𝙏 𝙡 𝙖 𝙯 𝙤 𝙠 𝙖 𝙢 𝙖 𝙩 𝙞 ...

𝐀𝐃𝐕𝐄𝐑𝐓𝐄𝐍𝐂𝐈𝐀. 𝐈𝐌𝐏𝐎𝐑𝐓𝐀𝐍𝐓𝐄 𝐋𝐄𝐄𝐑:
Estɑ histoɾiɑ contiene comentɑɾios sugeɾentes,
humoɾ negɾo ocɑsionɑl, spoileɾs γ modismos mexicɑnos.
Es impoɾtɑnte que ɑ pɑɾtiɾ de ɑhoɾɑ, deben de
teneɾ conocimiento de lo que pɑsɑ en el mɑngɑ de
"Vigilɑnte: Boku no Heɾo Acɑdemiɑ Illegɑls",
pɑɾɑ teneɾ un mɑγoɾ entendimiento de lo que
sucedeɾɑ́ ɑ pɑɾtiɾ de ɑhoɾɑ.
Leeɾ bɑjo su pɾopiɑ ɾesponsɑbilidɑd.

—Izuku Midoriya tiene un poder especial -Uraraka dijo, a lo alto del edificio de la U.A.

—Pues si quiere descansar, que se vaya a otra parte

—¡No! Se fue para no causarle problemas a nadie. Nosotros lo trajimos. Su poder es... Especial. Sirve para vencer a All For One. Por eso lo persiguen. Por eso tuvo que irse. ¿Ven cómo está después de haberse ido?

Varios voltearon a ver a Izuku.

—Es el que más quiere solucionar esto y el que vive pensando que lo atacarán en cualquier momento. ¡Mírenlo! ¡Tener un poder especial no hace especial a nadie!

—Hay un sistema para proteger sus vidas. Pero eso no les quita las preocupaciones. Lo que tú no puedes eliminar, lo eliminaremos nosotros -dijo Katsuki.

—Está destrozado

—Parece débil

—Estaba luchando. Siguió luchando después de salvarme

—Ya lo vimos, ¿y qué? ¿Quieres que acabemos como él? ¿Tenemos que acabar llenos de lodo?

—¡Solo los héroes se enlodan! ¡Dennos tiempo para quitarnos el lodo!

—Midoriya-kun, Uraraka-san está luchando. Por todas las sonrisas, incluida la tuya

—Uraraka-san

—No puedo decir nada para tranquilizarlos. Lo siento, no puedo. Como dijo mi compañera Yeyetzi, nosotros también estamos nerviosos. ¡También somos personas! ¡Por favor, ayúdennos! Para que todos podamos reír mañana... ¡Dejen que descanse a su lado y permítanle prepararse, por favor! ¡Izuku Midoriya solo quiere asumir la responsabilidad de su poder! -siguió- ¡Es un estudiante común y corriente que aún tiene mucho que aprender!

—Pero...

—¡Por favor, dejen que esta siga siendo su academia de héroes! -gritó con todas sus fuerzas, rogando por la compasión de los civiles.

Izuku cayó de rodillas y Yeyetzi se colocó a su lado, abrazándolo por los hombros e Izuku le regresó el abrazo mientras sollozaba.

—Midoriya... -Mineta trató de caminar hacia él, pero fue detenido por Iida- ¿Qué haces, Iida?

 Kota salió corriendo en la dirección de ambos adolescentes y abrazarlos.

—Midoriya... Yeyetzi... -sollozó- ¡Lo siento! ¡No podía moverme del miedo! ¡Lo siento! ¡Lo siento! Pero esa chica lo estaba intentando todo y tenía que venir. Tenía que ser como ustedes... Por eso... Aquí estoy -sonrió entre lágrimas- Así que no llores más. Todo saldrá bien

—Kota... -ambos susurraron.

—Así que eras de la U.A.

—Señorita... -Izuku susurró, viendo a la mujer que salvó ese día.

—Muchos sitios me dijeron que no admitían a criaturas -dijo entre lágrimas- Al final la U.A. era lo mejor. Pero tuve la suerte de volverte a ver -abrazó a Izuku- Gracias por salvarme, héroe llorón

Los civiles veían todo con pena y tristeza, hasta que un hombre decidió hablar.

—Antes de atacarlo como histéricos deberíamos escucharlo al menos -le dio su paraguas a otra persona- No va a quedarse para siempre, ¿o sí? Hay escasez de personal y materiales. Probablemente, solo pueda descansar bien aquí. Eso nos explicaron, ¿no, héroes?

—Sí -asintió el director Nezu.

—¿No puede ir a la Shiketsu? Es parecida -dijo un hombre.

—Allí les pasaría lo mismo -mencionó la mujer a su lado.

—No me di cuenta hasta que llegamos a esto. Yo soy un espectador... Los héroes son los actores sobre el escenario. All Might, un tipo extraordinario marcó lo que son los héroes. Todos lo imitaban y aplaudían. Como dijo la chica -miró a Yeyetzi- Nos acostumbramos a eso y olvidamos el alma que hay detrás de la obra. Ahora desmontaron el escenario. Tras varios errores, no ganan ni dinero ni gloria. Muchos héroes tiraron la toalla. ¿Para qué luchan los que se quedaron, entonces? Si también los repudiamos a ellos, ¿qué nos quedará? ¿Cómo volveremos a la normalidad? Sé que es duro, pero hay que mantener la calma. No podemos ser espectadores para siempre

—Hay rumores de un pordiosero -empezó hablar un sujeto que sostenía un paraguas- Que controla varios quirks... Dicen que es un villano agitador y también un auténtico héroe -mira a Izuku- Contesta, si te quedas a descansar... ¿Recuperaremos nuestras vidas? -ese hombre alzó su vista hacia su dirección, preguntando directamente al chico.

—Las recuperaré... -sujetó su capa con su mano libre- Porque los demás están conmigo... Lo recuperaremos todo... -con sus lágrimas en los ojos, respondió con determinación hacia aquel civil.

El civil se acerca a ellos, extendiendo su paraguas para refugiarlos de la lluvia. Poco a poco todos se fueron acercando a la multitud.


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—¡Agua a cuarenta y dos grados! -Kaminari exclamó, corriendo con Izuku en brazos.

—¡Caliéntenla!

—¡Desnúdenlo! -le quitaron toda la ropa a Izuku.

—¡Lávenlo! -con mangueras comenzaron a echarle agua.

—¡Y métanlo al agua! -lanzaron a Izuku al agua.

—Darse un baño solucionan muchas cosas -Kaminari dijo con una sonrisa.

—¡Oigan, van a ensuciar la bañera! -Katsuki gritó, viendo a los chicos enojado- ¡Usen un estropajo y detergente indsutrial!

—Hay que seguir las indicaciones -Kirishima habló.

—Se disculpó, pero no ha cambiado

—Ya cambia -fue interrumpido al ver que Katsuki se lanzaba al agua.

—¡Cambia!

—No he renunciado a ser el número uno. Todos seguimos siendo rivales. Tú incluido, Dek... Izuku -le lanzó agua a la cara.

—No te fuerces, puedes seguir llamándome Deku -dijo, quitando el agua de su rostro.

—No me fuerzo a nada

—Al menos parece tener intención de mejorar, ¿no?

—Intentemos hundirlo

—¡¿A quién?!


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—¿Y Uraraka-san? -preguntó Izuku.

—Se durmió. Cayó en cuanto se relajó. El resto también -Jiro explicó.

—Ya veo... Gracias a todos, de verdad... -es lo primero que pudo decir luego de sentarse en el sofá de la recepción- Siento haberles causado tantos problemas.

— Claro, pero si pudieras habernos dicho del One For All antes -escuchó a Ashido a sus espaldas y giro su cabeza para verla sobre su hombro- Aunque gracias a la carta ya no me sorprende, pero... -llevó una fresa a su boca.

— Ojalá le hubieras dicho a Hawks que contestará -siguió Tokoyami sentado en uno de los sofás al frente de él.

— Sí, lo siento...

—Pasaste de no tener quirk a tener el mejor de todos -dijo Ojirou acercándose al sofá detrás de él- Debió ser duro.

—Con tanto poder no me extraña que se te rompieran todos los huesos -añadió Sero.

— ¿Cómo se siente tener One for all? -preguntó Ojiro a su lado cruzado de brazos.

— Hah, bueno... Sobre eso, no sé cómo describirlo -dijo algo nervioso sin saber qué responder exactamente.

— Midoriya debe estar muy agotado -habló Todoroki a unos pasos de ellos, secándose el cabello con una toalla- Déjenlo dormir, ¿Para qué lo trajimos?

—¿Esa pose lo haces de forma natural o qué? -cuestionó de forma extrañada Mineta- ¿Qué tal? ¿Cómo me veo? -inquirió hacia Sero, imitando la pose del bicolor.

— Horrible -dijo sin dudarlo haciendo una X con sus brazos.

Ver esta escena no se pudo evitar que una gota de sudor bajara por su sien, no se esperaba algo así de chistoso y raro cuando llegara, aunque no le molesta.

Se volteó hacia la izquierda cuando sintió que alguien se sentaba a su lado.

—¿Estás bien? -cuestionó Todoroki con ese típico tono serio pero preocupado.

—Sí, solo que aún no puedo dormir -musitó, dándole una sonrisa pequeña.

—¿Por qué? -preguntó.

—Fui cruel con All Might... -susurró- Debo disculparme, pero no consigo contactarlo -suspiró con pesadez.


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— ¡Yo también siento no haber podido ayudarte, Joven Midoriya! -hizo una reverencia el rubio de dos metros.

— ¡No, no! Me has ayudado muchísimo -sacudió sus manos nervioso- No tienes por qué disculparte

—¡Pídenos perdón a nosotros también, All Might! ¡No te vayas sin avisar! -exclamó la chica peli rosa.

Ven como All Might se coloca firme ahora con una expresión seria, lo que les causó un pequeño escalofrío y cierta inquietud.

—Se acerca la batalla final -confesó, dejando a todos cohibidos- Siento haberlos preocupado, me salto los detalles pero tengo información. Pronto tendré una respuesta, lucharemos con todo lo que tengamos, yo incluido. No puedo hacer de todo, pero aun así...

—¡All Might! -le interrumpió el peli verde- El cerdo rebozado y dormir me dio fuerzas, creo que acabe así porque me separé de usted. ¡Luchemos todos juntos! -empuñó su mano al frente.

—¡Defendámonos! -añadió el delegado de igual manera.

—Rendirse ahora no es una opción -Yeyetzi musitó, dándole una mirada de determinación- Esforcémonos, All Might.

Sus ojos brillaron del asombro, hasta asentir de igual forma y darles una amplia sonrisa.

—Gracias, chicos.


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—Debo irme -dijo All Might fuera de las residencias.

—¿Ya? ¿A dónde? -preguntó Ashido.

—A ver a Endeavor. Aún tengo cosas que hacer -explicó de forma breve.

—Dile a Hawks que me envíe un mensaje -Tokoyami pidió de favor.

—Sí, se lo diré -se dio la vuelta y se fue, los demás volvieron a entrar a las residencias.

—Está enojado, enojadami

—Estaba preocupado

—¿Ellos no vendrán a la U.A.? -Sato preguntó.

—No pueden aparecer en público -Yeyetzi habló, llegando a la sala de estar con una cobija en sus manos y a Shoto a su lado.

—La gente ve a Dabi en mi padre -Shoto habló- Y no toda la gente refugiada ha cambiado su perspectiva

—Por fin está descansando -Yaoyorozu mencionó, al ver a Izuku dormido en el sofá.

Yeyetzi colocó la cobija encima de Izuku, tapándolo del frío y procurando que esté cómodo.

—Soy hermano de Dabi e hijo de Endeavor -Shoto mencionó- En realidad, probablemente yo también les preocupo

—Solo por tu familia. Qué frustrante -Kirishima dijo con el ceño fruncido- Pero si tú no hiciste nada -bajó la mirada.

—Sí lo hice. Perdí de vista mis orígenes. Pero ya no -miró a Kirishima- Y lo demostraré -sonríe- Para que todos estén tranquilos

—¡Eres todo un hombre! -limpió una lágrima y golpeó la mesa con ambas manos una vez se levantó- Se me salen las lágrimas

—No toda la gente refugiada ha cambiado su perspectiva... -Jiro mencionó, jugando con uno de sus auriculares.

—No lo harán a menos de que vean que de verdad estamos haciendo algo para poder protegerlos -dijo Yeyetzi.

—Eso me recuerda -rodeó a Kaminari, Tokoyami y Momo con sus auriculares.

—¿Qué haces? ¡Para! -Kaminari se quejó.

—Jiro...

—Tal vez suene raro compararlo, pero... En el festival cultural a nosotros también nos miraban con recelo -dijo y algunos asintieron- Queríamos tranquilizar a los demás. Que sonrieran -soltó a los chicos- Pensamos en qué hacer y... -tomó a Katsuki del cuello y lo dejó sentado en el suelo- Igual que aquella vez, hagamos lo que podamos con todas nuestras fuerzas. Ya lo conseguimos una vez

—Sí -dijo, mientras miraba a Izuku dormir y Mineta lo imitó, ganándose un zape por parte de Sero.

—No solo recuperaremos el pasado, haremos que mejore -todos sonrieron- ¡Vayamos juntos! -sonrió- ¡Vamos allá!


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Unas horas después

Izuku despertó exaltado y su quirk de látigo negro se activó.

—Buenos días, Deku-kun -Uraraka dijo.

—Uraraka-san -susurró.

—Ya despierta, Midoriya -Kaminari le dijo.

—Aquí estás a salvo -le aseguró Mineta- Guarda esas cosas

—Tranquilo, aquí estamos nosotros para ti -Yeyetzi dijo, detrás de él.

—Perdón -nervioso, desactivó su quirk.

—Relájate, Midoriya -Iida y Yaoyorozu se acercaron a los demás.

—A partir de ahora, estaremos contigo

—Sí, lucharemos juntos -Kirishima cerró el puño.

—Sí -sonrió y se levantó, miró a Yeyetzi -Debo hablar contigo -dijo y ella con confusión, asintió.

Yeyetzi siguió a Izuku hasta el elevador bajo la atenta mirada de todos, y después hasta su habitación, donde los dos podrían estar solos. Una vez ambos entraron a la habitación de Izuku, Izuku no tardó y acorraló a Yeyetzi contra la puerta.

—¿Izuku... Qué estás? -susurró con sorpresa y nerviosismo.

Antes de que Yeyetzi pudiera terminar de hablar, Izuku la besó con pasión.

El beso fue intenso y cargado de emociones acumuladas. Yeyetzi, inicialmente sorprendida, se dejó llevar por la pasión del momento y correspondió al beso.

Después de unos instantes, se separaron lentamente, quedando ambos sin aliento. Izuku miró fijamente a Yeyetzi, sus ojos brillaban con determinación y ternura.

—Joder, cómo extrañaba tus labios -susurró, volviendo a besarla

Yeyetzi se dejó llevar una vez más por la intensidad del beso. La habitación se llenó de la electricidad de su conexión, mientras sus cuerpos se acercaban aún más y se fundían en un abrazo apasionado.

Yeyetzi rodeó el cuello de Izuku con sus brazos y profundizó el beso, entregándose por completo a la pasión que los consumía. La tensión y el deseo acumulados durante tanto tiempo se liberaban en ese momento íntimo.

Las manos de Izuku acariciaban suavemente la espalda de Yeyetzi, explorando cada centímetro de su cuerpo con devoción. El tiempo parecía detenerse mientras se perdían el uno en el otro, sin preocuparse por nada más que el amor y la conexión que compartían.

El beso se volvió más suave y tierno, revelando la profunda conexión emocional entre ellos. Izuku acarició el rostro de Yeyetzi con ternura, sus ojos reflejando un amor genuino y sincero.

—Yeyetzi, te amo -susurró Izuku entre sus labios, rompiendo el beso por un momento.

Las palabras resonaron en el corazón de Yeyetzi, llenándola de una felicidad indescriptible. Ella respondió con una sonrisa radiante y sincera.

—Yo también te amo, Izuku. Siempre estaré aquí para ti

Se abrazaron con fuerza, sellando su compromiso mutuo. En ese momento, ambos supieron que estaban dispuestos a enfrentar cualquier desafío juntos, protegiéndose y amándose incondicionalmente.

El mundo exterior podía ser caótico y lleno de peligros, pero en los brazos del otro encontraron paz y fortaleza. Juntos, se apoyarían y construirían un futuro lleno de esperanza y amor, enfrentando cada día con valentía y determinación.

El destino les había unido en un momento de necesidad, y ahora se embarcaban en un viaje compartido, donde su amor se convertiría en la fuerza que los guiaría hacia un futuro brillante y prometedor.

Izuku lentamente comenzó a dejar besos en su cuello. El aliento cálido de Izuku rozaba la piel sensible del cuello de Yeyetzi, enviando escalofríos de placer a lo largo de su espina dorsal. Cada beso era una caricia ardiente que despertaba sus sentidos y encendía su deseo aún más.

Yeyetzi se abandonó al éxtasis de las sensaciones, inclinando ligeramente la cabeza para darle a Izuku un mejor acceso. Sus manos se aferraron con suavidad a los hombros de Izuku, sintiendo el calor reconfortante de su cuerpo contra el suyo.

Los labios de Izuku dejaron un rastro de besos ardientes desde la base de su cuello hasta la línea de su mandíbula, explorando cada centímetro de piel expuesta con devoción y pasión. Sus suaves mordiscos y succiones sutiles dejaban marcas efímeras que desvanecían el mundo exterior y los transportaban a un universo íntimo y compartido.

El pulso de Yeyetzi se aceleraba mientras el deseo se intensificaba en cada caricia. Una mezcla de anhelo y anticipación llenaba el aire, creando una atmósfera cargada de pasión y entrega mutua.

Izuku detuvo sus labios por un momento, mirando a los ojos de Yeyetzi con una mezcla de deseo y ternura. Su voz era suave y llena de reverencia.

—Eres hermosa, Yeyetzi. Cada parte de ti me fascina

La confesión resonó en el corazón de Yeyetzi, haciéndola sentir amada y deseada en una forma que nunca antes había experimentado. Sus ojos brillaron con una chispa de gratitud y amor.

—Tú también eres hermoso, Izuku. Eres todo lo que siempre he deseado

El tiempo parecía detenerse mientras se perdían en la intensidad de su conexión. Los besos en el cuello continuaron, creando un torbellino de sensaciones y emociones que los envolvía por completo.

Cada roce de los labios de Izuku en su cuello era como una caricia eléctrica, enviando ondas de placer a través de su cuerpo. Yeyetzi se abandonó por completo a la pasión del momento, entregándose a las sensaciones y dejando que el deseo los consumiera.

El suave aliento de Izuku acariciaba su piel, mientras sus labios exploraban cada curva y cada recoveco con una delicadeza cautivadora. Cada beso era una promesa de amor y una declaración de la conexión profunda que compartían.

Los gemidos suaves escapaban de los labios de Yeyetzi, mezclándose con sus suspiros entrecortados. El placer se acumulaba dentro de ella, creando una tensión irresistible que anhelaba ser liberada.

Izuku, sintiendo el efecto que tenía sobre ella, aumentó la intensidad de sus besos. Sus labios se movían con más urgencia y pasión, dejando pequeños rastros de pasión y deseo en su camino. Cada mordisco suave y cada succión eran un eco de la lujuria que ardía entre ellos.

El mundo exterior se desvaneció en la periferia de su conciencia, mientras se sumergían en la intimidad de su conexión. El tiempo se volvió relativo, y solo existían ellos dos, entregados a la pasión que los consumía.

Yeyetzi se aferró con fuerza a los hombros de Izuku, sintiendo cómo el placer se acumulaba en su interior. Cada beso en su cuello era como una promesa de un amor profundo y duradero, una promesa de que siempre estarían juntos, explorando los límites de su pasión y compartiendo un vínculo inquebrantable.

En ese momento, sus corazones latían al unísono, y el mundo entero se desvanecía ante la fuerza abrumadora de su amor y deseo mutuo. Enredados en una danza íntima, se perdieron en el éxtasis de su conexión, sin saber qué depararía el futuro, pero seguros de que juntos podían enfrentar cualquier desafío que se les presentara.

Lentamente, con pasos cargados de anticipación, Izuku y Yeyetzi se dirigieron hacia la cama, su refugio íntimo donde podrían explorar su pasión y entregarse por completo el uno al otro.

El ambiente estaba impregnado de una mezcla embriagadora de deseo y amor. Cada mirada, cada roce de sus cuerpos, solo aumentaba la intensidad de la conexión que compartían. El deseo los guiaba, suavemente, pero con determinación, hacia el lugar donde darían rienda suelta a sus emociones más profundas.

Cuando alcanzaron la cama, se miraron a los ojos, con una complicidad llena de promesas y anhelos compartidos. Sin palabras, se entendieron mutuamente, sabiendo que estaban a punto de embarcarse en un viaje de intimidad y placer inigualables.

Con delicadeza, Yeyetzi se recostó en la cama, invitando a Izuku a unirse a ella. Sus cuerpos se encontraron en un abrazo apasionado, sus manos explorando cada contorno y cada curva, como si quisieran memorizar cada centímetro de piel.

Los besos se reanudaron, pero esta vez con una intensidad aún mayor. Los labios de Izuku se movían en sincronía con los de Yeyetzi, mientras se entregaban al juego sensual de la pasión desenfrenada. Cada beso era un eco de su amor, una promesa de placer y una celebración de su conexión única.

Con cada caricia y cada susurro de deseo, se sumergieron en un torbellino de sensaciones. Se exploraron mutuamente con devoción y ternura, descubriendo los puntos débiles y los secretos más profundos de su placer compartido.

La habitación se llenó de gemidos y suspiros entrelazados, un testimonio de la pasión que los envolvía. Cada movimiento era una danza íntima, una sinfonía de cuerpos que se complementaban perfectamente.

En ese santuario de amor, el tiempo parecía disolverse. No había pasado ni futuro, solo el presente vibrante y lleno de éxtasis que compartían juntos.

Las caricias se intensificaron, las manos de Izuku exploraban los contornos de Yeyetzi con reverencia, despertando sensaciones intensas a su paso. Los susurros de palabras de amor se entrelazaban con los gemidos de placer, creando una sinfonía única que solo ellos dos podían componer.

Las prendas que cubrían sus cuerpos se desvanecieron lentamente, revelando la belleza desnuda y la vulnerabilidad compartida. Se entregaron el uno al otro sin reservas, sin barreras ni inhibiciones, permitiendo que su amor fluyera libremente en un acto de pura entrega y unión.

—¿Estás segura de querer hacer esto? -susurró Izuku.

—Completamente segura -dijo Yeyetzi con seguridad.

—Quiero que estés completamente segura, no quiero obligarte a nada -se sonrojó un poco- Más porque no llevamos ni tres meses -acarició la mejilla de la chica.

—Estoy completamente segura, Izuku

La sonrisa de Yeyetzi tranquilizó las preocupaciones de Izuku. Sabía que su amor era profundo y genuino, y confiaba en que estaban listos para dar este paso juntos.

Con un suspiro de alivio, Izuku la besó con ternura, sellando su compromiso mutuo una vez más. Sus cuerpos se unieron en una danza de pasión y amor, explorando los límites de su conexión íntima.

Cada caricia, cada beso y cada roce eran una expresión de su deseo mutuo y una muestra de la confianza y el respeto que se tenían el uno al otro. Se movían en armonía, respondiendo a los susurros de sus cuerpos y dejándose guiar por el placer compartido.

El tiempo perdió todo significado mientras se entregaban a la pasión desbordante. Sus almas se entrelazaron en un abrazo íntimo, fundiéndose en un solo ser en medio de susurros de amor y gemidos de éxtasis.

En ese santuario de amor, experimentaron una conexión tan profunda que trascendió las palabras y los límites físicos. Se entregaron el uno al otro en cuerpo y alma, creando un recuerdo imborrable de su amor y deseo compartidos.

Lentamente, el mundo exterior se desvaneció y solo quedaron ellos dos, envueltos en un abrazo apasionado y entregados al placer mutuo. Sus cuerpos se movían en perfecta sincronía, guiados por el ritmo de su amor y la intensidad de su conexión.

El éxtasis los envolvió, llevándolos a un estado de felicidad y plenitud indescriptibles. Cada gemido, cada suspiro y cada roce eran testigos de la intensidad de su pasión compartida. Se entregaron completamente, perdiéndose en el torbellino de sensaciones y emociones que los consumían.

El tiempo se detuvo mientras exploraban nuevas fronteras de placer, descubriendo juntos los secretos más íntimos de sus cuerpos. Cada momento era una celebración de su amor y un recordatorio poderoso de la conexión única que compartían.

Respirando agitadamente, sus cuerpos se acercaron al clímax, sintiendo cómo el éxtasis se intensificaba con cada caricia y cada movimiento. Yeyetzi e Izuku se entregaron el uno al otro en un momento de pura entrega y éxtasis, dejando que el placer los consumiera por completo.

Finalmente, en un instante de unión sublime, alcanzaron el clímax juntos, sus corazones latiendo al unísono mientras el placer los inundaba. Se abrazaron con fuerza, aferrándose el uno al otro mientras experimentaban el éxtasis compartido.

Después, se quedaron acurrucados en la cama, sus cuerpos entrelazados y sus almas en paz. Se miraron a los ojos, llenos de amor y gratitud por el momento compartido.

—Te amo, Yeyetzi -susurró Izuku, acariciando suavemente su mejilla.

—Y yo te amo a ti, Izuku -respondió Yeyetzi, besando tiernamente sus labios.

En ese santuario íntimo, encontraron no solo pasión y éxtasis, sino también una profunda conexión emocional. Sabían que su amor era especial y que, juntos, podrían enfrentar cualquier desafío que la vida les presentara.

Se durmieron abrazados, envueltos en un amor que les daba fuerzas y les recordaba que siempre estarían juntos, unidos en cuerpo y alma.









































T l a z o k a m a t i ...

Amor...

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