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𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟓: El adorado niño del hostal.

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Los fines de semana, Moka sigue visitando el hostal con la diferencia de que, en lugar de venir al salir de clase, aparece directamente desde por la mañana. Y con la compañía de Odi, se la pasan entretenidos jugando a cualquier cosa a la que no siempre estoy invitado, lo que me permite tener algo de tiempo para mí y mis preocupaciones.

Era sábado y los niños se quedaron bajo la supervisión de los abuelos mientras yo estuve un par de horas fuera entregando currículums en tiendas. Aunque unos pocos lo tomaron con desinterés, fueron todos los que se negaron a recogerlo debido a la falta de un número de contacto los que me hicieron saber que esto iba a ser más complicado de lo que imaginaba.

Resignado, volví al hostal y mi decepcionante búsqueda debió verse muy reflejada en mi expresión, porque Momo detectó que algo no iba bien al momento.

━¿Un mal día? ━preguntó.

━Hasta que no consiga trabajo, todos los días son malos.

━Anímate, hombre, verás cómo te llamarán pronto.

━Ese es el problema, no tengo un teléfono al que puedan llamar.

Momo apretó los labios y pude percibir la comprensión en su mirada. Sabe que estoy jodido━. Si quieres, puedo preguntarle a mi jefe si permite que pongas el número del hostal como teléfono de contacto. Estoy siempre aquí, así que te avisaría si hay una llamada para ti.

Aunque suena alentador, temo que pueda llegar a meterse en líos si permite que un huésped utilice el fijo como su teléfono personal. El dueño podría aceptar, pero quizás se moleste si se entera de que es un alfa quien necesita esa ayudita.

━No hace falta, pero gracias ━respondí y solté un suspiro cansado. Tendré que comprar un teléfono y rogarle a la compañía móvil que haga una excepción a su estricto proceso de compra y me entregue la tarjeta SIM en mano.

Una vez en el pasillo, me encontré con el famoso cuadro/retrato infantil de los huéspedes. Ahora que sé que lo hizo un niño, me daba curiosidad analizarlo en profundidad, pues las mentes más pequeñas tienden a ser fascinantemente creativas, y considero que es en los dibujos donde mejor se refleja esa parte de ellos.

Pude reconocer a Momo, aunque llevaba uniforme de preparatoria. Los abuelos también están presentes con ropas coloridas y rayos de sol saliendo de ellos, lo que me hizo reír porque es exactamente el tipo de impresión que dejan esos ancianos. De igual forma, estaba la pareja de omegas abrazadas con corazones alrededor. Incluso Namjoon tiene su merecido protagonismo, pero donde le faltaba el brazo había una especie de brazo fantasma con garras y bonitas escamas brillantes. Luego hay un largo camino de arcoíris que recorre todo el lienzo donde puedo reconocer solo a la mitad de los huéspedes siendo personajes fantásticos, y… ¿Esa es Nayeon? No esperaba que apareciera en la pintura. Asumo que la otra mitad son personas que ya no se alojan aquí porque no me suenan para nada.

Aunque Namjoon dijo que lo hizo un niño, no lo veo por ningún lado. No se añadió en la obra, pero igual fue un lindo gesto que le dedicara su mayor esfuerzo a esto y entiendo por qué decidieron colgarlo.

Me gustaría llegar a ser tan apreciado como para aparecer en este tipo de obras.

Al llegar al salón comunitario, me di cuenta de que ya lo era cuando Odi exclamó: ━¡Papiiiiiiii! ━mientras corría hacia mí, con sus ojitos brillando de emoción mientras me observaba. Pero antes de que llegara a abrazar mis piernas, lo tomé en brazos y lo levanté bien alto, viendo cómo se divertía con el repentino cambio de altura.

Quizás no aparezca en un cuadro, pero sé que mi pequeño me quiere de la misma forma en la que ese niño adoraba a la gente de este lugar. Simplemente lo demuestran de distintas maneras.

━Ya estoy de vuelta, campeón. ¿Cómo te portaste? ━era la primera vez que me alejaba de él desde que huimos de casa, así que tenía un poco de miedo por lo que podría pasar. Pues Odi había aceptado que me fuera, pero sus ojitos estaban tristes cuando salí por la puerta.

━Se puso a llorar porque no estabas ━expuso Moka.

No me sorprendió, era algo esperado. Y aunque me duela, no podía llevarlo conmigo. Quiero decir, gracias a Moka ha mejorado mucho su andar y ahora hasta corre. Ella le hace jugar con entusiasmo de la forma que yo no podría hacer cuando me concentro en buscar trabajo.

━¡Nu es ciedtooo! Odi no llora… ━se defendió mi pequeño, poniendo morritos con las mejillas ruborizadas.

━No es malo llorar, bebé. Pero quiero que recuerdes que cuando papi sale por la puerta, siempre siempre siempre va a regresar con Odi, ¿sí?

━¿Lo pometes? ━Odi alzó uno de sus pequeños meñiques y no pude evitar sonreír de ternura, sintiendo una agradable calidez inundando mi corazón.

━Lo prometo ━respondí sin dudar y entrelacé mi meñique con el suyo.

Por el rabillo del ojo pude percibir una mueca triste y destrozada en el rostro de Moka mientras nos observaba. Creo reconocer esas emociones: celos, quizás anhelo. Nunca ha mencionado nada del tema, pero en ocasiones como esta se nota que desea tener una familia.

Es un sentimiento que, afortunadamente, no entiendo.

Si bien mi familia no era la mejor del mundo, siempre tuve un techo bajo el que vivir, una habitación propia, la posibilidad de asistir a absurdos eventos familiares (los cuales disfrutaba a pesar de la incomodidad que me causaban las miradas analíticas y hostiles por parte de los demás), buena higiene, buena salud, etc. Es cierto que mis padres me odiaban, pero al ser un cambiaformas, mientras estuviera en mi forma humana, podían ocultar lo anormal que es la existencia de un alfa conejo como yo, especialmente proviniendo de una familia de lobos alfas grandes y feroces. Así que obtuve un trato mínimamente cordial a pesar del rechazo que me tenían, al menos para aparentar frente a los demás.

También estaba el hecho de que, al haber sido parte de la manada familiar, no podían abandonarme hasta la mayoría de edad debido a las estrictas costumbres de los lobos y su necesidad por mantener a todas las crías que nacieran en sus manadas.

Gracias a eso, al menos puedo decir que sí tuve un hogar durante mi infancia y que había gente que me protegía mientras crecía hasta que fui lo suficientemente mayor como para defenderme por mi cuenta, momento en el cual me emparejé con el que fue mi omega, lo que hizo que saliera de mi familia para meterme en otra.

Nunca supe lo que es depender de mí mismo y no tener un lugar al que regresar todos los días hasta ahora, que no tengo hogar fijo y es la primera vez en mi vida que debo ser totalmente independiente. Y puedo decir que la sensación es abrumadora. Imagino que será incluso peor para una niña omega vulnerable que vive con la incertidumbre de no saber si alguna vez será adoptada. Los omegas no suelen ser una opción popular entre las adopciones, y creo que la mayoría de ellos acaban prostituyéndose para subsistir una vez que son expulsados del orfanato al alcanzar la mayoría de edad.

Con el mal sabor de boca que me dejó el futuro incierto de Moka, dejé a Odi en el suelo y me acerqué a ella solamente para alzarla de la misma manera. Mi inestabilidad financiera y el hecho de que apenas puedo con mi propia vida me impiden tener la valentía de ofrecerle una familia, pero podemos actuar como tal por el momento.

━¿Y tú? ¿Qué tal, mocosa? ¿Te portaste bien en mi ausencia? ━pude ver cómo su expresión triste pasó a confusión y luego a vértigo en tan solo unos segundos, pero bastó con darle unas vueltas para que se echara a reír a carcajadas.

No sé cómo alguien dio a luz a esta monada y fue capaz de abandonarla. Por lo poco que sé, Moka estuvo los primeros 2 años de su vida con su padre omega antes de que este la dejara en el orfanato.

━¡Por supuesto que sí! Puedes preguntarle a los abus. Nos portamos muuuuuuuuuuy bien.

Los abuelos en cuestión estaban en la cocina haciendo algo delicioso cuyo aroma me está abriendo el apetito.

━A ver qué dicen ellos ━comenté con fingida sospecha y dejé a la niña en el suelo.

Los dos peques me siguieron a hurtadillas cuando entré a la cocina a saludar a los abuelos, quienes me recibieron con su usual amabilidad de siempre y aclararon que los niños estuvieron jugando tranquilamente.

Aunque no me lo pidieron, decidí ayudar con los preparativos del almuerzo al preparar la mesa para los huéspedes, con varios platos vacíos que cada uno rellenará a su gusto, vasos, cubiertos y servilletas, todo eso encima de un mantel de fresas muy desgastado.

Pese a ser un hostal que por fuera se ve bastante moderno y futurista, los objetos cotidianos y la decoración no pueden dar más sensación del típico hogar familiar que lleva generaciones en pie. Hasta tienen las míticas sillas blancas de plástico desgastadas de tanto uso, botes de Nocilla para almacenar cosas y vasos de Coca-Cola.

Encuentro confort en sus materiales. No sé, los hace ver como gente con mucha personalidad, que prefieren reutilizar los recursos que obtienen, como los tarros de Nocilla, en lugar de comprar un pack de vasos de cristal básicos. Además, para los niños es genial; Moka ha reclamado el de Doraemon y Odi uno que tiene dibujos de Bugs Bunny.

Hubo un pequeño momento de tensión cuando lo escogió porque exclamó “¡Es papi!”, mientras señalaba al personaje. Claro, ¿cómo le explico a un niño que un alfa conejo se considera antinatural y que, por lo tanto, debía mantener ese secretito? Simplemente, no se puede, es un tema demasiado complejo para su entendimiento. Lo bueno es que, al ser un niño, todos rieron de ternura y no tomaron en serio su comentario, pero sentí que el corazón se me detuvo durante unos instantes cuando ocurrió y no pude tranquilizarme hasta que todos siguieron actuando con normalidad al día siguiente.

De todos modos, solo me animo a estar en la mesa con ellos los fines de semana, que es cuando me invitan directamente. Así que los incidentes que puedan ocurrir con respecto a mi naturaleza defectuosa y que a Odi se le escape algo al respecto son mínimos y manejables. De hecho, no me he convertido desde que me acostumbré a este lugar. Supongo que la conversión está asociada a las emociones, pues pese a mi desafortunada situación, me encuentro más animado de lo que he estado nunca. Por muy aterrador que sea andar por mi cuenta, sentir la libertad que me han privado toda mi vida hace que valga la pena. Especialmente porque ya no tengo la presión de mantener una relación con alguien cuyas expectativas estaban fuera de mi alcance.

También fue mi error por enamorarme y tener un hijo con un omega de mentalidad emprendedora que siempre aspira a lo mejor de lo mejor. Aun a día de hoy me pregunto cómo diablos se fijó y aceptó estar con alguien como yo cuando soy, literalmente, lo peor de lo peor. Bueno, no tanto; en la escala social, estaría por debajo de los omegas ordinarios, pero encima de los omegas defectuosos…

¿Siquiera existen omegas defectuosos? Cuando buscaba información sobre mi anomalía genética, solo salían estudios realizados en alfas que eran híbridos o cambiaformas de animales presa, principalmente pequeños, aunque también había algún que otro reno y búfalo. Aun así, estoy seguro de que la naturaleza defectuosa es algo que incluso los betas pueden padecer, pero a la ciencia no le interesa investigar demasiado al respecto.

Para empezar, somos irrelevantes a sus ojos. Seguidamente, los científicos son solo betas porque no permiten que alfas y omegas se metan en ese ámbito, y no es un secreto que los betas son muy indiferentes en lo que respecta a las demás razas. Es un gran avance que muestren interés en los alfas, pero aún les falta mucho para empezar a ver a los omegas.

¿Sabían que es culpa de ellos que los omegas casi se extinguen? Es una mancha en la historia de la humanidad que justifica por completo la frialdad e independencia que tienen muchos omegas hoy en día. No habrán vivido esa época, pero aprendieron de ella.

Al ser la raza débil, alfas y betas aprovechaban los tiempos de guerra para cometer todo tipo de atrocidades, incluso hacia los omegas aliados, por pura lujuria, desquite personal o simple odio sin fundamentos. Con decir que el abuso sexual era lo más suave que podría ocurrirles, es suficiente para explicar por qué casi se extinguen.

Y, al igual que todo en la naturaleza, cuando la cantidad de individuos de una especie importante disminuye drásticamente, las consecuencias son fatales y ocurrieron casi de la noche a la mañana: hubo una crisis económica a nivel mundial; la natalidad disminuyó a niveles preocupantes; aumentó la ferocidad de los alfas al tener que luchar a muerte por el cortejo de los pocos omegas restantes; una enorme presión social recayó sobre las mujeres beta al ser las segundas más fértiles; aumentó la agresividad de los alfas ante la falta de feromonas tranquilizantes alrededor, y una larga lista de catástrofes de las que aún a día de hoy nos seguimos recuperando.

Como consecuencia, ahora es ilegal violar, matar y/o cazar omegas en la mitad de los países del mundo, siendo Corea uno de ellos. De hecho, las condenas hacia quienes hacen daño o acaban con un omega son mucho más duras que si asesinaran a un alfa o beta. Creo que es la única ley decente que los betas implementaron para garantizarles la supervivencia. En todo lo demás, aún queda muchísimo por mejorar.

Es como que reconocen su importancia en la sociedad, mas no van a mover ni un dedo por ellos, y creo que no lo harán hasta que el porcentaje de población omega esté a la par que los demás.

Por el bien del futuro de Moka, espero que las cosas sigan yendo por el buen camino, aunque sea un recorrido largo.

Lo mismo con Odi. Aunque se sospecha que será un alfa, aún no hay nada confirmado, por lo que bien podría ser omega. Y, como padre, no me gustaría que mi hijo tuviera una vida el doble de complicada que la de los demás. Lo querré igualmente, sea lo que sea, pero ya que va a lidiar con las consecuencias de tener un padre defectuoso y otro ausente, sería mejor si al menos fuera alfa o beta para sobrellevarlo mejor.

De todos modos, son problemas del futuro. Ahora debo enfocarme en el presente, y es que las grandes cajas de plástico que suelo usar para poner en la silla con el fin de que Odi llegue a la mesa no están.

No tengo una sillita para niños, así que ese era mi mayor apaño.

━Abuelo, ¿dónde están las cajas? ━pregunté.

━Ahí guardábamos ropa desgastada, así que Momo las habrá donado a una tienda de textiles para ver si las pueden reutilizar.

No me parece mal que reciclen, pero… Mi silla humilde…

━Ahora Odi no tiene donde sentarse ━comentó Moka, teniendo el mismo hilo de pensamientos que yo.

Entonces, el abuelo dejó de remover lo que sea que había en el caldero y me miró con el ceño fruncido━. ¿Usabas las cajas para sentarlo?

No pude evitar ruborizarme con una mezcla de vergüenza y pena. No sé si está juzgando mi rol de padre o simplemente le sorprendió mi apaño, el cual era bastante discreto porque lo tapaba con una manta. En cualquier caso, no me gustaría que piense que trato a mi hijo como un trapo sucio que puedo poner en cualquier lado.

━No tengo una sillita para él y… uhm… Fue lo único que se me ocurrió. Necesitaba algo de altura para poder darle de comer ━admití con pesar.

━¿Y por qué no nos dijiste nada, chico? ━no tenía una respuesta a su pregunta, o al menos no una que pudiera decir sin parecer rudo o malagradecido. Por suerte, mi silencio fue suficiente para que el abuelo sacara conclusiones y sonriera con pena━. Ya veo, eres de los que no suelen pedir ayuda. Está bien. Es difícil confiar en los demás, lo entiendo.

¿Lo hace? Parece que sí. No percibo nada malicioso de su parte, ni en su expresión, ni en su tono de voz, ni en su lenguaje corporal.

Una cálida mano en mi hombro me sorprendió. Era la abuela, con su alegre porte de siempre━. Tenemos varias cosas que te podrían servir. Sígueme ━fue lo que me dijo.

Y yo estaba demasiado inseguro en ese momento, pero al ver cómo Moka y Odi la siguieron sin mirar atrás, hice lo mismo, aunque no tan determinado como los pequeños.

No fuimos muy lejos. La abuela se detuvo al lado de las escaleras que daban al tercer piso, justo frente a las puertas cerradas que había debajo de estas.

Nunca las he abierto. Me abstengo de solo interactuar con mi cápsula, mi taquilla y todo lo de la cocina. Para cualquier otra cosa, pido permiso antes de siquiera pensar en investigar los muebles. Eso no quiere decir que no tenga curiosidad por lo que hay tras los pequeños armarios empotrados de las escaleras, entre otros muebles cerrados que se encuentran en zonas que yo mismo me he prohibido pisar para evitar ser una molestia con mi curiosidad insaciable.

Finalmente, pude descubrir lo que guardaban ahí cuando la abuela abrió las puertas de par en par. Y debo confesar que me llevé una sorpresa enorme al ver varios útiles, muebles y objetos específicamente para los más pequeños.

━¡Peuchees! ━gritó Odi, tomando un enorme loro verde de peluche que se había caído cuando el armario fue abierto.

━¡Y muchos juguetes! ━le siguió Moka, señalando los muñecos y las casitas.

━Lo siento, debimos haberte enseñado esto antes ━se disculpó la abuela, aprovechando que los niños estaban distraídos analizando lo que había ahí━. Hace unos años criamos a un niñito y nos encariñamos tanto que entre todos compramos todo esto.

Puedo notar el entusiasmo que tuvieron. Hay de todo: la dichosa silla de bebés para el comedor, un carrito de paseo plegable, dos cunas diferentes, una bañera, ropita, una pequeña piscina inflable, patinete, cochecito…

━Por favor, utiliza lo que necesites ━agregó la abuela.

━Muchas gracias ━le respondí con una exagerada reverencia de gratitud antes de que ella regresara a la cocina.

Va a hacer falta una buena limpieza, pues se nota el polvo de los años en todas las cosas, pero es alentador tener recursos más decentes para la crianza de Odi. Al menos ahora puedo tirar unas frágiles marionetas de papel que hicimos juntos y jugar con juguetes reales. Sin embargo, el fuerte estornudo que Moka echó cuando abrazó el oso de peluche y el polvo le azotó en la cara me recordó que la diversión se tiene que retrasar por al menos un día.

Les quité los peluches antes de que sus sensibles naricitas se irriten. Hubo quejas, sí. Pero lo pude manejar al decir: ━Si ustedes se bañan para estar limpitos, el loro y el oso también deben ducharse si quieren jugar. Pero primero, la comida.

Afortunadamente, se lo tomaron bien. La expectativa del juego con juguetes limpios con olor a rosas del suavizante los llevó a ser niñitos obedientes y sentarse a comer. No sin antes limpiar la silla infantil para Odi y unos cubiertos de plástico rosa que Moka encontró entre las cosas.

━Ah, veo que te dieron las cosas del pequeño Beommie ━comentó Namjoon cuando llegó a la mesa del comedor y vio el cómodo asiento que mi hijo tenía ahora. Eso sí, el babero sucio nunca puede faltar━. Menos mal que no tiramos nada. Es bueno poder seguir usando todo eso.

━Alargar la vida útil de las cosas es nuestro lema ━añadió uno de esos huéspedes que apenas veo, un hombre beta llamado Seokjin que se dedica a la pesca. Vino a vivir aquí después de una pronta jubilación por problemas de espalda que le impiden trabajar de manera eficiente, así que ahora se dedica a dar clases de pesca a los jóvenes. A veces tenemos mucho atún a la parrilla gracias a él━. Además, seguro que a Beomgyu no le importa.

Beomgyu… ¿Dónde he escuchado ese nombre antes?

━¿Quién es Bomu? ━preguntó Odi con la boca llena de pollo en salsa, y aunque la duda iba dirigida hacia mí, no supe qué contestar porque estaba igual de perdido que él.

━Un mocoso al que criamos ━respondió Seokjin y se puso a balancearse en la silla con altanería━. Ese muchcachito me llenaba de orgullo. Siempre cazaba los mejores peces.

━¿Cazar? ━la cuestión salió de mi boca de manera automática, pues un niño cazando no es la clase de concepto que unos betas como ellos apoyarían debido al riesgo. Me atrevo a decir que es incluso una actividad alarmante para alfas y omegas.

Es en la adolescencia cuando los niños híbridos o cambiaformas deben aprender a cazar, y la mayoría de veces ni siquiera es algo que sus padres quieran enseñarles debido a los avances sociales. Ya no somos tan animales como antes, ¿acaso esta gente se quedó anticuada?

Al parecer, se trataba de una especie de clave o secreto porque todos miraron a Seokjin con reproche, quien murmuró un leve perdón. Hasta Moka parece estar involucrada en ese misterio, o eso asumo al ver cómo bajaba sus orejas y evitaba mirarme mientras se hacía la distraída, inusualmente callada.

━Es una broma interna de Seokjin. Lo llama cacería de peces en vez de pesca a modo de juego. A los niños les entretiene más de esa manera ━agregó Namjoon con una sonrisa amable y todos asintieron.

Eso me cuadra más y admito que suena convincente, pero el ambiente tenso y misterioso que se mantuvo a raíz de esa conversación me hizo sospechar. Sin embargo, no le voy a dar muchas vueltas a ello porque soy consciente de que en ocasiones puedo llegar a ser bastante paranoico, por lo que me mantuve sereno.

Una vez bien alimentados, tanto yo como los niños ayudamos a recoger la cocina, y aunque ellos querían ayudarme a lavar los peluches, la digestión les dio tanto sueño que acabaron dormiditos en mi cápsula mientras yo limpiaba las cosas de bebés y ponía a lavar los peluches y la ropita, agradeciendo que hubiera prendas abrigadas. Hasta ahora, había estado vistiendo a mi pequeño con los mismos 3 conjuntos que pude traer conmigo, y uno de ellos es el pijama. No es divertido tener que poner lavadoras a diario solo para que mi pequeño no ande desnudo, así que es genial tener más opciones.

Terminé de limpiar y montar todo por la noche, y debo decir que el trabajo se agilizó cuando los niños despertaron y se pusieron a meter los juguetes en la cubeta de agua con jabón que estaba usando para limpiarlos. Tan solo faltaba que se secaran los peluches, los cuales dejé en un banco del exterior donde sé que les dará el sol por la mañana. El resto estaba todo limpio y seco, por lo que les puse un abrigo a ambos para que pudieran usar el monopatín y una pequeña moto de plástico en el patio trasero sin sufrir el desagradable frío que hace esta noche.

Cuando llegó la hora de que Moka se fuera, estaban supercansados gracias al enorme gasto de energía que tuvieron al jugar sin parar. Aun así, la pequeña se quedó un buen rato mirando a la puerta con terror y tragando saliva nerviosamente en lugar de mostrarse desesperada por ir a su camita como había estado diciendo los últimos 10 minutos.

Iba a preguntar qué ocurría, pero ella se adelantó cuando volteó a verme.

━Soobin oppa, ¿puedes acompañarme, por favor? ━rogó con los ojos llorosos y las orejas gachas━. Ayer escuché un animal salvaje en el bosque cerca del orfanato y tengo miedo…

Seguro que fue alguna rama cayendo o el viento moviendo las hojas, pero no soy la clase de persona que invalida los miedos de otros, por muy absurdos que puedan sonar. Además, es muy normal que los más pequeños encuentren algo aterrador en lo ordinario. Estoy seguro de que si la acompaño y ve que no es nada, se sentirá mejor. Aunque es bueno que esté alerta si va sola de allá para acá. Que las calles sean tan seguras que es común ver a los niños yendo solos al colegio no quiere decir que no pueda haber alguien peligroso rondando por ahí fuera.

Es así como, en tan solo unos minutos, llegamos a la entrada del orfanato. Tomando la manita de Moka y la de Odi para que no se separen de mí. Lo habría dejado dormidito en el hostal de no ser porque no quiero que se quede a solas con los huéspedes después de la extraña conversación sobre cacería.

Antes de que la pequeña se adentrara en la tenebrosa casa, visualmente mucho menos amigable y acogedora que el hostal, se giró para abrazarme por las piernas.

━Gracias por venir ━murmuró con las orejas gachas para luego posicionarse a mi lado y acariciar la cabecita de mi pequeño━. ¡Buenas noches, Odi! ━exclamó y corrió hacia la puerta, desapareciendo en la oscuridad que había en el interior del orfanato.

Si no fuera por las anécdotas de Moka en este lugar, pensaría que es un sitio abandonado de lo increíblemente aterrador que luce. La casa del terror en la feria queda humillada ante semejante infraestructura de hormigón oscuro.

━Queria tar ma tiempo con Muka… ━murmuró Odi medio somnoliento, sin apartar la mirada de la puerta.

━Tranquilo, bebé. La volveremos a ver mañana.

━¿No puede quedase con Odi?

━No, pequeño. Ella tiene su camita ahí dentro ━aunque no le guste ese lugar, es el resultado de una situación desafortunada en la que no podemos hacer nada por sacarla de ahí.

━Pedo hace fío.

━Sí, mucho frío ━lo único que me tranquiliza es saber que Moka se llevó una de las chaquetas super abrigadas de las cosas que había en el armario. Aun así, temo que los otros niños se lo quiten━. Seguro que tiene mantitas. Nosotros también deberíamos abrigarnos mucho, ¿no crees? ¿Te apetece un biberón de colacao bien calentito antes de ir a mimir?

━¡¡Chii!!

Estaba a punto de sonreír por su adorabilidad hasta que un fuerte y grave aullido resonó en todo el bosque que había alrededor, haciendo que mi piel se erizara ante un posible peligro inminente. Y no fui el único que se asustó, pues vi cómo varios pájaros salían entre los árboles y volaban lejos.

Vale, no fue la imaginación de una niña miedosa, realmente acabo de escuchar el aullido de un lobo, y sé a ciencia cierta que se trata de una advertencia para todo animal o persona que se atreva a acercarse. Moka tenía todo el derecho de estar aterrada.

━¿Qué fue eso, papi? ━preguntó Odi con curiosidad.

━Algo que debes evitar ━supervivencia básica que aprendí con mi familia: NUNCA estés cerca de una manada de lobos cuando aullan de esa manera. Independientemente de que sean animales o cambiarformas, están avisando de que son hostiles contra los intrusos.

Probablemente, una presencia como la mía no sea amenazante para ellos y pase desapercibida, pero Odi no tendría la misma suerte. Los lobos no son misericordiosos con las crías de otros que se adentran en sus territorios. Prefieren acabar con posibles enemigos desde esa etapa vulnerable en lugar de acogerlos con el riesgo de que el cachorro se vuelva en su contra durante la adultez.

Es algo instintivo, por lo que todos, incluyendo los betas, asimilamos y convivimos con ese peligro, teniendo cuidado de que los niños no se adentren en territorio desconocido para evitar este tipo de tragedias.

Por eso, alcé a Odi en brazos y corrí lo más rápido que pude hacia el hostal, tomando el camino contrario al bosque.

Tendré que decirle a Moka que tenga mucho cuidado.