EIGHT
"UNA MISIÓN PECULIAR"
El trío estaba de regreso a la aldea luego de un mes afuera, habían tenido una misión que terminó siendo realizada con éxito, Hikari ansiaba regresar a casa y poder escuchar las aventuras que Naruto tendría que contar sobre su estadía en la Academia Ninja.
—Muy bien —declaró Shisui—. Iré a entregar el reporte y ver si nos asignan una nueva misión.
—Enserio necesito un mes de vacaciones —se quejó Sana—. Pero bueno, si te asignan una misión reúnete con nosotras en la casa.
Cuando se referían a "la casa", se referían a la mansión Senju, pues ese siempre ha sido el punto de reunión del trío, era un hogar para ellos.
—Entendido —Y eso fue lo último que escucharon de Shisui antes de que este desapareciera.
Por su lado, el par de mejores amigas se tomaron de las manos y Hikari con su jutsu preferido las tele-transporto hacia su hogar.
Aparecieron en la habitación de la albina, que es donde estaba una de las tantas marcas que había colocado.
—Bueno, iré a tomarme un buen baño, nos vemos —dijo la azabache mientras salía para ir a su habitación.
No era sorpresa para nadie que tanto Sana como Shisui tuvieran una habitación en la gran mansión, después de todo, pasaban más tiempo en ese que en su propias casas.
Hikari preparó la tina con todo lo necesario, y una vez todo estuvo listo se despojo de su ropa y entró a la tina.
Probablemente estuvo un buen rato ahí, a la Senju le encantaba tomar baños, no soportaba mucho estar toda sudada y sucia.
Al terminar, se vistió con ropa cómoda, salió de la habitación encontrándose con Naruto y Mei listos para tocar la puerta.
—Hola niños —espetó ella con una sonrisa, el par no dudó en abrazar con bastante fuerza a la albina—. ¿Cómo están el día de hoy?
Fue así como los dos no pararon de hablar y hablar, le contaron a Hikari todas las cosas que habían ocurrido durante su ausencia.
—Pero todo lo que nos explicaron es algo que tú ya nos has enseñado, Hikari-chan.
Cuando tenía tiempo libre, solía instruir a los dos pequeños. Algo que había heredado Hikari de su padre, era esa paciencia para tratar con los niños.
—Muy bien ¿Por qué no vamos al patio y me muestran todo lo que han mejorado en mi ausencia?
Los dos menores chillaron de alegría y asintieron, la albina no podía evitar recordar a su querido Obito cada vez que observaba a los dos menores.
Recordaba que Obito era así de entusiasta cuando se trataba de cosas que le gustaban.
—Te extraño Obito-san —murmuró ella con una triste sonrisa.
Estuvo observando a los dos niños "entrenar", y no pasó mucho tiempo antes de que Shisui se les uniera. No había rastros de Sana todavía.
—¿Otra misión?
—Partiremos en una semana —afirmó Shisui—. Pero no haremos esta misión solos, alguien más nos va a acompañar.
—¿Quién? ¿Y por qué?
—Es alguien que yo solicite que nos acompañara, sus habilidades serán realmente importantes.
—No respondiste mi primera pregunta.
—Itachi-kun —declaró el azabache viendo de reojo a su mejor amiga, quien asintió sin mostrar nada.
—Bueno, no será una carga, en todo caso creo que podría ser al revés.
Para nadie era un secreto que Itachi Uchiha era un prodigio entre los prodigios, y ciertamente Hikari lo tenía en un alto estima, lo consideraba alguien bastante fuerte.
—Hay algo que está mal, Hikari-chan —murmuró Shisui con más seriedad—. Hace unos días me reuní con Danzō-sama, me pidió algo realmente curioso.
—¿De que hablas?
—Vigilar a las personas de mi clan —respondió finalmente—. No es que mi clan sea un santo, ciertamente muchos de ellos no lo son, pero confío aún menos en Danzō.
—Yo tampoco confío en él, los ANBU que vienen de Raíz son tan... extraños, no creo que los traten de la mejor manera ahí.
—Los padres de Miwa-chan, espías de otras aldeas, y ahora esto....
—Tenemos mucho que lidiar —concordó Hikari—. ¿Sana sabe de lo que ese hombre te pidió?
—No, no lo sabe, y no creo que sea buena idea decírselo, sabes lo temperamental que es.
—¿De que se trata nuestra nueva misión? —cambió el tema—. Debe ser importante si necesitamos de Itachi Uchiha.
—Orochimaru es uno de los principales sospechosos respecto a todos los espías que han estado entrando en la aldea, y quieren que descubramos una de sus tantas guaridas.
—Es una misión realmente peligrosa, según tío Jiraiya y mi padre, es un hombre realmente peligroso y con bastante conocimiento de jutsus.
—¿Él sabe que posees la habilidad de hacer jutsus del elemento madera?
—Por supuesto que lo sabe —murmuró ella con cierto miedo—. Cuando era más joven me intentaron capturar, Minato-san lo impidió y desde ese momento nunca lo volvieron a intentar.
—¿Pero como sabes que fue él?
—Mi padre era amigo de Orochimaru, yo ya podía hacer jutsus de madera cuando ellos terminaron su amistad.
—Como te has vuelto más fuerte, ciertamente no pueden secuestrarte.
—Así es —concordó ella—. Por eso mismo, debemos tener mucho cuidado con él, tiene espías en todas las aldeas, no dudo que tenga aquí también.
Y claro que los tenía, solo que Hikari y Shisui no sabían quienes podrían ser.
Luego de esa conversación, los dos estuvieron en un silencio entre ambos, ninguno volvió a mencionar el tema por ese día, solo se dedicaron a pasar tiempo con esos dos niños que tanto apreciaban.
[...]
Hikari abrazó a su padre, quien se había retirado hace poco del mundo como ninja, y ahora se dedicaba a cuidar de Naruto, tener un bonito invernadero y escribirse cartas con Jiraiya.
—Ten cuidado con Orochimaru hija mía, los dos sabemos el peligro que ese hombre representa.
—Lo tendré papá, nos vemos.
Y entonces desapareció gracias al jutsu que tanto empleaba, y cuando apareció en su punto de encuentro, la cabeza de la escultura del rostro del segundo Hokage.
No se sorprendió al ver a Itachi y a Shisui ahí, sabía que su mejor amigo era alguien puntual. Y tuvo el acertado presentimiento de que Itachi era igual.
—Buenos días —saludó ella mientras se sentaba en el suelo—. ¿Listos para la misión?
—Siempre me preguntas lo mismo, Hika-chan —espetó Shisui con una sonrisa mientras se sentaba al lado de su mejor amiga—. Y siempre te doy la misma respuesta.
—Quise ser cortés —replicó ella mientras observaba los ojos oscuros de Itachi.
Negro contra rojo.
Uchiha contra Senju.
—Estoy preparado para la misión, Hikari-san —respondió Itachi con un tono tranquilo.
—¿Averiguaste algo anoche? —cuestionó Shisui cambiando de tema, la de cabellos albinos asintió.
—Él odia al Tercero —afirmó la chica—. Detesta saber que mi abuelo escogió a Sarutobi-sama como Hokage y no a él, padre me dijo que estuvo resentido por muchos años.
—Tu padre era bastante joven cuando tu abuelo murió ¿Se acuerda de cosas de su niñez? —cuestionó sorprendido el Uchiha.
—Por supuesto, mi padre es alguien con una memoria impecable, creo que incluso recuerda el momento en el que dijo su primera palabra —bromeó la chica provocando una risa en su mejor amigo.
—Entonces si ese hombre odia al Tercero, es probable que no le cuente muchas cosas, situaciones que ocurrieron o que están ocurriendo.
—Así es —concordó la albina—. Pero, lo que no entiendo es porque el Tercero no lo ha reemplazado.
—Es tedioso tener que contratar personas, enseñarles cosas que él encargado anterior ya sabía, el Tercero ya no es tan joven y responsable como antes.
Antes de que pudieran continuar charlando, alguien les saludó.
—¡Buenos días, disculpen la tardanza! Me quede dormida —espetó Sana,
—Tu siempre te quedas dormida —murmuró Shisui, pero fue escuchado por los otros tres.
Es así como otra discusión inicia entre los dos Uchiha. Hikari rueda los ojos y se acerca a Itachi, quien mira de inmediato la silueta de la Senju.
—Nos espera un largo viaje, Itachi-san ¿Estas listo para soportar a esos dos por quien sabe cuánto tiempo?
—Estoy listo.
Entonces Hikari le sonrió divertida, y por unos instantes el Uchiha quedó realmente hipnotizado con la sonrisa de la Senju.
Tiene una sonrisa muy... bonita, pensó mientras observaba como la chica interrumpía la conversación de los otros dos Uchiha.
—Muy bien, es hora de irnos —declaró la chica mirando el cielo, luego le extendió la mano a Itachi para que la tomara, y él lo hizo.
Sana tomó la otra mano de Hikari y Shisui colocó su propia mano en el hombro de su mejor amiga, quien procedió a usar su técnica luego de murmurarla.
Entonces, Itachi se sintió extraño y cerró los ojos por instinto, cundo los abrió ya no estaba en el lugar de antes, sino que rodeado de árboles.
—Ya estamos un poco lejos de la aldea —declaró Hikari tocando el suelo, a Itachi se le olvidaba que además de ser bastante buena con el ninjutsu, gracias a su herencia también era una ninja sensor.
—Gracias Hika-chan —espetó Shisui mientras se colocaba su máscara, los demás siguieron su ejemplo—. Ahora es momento de continuar.
Y así lo hicieron.
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