~ 𝑽𝒆𝒊𝒏𝒕𝒊𝒖𝒏𝒐 ~

~ 20 de noviembre de 2011, 18:35 ~

 —¿Qué dices, Emma? —la miraba con los ojos muy abiertos.

 —Lo que oyes, ese Hanma te gusta.

 —Anda ya, no te niego que me atrae físicamente, ya has visto que feo no es —noté mis mejillas calentarse un poco mientras le hablaba y recordaba la espalda de aquél idiota—. Pero, de ahí a que me guste es pasarse, ¿no crees? 

 —Para nada —soltó tajantemente—. Te he visto, cómo le miras y cómo sonreías al volver de decirle lo que quiera que le hayas dicho. Solo te lo digo porque no quiero que lo pases mal luego.

 —¿Eso crees de verdad? —ella sabía mejor cómo era la sensación de cuando te gustaba alguien. Yo, en cambio, no tenía ni puta idea. Aun así, seguía dudando de las palabras de la rubia. 

 —Sí, y aunque tú aún no te hayas dado cuenta, quiero que lo vayas entendiendo, porque... — hizo una pausa—, vas a negarme el hecho que te gusta seguramente hasta el día que estés tan enamorada de él que te sea imposible ocultarlo. Todo, claro, si ese día llega a suceder.

 —Bueno... pues hasta entonces te lo seguiré diciendo, Emma. Hanma no me gusta. Si he pensado en él de alguna manera no es como un novio, ya sabes a lo que me refiero ¿no? 

 —Claro que sé a lo que te refieres, te conozco demasiado como para no saber todo lo que tu pervertida mente habrá pensado hacer con ese chico —se rió.

 —Bien, pues entonces dejemos en que de momento solo pienso en él de esa manera ¿vale? —le agarré del brazo—.  Venga, mira lo guapa que me he puesto para salir contigo de tiendas ¿has visto? 

La solté y di una vuelta sobre mí misma para que me viese.

 —Estás muy guapa, aunque te podrías haber peinado mejor, pedazo de vaga —dijo, revolviéndome algunos mechones del enredado cabello.

 —Sabes que eso te lo confío solo a ti, querida amiga —la tomé del brazo y empecé a arrastrarla—.  ¡Venga! hazme de personal shopper y búscame trapitos bonitos de esos que te gustan a ti para las próximas fiestas. Te dejo que me elijas lo que quieras y te prometo que lo compraré.

Emma puso la mayor cara de ilusión que podía poner una persona. Le encantaba elegirme la ropa y darle ese poder de decidir lo que me iba a comprar parecía hacerle muy feliz. Solíamos hacer esto de vez en cuando, aunque pocas veces me había comprado algo que había elegido ella, pues aunque ella insistía en que aquellos vestidos tan provocativos me quedaban genial, yo no terminaba nunca de verme con ellos puestos. 

 —En ese caso —continuó Emma—,  ¡Vamos a estar un buen rato! ¡Te pienso hacer un cambio de armario hoy mismo!

 —Oye Emma, que tampoco soy rica, no te pases —mascullé mientras ambas empezamos a recorrer la calle.

Pasamos la tarde de esa manera; entre risas y probándome mil y un conjuntos de los cuales hubo un par de ellos que para mi sorpresa me gustaron y terminé por comprar. Bueno, esos, y como cinco camisetas y dos o tres faldas que, por insistencia de Emma tuve que llevarme casi a la fuerza.

Tras el largo recorrido por todas las tiendas de la calle, paramos a tomar algo en un bar y charlamos de cosas banales; ella me contaba sus citas con Draken y de sus peleas con su hermano. Cuando quedábamos, casi todo el tiempo era ella la que hablaba y yo me limitaba a escucharla. No le conté nada de mi incidente con Hanma, no quería tener que escuchar más regaños por su parte.

Se empezó a hacer de noche y decidimos volver a casa, ella me acompañó hasta la mía y Draken vino a recogerla en la moto. Iban a ir juntos al cine.

 —Bueno, nosotros nos vamos, ten buena noche —Draken se despedía mientras ayudaba a Emma a colocarse el casco de la moto.

 —Eso, y ten cuidado con lo que te he dicho —Emma sonrió en mi dirección y yo le lancé una mirada asesina.

 —¿Cuidado con qué? —preguntó Draken, confuso.

 —Nada, nada, cosas de chicas, ¿verdad? —Emma me guiñó un ojo—. Venga, vámonos.

Draken no hizo más hincapié y se colocó el casco. Se montó en la moto, arrancó y ambos se fueron.

Entré en casa. Tenía el tobillo algo adolorido de haber estado andando durante toda la tarde y estaba cansadísima. Puse mi móvil a cargar, pues se había quedado sin batería mientras estaba en la calle y estaba apagado. Mientras cargaba, me di una ducha y me puse ropa cómoda, guardé todas las prendas que habíamos comprado y me tiré en la cama a descansar. 

Encendí el teléfono, bostezando y a punto de quedarme dormida.

Tengo un mensaje...

"Hanma, "Dios de la Muerte" Recibido el 20 de noviembre a las 19:08

¿A qué ha venido eso?

Tú, Enviado el 20 de noviembre a las 22:10

¿A qué te refieres?

"Hanma, "Dios de la Muerte" Recibido el 20 de noviembre a las 22:12

Por fin contestas, ¿qué tal tu cita?

Tú, Enviado el 20 de noviembre a las 22:13

No me digas que llevas toda la tarde pensando en un besito de nada. La "cita" bien, Emma me ha renovado el armario por completo -.-'"

Hanma, "Dios de la Muerte" Recibido el 20 de noviembre a las 22:13

¿Qué pasa si te digo que sí? ...¿renovación de armario? Seguro que no será para tanto.

Tú, Enviado el 20 de noviembre a las 22:14

¿Qué pasa? ¿nunca te han dado un besito? Pobre... lo que te estás perdiendo en la vida Hanmita. Y sí, es para tanto, me he comprado cosas que no sé si quiera cuando me las voy a poner, con lo cómoda que se va en mallas :')

"Hanma, "Dios de la Muerte" Recibido el 20 de noviembre a las 22:25

Más de los que te imaginas ;) Puedes ponértela cuando vayamos a algún lado ¿ahora qué?

Tú, Enviado el 20 de noviembre a las 22:25

Sí que has tardado en pensar la respuesta...

"Hanma, "Dios de la Muerte" Recibido el 20 de noviembre a las 22:26

Eso no responde a mi pregunta.

Tú, Enviado el 20 de noviembre a las 22:26

¿Me estás pidiendo tener una cita?

"Hanma, "Dios de la Muerte" Recibido el 20 de noviembre a las 22:27

Podría ser...

Tú, Enviado el 20 de noviembre a las 22:28

¿Qué pasa con lo de ir rápido?

"Hanma, "Dios de la Muerte" Recibido el 20 de noviembre a las 22:29

Sigues sin contestarme. Si no quieres no pasa nada. De momento, Mikey me escribió, tendremos reunión de la ToMan en unos días, no parece importante, pero me dijo que te avisara. Buenas noches, descansa.

Tú, Enviado el 20 de noviembre a las 22:30

Vale, nos veremos allí entonces. Buenas noches. 

No tuve más respuesta. Aún así...

Tú, Enviado el 20 de noviembre a las 22:35

Ah...y no he dicho que no quisiera, estúpido

"Hanma, "Dios de la Muerte" Recibido el 20 de noviembre a las 22:38

Ya lo sabía, tonta  ;) 

Tras ese último mensaje, decidí que lo mejor era que me durmiese, sino, iba a estar toda la noche pegada al teléfono. Hablar con él de esa manera me ponía nerviosa y no hacía más que sonreír... ¿a esto se refiere Emma?

~ 20 de noviembre de 2011, 22:39 p.m. ~ 

 —¿Puedes dejar de sonreírle al móvil y hacerme caso? —me dijo. Notaba que tenía su mirada clavada en la pantalla de mi teléfono, intentando cotillear.

 —Ya paro, perdona, ¿qué decías? —aparté el móvil de golpe.

 —Veo que por lo menos confía en ti lo suficiente como para aceptar el quedar contigo, al fin avanzas en algo.

 —No ha aceptado nada —contesté de manera cortante.

 —Pero lo hará, conozco a ese tipo de chicas, les dices dos cosas y ya las tienes rogando por tu compañía.

Kisaki, no tienes ni idea.

 —Ya veremos a ver qué pasa —le reprendí.

 —¿Qué pasa? ¿Te gusta o qué? —se estaba riendo mientras preguntaba.

 —No es eso —estaba empezando a perder los nervios. Y no lo entendía.

 —Bueno, sinceramente, me importa poco lo que sientas o no sientas por ella, pero más te vale hacer bien tu trabajo, no lo olvides —de nuevo salía con eso, estaba a punto de mandarlo al otro barrio, literalmente.

 —Mi trabajo es que te hagas con el control de la ToMan ¿no? —el rubio asintió—. De una manera u otra lo conseguirás... así que... ya te dije... no te metas en mis asuntos.

Me levanté del peldaño en el que estábamos sentados y saqué las llaves de la moto.

 —Me voy, nos vemos en la próxima reunión.

Conduje hasta la antigua casa de mi madre. No vivía allí, ya que estaba más lejos que mi apartamento, pero iba allí cuando quería estar solo y pensar. Nadie sabía de aquella otra casa, así que era el sitio perfecto. 

Al llegar, me recosté en el viejo sofá y encendí un cigarro. 

 —Quizá es solo que me atrae mucho la forma de ser que tiene conmigo... no, Kisaki... estás muy equivocado... no tienes ni idea de cómo son ese tipo de chicas —le di una calada al cigarro—. Porque, sinceramente... yo tampoco lo sé.

Un capítulo un poco más cortito de lo habitual, que si le meto la siguiente parte se va a hacer muy largo y así puedo subirlo ahora más tarde.

Gracias a todos, no os olvidéis de votar y dejar vuestros comentarios :')

<3


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top