"Empecemos de nuevo, con lo positivo y negativo, acercándonos, más cerca de tí"
Closer to you - JK

Los nerd eran conocidos como lo típicos alumnos inteligentes, con facciones poco atractivas y un cero a la izquierda, nada fuera de lo común.

En las escuelas, siempre existía esa persona de mente maravillosa que generaba favoritismo entre los profesores solo por sacar buenas notas y ser mejor en la clase.

Pero en el caso de Jeon Jungkook, era todo lo contrario.

Claro que él era inteligente, además que su atractivo era algo difícil de ignorar, pero sin embargo, no era el único al que le apodaban con el título del "Mejor alumno" en la Universidad "Decalcomanía Intelligent".

Los famosos hijos de empresarios, doctores y alguno que otro profesor, podían cursar aquella institución con el único propósito de ser jóvenes dotados, con un intelecto inherente.

Aunque eran contados aquellos alumnos que contaran con ese requisito, ya que al ser hijos de padres millonarios, podían cursar donde ellos quisieran con ayuda del dinero de sus padres.

—¡Bps! Kook... —susurra aquella pelirroja, tratando de llamar la atención de su mejor amigo.

Jungkook volteo a verla dismiludamente ya que estaban en clase de Economía.

—¿Qué necesitas? —pregunta a la par que se acomoda los lentes.

—Pásame la respuesta de la pregunta 6.

Y al parecer, había una pequeña persona que entraba aunque entraba en el estándar de los alumnos dotados, quería parecer una persona poco intelectual para poder acercarse más al chico que la miraba con sus hermosos ojos brillantes y una sonrisa tímida.

Eleonora Blair era una chica demasiado entusiasta, jamás se fijaba en lo que traía una persona o dedicaba el tiempo a inspeccionarla como un bicho raro, odiaba a la gente hipócrita y narcisista.

A pesar que muchos chicos le dijeran que una chica como ella no debería juntarse con personas como Jungkook, a ella le daba igual. Era una modelo diferente a las demás, desde pequeña había entrado a ese mundo y eso le fascinaba.

Es así como actualmente seguía formand parte del modelaje y vaya que le iba de maravilla al atraer miradas tanto de hombres como mujeres, entre ellos, aquel chico de sus sueños.

—Toma una foto, rápido. —exclama Jungkook, entregándole su libreta.

—Muchas gracias guapo, te lo compensaré.

El pelinegro se sonrojó ante tal halago y tomó su libreta cuando ella tomó la foto rápidamente, antes de ser vista por el profesor.

No estaba demás el decir que Jeon Jungkook sentía atracción por ella, su mejor amiga, y aunque este no lo supiera, la fémina no le era indiferente.

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Eleanora acomodaba la comida en su charola mientras esperaba a Jungkook llegar a su mesa, estaba concentrada en ver todo ordenado que no se percató cuando este llegó.

Traía una sonrisa divertida al verla así, por lo que tomó asiendo captando la atención de ella, quien le dió una sonrisa.

—¿Por qué siempre acomodas tu comida así? Da lo mismo cómo este, al final terminará en tu estómago. —mencionó mientras tomaba un pedazo de fruta y llevarlo a su boca.

—Me gusta que todo este ordenado para poder disfrutarlo a mi manera, es como lavar trastes; primero se lavan los vasos, luego los cubiertos y platos, al último son los sartenes.

—¿Eso qué tiene que ver con lo que pregunté?—rió.

—Eres organizado, debes entender porque lo digo. —exclamó ofendida.

—Está bien, entiendo. ¿Contenta? —ella asintió. —Por cierto, ¿irás a la fiesta de recaudación de fondos?

—Sabes que sí, mis padres jamás faltan y tengo que ir.

—Entiendo, entonces te veré ahí.

—Ponte más guapo de lo que eres, el traje que te regalé te hace ver demasiado atractivo, úsalo.

Jungkook la miró emblemático, jamás se cansaba de escuchar los piropos de ella y eso es lo que lo volvía loco, le encantaba lo directa que era y que no mostrara ningún tipo de nerviosismo ante él.

—Seguiré tu consejo.

—Eso es lo que me agrada tanto de ti.

Rodeó la mesa que los separaba y corrió a abrazarlo y darle unos cuantos besos en la mejilla.

Los demás estudiantes los miraban con envidia, el grupo de estudiantes de Kwan, veían con recelo aquella escena, siempre se preguntaban porque aquella chica se juntaba con Jungkook.

¿Qué tiene él qué yo no?

¿La folla bien?

De seguro tiene una polla grande.

Miles de comentarios pasivo-agresivos murmuraban aquellos hombres, pero eso a Eleonora le restaba importancia, incluso estaba feliz qué le tuvieran envidia.

Jungkook tenía todo lo que una mujer deseara, muslos grandes y tonificados, un abdominales de infarto, espalda ancha y la altura que la hacia ver pequeña a su lado.

Y aunque le daba poca vergüenza admitirlo, tenía un miembro demasiado gustoso, algo que podía apreciar solo en sus sueños más profundos.

—Aquellos chicos nos están viendo... —susurró Jungkook cerca de su oído, mandando una corriente de emoción a la pelirroja. —pero no importa, me gusta que beses mis mejillas.

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Aquella multitud de millonarios brindaba por las alianzas que se formaban, el evento de la venta de pinturas había culminado exitosamente y todos el dinero que se junto se donaría a las fundaciones de perros abandonados y a orfanatos.

Jungkook era lo único que adoraba de esas reuniones y más aún, cuando veía a aquella pelirroja, ahora este la buscaba por todo el lugar, la había visto en el evento junto a sus padres y hermano menor, traía un vestido de seda color negro que se le pegaba al cuerpo, en ese momento sintió una corriente de excitación, pero lo ignoró al instante que la perdió de vista.

—¡Bu!—exclamó Eleonora, asustándo al pelinegro.

Ella rió divertida al verlo abrir sus ojos de sorpresa, su mano estaba sobre su frente, no se esperaba que lo asustara ni tampoco comprendía donde había estado hace unos momentos en los que él la buscaba.

—¿Dónde estabas? Estaba buscándote.—aclaró.

—En la terraza, mi hermano quiso ir al baño y tuve que acompañarlo, ya sabes, le engenta estar aquí.

Este asintió y llevo una de sus manos, específicamente a su cintura para acercarla a él.

—Te ves hermosa, más de lo que ya eres. _susurró con la voz ronca, cerca de su oído.

—G-gracias, tu te ves muy sexy. —respondió.—¿Quieres ir al jardín?

—No, mejor vayamos a mi casa, hay que hacer una pijamada.

—Bueno, deja me despido de mis padres.

Ella dejó un beso en su mejilla antes de marcharse, Jungkook se sonrojó ante tal acto y sonrió leve.

Mientras tanto, Eleonora subió a la terraza para avisarle a sus padres sobre ir a la casa del pelinegro, estaba emocionada, habían pasado semanas después de haber tenido este tipo de encuentros por los exámenes parciales que los consumían a ambos, y aunque podían estudiar juntos, sabían que harían cualquier otra cosa, en lugar de revisar sus apuntes.

—Avisa cuando llegues a su casa, pórtate bien y usa protección por favor. —comentó su madre mientras su hermano reía por ver la cara sonrojada de su hermana, en cuanto su padre, miraba con recelo a su madre.

—¡Mamá! —exclamó ofendida.

—También tuve tu edad cariño, así que no reproches y ve con Jeon, que te está esperando impaciente y no deja de verte con cara de idiota enamorado, eso me recuerda a tu padre, que tiempos. -suspira.

—¿Me estás diciendo idiota? —comentó su padre, ofendido.

Eleonora rió nerviosa y salió de aquella pelea divertida de sus padres para después ir por Jeon y salir de aquel lugar.

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Eleonora veía entretenida la película de Fabricante de lágrimas, pensaba que Jungkook se asemejaba a Rigel, por su cabello largo y la manera de ser, inmediatamente giró a verlo, este comía sus palomitas sin percatarse de la mirada de su mejor amiga, tampoco el como veía sus labios y sentía la necesidad de besarlos.

Eso hasta que pasó aquella escena donde el chico besaba de manera ansiosa a la casta la, subiendo la tensión entre Jungkook y la pelirroja.

Aún iban vestidos elegantemente, ninguno quiso quitárselo por la flojera que les ganó en el momento, por lo cual, Jungkook fue quien ahora la observaba de pies a cabeza, empezando por sus piernas largas hasta perderse en la cobertura del vestido que mostrada los muslos gruesos de Eleonora, sintiendo la necesidad de colocar sus manos en esos muslos suaves y ejercitados. Movió su cabeza, negando ante los pensamientos pecaminosos entre él y la hermosa joven a su lado, pero no podía evitarlo, no cuando ella se paró de aquel sillón para apagar la televisión y prender aquel radio que se encontraba a un lado de este.

La música era suave, relajada y tranquila, pronto Jungkook se dió cuenta que era aquella melodía que había compuesto para ella a escondidas, jamás pensó que sería el momento justo y exacto para colocarla, pero Eleonora no perdió oportunidad alguna para hacer un ademán y que este se acercara a ella, empezando un juego previó al ritmo de la canción, donde en el preciso instante en que menciona el acercarse a él con ese vestido de seda, lo hace, con una sonrisa coqueta en el rostro.

—Te quiero cerca de mi, Eleonora. —exclama Jungkook.

Ella no responde, tan sólo obedece, como si Jungkook fuera un imán que la incitaba a ir hacia él.

Al estar tan cerca, ella no duda en tomar sus mejillas y estampar sus labios con los de él, Jungkook toma su cintura con fuerza, acercandola aún más a su anatomía, su pequeña cintura encajaba tan bien siendo rodeada con su brazo tatuado que él mismo trataba de ocultar en la Universidad para no generar alboroto entre los maestros.

Sus besos subían con mayor intensidad, la respiración les faltaba pero a ambos no le importaba, deseaban este momento en meses, que sus labios por fin encajaran, sentir sus caricias y que estos llegaran a más.

Jungkook se separó de ella y tomó su mandíbula, rozando sus labios, sonrió satisfecho por tenerla así, ansiosa por él, sus ojos verdes se habían dilatado por la dopamina que emergía su cerebro, mientras Eleonora veía como los ojos del pelinegro se habian vuelto más oscuros, haciéndola temblar.

—Eres tan hermosa que deseo joderte tan bien, quiero tenerte tan cerca de mi con aquel vestido de seda que llevas puesto.

Su mano bajó hacia su trasero, apretandolo al instante con ambas manos, sacándole un gemido a la fémina. Sintió su miembro despertar ante tal excitación, el ver como aquel vestido apretaba sus senos haciéndolos ver muy apetitosos, no ayudaban para nada.

—Jódeme entonces. —susurró la castaña.

Jungkook tan sólo apretó su mandíbula y la acercó a su rostro, donde la beso extasiado, aclamando por su cuerpo.

Su mano bajó los tirantes de aquel vestido, donde este se deslizó con facilidad ante el cuerpo de la fémina, quien levanto sus pies para hacer a un lado la prenda, Jeon no pudo evitar verla, como sus grandes y redondos senos relucian ante la luz de la sala, sus muslos gruesos, la ropa interior que permitía ver su monte de Venus.

Colocó ambas manos en las tiras de su tanga y se puso de cuclillas frente a su intimidad, donde la respiración de ella se dificultó al tenerlo así, él en ningún momento dejó de mirarla y no lo haría, quería que viera como podía hacerla correr con sólo su lengua.

Eleonora pensaba que sin lentes se veía jodidamente dominante y vaya que lo era, pero dejó de pensar eso cuando sintió sus dedos en su cuerpo, sacando su ropa interior y acariciar su intimidad.

La sonrisa ladina que este le daba, mostraba cuanto ella disfrutaría de ese momento.

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Eleonora gemía alto al sentir la lengua de Jungkook recorrer cada parte de su intimidad, no había lugar que no atendiera, quería hacerla disfrutar y vaya que lo estaba logrando.

Sus manos grandes apresaban sus caderas, temiendo a que escapara de él, amaba escucharla, escucha su voz gritando su nombre una, y otra y otra vez.

—Ah... Jungkook, voy a correrme. —exclamó al sentir sus piernas temblar e intentar cerrarlas, pero él pelinegro no se lo permitió.

Continuó dándole placer, quería ver cómo su esencia manchaba su rostro, así se sentiría orgulloso de verla satisfecha.

—Córrete, quiero probarte.

Ella asintió sonriendo, tomó su cabello largo y sedoso con fuerza, incitándolo a seguir hasta que finalmente pudo llegar a su ansiado clímax.

La respiración de ella estaba agitada, su pecho sudoroso y el cabello un poco mojado por el sudor. Miró a Jungkook, como lamía sus labios, sus mejillas estaban tornadas de rojo por la temperatura de sus cuerpos, al igual que sus orejas.

Jungkook revolvió su cabello, acomodandolo hacia atrás, comenzó a desvestirse ante la mirada de Eleonora, quien mordía su labio inferior al ver cómo lucían los abdominales de él y sus pectorales, hasta ver su polla fuera cuando este quitó su última prenda que lo cubría.

Ambos admiraban sus cuerpos, la fémina miraba su ancha espalda, los muslos gruesos de él y su pronunciado miembro que estaba levantado por la excitación, con la punta brillante mostrando poco del presemen, sus venas se marcaban a tal grado de hacerla babear.

—¿Quieres chuparmela? —ella asintió. —Colocate boca abajo sobre el sofá y abre bien esa boquita tuya.

La pelirroja hizo caso, tumbándose sobre aquel sofá, dejando caer un poco su cabeza, Jungkook se acercó, mostrando más de cerca su pene, con su mano derecha empezó a masturbarse, dándole una vista de gloria a la fémina, quien sacaba la lengua con intención de lamer su miembro.

—Mírate, te ves tan ansiosa por que te la meta en la boca, dime ¿eso quieres?—tomó su cuello, mirándola con superioridad.

—Si, si quiero.

Este sonrió ladino y tomó la punta de su polla para acercarlo a su boca y metersela, ella ahogo un gemido al sentir la intromisión de este, su saliva escurría por los lados de su rostro, Jungkook gimió ante la sensación caliente y suave de su boca y lengua.

Jamás pensó que su sueño se cumpliría, el tenerla así, chupándole la polla con sintonía. Los ojos de ella se volvieron llorosos por las embestidas de Jungkook, su lengua recorría las venas de su pene y saboreaba con gusto la calidez templada de él.

—Lo haces tan bien nena, sigue... Mmm.

Eleonora sentía ganas de vomitar al tener la punta del pene de su amigo en la garganta, así que con sus manos, dió palmadas en los muslos de este para que saliera de ella y él acató su petición.

Un hilo de saliva brotaba de la boca de ella con el miembro de Jeon, estaba a nada de correrse pero quería hacerlo dentro de ella, así que con impulso tomó a la fémina de la nuca, haciendo que se levantara del sofá, teniendo un pequeño mareo por la posición en que se encontraba.

Jungkook se sentó en su lugar y con un ademán indicó que lo montara, tomando su pequeña cintura, sintiendo el roce de sus sexos sacándole gemidos guturales.

Sus ojos veían ambos senos con antojo, el deseo lo consumía a medida, sus manos picaban por apretarlos y amasarlos a su antojo, quería morderlos y claro que lo haría.

Su boca tomó el seno derecho, la punta de su lengua rodeó su pezón, echando saliva en ella, el aire erizo estas poniéndolas erectas, Jungkook estaba fascinado, con su otra mano amasaba con entusiasmo el seno izquierdo.

Daba atención a ambas, dejando rastros de saliva y chupetones en estas.

—Ah...—gimió la pelirroja.

La humedad de su vagina y su clítoris hinchado ansiaban por la atención del pelinegro, deseaba que los largos dedos de él se metieran en su interior, que la hiciera retorcer como en sus sueños húmedos hacia.

—Dime bonita, ¿qué deseas que te haga? —exclamó Jungkook a la par que palpaba su mano en su intimidad.

Eleonora no respondió a su pregunta, tan sólo gimió ante la sensación de la mano de Jungkook en su vagina.

—Responde, quiero aprender a tocarte, saber que es lo que te excita, así podré cogerte todos los días, como tu deseas.

Golpeó ambos senos, ocasionando un gemido alto y el brinquito de Eleonora sobre su regazo, observando sus pechos rebotar, por lo cual, dirigió su boca para morderlos.

—Quiero... quiero tus dedos, por favor. —lloriqueo.

Él no respondió, solo mostró una sonrisa socarrrona mientras acariciaba sus labios vaginales, sintiendo la humedad de ella, su hinchado clítoris, quería volver a hacerle un oral, perderse de nuevo entre sus piernas, su mirada mostraba la lujuria que guardaba en él, aunque parecía un chico totalmente fuera de dar un buen acto sexual, Eleonora sabia que era todo lo contrario al chico tierno que conoció.

Amaba esta parte de él.

Jungkook colocó sus dedos sobre su entrada, acariciando esta para después introducir un dedo, haciéndola retorcer, no era que fuera su primera vez teniendo intimidad con un chico, estaba claro, pero había pasado tanto tiempo que tuvo un encuentro sexual que sentía nervios como en su primera vez.

Así que cuidaba de si misma, tomando pastillas para evitar problemas en algún futuro.

El pelinegro metía su dedo con suavidad, dejando que Eleanor se acoplara a sus dedos, introdujo otro dedo y continuó sus movimientos, hasta meter el tercero.

—Ah... ¡Jungkook! —sus caderas se movían a la par de los dedos del tatuado, quien al verla así, tan sudada y ansiada por más, aceleró sus movimientos. —¡Oh por Dios, sigue así! Mmm...

—¿Te gusta? —esta asintió, gimiendo alto. —Córrete para mí preciosa, quiero ver cómo aprietas mis dedos en tu dulce y Rica vagina.—susurra este cerca de su oído.

—J-jungkook, fóllame...

Este tan sólo rió al verla tan necesitada por su polla, así que inesperadamente sacó sus dedos de su vagina, dejándole un vacío incómodo y molesto.

—¿Por qué...

Jungkook la interrumpió cuando la tomó con fuerza y la colocó debajo de el, metiendo su miembro en ella, sacándole un grito agudo, no espero a que se acostumbrara a su hombría ya que estaba completamente dilata al meterle sus dedos, así que empezó a embestirla duramente, sus pechos rebotan por los movientos bruscos de él, quien tomaba como fuerza sus caderas, algo que dejaría marcas después.

El sofá se movía en sintonía, Eleonora gemía por lo bien que estaba siendo follada, jamás esperó ver esta faceta de Jungkook, pero le encantaba y se encargaría que siempre sacara ese lado a flote.

—¡Si, si, así, no pares Jungkook! —exclamó agitada.

—¡Ah, me encantas tanto! —respondió.

Sus movimientos no paraban, se intensificaban más, su pene entraba y salía de ella, dándole una vista sensacional, el golpeteo de sus testículos contra su trasero se escuchaba por toda la sala, ninguno era conciente de nada, tan sólo estaban enfocados en saciar sus ganas.

Jungkook quería follarla, duro y con fuerza, ver sus ojos llorando de placer era lo mejor, aún más cuando abría su boca para gritar su nombre, sentir como clavaba sus uñas en su espalda a la par que lo rasguñaba, sus piernas se enredaron en su cintura, apretandolo más a ella, sintiéndolo más a fondo, su cuerpos sudorosos y el como el tatuado colocó una de sus manos en su cuello, apretandolo un poco, daba una imagen digna de un vídeo pornográfico.

Su mano derecha comenzó a darle azotes, volviéndola loca de placer, su orgasmo no tardó en llegar pero Jungkook aún no lo tenía, sus movimientos se volvían desenfrenados, el duró golpe de su pelvis hacia su intimidad la volvía vulnerable, haciéndola excitar más, las bolas de Jungkook estaban llenas, muriendo por correrse dentro de ella.

La respiración y el olor a sexo los hacia delirar, por lo que no faltó para que Jungkook se corriera y Eleonora temblara, teniendo la sensación de orinar, pero era algo mucho mejor, algo que jamás había tenido o esperado.

Jungkook logró hacerla tener un squirt, manchando parte de su abdomen y su sofá.

Tendría que limpiar bastante bien para que sus padres no se dieran cuenta que se cogió demasiado bien a su mejor amiga.

¡Holis! Espero disfruten el capítulo, por fin les traje otro cap más de estos OS.

Nos leemos pronto 😘