𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘-𝐒𝐄𝐕𝐄𝐍

ABRIÓ LA BOCA SORPRENDIDA CUANDO OBSERVÓ A PEETA, llevaban cinco días en un lugar específico del Capitolio y cuando una persona de su equipo murió no espero que Peeta fuera su reemplazo.

—¿¡Pero qué haces aquí?! —exclamó la pelirroja sorprendida de ver a su amigo.

—Coin me envió Cissa —fue la respuesta del rubio, pero todos estaban boquiabiertos de verlo por lo que no dijeron nada.

Ni siquiera Narcisa emitió palabra alguna, estaba igual de incrédula que los demás.

—Pero... ¿Es enserio? —murmuró ella mientras se acercaba a Finnick.

La pareja ve como Katniss se aleja con Boggs, el comandante del equipo. 

—Esto solo puede salir bien o mal —le dijo la pelirroja a su novio, quien asintió ante eso. 

Decidieron hacer una rotación para vigilar a Peeta, por suerte a Narcissa le tocó con Finnick, los dos se sintieron aliviados de eso. Luego de unos minutos la adolescente y el comandante regresan. 

—¿A qué hora es mi guardia? —le pregunta Katniss a Jackson, otro miembro del equipo. 

—No te he puesto en la rotación.

—¿Por qué no?

—No estoy segura de que seas capaz de disparar a Peeta si se diera el caso.

—No voy a disparar a Peeta, Peeta se ha ido, como dijo Johanna. Sería como disparar a cualquier otro muto del Capitolio —la pelirroja jadeó sorprendida al escuchar eso. 

Ya había aguantado suficiente, la pelirroja molesta se iba a acercar a Katniss pero Finnick la detuvo, su novio negó levemente provocando un bufido. 

—Vuelve a decir algo como eso y no me importara dañar su autoestima —murmuró la pelirroja sorprendiendo a su novio. 

Narcissa no era alguien que insultara o intentara lastimar a las personas a propósito. Ella estaba verdaderamente molesta. 

—Bueno, esa clase de comentarios tampoco son una buena recomendación — responde Jackson. 

—Ponla en la rotación —oigo decir a Boggs detrás de mí.

Jackson sacude la cabeza y toma nota.

—De medianoche a cuatro — dice—. Estás conmigo.

Durante la cena todos se encontraban en un tenso círculo, pero no era por la presencia de Peeta, era por Katniss. 

Narcissa entonces se sentó al lado de su amigo, los dos hablando en voz baja, Finnick, quien estaba al otro lado de Peeta, también aportaba en la conversación. 

Lo que sorprendió a Katniss fue notar que la pelirroja la miró mal durante la cena. 

Luego de la cena el grupo no se separó, y Finnick incluso le dió un trozo de cuerda al rubio, la pareja observaba a su amigo en silencio mientras los dos se encontraban en sus respectivos sacos. La pareja claro se encontraba junta. 

—Es injusto —murmuraba la pelirroja—. Todos hemos pasado por sufrimiento, ella ni siquiera ha tenido que prostituirse como tú o como yo... y eso no hace que su dolor sea menos pero-

—Princesa...

—Se esforzó tanto, resistió tanto por ella —continuaba diciendo la pelirroja—. Todas esas semanas se la pasaba diciendo que haría lo posible para salvarla, y ella ni siquiera intentó comprenderlo, actuó a la defensiva. 

—Algunas personas actúan diferente a otras mi amor, Katniss es bastante defensiva —le intentó tranquilizar Finnick—. Pero se dará cuenta de su error, espero.

—Más le vale, si me detienes la próxima vez te golpearé —amenazó ella, Finnick levantó las mano en señal de rendición.

—Si sigues defendiendo a Peeta tanto me pondré celoso —se quejó él en broma, ella rodó los ojos divertida. 

—Finnick, si te hubieran ofendido de esa manera hubiera golpeado a esa persona en vez de insultarla —dijo la chica mientras colocaba su cabeza en el hombro de su novio. 

—Bueno, ya no me siento tan celoso. 

Antes de que ella pudiera decir algo vió a Katniss acercarse a Peeta y de inmediato se tensó. Ella no dijo nada, pero al cabo de un rato fue el rubio quien habló. 

—Estos dos últimos años deben de haberte resultado agotadores, todo el rato intentando decidir si me matabas o no. Una y otra vez. Una y otra vez.

—Nunca quise matarte, salvo cuando creí que ayudabas a los profesionales a matarme. Después, siempre te consideré... un aliado.

—Aliada —repite Peeta lentamente, saboreando la palabra—. Amiga. Amante.Vencedora. Enemiga. Prometida. Objetivo. Muto. Vecina. Cazadora. Tributo. Aliada.La añadiré a la lista de palabras que uso para intentar entenderte —responde, enrollando y desenrollando la cuerda en sus dedos—. El problema es que ya no distingo lo que es real de lo que es inventado.

Finnick es quien habla. 

—Pues pregunta, Peeta.

—¿A quién? ¿En quién puedo confiar?

—Bueno, en nosotros, para empezar. Somos tu pelotón —responde Jackson.

—Son mis guardias —puntualiza Peeta—. Solo confío en Cissa. 

—Eso también, pero salvaste muchas vidas en el 13. Nunca lo olvidaremos.

Unos cuantos minutos antes de las cuatro, Peeta se vuelve otra vez hacia mí y dice:

—Tu color favorito... ¿es el verde?

Cissa sonrió al escuchar eso. Ella y Peeta mientras estaban capturados tuvieron una conversación en la que cada uno decía las cosas preferidas de sus respectivas parejas. 

Claro que Narcissa habló mucho más sobre Finnick que Peeta de Katniss. 

—Sí —responde Katniss—. Y el tuyo es el naranja.

—¿Naranja? —repite él, poco convencido.

—No el naranja chillón, sino el suave, como una puesta de sol —respondo—. Al menos, eso me dijiste una vez.

—Ah —responde él, y cierra los ojos un momento, quizá para intentar imaginar esa puesta de sol; después asiente—. Gracias.

La pelirroja de repente deja su mal humor y sonríe, mira a su novio con una sonrisa, este le mira con alegría al ver que ya no tenía intenciones de insultar a la castaña. 

—Eres pintor. Eres panadero. Te gusta dormir con las ventanas abiertas. Nunca le pones azúcar al té. Y siempre le haces dos nudos a los cordones de los zapatos.

Y luego de eso se mete en la tienda, dejando a Peeta muy pensativo. 

—¿Estás pensando en la conversación que tuvimos no? —Narcissa habló en la penumbra. 

—No te creí cuando me dijiste que recordara eso, pero ahora.... creo que empiezo a creerte más Cissa. 

—Bueno, me alegra saber que mejoras solecito. 

Después de esas palabras se acurruca junto a su novio y se queda dormida. 

















































































La pelirroja se encontraba jadeando, todos e había vuelto un caos que terminó con dos miembros del equipo muertos. 

—¿Se ha ido? —pregunta Finnick, mirando a Boggs, Katniss asiente—. Tenemos que salir de aquí. Ahora. Acabamos de activar una calle entera llena de vainas. Seguro que nos tienen en las cintas de seguridad.

—Puedes contar con ello —dice Castor—. Todas las calles están cubiertas por cámaras de seguridad. Seguro que activaron manualmente la ola negra en cuanto nos vieron grabar la propo.

—Nuestros intercomunicadores por radio se desactivaron casi de inmediato. Seguramente ha sido un pulso electromagnético. Pero os llevaré de vuelta al campamento. Dame el holo — dice Jackson observando a Katniss. 

—No, Boggs me lo ha dado a mí.

—No digas tonterías. 

—Es verdad —dice Homes—. Le transfirió la autorización de seguridad principal mientras agonizaba. Lo he visto.

—Yo también lo escuche —dice Narcissa mientras apoyaba a Katniss. 

—¿Por qué iba a hacer eso? —exige saber Jackson.

—Porque estoy en una misión especial para la presidenta Coin. Creo que Boggs era el único que lo sabía —dice Katniss. 

Jackson no está convencida. Y Narcissa tampoco lo estaba, pero prefería apoyar a Katniss que a Jackson, después de todo conocía mejor a la adolescente que a la otra mujer. 

—¿Para hacer qué? —pregunta Jackson. 

—Para asesinar al presidente Snow antes de que las víctimas de la guerra hagan que nuestra población se reduzca hasta límites insostenibles.

—No te creo —responde Jackson—. Como tu actual comandante, te ordeno que me transfieras la autorización de seguridad principal.

—No. Sería una violación directa de las órdenes de la presidenta Coin.

Todos sacan las armas, Finnick y Narcissa no dudan en apuntar a Jackson. Luego de unos segundos Cressida dice:

—Es cierto, por eso estamos aquí. Plutarch quiere televisarlo, cree que si filmamos al Sinsajo asesinando a Snow, la guerra terminará.

Jackson se para a pensar y después señala el armario con la punta de la pistola.

—¿Y por qué está él aquí?

 Cressida vuelve a hablar:

—Porque las dos entrevistas con Caesar Flickerman posteriores a los Juegos se grabaron en los alojamientos del presidente Snow. Plutarch cree que Peeta podría servirnos de guía en un lugar que conocemos muy poco.

—¡Tenemos que irnos! —dice Gale—. Yo sigo a Katniss. Si vosotros no quieren, vuelvan al campamento. ¡Pero hay que salir ya!

Homes abre el armario y se echa a Peeta, que está inconsciente, al hombro.

—Listo —anuncia.

—¿Boggs? —pregunta Leeg, otra miembro del equipo. 

—No nos lo podemos llevar. Él lo entendería —responde Finnick; después recoge el arma de Boggs y se la echa al hombro—. Tú diriges, soldado Everdeen.

—Estamos de tu parte Katniss —le susurra la pelirroja a Katniss, quien observa a a la chica con cierto deje de sorpresa. 

Pero sin duda la adolescente confiaba más en Narcissa y en Finnick que cualquier otro en está habitación. 

—No sé usar esto. Boggs dijo que tú me ayudarías —le dice ella a Jackson—. Me dijo que podía contar contigo.

Jackson frunce el ceño, me quita el holo e introduce una orden. Aparece un cruce.

—Si salimos por la puerta de la cocina, hay un pequeño patio y después la parte de atrás de otra unidad de apartamentos. Estamos viendo una perspectiva de las cuatro calles que se encuentran en el cruce.

—Poneos las máscaras. Vamos a salir por donde hemos entrado —anuncia Katniss luego de ver el mapa. 

Objeciones al instante. 

—Si la ola era tan fuerte, debe de haber disparado y absorbido otras vainas que pudiera haber en nuestro camino.

Se paran a pensarlo. Pollux, otro miembro del equipo, le hace unos cuantos signos rápidos a su hermano.

—También puede haber desactivado las cámaras —traduce Castor—. Al tapar las lentes.

Gale apoya una de las botas en la encimera y examina la salpicadura de negro en la punta. La rasca con un cuchillo de cocina.

—No es corrosivo. Creo que está diseñado para ahogar o envenenar.

—Seguramente es nuestra mejor oportunidad —dice Leeg 1.

Se ponen las máscaras. Finnick ajusta la de Peeta. Cressida y Leeg 1 llevan entre las dos a Messalla, que está mareado.

Y entonces Katniss lidera la marcha. 


Author's note: 

Falta poco para el final jeje. 

Espero les haya gustado el capítulo, cuídense <3

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