros? —pregunté
—Me gustaría pero tengo que ensayar con la banda de la escuela —dijo
—Oh, está bien.
—Pásenla bien en su cita —dijo Robin
—¡No es una cita Robin! —dijo Steve
—Chicos, una pregunta ¿creen que siguen aceptando empleados aquí? es que necesito empleo —pregunté
—No lo se, deberíamos hablarlo con nuestro jefe —dijo Robin
—Yo hablaré con nuestro jefe y le preguntare, le hablaré tan bien de ti que mañana estarás contratada —dijo Steve
—¿De verdad? ¡Muchisimas gracias! —dije
con una sonrisa
Si viviría en Hawkins debería conseguir un trabajo para que las personas no empiecen a sospechar de mi.
—Bueno, ¡nos vemos a las ocho! —dije mientras me despedía con la mano.
— 19:30 —
Faltaban 30 minutos para que Steve llegará y aún no decidía que vestido usar, ¿rojo o negro? el rojo me pareció atrevido pero el negro muy formal para un cine.
¡Sería mejor que tomara una decisión pronto!
Bueno... creo que el rojo me quedaría mejor así que elegí ese, además lo combinaría con mis tacones bordo, no sabía si era demasiado para un cine, no era como si en Rusia fuera mucho al cine.
El pelo quise dejármelo suelto, recogido quedaría más formal a mi parecer.
No era la primera vez que salía con un chico, había tenido algunos romances adolescentes a lo largo de mi vida, pero nada importante, los chicos rusos solían decepcionarme, me preguntaba si los americanos eran diferentes...
Luego de unos minutos caminando por toda la habitación con mis tacones, el reloj ya marcaba las 19:55 y en mi mente surgió a surgir millas de suposiciones ¿y si se arrepintió? ¿y si fui demasiado grosera aquel día así que ahora tiene miedo? Podía llegar a ser muy grosera y lo peor es que no me dio cuenta en el momento.
De pronto sonó una bocina y mi corazón se aceleró, era el.
abrí la puerta y allí estaba, con una elegante camisa, unos jeans azules y un ramo de rosas.
—Hola, en un momento pensé que no llegarías —dije con una sonrisa
—Claro que si y llegué a tiempo, traje rosas porque no sabía cuales eran tus favoritas, supuse que te gustarían —dijo mientras se acomodaba el cabello.
—¡Son perfectas! iré a ponerlas en una jarra con agua, puedes pasar si te gusta.
—Que hermosa casa tienes y en una de las mejores calles de Hawkins —dijo Steve observando los muebles de la casa.
—Si, bueno, mis padres fallecieron y con el dinero que me abandonaron decidieron comprar una linda casa en un pequeño pueblo para vivir una vida tranquila —dije
Era toda la historia de la típica pobre chica huérfana que había ideado cuando estaba en Rusia, todos la creerían y me tendrían lastima.
—Oh, lo siento mucho Rose —dijo Steve mientras ponía su mano en mi hombro
—Está bien, me mudé a Hawkins para ser feliz y espero serlo —dije
—Bueno, entonces vamos al cine, es el mejor lugar para olvidarte del mundo por un instante.
—Vamos en tu auto, ¿cierto?
—Si... tú conduces muy rápido Rose.
—Claro que no! es que tú eres una tortuga —reí
—Ya veras! — rió
Echaba la cabeza atrás cuando reía como si fuera un niño pequeño, me parecía dulce.
—No te lo dije pero te ves muy hermosa con ese vestido Rose.
—Y a mi me encanta tu cabello Steve, es el cabello con más estilo que vi en mi vida.
—Todas me dicen eso —rió
—Eres un idiota, Steve Harrington.
—Y tú eres hermosa, Rose Smith —sonrió
—Bueno! subamos al auto antes de que se haga tarde —dije nerviosa, el me ponía nerviosa.
—Como digas.
—¿Puedo escoger la música? —pregunté
—Solo si escoges buena música —dijo
—Depende lo que para ti sea buena música.
—Hay algunos casetes allí —dijo mientras subíamos a su auto.
—¿Queen? ¿Te gusta Queen? —pregunté con una sonrisa
—¿Bromeas? me encanta Queen.
—Sabía que tendrías buen gusto.
Fuimos cantando canciones de Queen todo el viaje.
Ya en el cine fuimos a la fila en donde vendían palomitas y gaseosas.
—¿Prefieres palomitas dulces o saladas? —preguntó
—Saladas! —dije
—Yo dulce, bueno compraremos de las dos —dijo
—Las saladas son mucho mejores —dije con los brazos cruzados
—Claro que no! —dijo
—¿Que van a pedir? —preguntó la chica que trabajaba en el cine
—Dos palomitas, una salada y otra dulce —dijo Steve
—Y dos gaseosas por favor! —agregue
Con las palomitas y gaseosas ya en las manos entramos a la sala.
—Aún siguen los anuncios, llegamos bien —dije
—Ven, vamos a los asientos del medio, es el mejor lugar en el cine —dijo Steve y lo seguí
—Está empezando! —dije mientras nos sentábamos y acomodábamos las palomitas y gaseosas.
La película me gusto mucho pero no tanto como la primera, no tenía comparación, aunque estaba muy bien hecha y la trama me entretuvo y algunas escenas me hicieron reír, comí todas mis palomitas antes de tiempo pero Steve me compartió las suyas.
—¿Te gusta la película? — Steve preguntó mientras salíamos del cine
—Me encanto! Deberíamos repetirlo, pero con otra película, claro.
—Si, creo que deberíamos hacerlo, ir al cine es una de mis actividades favoritas.
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