TEN

"NO ME GUSTA"

Hikari soltó un suspiro tembloroso, finalmente habían conseguido una guarida del hombre serpiente, sin embargo, no podían atacar, pues la misión del Tercer Hokage simplemente fui investigar.

Ya habían pasado tres semanas, y el trío ya se había acostumbrado e incluso adaptado a la presencia de Itachi. Pero, quien se sentía un poco más contenta era Hikari.

Después de todo, Shisui y Sana se la pasaban discutiendo la mayor parte del tiempo, dejándola de lado muchas veces, ahora con Itachi presente, no sentía que eso ocurría. Pues charlaba con él.

—Muy bien, ¿Anotaron las coordenadas de la ubicación? —le preguntó Shisui a cualquiera de los tres, y los tres asintieron.

—¿Seguiremos buscando? —cuestionó Sana con cierto cansancio en su tono de voz.

—Hokage-sama dejó en claro que la misión tendría un mes de duración, luego de ello tendríamos que volver —aclaró el Uchiha mayor.

—Solo una semana —murmuró Hikari pensando en que pronto podría volver a ver a Naruto y su padre.

Los cuatro se alejaron del lugar, se adentraron a un bosque y solo se detuvieron luego de un par de kilómetros

—Por hoy quedémonos aquí, mañana viajaremos sin parar con la intención de buscar otra guarida ¿Está claro?

—Si.

No tardaron en instalarse, Hikari estaba sentada con la cabeza recostada en un árbol, y entonces observó cómo una luciérnaga emergió.

La albina sonrió con nostalgia, y extendió su mano, el insecto no tardó en posarse sobre su mano.

—Luciérnagas —espetó Hikari llamando la atención de sus compañeros.

Sana se acercó de inmediato a la albina, quien tenía su mirada fija en las ahora luciérnagas colocadas en sus manos, sonrió con lágrimas en sus ojos.

—Ella solía amarlas —susurró la Uchiha mientras observaba cómo los insectos emergían poco a poco.

—Si tenía la oportunidad las guardaba en un frasco y las mantenía ahí los días libres —recordó Hikari con una sonrisa triste.

Aunque Itachi tenía cierta curiosidad, decidió no preguntar, pues de inmediato notó como Hikari y Sana se pusieron más serias e incluso más tristes.

—¿Qué les parece si cenamos? —Shisui intentó aligerar el ambiente.

No había convivido tanto con Miwa, pero sabía que a sus mejores amigas todavía les dolía la muerte de la chica.

Sana intentó sonreír como siempre, pero le salió más una mueca, Hikari ni siquiera lo intentó, solo se alejó con las luciérnagas en sus manos.

—Ella la observó morir —espetó Sana en voz baja, Itachi la miró de reojo, se lo estaba explicando—. A Miwa, ella murió en sus brazos, luego de eso estuvo obsesionada con aprender ninjutsu médico, aún lo está.

—¿Miwa?

—Antes de que este idiota fuera parte de nuestro equipo, tuvimos una compañera, se llamaba Miwa, su hermana es compañera de tu hermano, mi prima y su hermano—respondió soltando un suspiro mientras señalaba a Hikari.

—Es tarde para decirlo pero... lamento su pérdida.

—Gracias Itachi-san —ella le sonrió amablemente y se despegó del Uchiha para ayudar al otro azabache con la cena.

Itachi no sabía que hacer ¿Debía ir con ella o darle su espacio? Si era honesto, deseaba ir con ella y consolarla, Hikari provocaba ese sentimiento protector en él.

Pero él no sabía consolar, tampoco sabía que le diría, y realmente no quería estropear aún más los ánimos de la albina.

Después de un debate mental, decidió acercarse.

—¿Tú tienes un animal preferido? —cuestionó mirando los insectos en la mano de la chica.

—Me gustan todos los animales —admitió ella—. Pero los zorros me gustan bastante, en especial los albinos.

—El animal con el que hiciste un sello es ese ¿No?

—Así es ¿Y tú?

—Cuervos —respondió mientras pensaba en la ave.

—Igual que Shisui —murmuró, se giró hacia el azabache y lo observó con fijeza.

Notó que los ojos de la albina estaban aguados, en cualquier momento iba a romperse y llorar.

—No fue tu culpa —susurró en su dirección—. Estoy seguro que hiciste lo que pudiste para intentar salvarla.

Con eso algo pareció explotar dentro de Hikari, ella no tardó en romper en llanto. Pero no era un llanto ruidoso, solo era ella soltando sus lágrimas con algunos sollozos.

—Debí haber llegado más rápido, debí haber llegado más rápido ese día, así los tres estarían conmigo —murmuraba.

El chico no tardó en conectar puntos, Miwa había muerto al mismo tiempo que Minato y Kushina, los padres de Naruto.

—Ellos no te culpan, nadie te culpa, Hikari-san —susurró acercándose más a ella.

—Y-yo... ¿Puedo abrazarte? —Dicha pregunta sorprendió al azabache, quien se quedó sin habla por unos segundos—. Entiendo si no q-quieres... yo r-realmente no se p-

Le interrumpió abrazándola, ella no dijo nada por unos instantes, hasta que finalmente reaccionó y le devolvió el gesto.

—Deseo ser fuerte para proteger a Naruto —decía—. Muchos querrán el poder que lleva en su interior, y no deseo ver a mi niño lastimado.

—Lo amas mucho.

—Ni siquiera había nacido cuando ya lo amaba —susurró recordando esos momentos compartidos con Kushina—. Es como si desde un inicio estábamos destinados a ser hermanos.

Luego de haber guardado las cosas por años, Hikari se desahogó con el azabache, quien escuchó con atención las palabras ducha por la albina.

—Me da miedo está misión, creo que es la primera vez que una me aterra. Si hay alguien a quien en verdad temo es a Orochimaru.

—¿Por qué?

—No es mi persona preferida, de niña hizo algo que prefiero no recordar. Casi me secuestra por poseer el mismo kekkei genkai que mi tío abuelo.

—Elemento Madera —susurró con sorpresa el chico, quien aún no sabía del secreto mejor guardado entre todos los miembros de la rama principal de los Senju.

—Y-yo espero que no le digas a nadie sobre esto... Itachi-san.

—No lo haría —negó, no podía ni iba traicionar la confianza de la albina.

Ese día sin duda algo cambió, tal vez no de manera drástica, pero si que cambió un poco.

Y ese sería el inicio de lo que sería la conexión entre Itachi y Hikari.


[...]


Cuando regresaron a Konoha, solo descubrieron una guarida, y aunque para muchos sonara poco, ellos habían sido el único equipo que había regresado con vida y con la ubicación de una guarida.

El Tercero estaba ciertamente satisfecho con esto, más que satisfecho.

Y ahí estaba el trío saliendo de la Torre del Hokage con el permiso de darse unas vacaciones de dos semanas.

Vacaciones que ciertamente no habían tenido en meses.

—Realmente me gustó la misión —empezó a decir Hikari—. Quitando el miedo que sentía, pude ver muchos lugares del país.

—La compañía también —mencionó Sana con diversión en su tono.

—Claro, estuve con ustedes.

—E Itachi —remarcó la Uchiha con una sonrisa—. No creas que no me di cuenta de lo cercanos que se volvieron.

—Somos amigos, buenos amigos —se defendió ella mirando sus manos.

—Ay por Dios —se quejó la chica—. Estos días se que te gustó hablar con él.

—Es cierto —admitió la albina—. Pero hablo con él como lo haría con cualquier otra persona.

—Mientes —espetó—. Tu no eres de las personas que inician conversaciones con los que no tienes mucha confianza, y no creas que no noté que siempre eras tú quien iniciaba las charlas con él.

—Si en esas estamos —empezó a decir la albina—. Debes admitir que te gusta Shisui.

—No cambies de tema, Hikari.

—No lo estoy haciendo —negó ella, esa declaración siendo una obvia mentira.

—Claro que si, y tú bien sabes que no me gusta ese tonto de Shisui.

—Polos opuestos se atraen —murmuró ella, pero al ser escuchada por la Uchiha terminó recibiendo un golpe.

—Nos vemos después —se despidió la azabache cuando tenían que doblar.

Pues vivían relativamente lejos la una de la otra, así que debían tomar caminos completamente distintos.

Hikari asintió y luego utilizó su jutsu para aparecer en su habitación por el sello ya colocado.

Decidió darse un buen baño y luego vestirse con ropa adecuada, una vez ya lista salió de su habitación con la intención de buscar a Naruto o su padre.

Fue una sorpresa encontrarlos a ambos dormidos, pues aún era algo temprano. 

Sin embargo, decidió no interrumpirlos y simplemente fue al patio, donde miraba el amplio lugar en silencio. 

Luego de esa misión, estaba empezando a cuestionarse muchas cosas. 


Author's note: 

Lamento haberme desaparecido casi un mes, pero el colegio me ha tenido demasiado ocupada. 

Espero hayan disfrutado del capítulo.  

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