TWENTY-FIVE
"NUEVO INICIO"
HIKARI LE BRINDÓ UNA TÍMIDA SONRISA, cosa que Itachi por un momento creyó que se estaba imaginando.
—¿Estas listo? —cuestionó la albina mientras se subía a uno de los árboles.
—Si —fue lo único que Itachi pudo formular, aún seguía aturdido por la sonrisa de la albina.
Es así como ambos emprendieron su camino hacia Sunagakure. Durante los primeros minutos todo se mantuvo en un silencio sepulcral, uno que Hikari decidió romper.
—Sasuke está muy grande —empezó a decir la albina, ganándose la atención del azabache—. Ha mejorado con sus jutsu de estilo de fuego, y ha intentado replicar tu técnica cuando de lanzar kunai's se trata.
Esto último le sorprendió, no creía que Sasuke quisiera tener algo que ver con él.
—No lo admite pero sigue teniendo cierta admiración por ti —continuó la albina—. Aunque sigue teniendo muchas ganas de destruirte.
—Bueno, lo incité a ello la última vez que nos vimos —admitió él Uchiha—. Así que no me sorprende.
—¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué cortar lazos con todos nosotros? No había tal necesidad.
—No deseaba que ninguno sufriera, en cualquier momento me van a atrapar o asesinar, no deseo que ninguno sufra por mi muerte.
Mas ahora con su enfermedad, lo único que deseaba era que sus seres queridos no sufrieran por su muerte. Él presentía que ese momento estaba cerca.
—No era tu decisión y lo sabes —replicó la Senju con el ceño fruncido—. Tanto Sasuke como yo merecíamos decidir si estar en tu vida o no, el que nos lastimarás para alejarnos no estuvo bien.
Aunque no lo iba a decir en voz alta, Itachi amaba cuando Hikari se colocaba autoritaria, le gustaba que demostrara ese carácter y esa actitud de líder tan nata que tenía.
Todo de ella le cautivaba.
—Me disculpo por eso, Shisui ya me hizo recapacitar.
—Me alegra escuchar eso —murmuró ella—. Ahora ¿Me volverás a apartar?
—Por supuesto que no —dijo de inmediato—. No me considero lo suficientemente fuerte para volver a hacer eso de nuevo.
—Más te vale no volver a hacer algo como eso, Itachi Uchiha.
Es así como ambos terminan en un abrazo iniciado por la Senju, quien había tomado por sorpresa al Uchiha, pero claro que este no se negó ante el gesto.
—Eres un tonto —susurró ella mientras enterraba su rostro en el pecho del azabache.
—Lo lamento Hikari —murmuró en respuesta mientras acariciaba el sedoso cabello de su amada.
No sabían cuanto tiempo estuvieron así, pero cuando se separaron los ojos de ambos brillaban con intensidad.
—¿Listo para continuar?
—Siempre si es a tu lado —replicó el Uchiha mientras acariciaba con suavidad el sedoso cabello de la Senju.
[...]
Después de una extensa semana regresaron al punto de encuentro con los dos Akatsuki, pero sin ningún progreso en la investigación. Hikari e Itachi habían seguido a los Suzuki por todo Sunagakure, quienes simplemente pasaron un día la aldea.
En ese tiempo simplemente se dedicaron a hablar con algunas personas e incluso entraron a la torre del Kazekage, pero nada sospechoso ocurrió.
—No lo entiendo —decía la albina frustrada—. Se qué algo no está bien con ellos... pero en todos estos años nunca han hecho nada malo.
—Es posible que Miwa haya estado equivocada respecto a sus padres —mencionó Shisui mientras bebía de su jugo.
—Durante unos años creí lo mismo —concordó Hikari—. Pero hace unos días tanto Sana como yo notamos un comportamiento extraño en Misaki.
—¿Comportamiento extraño?
—Parecía que no deseaba regresar a casa —empezó a decir con cierta duda—. Se qué está empezando a entrar en la adolescencia, su cuerpo tendrá cambios y todo eso pero... no parecía una chica que creía que el mundo estaba en su contra, sino como una chica que está pasando por algo.... extraño en su casa.
—Tus instintos son excepcionales, creo que nunca los he visto fallar, así que es posible que tengas la razón.
—Sana también sintió lo mismo que yo, así que no soy la única loca que cree que algo está mal.
—No estás loca —espetó Itachi de inmediato—. Ninguna de las dos. Les creemos ¿cierto? —miró a su mejor amigo, quien no dudó en asentir repetidas veces.
Se mantuvieron charlando por un rato más, pero al empezar a atardecer ella sabía que era momento de marcharse, seguramente Sana ya estaba de regreso en la aldea.
—Cuídense por favor —espetó la albina mientras abrazaba a su mejor amiga—. No olvides de escribirme.
—No lo haré, tu procura no olvidar tomar descansos.
—Sabes que es complicado con Naruto y Sasuke.
Los dos sonrieron divertidos al recordar diversas travesuras que ese dúo ha hecho a lo largo de los años.
—No tardes mucho —fue lo último que dijo Shisui, pero esta vez mirando al Uchiha menor.
Hikari con una sonrisa tímida se acercó a Itachi, quien no tardó en envolverla en un abrazo.
—Cuídate mucho ¿Si? —espetó la Senju mientras rodeaba el torso del Uchiha con sus brazos—. No te exijas demasiado y.... escríbeme en algún momento, o avísame cuando puedo visitarte.
—Lo haré —se limitó a decir el azabache quien abrazó con un poco más de fuerza a su amada.
No dijeron nada más, no hacía falta.
Ambos habían cambiado ciertas cosas en estos años alejados, pero al mismo tiempo continuaban siendo las mismas personas de siempre. Hikari continuaba siendo amable, platicadora, leal y una kunoichi impresionante. Itachi por su lado continuaba siendo reservado, callado y un peligro para todos los ninjas.
Y, aunque esos tres años separados se sentieron una eternidad para los dos, ahora mismo sentían que fueron un borrón. Sentían que ni siquiera habían pasado tanto tiempo alejados.
—Te escribiré —espetó la albina después de unos segundos—. E incluso intentaré que Sasuke se tome una fotografía conmigo y Naruto, te la enviaré.
—Gracias por cuidarlo.
—Lo hago con mucho gusto, él es muy importante para mi.
Se separaron por completo, y antes de que la albina empezara su camino a su hogar el azabache la atrajo hacia él y le propinó un beso en la mejilla.
—Cuídate —susurró mientras observaba como las mejillas de Hikari se sonrosaban.
—Está bien....
Con el corazón latiendo a un gran velocidad la albina realizó el Hiraishin no Jutsu, apareciendo así en su habitación.
La Senju se recostó en la cama, sus mejillas estaban rojas y su corazón continuaba acelerado.
Itachi le había besado en la mejilla.
Itachi le besó.
Itachi. Itachi. Itachi.
No sabe cuanto tiempo pasó en esa posición, pero lo único en lo que pensó fue en él. Y al tranquilizarse simplemente se aseó y comió algo.
Por otro lado Naruto y Sasuke estaban camino a su casa, después de la misión en el País de las Olas lo único que querían era ser mimados por la mujer a la que consideraban su madre.
—Creo que ella se va a alegrar de que por fin conseguimos caminar sobre los árboles —decía Naruto mientras caminaba junto a su mejor amigo.
—Ya lo habíamos logrado antes —espetó el Uchiha con el ceño fruncido.
—Si pero no habíamos logrado dominar la técnica por completo —replicó el Uzumaki.
—Cómo sea.
—¿Crees que ella también haya regresado de su misión super secreta? Dijo que no iba a tardarse más de una semana.
—Es probable —aceptó el Uchiha.
—¿Crees que va a estar orgullosa de nosotros? —ante eso el Uchiha se detuvo unos instantes.
Para Sasuke siempre había sido una inseguridad el no ser suficiente. Desde pequeño su padre siempre lo comparó con Itachi, provocando que siempre se esfuerce por ser más fuerte.
Después de la muerte de sus padres nunca escuchó una comparación por parte de Hikari o Sana. Ellas dos siempre trataban a Naruto y a él como iguales. Pero el trauma ya estaba en él y Sasuke durante esos cuatro años se ha esforzado mucho por hacer sentir orgullosa a la albina.
En ocasiones se sentía inferior porque Hikari había logrado muchas cosas más que él a su edad, sentía que no merecía ese cariño y amor que la albina le daba, sentía que debía esforzarse mucho más que Naruto para considerarse merecedor de todo lo que la albina le daba.
Así que si, Sasuke esperaba que Hikari se sintiera orgullosa de él. Pero nunca iba a decirle eso a Naruto, quien seguramente se burlaría y después le diría lo tonto que era por pensar así.
—Si —espetó el Uchiha, quien no estaba seguro de su respuesta, pero no lo iba a demostrar.
Cuando llegan a la mansión Senju ambos son recibidos por algunos de los trabajadores, el pequeño rubio de inmediato pregunta por la albina. Recibiendo como respuesta el hecho de que Hikari ya estaba en Konoha.
Los dos no lo pensaron dos veces antes de dirigirse al patio trasero de la mansión, ahí mismo se encontraba Hikari sentada en el estanque, mantenía los ojos cerrados y su respiración era tranquila.
El dúo de inmediato notó que algo estaba mal, usualmente Hikari abriría los ojos y correría hacia ellos, los abrazaría y les preguntaría como estuvo la misión.
Pero la albina ni siquiera había notado su presencia.
—Algo está mal —susurró Naruto con cierto miedo en su tono de voz.
Sasuke asintió ante eso, pero aunque no lo demostró, estaba igual o incluso más aterrado que Naruto.
Author's note:
Decidí que el capítulo terminara con la demostración de lo traumado que está Sasuke porque en ocasiones siento que no se le dió la debida importancia. Literal Itachi le mostró como asesinó a todo el clan Uchiha, eso sin duda deja marca. Y en el anime si que se muestra el dolor y sufrimiento de Sasuke, pero la gente lo minoriza.
No estoy justificando sus acciones pero siento que lo atacan mucho por las decisiones que tomó ¿Equivocadas? Obvio, pero se entiende la razón del porque es así. Se entiende porque nunca quiso dejar entrar a las personas, se entiende porque las alejó. Se entiende porque quería vengarse de Itachi. Se entiende porque quería vengarse de Konoha.
PERO BUENO, esa es mi opinión, puedes estar o no estar de acuerdo.
A partir de aquí empezará la historia entre Misaki y Sasuke, en estos días la voy a publicar y ojalá les vaya a gustar.
Cuídense <3
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