𝓘. 010
✙ My fault✙
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—¿Nyra?—Vaera susurró abriendo la puerta.
—¿Qué Vee?—Rhaenyra dijo suavemente, estaba recostada frente a sus almohadas con el brazo cubriéndose los ojos.
—¿Me odias?—Preguntó Vaera mientras se acercaba y Rhaenyra se sentó.
—No, ¿por qué piensas eso?
—Porque todo esto es culpa mía—Vaera le dijo patéticamente.
—¿Qué? ¿Cómo podría ser culpa tuya?—Rhaenyra respondió.
—Porque yo... yo no... Nyra, no quería que el bebé tuviera el mismo onomástico que yo y ahora ya no están—Vaera sollozó y Rhaenyra atrajo a Vaera hacia ella.
—No, esto no es tu culpa—Aseguró Rhaenyra.
—¿Ya no me odias?—Dijo Vaera mientras las lágrimas caían por sus mejillas.
—Nunca te odié—corrigió Rhaenyra.
—Sólo juegas conmigo cuando montamos los dragones—respondió Vaera—. No parece que te gusto, pero te necesito—suplicó Vaera—. Eres mi mejor amiga, pero yo no soy la tuya—Vaera le informó y eso hizo que Rhaenyra se sintiera completamente horrible, no era culpa de Vaera que sus padres la malcriaran, no era culpa suya que fuera como el sol, ahora su pequeña sonrisa se había ido y le rogaba a Rhaenyra que no la odiara.
—Te amo, eres mi hermana y te amo mucho—aseguró Rhaenyra.
—¿Lo haces?
—Por supuesto1–Rhaenyra la abrazó fuerte—. Lamento no haber hecho un mejor trabajo al demostrarlo. Seré una mejor hermana.
—Yo también—Vaera estuvo de acuerdo— ¿Realmente no me odias?—susurró Vaera.
—Nunca podría odiarte—Aseguró Rhaenyra—. Te amo.
.....
De vuelta en el burdel y Daemon debería haber estado en la cima del mundo. El hijo de su hermano murió y él volvió a ser el heredero legítimo.
—Gracias—Dijo Daemon tomando el vaso de cerveza.
—Una vez más, el único heredero del rey. ¿Podemos brindar por nuestro futuro?—Declaró un hombre y Daemon le devolvió la sonrisa. Hubo un alboroto de vítores y gritos de alegría, y sus copas golpearon la mesa en señal de celebración. Este era el tipo de estímulo que necesitaba, él era el heredero, el rey legítimo, el pueblo lo sabía y lo quería.
—¡Tranquilo! ¡Tu Príncipe hablará! ¡Silencio!—Daemon se rió entre dientes mientras se levantaba.
—El Rey y el Consejo han lamentado durante mucho tiempo mi posición como siguiente en la línea de sucesión al trono—Daemon les dijo—. Pero por mucho que sueñen y oren, parece que no soy tan fácil de reemplazar. Los dioses dan lo mismo que quitan.
•••
—Nrya no está enojada conmigo—Vaera informó a Viserys.
—¿Creías que estaba enojada?—cuestionó Viserys.
—Bueno, ya no.—Vaera confirmó.
—Cariño mío-
—¿Estás enojado conmigo?
—¿Qué?
—¿Maté a mi madre?—Viserys no podía respirar.
—No—dijo con voz áspera—. Es mi culpa. No la tuya—Aseguró Viserys.
—Pero no quería que tuviera mi onomástica. Fui egoísta y ahora-
—Vaera, amor, no—aseguró Viserys—. Nada de esto, no hiciste nada malo. Tus palabras no sirvieron de nada.
—Eso es lo que Nyra también dijo—Vaera admitió.
—Ella tiene razón, amor, esto no es tu culpa.
—¿Por qué es tu culpa?—Vaera respondió pero hubo un pequeño golpe en la puerta. A Alicent le preocupaba saber lo que se suponía que debía hacer, pero no quería. A Vaera le parecía gracioso que la gente golpeara silenciosamente como si no quisieran molestar, pero de todos modos lo hacían.
—Lady Alicent Hightower, excelencia—Ella fue anunciada.
—¿Qué pasa, Alicent?—cuestionó Viserys volviéndose hacia ella, Vaera se inclinó hacia él molesta. ¿Esta chica le estaba robando a su hermana y ahora a su padre? ¿Quién era esta perra? Vaera pensó con amargura.
—Pensé que podría venir a verla, excelencia. Traje un libro—Alicent se ofreció tendiéndolo.
—Eso es muy amable, gracias—Dijo Viserys con rigidez. No quería compañía, quería llorar y quería que Vaera lo mirara con esos ojos grandes y le dijera que todo estaría bien.
—Es uno de mis favoritos. Sé lo apasionado que es por las historias—recordó Alicent.
—Sí, lo soy—Admitió suavemente.
—Cuando murió mi madre... la gente sólo me hablaba con acertijos. Lo único que quería era que alguien dijera que lamentaba lo que me pasó. Lo siento mucho, excelencia—Alicent le dijo—. Lo siento por usted también, princesa—Agregó Alicent, Vaera metió la cabeza en el pecho de Visery.
—Buenas noches, Alicent—Dijo Viserys con rigidez mientras dejaba el libro y abrazaba fuerte a Vaera.
•••
—Antes de comenzar, Su Excelencia, tengo un informe que me siento obligado a compartir. Anoche... el Príncipe Daemon compró una de las casas de placer en la Calle de la Seda... para entretener a los oficiales de la Guardia de la Ciudad y otros amigos suyos—Otto informó a Viserys—. Brindó por el Príncipe Baelon. Al hijo del rey—Otto continuó—. Nombrandolo... "El heredero por un día"—El rostro de Visery se contrajo al escuchar las declaraciones de su hermano—. Corroboré este informe con tres testigos distintos—Continuó—. Dijeron que la velada fue, según todos los informes, una... celebración—Añadió y Viserys se puso cada vez más furioso a cada segundo.
Guess who is back...
Estoy empezando a organizar mejor mi tiempo, asi que lo mas probable es que actualice seguido.
Besos.
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